Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DRESSED IN BLACK por Annis

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este fic es mi PRIMER  GRi.

Nunca me hubiera imaginado escribir algo esto antes. Por eso, este fic fue escrito debido a una persona especial que el pasado 14 de Mayo cumplió años.

Esta persona es tan especial en mi vida (a pesar de que no he tenido el placer de tenerla frente), a ella le gusta mucho el Nyongtory, y solamente por ella, habría sido capaz de redactar estas líneas.

Dress In Black

by Jenny Ya.

 

You found me dressed in black,

Hiding way up at the back,

Life had broken my heart into pieces,

You took my hand in yours,

You started breaking down my walls,

And you covered my heart in kisses.

 

 

 

Para él, el mundo había dejado de ser un sinfín de culturas, lenguas y aventuras… a sus 27 años. Para él, el mundo se había convertido en un cascarón vacío.

 

<Eres el mejor.>

<Eres un genio.>

<Ícono de moda.>

<Persona Influyente.>

 

Halagos, alabanzas… la gran mayoría de su alrededor no tenía reparos en decir aquellas frases que ya eran de letanías diarias. Fans, críticos, netizens, público nacional e internacional.

 

Las revistas de moda y chismes pagaban ridículas sumas de dinero por tener acceso a su persona por lo menos cinco minutos, porque les permitiera una fotografía exclusiva.

 

Productores, cantantes, raperos, managers, inversionistas, todos ellos peleaban con uñas y dientes por una colaboración; un negocio mucho más que rentable.

 

Le adulaban, besaban el camino que sus pies tocaran, le llenaban de regalos; obsequios obscenamente lujosos; las mujeres se le ofrecían peor que prostitutas necesitadas de efectivo, y la droga, era un tributo que todo aquel que deseara su atención de manera informal, debía presentar ante él.

 

Conoció el triunfo desde edad temprana y aunque sus padres se esforzaron por plantar fuertemente los valores, estos palidecieron con el tiempo ante el brillo exquisito del éxito y los excesos.

 

Este era el grandioso Gdragon.

 

 

¿Quién pensaría que por dentro, debajo de todo ese maquillaje y ropa de marca, debajo de toda esa fachada de genio artista arrogante, se encuentra un hombre ansioso de amor?

 

Era todo Gdragon, nada era Kwon Jiyong. Dos entidades propias y dos entidades desconocidas a la vez… ¿Quién era en realidad? Demasiadas ocasiones se cuestionaba, tristemente eran las mismas veces en que ya no tenía la respuesta.

 

 

En algún momento tocó fondo, se vio así mismo como un títere siendo manipulado a capricho de personas con máscaras, porque mientras hubiera dinero, fama y vicios tenía amigos por montón, mas esos episodios únicos de iluminación, de necesidad reflexiva… las personas se encontraban demasiado ocupadas para una visita.

 

 

<Esto no es una familia, es un lugar de trabajo.>

 

Si el propio Choi Seunghyun decía aquello con tortuosa constancia, y su mejor amigo compartía dicho pensamiento… ¿Qué más podía esperar del mundo?

 

Entonces… ¿Todas esas frases de unión, de amistad y camaradería, eran mentiras?

¿Todas esas confesiones a puerta cerrada del apartamento grupal eran discursos construidos a base de falsedades y de “situaciones que lo ameritaban”?

 

<No los necesitas, eres Gdragon.> Justo como el zumbido de una mosca, le repetían sin cansancio; managers, CEOs de YG, productores, etc.

.

 

.

 

.

Algo se rompió.

 

<No somos amigos, somos compañeros de trabajo.>

 

Entre más decía eso TOP, más rabia sentía en el pecho. Se consideraba usado, ultrajado y burlado.

 

Sí, Choi pudiera tener el alma de un niño, pero hasta los niños pueden llegar a ser muy crueles con su honestidad.

 

Gdragon crecía, pero Jiyong estaba vacío.

 

 

<Eres muy enamoradizo.>

Escuchaba los murmullos. Ellos no entendían su desesperado intento, se aferraba al amor de las mujeres… ese que tanto le profesaban, mas pronto llegaron las decepciones, una tras otra.

 

Todas querían acostarse con Gdragon… ¿Quién rayos era Kwon Jiyong?

