- Eggsy.- murmuro lo más bajo que pudo tanto que su voz era casi audible no me había dejado de abrazar y con lentitud me separo un poco para mirarme con pesar. – Lo lamento.-
Lo que es tener bolas.
¿Cuán destrozado se puede estar uno después de amar tanto? Y ¿Con cuanto valor puedes irte con la cabeza en alto?
No todos podemos ser caballeros, no todos podemos ser hombres. La palabra “Hombre” solo es un tecnicismo para diferenciar nuestros propios géneros pero la palabra en sí y su significado no pueden definir por completo al ser humano y lo que es.
- Por la memoria de tu padre y por lo que fuimos… No puedo amarte.- La cruel voz de aquel hombre me partía en miles de pedazos y, aun así continuaba de pie pero…. esas palabras que me lastimaban tanto, al final me dieron el valor que necesitaba para poder tomar cartas en el asunto.
Me separe abruptamente de esos cálidos brazos y herido lo mire furioso. Lo empuje en el acto para hacer que retrocediera un par de pasos más de mí; para ser luego yo el que acortara la distancia, solo para sentir un poco su respiración más cerca de mí.
¿Pero en qué carajos pensaba? De la tristeza pasaba a una ira sin medidas ante las palabras dichas por ese hombre, que quizá sería muy bueno para pelear y para dar respuestas asombrosas y mortales pero estaba seguro que de sentimientos no sabía absolutamente nada.
- Harry…- me aclare la garganta tratando de calmarme pero… ¡Era imposible! Apreté los puños con ira hasta que los nudillos se me pusieron blancos - ¡he escuchado mejores escusas salir de un emparedado! - respondí enojado limpiándome las lágrimas con mal disimulado desespero – Pongamos las cosas claras – dije aun con mi gruesa voz cargada de ira - Es decir que no puedes amarme porque mi padre te salvo el trasero en alguna misión y solo por eso, solo por esa tontería no puedes corresponderme correctamente ¿Por lo menos me quieres? no como a un hijo o como a un niño ¿me quieres como el hombre que soy?- La pregunta y todo el escándalo que realizaba se hacían de manera instantánea sin pensarse, solo por hacer.
- Éramos amigos… él era el mejor amigo de Merlín, desde niños se conocían y no hay duda que me resulta incómodo ver que, muy a mi pesar eres el mismo retrato de tu padre.-
- y ¿eso que tiene que ver? Estas evadiendo la pregunta que te hice, no me importa si mi padre es un clon mío o viceversa ¡eso me tiene sin cuidado! Lo que en este momento me interesa es si, por lo menos me quieres y no como a un hijo. Como a un compañero, si me quieres como a un amigo cuando menos, es lo único que quiero saber Harry.-
De un momento a otro, más rápido de lo que nadie se imagina, mi estado de ánimo de “niño llorón” había cambiado y había entrado en modo “Joven Rebelde” de alguna manera no podía evitar sentirme grande y estúpido al mismo tiempo. ¡Ay de mí! Era un estúpido, un completo, total y definitivo, estúpido. Si Harry no me odiaba por todo lo que había hecho lo haría con esto, bueno lo único que tenía a mi favor es que no tengo experiencia en el amor espera Eggsy… ¿Eso es algo bueno? Debo ser el ridículo más grande de todo el mundo debo estar haciendo lo mas tonto que ni en mil vidas un idiota como yo haría y lo peor era que no podía detenerme.
- Bueno…- carraspeo el hombre con pesar - sí, si te quiero Egssy, más que aun compañero, más que aun amigo eres la persona más cercana a mí después de que…
- después de que...- hable un poco más tranquilo, esperando su contestación.
-De que Lancelot muriera.-
Me mordí el labio inferior pensativo en su respuesta.
- ¿Qué hay de Merlín; ahora resulta que no es tu amigo?- cuestione tallándome los ojos que seguramente estaban hinchados por tanto llorar.
- Él es diferente.- Harry se llevó las manos a los bolsillos algo inusual en él, trago saliva y se trono el cuello con delicadeza. No quise decirle más, no quería parecer alguna clase de novia celosa que lo acosaba.- (aunque si quería una respuesta tenía que hacerlo) y aplicando la frase de “el que calla otorga” deje que aquel Kingsman se intimidara con mi furiosa mirada.-(claro que de furiosa o intimidante no tenía nada) o que cuando menos entendiera que no estaba conforme y que debía continuar para entonces escuche su gruesa voz alzarse en ese silencio que nos envolvía – Merlín es más como mi hermano- admitió sosteniéndome la mirada así de cerca podía apreciar sus hermosos ojos chocolate y esa fuerte y sexy y… ¡No Eggsy no es momento para pensar en eso! Mente fría y conserva el enojo que te envuelve no te dejes conmover por ese hombre, de repente fui sacado de mis propios, divagantes, contradictorios y anormales pensamientos por el ligero temblor en la voz de Harry – pero Lancelot…- continuo remontando su pasado como no queriéndome contar - Yo estaba desesperado porque lo aceptaran, por que estuviera a mi lado, quería que superara al pupilo de Merlín, quería que hiciera papilla a tu padre en las competencias yo quería que se convirtiera en un Kingsman para poder estar a su lado un poco más, para verlo más frecuentemente, para…-
- para poder follartelo.- vocifere ofendido.
