LA HISTORIA DE AMOR
HXD
Había perdido la cuenta de aquellos años transcurridos, quizá dos o tres en los que el amor de su vida había tomado sus maletas con pocas parecencias importantes y se había marchado a un incierto y desconocido lugar, sin si quiera darle respuestas…se fue sin mas
A un bajo aquella soledad con los años avanzando extrañaba sus besos, sus caricias, la vida que había formulado y establecido con aquel hombre que se convirtió en su familia… y porque no? a un lo amaba, bajo aquel álbum de fotos viejas los recuerdos de promesas sin cumplir, buenos y malos recuerdos atormentándolo, cuantas veces se habría burlado del incrédulo e inocente ser que era..
“ y si un día despareces?”
“haré lo posible por volver a ti”
A un ponía sobre sus labios una sonrisa vaga, se preguntaba como todas las noches en aquellas caminatas sobre la orilla del mar, si aquel hombre a un lo amaría o si acaso a un estaría en sus recuerdos, el dolor y su duelo solo le hicieron darse cuenta de que no estaba solo, y sin más se perdía hasta el aquella luna se escondía y las granjas naranja y azul empezaban a iluminar las mañanas, el tiempo empezaba a consumir aquel cuerpo que envejecía en su soledad, algo dentro de el terminaba por derrumbarlo y llorar hasta dormirse sobre la fría arena hasta que el sueño terminaba por llevarlo a ese mundo en donde a un lo tenía a su lado
Heero siempre fue un hombre de guerra aun y cuando esta hubiera terminado, el jamás pudo ser pleno y como todo miliar, nuevamente fue arrastrado a misiones donde podía sentirse con vida, se había marchado dejando solo unas cuantas palabras, “volveré” y con aquello había salido aquella noche para no regresar jamás
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El un aeropuerto cerca de aquella colonia con aquel porte serio que toda su vida lo había caracterizado, aquel hombre de cabello chocolate y ojos cobalto bajaban de forma tranquila por aquello escalones, cubrió sus ojos un poco ante los primeros rayos del sol dando justo en su mirada suspirando de forma profunda una vez que sus pies tocaron tierra, por fin estaba en casa, un auto le esperaba a las afuera del aquel lugar que lo llevaría a hotel una vez recuperadas sus pertenencias, sin tomarse una ducha una vez que su cuerpo toco aquella cama, se quedó profundamente dormido como quizá no lo había hecho en años
Era un nuevo día, nuevamente los rayos del sol colándose sobre aquellas cortinas le habían despertado, de forma torpe y adolorido se levantó dándose cuenta de que se había dormido con la ropa puesta, el baño se le hizo eterno junto con los mensajes de su amigo, necesitaba localizar a su amado, explicarle lo estúpido que había sido y quizá junto a eso una oportunidad para estar con el
Los miedos invadieron su seguridad ya habían pasado tres años desde que se había marchado, lo había dejado solo quizá devastado, la incertidumbre de encontrarlo con alguien más y una familia que no podía destruir le hizo solo ser más humano, sus pies le llevaron a aquella playa frente a su hotel
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Su cuerpo dolía como si lo hubieran molido a golpes, nuevamente terminaba dormido en el mismo lugar y en la misma posición, sus ojos ardían junto con aquella hinchazón que había quedado después de aquella racha de lloriqueos que solía tener esporádicamente en su depresión, cada vez que su mente le traicionaba haciéndole sentir miserable hacia lo mismo, con mucho pesar bajo del techo de aquel lugar que compartía con Quatre... o al menos así quería verlo el, aquella melena rubia caminaba de un lado a otro
Duo! Que te parece si vamos a caminar por la orilla del mar –
Quatre daba lo mejor de el para animar a su amigo, una propuesta que aquel de ojos amatistas no negaría, conocía la rutina que aquel trenzado, los ojos de cachorro a medio morir del rubio solo hicieron que el alma de Duo se estrujara y no pudiera negarse
Está bien…pero solo un rato – de forma victoriosa del rubio corrió a buscar algunas cosas mientras el trenzado subía a buscar su chaqueta-
Ambos salieron asegurando la puerta y el rubio tomando del brazo al trenzando para que no pudiera retractarse una vez a fuera
Quatre… -
Si?-
Gracias por estar conmigo siempre-
No me lo agradezcas Duo, esto es lo que hacen los amigos-
Si…-
Duo?..-
Si?-
A un lo amas?-
Con todo mi ser-
El tiempo se fue tan rápido el silencio llego cuando llegaron a la playa, sus ojos no podían creer lo hermoso que era aquel lugar, el sonido de las olas romperse y llegar hasta orilla, el trenzado sonrió amplia y sinceramente como rara vez lo hacía, los zapatos de ambos volaron sobre la arena Quatre y el comenzaron a caminar por la orilla jugando entre ellos olvidado un poco su tristeza, aquel juego pronto se convirtió en empujes y una que otra vez caían mojándose tras una ola pasar sobre ellos y de pronto aquel peso sobre el lejos de escuchar su propio quejido de dolor al caer sus ojos se perdieron incrédulos sobre aquella mirada cobalto que amenazaba con volverlo loco, olvido por completo su alrededor, sus manos llegaron al pecho aquel hombre sobre el aquellos latinos de un corazón agitado, el tacto de aquellas fuertes manos sobre sus mejillas frías, era el…? Debía ser el... incrédulo, sus lágrimas llenaron aquellos hermosos ojos amatistas, después de tantos años… sus labios juntos con sus pensamientos fueron callados por un beso desesperado del ojicobalto, incrédulo e incapaz de corresponder aquel beso busco alejarse, su retorcidamente empezaba a llevarlo a la locura, pronto terminando por rendirse ante aquel sueño aferro sus manos al cuello del mayor correspondiendo aquel beso tan real,… que a falta de aire terminaron por separarse
El nombre de Heero salió de los labios del trenzando tantas veces esperando que aquel no se esfumara como en los sueños donde lo tenía para él, el ex soldado le hizo ver lo real que era
Duo… volví para estar contigo-
Para siempre…?-
Toda la vida-
Aquellas promesa, que permaneció en aquel lugar intacta con la incertidumbre, las palabras junto con las disculpas o el perdón, no era necesarios, perdían en un beso como si con ello pudieran recuperar el tiempo o el daño causado
El rubio solo veía con una infinita felicidad a su amigo sabiendo que el solo estorbaba alejándose
Por fin… sus dos amigos tenían un final feliz en un mundo lleno de grandes historias de amor que contar.