 

Cuando fue capaz de admitir su realidad, lloró con rabia suelta. Maldijo a todos, incluyendo a sus padres.

 

 

Resolvió que nadie en ese podrido mundo merecía siquiera que pronunciaran esas dos valiosas palabras… Kwon Jiyong. Les regalaría Gdragon, pero no volvería a jugar con su “yo” interno.

 

 

--No somos amigos. No confundan el trabajo con el recreo. –Soltó cuando explicó sus intenciones de mudarse del apartamento grupal.- No quiero vivir más con ustedes. Me asfixian, y un genio necesita su espacio.

 

Las actitudes cambiaron, un temperamento inestable, una arrogancia venenosa envolvió sus palabras y así se transformó en un bastardo.

.

 

.

 

.

--Hey, bro… ¿Salimos esta noche tú y yo? ¿Qué te parece ir a cenar como en los viejos tiempos? –Youngbae se acercó una tarde cualquiera, de esas raras ocasiones que la agenda no agobia.

 

--Ya hice planes con otros amigos. –Respondió indiferente, descargando su resentimiento.

 

--Oh, ¿De verdad…? –Notó una incomodidad en la voz, una sorpresa ante su indiferencia.

 

--Sí. –Le miró directamente para deleitarse. No le invitó a formar parte de esa fiesta frívola que tenía en “planes”.- Me llaman.

 

Abandonó la estancia para responder el móvil, seguramente, otros perros en busca de un hueso.

 

 

Se alejó de Youngbae, si todo era meramente trabajo… que se vaya al demonio con él.

 

12 años creyendo en una amistad, y éste imbécil le decía que no eran amigos.

 

¡Y le dolía tanto! Porque no importaban todos esos individuos, para él, Bae es su mejor amigo, aunque también se encontraba dolido y herido debido a su causa.

 

Fue interesado, fue grosero, fue frío y muy hiriente… nadie le recriminaba.

 

Cada vez aborrecía más su vida… llegó un punto a odiar la música misma.

 

Desairaba a quien no fuera de su agrado, era verbalmente mordaz y no dudaba en destrozar sueños, así como los demás le destrozaron sus sentimientos.

.

 

.

 

.

 

Y así, en medio de la bruma, revestido de oscuridad… llegó él.

 

Ya estaba ahí, siempre estuvo cerca sin notarlo. No obstante, la manera en que se presentó ante Kwon Jiyong pareció tan casual, como un accidente del destino.

 

 

Al principio supuso que se trataba de otro lame pies, otro más que soñaba con Gdragon y robarle todo lo que las asquerosas manos pudieran, no obstante, ese chico tenía una habilidad sorprendente para abrir blindajes.

 

Era el maknae de su grupo. El chico más infravalorado y sobrevalorado al mismo tiempo.

 

Es deber del líder cuidar del menor de la manada. Así que comportarse cual diva le sirvió para que lo asignaran como niñera de Seungri.

 

Decidió entonces tenerlo como mascota. Bueno, ya era la “mascota” del grupo, él le daría mejor trato que el resto de sus compañeros le deban, al nivel de Gaho. Cuidarlo, educarlo y mimarlo.

 

Lo que llamó su atención era esa personalidad tan fresca. Sonrisa por aquí, bromas por allá, coqueteos, adulaciones, obsequios… muchas veces se cuestionaba si ese chico no se cansaba de lamer pies.

Y a base de tiempo, se acostumbró a su presencia. Estar juntos se hizo natural.

 

La hora de la comida dejó de ser una escena solitaria y fría. Mandaba a llamar a su mascota y la llevaban a cualquier lugar en que ambos se encontraran. Le agradaba que maknae hablara hasta por los codos, porque si no tenía ganas de abrir la boca para escupir frases, el menor se encargaba de ambientar el silencioso momento de la comida. Los modales de la mascota dejaban mucho que desear, tuvo que adiestrarlo poco a poco.

 

El furor del Nyongtory creció tanto que el skinship y fanservice fue casi obligado. A él le era indiferente, en shows debía sobreactuar, en la vida real solo tenía que ser él mismo, dando cariño a su mascota.

 

Otra cosa que le sorprendió de maknae fue su capacidad de aprendizaje; al encontrarse juntos mucho tiempo, el menor se vio obligado a relacionarse con personas de círculo élite. Al inicio de toda relación social se muestra tímido, en poco derrocha una personalidad bastante agradable, y ahí se dio cuenta… Seungri es de naturaleza adaptable. Un don nato para encajar en diversos grupos sociales, no era de extrañar que muchos cayeran rendidos ante su “fresca personalidad”, y en más de una ocasión le preguntabn por el chico cuando no le acompañaba como de costumbre.

 

Kwon Jiyong (una entidad que creía muerta) sintió curiosidad por ese dongsaeng que observaba desde la distancia de la frivolidad. Una especie de simpatía comenzó a germinar y él se dio la oportunidad de acercarse un poquito.

 

--Yo puedo ser lo que quieras que seas. -Una noche de juergas le dijo con la mirada perdida en alcohol.

 

Gdragon sintió asco ante dichas palabras, pero Jiyong, sintió un peculiar ánimo. Una chispa de ansiedad.

 

 

--Quiero que seas Lee Seunghyun. -Soltó, mitad curioso, mitad emocionado.

 

Una sonrisa melancólica adornó los ojos de “panda.”

 

--No creo que sea de tu agrado. No todo lo que parece es oro. -Respondió después de un largo rato de silencio, como pensándose cuidadoso las palabras que fuera a soltar. Lo estaba haciendo de nuevo: no ofender y serle agradable.

 

--Dijiste que puedes ser lo que yo quiera. Quiero que seas Lee Seunghyun. –Insistió.

 

--A Lee Seunghyun lo dejo para mi vida íntima. Es privado. –Serio le dedicó una mirada agotada. El fiestero y alivianado maknae de Bigbang se disipó en esos instantes, Jiyong se removió muy expectante ante ese hecho, porque vio a Lee Seunghyun.- No me quites lo único que tengo.

 

--No voy a robártelo, solo quiero conocerlo. Es todo.

 

--Muéstrame a Kwon Jiyong y yo te dejo verme. –Propuso.

 

Bebió el alcohol de su copa en un solo trago. Mostrar a Kwon Jiyong… ¿Valdría la pena?

 

Demoró su propio largo tiempo, se pensó cuidadoso de las acciones que fuera a tomar. La decisión que fuera a elegir.

 

--Odio este lugar. Odio la música y a estas personas. Quiero ir a casa, pero ¿Dónde está mi hogar? –Mordió su labio inferior, nervioso e impaciente. Acababa de soltar un resquicio muy obvio de su “yo” interno, no estaba seguro del resultado.

 

--Donde estén las personas que más quieres, con quienes eres tú mismo y te sientas parte de él, ese es tu hogar.

 

Abrió los ojos sorprendido. ¡Había captado el mensaje! después de tantos intentos fallidos ¡Alguien había sido capaz de verle!

 

Maknae se puso de pie, esperó a que le imitara y Jiyong no lo dudó.

 

--Pareces algo perdido. Te llevaré conmigo. A mi hogar. –De esta manera, salieron del club, abordaron sus vehículos, por primera vez, esperó a alguien y se dejó guiar.

 

Condujeron por un par de horas, alejándose de la metrópoli para adentrarse a la zona costera que en horas de madrugada era silenciosa y oscura.

 

El deportivo de maknae aparcó en la acera de la playa, el líder de Bigbang siguió la acción.

 

Al verle salir, también lo hizo, las corrientes de viento eran sumamente gélidas, tocaban su rostro provocando escalosfríos.

Maknae sonrió ante un estremecimiento que tuvo, regresó a su deportivo y extrajo una chaqueta.

 

Sin decir nada la colocó sobre los hombros. Tal acción hizo que Gdragon se esfumara un buen rato y Jiyong emergiera curioso, observó al menor que ladeó su rostro antes de girarse, soltó un suspiro que no pasó desapercibido para él, siguió los pasos que se le figuraron más grandes, y de repente el estúpido Seungri era un hombre intrigante.

 

Llegaron al rompeolas, dos farolas iluminaban al pasaje y dejaban ver la espuma blanca del mar. Se fueron a sentar en una banca de madera con vista al gran océano. Maknae no dijo palabra alguna, tan solo cerró los ojos disfrutando de su alrededor. De vez en vez soltaba suspiros débiles. El viento mecía los cabellos oscuros y Ji tuvo una revelación mientras le contemplaba curioso… deseó tocarlo y besarlo.

 

Desvió la mirada avergonzado por vez primera, qué loca idea tenía. No, había pasado mucho tiempo desde que estuvo con un hombre, pero lo que su compañero le despertó fue tan extraño, tan diferente.

 

El silencio se fue extendiendo como un chorro de agua derramado sobre el suelo de mármol.

 

--Te dije que no te iba a gustar. –La voz profunda que rompió con el mutismo (que estaba agobiando a Ji) le tomó desprevenido.

 

--Lee Seunghyun es realmente agradable, es genial y cool. Estoy celoso. –Comentó más para sí mismo que para Ri.

 

Unas orbes gentiles miraron a Jiyong, una dulce sonrisa nunca antes vista delineó esos labios que seguían tentándole.

 

--¿Por qué continuas comparándote? –Se inclinó de manera instintiva.- Yo soy yo… y tú, hyung… eres tú. Nadie vale más por dentro, somos iguales. Eres tan importante como yo.

 

Yong mordió su labio inferior y bajó la mirada.

 

--¿Por qué eres tan profundo?

 

--¿Por qué no ves tu propio “yo?

 

--No lo sé. –Estaba avergonzado, se sentía un niño regañado. Maknae era un chico intuitivo.

 

--Hay muchas cosas que no sé hacer. No tengo una voz privilegiada, no soy excepcionalmente bueno. En verdad me sorprende estar en Bigbang. Seungri debe esforzarse el doble del resto para no quedarse atrás. A Lee Seunghyun le gusta y está orgulloso de Seungri; por ello no interfiere… sin embargo, tú…

 

--Es una lástima que no puedan apreciarte realmente. –Ji quiso reconfortar todas las sartas de opiniones que externaba el menor, y también, porque no quería escuchar a voz alta lo que pensaba de GDragon.

 

--Lo hacen. Mis amigos, mis seres queridos.

 

--Pero los demás…

 

--Me basta con las personas más cercanas a mí. Debo guardarme un poco para mí, de lo contrario, me perdería.

 

Ji comprendió después de unos minutos de análisis que quizás, su más grande error fue compartirse ante todos, en esa vida suya donde a nadie le importas.

 

--Me perdí.

 

--Eso parece, hyung.

 

--Estoy jodido.

 

--Con un poco de tiempo estarás bien. Ya lo verás. Si quieres, yo te puedo ayudar en lo que esté a mi alcance.

 

--Yo quiero.

 

 

El menor esbozó una sonrisa extraña, la misma que apenas había visto; cálida. Jiyong supo que se mal acostumbraría a ese gesto, porque ante los demás no existe. Maknae no regala esas sonrisas a cualquiera, pero eso estaba bien.

 

No volvieron a hablar. El mayor se percató que a su compañero le encanta el mar y su misterioso cántico. Ésta sería la primera de muchas escapadas nocturnas.

 

.

 

.

 

.

El cambio se notó en poco tiempo. Regresar a su vida de artista de fama internacional no era tan incómodo para Ji, ser Gdragon no era doloroso.

No tenía suficientes salidas, para su gusto, pero entre Ri y él se entabló una complicidad real. Una relación humana genuina.

 

Atesoraba las visitas nocturnas, era un respiro que su “yo” interno agradecía, especialmente por la compañía cálida y silenciosa de maknae.

Las diferencias entre GD y Jiyong continuaban vigentes, pero cuando aparece Lee Seunghyun, éstas se disipan.

 

Hizo las paces con Youngbae que estaba radiante con que su mejor amigo no le ignorara más. El moreno no se quejaba de tener a Ri, así que Ji podía ser él mismo con ambos.

 

Los prejuicios sobre tenerlos cerca de él se fueron borrando. Bae y Ri encajaban poco a poco. De hecho, ese par se volvió unido, no supo por qué, pero ambos, GD y Jiyong tuvieron celos.

 

Viéndole el lado positivo, su hogar creció de cero a dos personas (Maknae y Bae). Tenía miedo de mostrarse a los demás otra vez, pero bajo la presencia de Lee, las fuerzas resurgieron. Debía ser más calmo e inteligente.

 

 

--No a todas las personas puedes mostrarte de la misma manera. Es decir, somos hijos, somos hermanos, amigos, compañeros… y parejas. Existen distintas clases de amores, para cada uno, tenemos una parte de nosotros.

 

Jiyong no dejaba de sorprenderse por todas esas frases, esas meditaciones a voz alta de maknae.

Quizás no fueran las revelaciones del siglo, pero, debía darle crédito… ¿Quién pensaría que el idiota  de Seungri fuera tan filosófico?

 

El líder de Bigbang cerraba los ojos disfrutando del viento marino y la cálida presencia de su dongsaeng.

 

-Te jactas de ser un playboy, pero eres un romántico empedernido.

 

Seunghyun soltó un par de carcajadas.

 

--Hyung es demasiado tímido e inseguro. ¿Será que tiene miedo de enamorarse?

 

Abrió los ojos sorprendido, se volvió con la intención de fulminarlo con la mirada por todas esas palabras vergonzosas, osadas y groseras, mas todo quedó en un mero delirio de su ego, porque se prendó nuevamente de esos cabellos oscuros siendo despeinados con la euforia de las brisas nocturnas, se quedó embelesado por ese par de orbes brillantes y esos labios esponjosos que…

 

Lo sujetó del rostro para atraerlo al suyo. El otro le miraba curioso.

 

--¿Intentarás besarme, hyung? –El insolente se burló, pero no fue suficiente para amedrentarlo.- Así como en esas historias locas de las fans.

 

--Deja de leer esas estupideces, Seunghyun. –Soltó uniendo los labios.

 

¡Cuánto había deseado eso! Los malditos labios le estuvieron tentando demasiado tiempo.

 

Un tornado destrozó su interior al contacto. Tan suaves, tan esponjosos… necesitaba mayor contacto húmedo. Necesitaba morderlos, saborearlos, meter su lengua para reconocer a la otra…

 

--¿Por qué te detienes, hyung? –Sintiendo el aliento ajeno.

 

--¿Por qué no me rechazas?

 

--Curiosidad.

 

--Lo mismo digo.

 

 

Volvió a unirnos, maknae no se movió, estaba tan quieto… y permisivo. Delineó con la punta esos labios y lentamente se fueron abriendo para darle acceso.

Gimió dentro de la boca contraria al sentir el aliento, la humedad y la escurridiza lengua que pareciera ser que esperaba su encuentro.

 

Hundió la cabeza, profundizando la caricia. Lento, con paciencia de dos desconocidos entablando una empatía. Los sabores y los alientos se fundieron en uno solo. Durante todo el tiempo que estuvieron así, el cosquilleo continuó en sus pechos.

 

Se separaron al cabo de unos minutos, Jiyong pudo descubrir, a pesar de la reinante oscuridad, un rubor en el menor.

 

 

--Tenía que hacerlo. –Se sintió patético de su insulsa explicación a sus acciones.

 

--Lo sé. –El menor mordió su labio desviando la mirada.- Ya era incomodo hablarte y sentirme ignorado porque no dejabas de mirar mi boca.

 

 

Abrió los ojos terriblemente sorprendido, se maldijo por no ser más discreto.

 

--Yo…

 

--Pero bueno, supongo que como ya cedí, tu capricho estará colmado. –Le miró directamente.

 

 

Una furia subió por su cuerpo. Jiyong se sentía insultado, se sentía ofendido… y se sentía hambriento. ¡¿Capricho?! ¡¿Colmado?!

 

Sintió dolor y decepción… pero también, obsesión. Apretó los puños hasta que dejó de tener sensibilidad.

 

--No llores, hyung… no quise… -Maknae se preocupó cercándose. Lo que desconocía el otro era que se trataba más de un coraje que de tristeza.

 

¡¿Capricho?! El pecho ardía en una rabia tan desquiciada, no entendía por qué se sentía así…

 

--Hyung… -La cara tenía un semblante arrepentido, tan provocativo, tan… deseable…

 

  

   Se abalanzó sin medidas, chocó la frente con la otra en un sonido seco, pero no le dio importancia, atacó esa maldita boca. Se adentró a la cavidad en busca de secretos, de un alivio a su ser.

 

¡¿Colmado?! ¡De ninguna manera! Necesitaba más y más.

 

Fue bruto, mordió los labios esponjosos sin cuidado… y luego, cuando el otro comenzó a responder, el beso se tornó tan suave como una bolita de algodón.

 

--Lo siento, hyung.

 

El menor se alejó, se fue dejándole ahí. Le vio subir a su vehículo y marcharse a toda prisa… y Ji pudo verlo, lo afectado que se encontraba por lo sucedido.

 

 

Jiyong se quedó ahí, las lágrimas continuaron cayendo.. ¡¿Qué demonios había hecho?! Tenía miedo de que Seunghyun no volviera a acercársele.

 

El pecho dolía… ¿Cuándo fue que nacieron esos sentimientos hacia su dongsaeng?

.

 

.

 

.

 

.

 

.

Todo avance que hizo, se resquebrajó cuando maknae se alejó. Cuando prefirió la compañía de mujeres frívolas… y la de Bae.

 

Cómo le dolió verlo con otras personas que no fuera él. Cómo le ardió en lo más profundo saber que su boca era tomada a capricho por tantas perras hambrientas. Que ese rostro del que apenas pudo obtener una caricia, fuera manoseado sin respeto ni cuidado.

 

Eran celos… y era una obsesión. Necesitaba a maknae…

 

 

Guardó a Jiyong en el fondo de su ser cuando comprendió y admitió que sentía algo más que una amistad y un deseo irrefrenable por esos labios esponjosos. Cuando admitió que lo quería más de lo que hubiera deseado.

 

Gdragon predominó y los excesos volvieron porque era incapaz de soportar la lejanía. Fue cayendo lentamente, entre letras enredadas, entre la piel de diferentes mujeres que tocaron su cama… entre la añoranza de un solo beso, solo uno más.

 

Así llegó al punto de tener una amiga con derechos. Kiko no estaba interesada en una relación seria, se sentía mejor en una situación que conveniente abierta a todas posibilidades de conocer a otras personas, pero que justo cuando la soledad atizara sus heridas abiertas, se buscaran por un poco de consuelo.

 

Estaba destruyéndose, lo sabía, pero no encontraba otra forma. Posiblemente existía otra forma para sobrevivir, pero ni ganas de luchar tenía… para Gdragon era mucho más cómodo y seguro el camino que estaba tomando.

 

 

--Hyung.

 

Esos brillantes ojos mirándole con honesta preocupación.

 

Se encontraba recostado en el suelo del apartamento. La cómoda relación con Kiko se había tornado dolorosa porque ella deseaba su libertad y él, egoístamente no quería dejarla ir… por temor a la soledad.

 

--Mírate… es patético.

 

Las palabras duras, las oía pero no escuchaba. Tan solo veía esa boca. El dongsaeng se acercó para levantarle, se inclinó para sujetarle e incorporarlo. Ji, desde su distancia alargó sus dedos hacia esos labios esponjosos que se estremecieron al tacto.

 

--Hyung…

 

--Vete. –Dejó caer la mano.

 

Hubo un momento de silencio, ninguno hablaba ni se movía. Estaba sentado en el sofá esperando el momento exacto en que el otro dejase la mesita de noche donde estaba sentado y se marchase.

 

--Vete. –Repitió con mayor confianza y fuerza. ¡No quería verlo! ¡Si no era suyo no quería nada!

 

--Ya basta de lastimarte. –Se volvió a inclinar para sujetarle de los hombros.

 

--Te voy a besar si te acercas más. –Fríamente amenazó. No se haría responsable después.

 

--Otra vez estás perdido… -Continuó maknae ignorando la advertencia.

 

--Como si eso…

 

Fue detenido por esos mismos labios esponjosos que se le negaron. Ahogó un suspiro sintiendo el calor del otro al tenerlo más cerca.

 

Ni en sus sueños más locos pudo idealizar un momento así, con maknae llenándole la boca y jugando con su lengua.

 

Despertó de su letargo para arrojarse con ímpetu. Si su dongsaeng estaba siendo indulgente, aprovecharía cada momento. Tomaría todo de él.

 

Sujetó con fuerza la ropa del menor para terminarlo de arrojar sobre su cuerpo, lo encerró entre sus piernas pegando pelvis contra pelvis. Aprisionó los labios esponjosos para deleitarse a placer, hasta que los pulmones ardieran por falta de oxígeno, hasta que maknae muriese asfixiado.

 

Se despegaron las bocas que estaban abiertas tratando de arrastrar la mayor cantidad de aire posible a su organismo… y Jiyong se excitó con solo escuchar los jadeos trabajosos del otro. La voz más sensual que sus oídos hubieran escuchado antes llegó arrastrando un llamado pecaminoso.

 

--H-Hyung…

 

--Te lo advertí…

 

Comenzó a acariciar el rostro. El menor cerró los ojos seducido por el dulce tacto.

 

--Eres tan hermoso. –Soltó sin dejar de acariciar ese rostro.

 

La piel comenzó a subir la temperatura y fue comprendido como un sonrojo adornó esas pálidas mejillas.

 

--Vete… -Repitió sin dejar de tocar el rostro, sin delinear esos labios tan provocativos.- Vete, antes de que…

 

 

Las orbes ve abrieron para mirarle sin pizca de vergüenza ni tampoco inseguridad. Las manos ajenas llegaron al porcelano rostro de Kwon, suavemente lo sostuvieron como si de una delicada pieza se tratara.

 

El corazón de latió con mayor velocidad al líder.

 

--Ya basta. –Susurró, sonriendo de esa cálida manera, como sabían ambos que no hacía con alguien más.

 

Luego, la tibieza de las mejillas desapareció, presentándose nuevamente entre sus manos. Las pequeñas manos de Lee Seunghyun sostenían las suyas, acunándolas de una forma anormal; con devoción.

 

--Deja de lastimarte. –Cayó afianzando un beso en cada palma de sus manos.

 

Los labios repartieron cortos besos a sus manos, Ji Kwon y GDragon se agitaban emocionados por la sorpresa.

 

Sin poder contenerlo, una lágrima se deslizó por su mejilla.

 

--¿Por qué…? –Preguntó a tono bajo, como temiendo una respuesta que lacerara su corazón roto. Estaba enamorado de esa “mascota” que en realidad era el hombre que trajo paz, consuelo y felicidad a su persona rota y deshilada.

 

Los dedos gentiles fueron a parar en la mejilla húmeda. Los dos hombres se miraron mutuamente. Cada uno exponiendo sus fibras; uno con suficiente temor debido a dolor y heridas… el otro, con desesperación y adoración.

 

--Déjame curarte con todo lo que esté a mi alcance. –Seungri respondió.

 

--Ya sabes que yo… -Se cortó la voz, ante la dulce caricia que removió la lágrima traidora.- Me ilusiono fácilmente. No aprendí a guardar algo para mí. Constantemente me pierdo…

 

--Yo te guardaré. –Resolvió con una cálida sonrisa.- Déjame sostener tu mano para que no te pierdas más.

 

--Sabes que…

 

--Debía resolver algo antes. –Confesó besando nuevamente las manos de Ji.- Es todo o nada. ¿Cierto?

 

--¿Qué clase de cosas debías resolver antes de quedarte?

 

--Inseguridades. –Las manos fueron llevabas al rostro de makane para ser paseadas por las mejillas pálidas ligeramente, muy ligeramente, ruborizadas.

 

--Cierto… todo o nada. –Se inclinó a él sin sonreír sin demostrar esa extraña y desconocida sensación.

 

--Ahora puedo ser todo lo que tú quieras, hyung. –Prometió en un juego de intenciones que la contraparte supo descifrar.

 

--Sé todo.

 

--Lo seré.

 

--Sé mío.

 

--Ya lo soy.

 

Aquellas heridas de dolor comenzaron a cicatrizar. La rabia, los celos y la obsesión emprendieron el camino hacia la celda que los confinaría por tiempo indeterminado.

 

Esa persona llegó cuanto más lo necesitaba, aunque no supo percatarse de ello. Llegó a su vida como si de un accidente del destino se tratara, sin embargo, pudiera ser que ya estaba destinado a él.

 

Lo besó… Seungri acortó las distancias para que sus bocas volvieran a encajarse como dos mitades que pasaron mucho tiempo separadas, pero al fin se encontraban.

 

Los delgados brazos de Ji se aferraron como su alma dependiendo de esa persona. Sintiéndolo lo más cercano posible. Suyo, es suyo y de nadie más.

Un sentimiento lentamente se coló en todo ese drama confabulado por la vida, era desconocido para GDragon mas no para Jiyong que se regocijaba por sentir el calor ajeno envolviendo su ser. Escuchando los sonidos de esa voz.

 

Gdragon aceptó a este desconocido que siempre ha estado ahí, aguardando a que sus miradas se cruzaran y se pertenecieran sin más. Jiyong proclamaba a Seungri como suyo, como parte de su ser, una extensión más que sin ella ya no podría continuar.

 

Un beso secundó otro, una caricia removió otra más… una prenda fue cayendo junto a otra. Las capas fueron siendo despojadas con paciencia infinita, tocando y besando las cicatrices del pasado, las heridas que apenas van a curar debido a su unidad. Las bocas solo intercambiaban gemidos, jadeos y besos… las miradas desenvolvían los secretos que por el momento las voces no iba a soltar. Las manos recorrían los territorios como esos conquistadores de tierras vírgenes, a veces emocionados, a veces cuidadosos, a veces violentos.

Las caderas empujaban una a la otra, invitando a deshacerse del poco pudor que existía, soltaban las pasiones insatisfechas debido a encuentros efímeros y equívocos.

 

Jiyong se entregó por completo a una persona, esa persona que llegó a él cuanto más lo necesitaba, así que ni temió ni dudó en hacerlo. Ya sentía lo que era tenerlo dentro de su corazón, sabía lo que era tenerlo enterrado en el alma rota… ahora, experimentó el palparlo dentro de su carne, escavando más y más profundo para llegar a ese lugar recóndito que le liberó del viejo sexo que apenas le arañaba el orgasmo. En esta ocasión, no fueron arañazos… fueron verdaderos golpes de placer, fue asfixiado con clímax. Por segundos, sintió que había muerto, y ello, tampoco le preocupó.

 

Esto no era sexo rutinario. No era sexo de consuelo. Era verdadera entrega, desinteresada. No era una intención gentil… era la acción dulce y gentil de sanarle las heridas necrosas que nadie más quiso curarle.

 

La piel de maknae era suave, ni siquiera las embestidas salvajes, ni los roces constantes provocaban molestia alguna. El sudor, perlaba la piel, la pulía de manera que el líder se sintió un ladrón manoseando la más exquisita seda.

El calor que de ese organismo viviente emanaba era esa fogata en medio del crudo invierno. Capaz de preservar la vida, la esperanza de una primavera…y descongelar el duro caparazón.

 

Acarició los cabellos ébanos que adora ver  nnhcómo las brisas marinas revuelven. Sus brazos tatuados se ciñeron a esos otros vírgenes de tinta inyectada. ¡Eran benditos! Porque su vida salvaron. No permitiría que nada empañara esa pureza emanante.

 

--No te vayas a ir. –Susurró cuando una maldita duda empujó su paz con envidia venenosa.

 

--No lo haré.

 

--Ahora eres mi único hogar al que no quiero abandonar. –Kwon jiyong, comenzó a besar las mejillas de ese rostro con la misma adoración que fueron besadas sus manos.

 

--Y tú, eres el mío.

 

Pasarían mucho tiempo curando las heridas de Ji, otro tanto para que GDragon soltara de esa obsesiva posesión a Seungri (Bae no comprendía el enojo de su amigo cuando estaba cerca de maknae), y aunque los avances se resquebrajaban por causas ajenas, ahí estaba Seunghyung para sostener esas manos que se lastimaban así mismas, y las besarlas llenándolas de ese cariño anestesiante. Porque solamente ese hombre era capaz de unificar a GDragon y Jiyong; entidades hermanas que están en constante batalla.

 

Así que no importaba que tan mal fuera el camino de Ji, si Seunghyun estaba a su lado, todo iría bien.

 

 

I thought life passed me by,

Missed my tears, ignored my cries.

Life had broken my heart, my spirit,

And then you crossed my path.

You quelled my fears, you made me laugh,

Then you covered my heart in kisses.

 

FIN.

Notas finales:

MUCHAS GRACIAS POR LEER.

Al ser mi 1er GRi, y al ser dedicado a una persona especial, quise hacerlo muy suave. Obviamente, este NO es el único GRi que tengo en conmemoración a ella, pero sí es mi regalo especial. Jen Unnie ¡MUCHAS FELCIDADES! Eres una persona que inspira, eres una gran mujer, una maravillosa madre y solo puedo pedirle a ese Dios del que tanto reniego, que te colme de bendiciones.

 

Jen, Unnie~~ ESTE FIC VA POR TI.

Nos Leemos Pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).