- no es la mejor palabra para decirlo pero si… no es que lo amara, lo nuestro nunca fue amor solo era una simple atracción que ofusco mis pensamientos y mis actos. Realmente estoy muy arrepentido por ello, si no fuese por mi impertinencia seguramente tu padre estaría vivo.- Harry dio un largo suspiro ¿así que ahora era turno para suspirar de Galahad? ¿También un caballero tenia permitido suspirar de melancolía?
No supe que decir simplemente me quede callado tratando de ponerle orden a mis pensamientos, uno tras otro venían a bombardearme, a golpearme y a acorralarme, eran feroces bestias que se alimentaban de mis más grandes temores.
- Él hubiera no existe- me lleve una mano al rostro solo por un instante aun me sentía algo extraño por lo que acababa de escuchar – No me importa mi padre - empecé tratando de tranquilizarme - no me importa Merlín - era verdad no me importaban ninguno de los dos - es mas no me importa si te acostaste con todos los Kingsman – mientras hablaba Harry me interrumpió ofendido.
- Yo no me acosté con todos los caballeros eso sería una forma de desvalorizarme moralmente, no seas exagerado Eggsy.- Harry rodo los ojos, ¡dios! Si ese hombre supiera que ese gesto siempre me parecía más que gracioso y tierno seguramente lo ocuparía para zafarse de cada discusión conmigo; sin embargo estaba un poco más que molesto “no esta vez Harry, no vas a huir o, a escapar de mi esta vez con esos ojitos de cachorro que te cargas, esta vez vas a oírme”
- ¡Bueno lo que quiero dar a entender es que eso es lo de menos! No me importa quién fuiste, lo que hiciste o lo que no, no me importa si fuiste y mataste a la reina de Londres o si fuiste y te besaste con quien sabe quién en quién sabe dónde ¡No! Me importa, el ahora, el nosotros, lo que va a pasar, me importa saber si me quieres, porque no estoy aquí para juzgarte estoy aquí para enfrentar con el poco valor que me queda esta situación… estoy aquí para que me digas si me odias o que me amas.- empecé gritando y ahora mi voz no era más que un murmullo, ¡Válgame dios! ¿Yo había dicho todo eso? Venga que si hace no más de media hora no era capaz ni siquiera de articular palabra alguna y mucho menos dar una declaración o exigir algo más de Harry que no fuera su compañerismo y ahora… me encontraba pidiendo que respondiera a mis sentimientos de una u otra forma.
Silencio fue lo primero que nos rodeó.-(el primero en que se dignó a contestarme) podíamos apreciar el silencio en toda su magnificencia y si poníamos atención podíamos escuchar el suave arrullo del aire golpear los cristales de las ventanas cosa que me incomodo bastante.
- Eso sí que es tener…
- ¿Bolas?- dije con una media sonrisa.
- Vulgarmente hablando, si… eso es correcto.- contesto Harry con la mirada al suelo pensando las palabras correctas a decir –Bueno… Gracias.- dijo soltando casi al final – No podría odiarte de eso estoy seguro pero amarte es algo…-
- ¿imposible?- cuestione llevándome las manos a los bolsillos del pantalón obscuro de algodón imitando a Harry.
- No.- respondió Galahad sorprendiéndome en el acto –sería extraño e inesperado- dijo haciendo que casi en ese momento por la euforia de lo acabo de oír saltara a sus brazos y me abalanzara porque entonces, no todo estaba perdido, tenía una oportunidad.- (una diminuta oportunidad) pero ¡Carajos oportunidad! ¡Una maldita oportunidad al fin!
Me quede callado, tratando de tranquilizarme – lo extraño e inesperado viene conmigo ¿No te molesta o sí?- pregunte más tranquilo, tratando de dibujar una sonrisa.
Harry torció un poco la boca y me miró fijamente – Depende de, que me molesta.-
Ahora era yo quien no sabía que contestar. No le entendí a su respuesta y me quede como idiota sin apartarle la mirada - ¿Qué te molesta Harry? – al fin unas palabras decentes salían de mis labios mientras nervioso empecé a caminar a la entrada pero no para salir, para cerrar la puerta y recargarme en ella.
- Me molestan muchas cosas aunque no lo parezca- luego de un largo suspiro Harry continuo hablando – Me molesta, por ejemplo: Que le sonrías a la señorita Roxy, si… estoy consciente que es estúpido y aun ahora no sé porque me molesta esa pequeña acción, y me molesta molestarme por eso, quizá no me entiendas, quizás estoy diciendo tonterías a causa del alcohol… no debí tomar tantos Martini´s de eso estoy seguro, ahora mi lengua suelta todo lo que mi mente piensa tan rápido que no soy capaz de controlarme del todo; pero el beso que me diste en el cuarto me pareció ¡fantástico, asombroso y maravilloso! Sin embargo Eggsy tenía miedo de lo que pudiera significar todo el mar de sentimientos que me haces sentir.- Harry se sacó las manos de los bolsillos y se rasco la nuca, seguíamos viéndonos directamente a los ojos, luchando por no caer en nuestros instintos más bajos. Todo lo que había dicho aquel Kingsman, todas sus palabras las deje guardadas en mi corazón porque estaba feliz, tan endemoniadamente feliz que casi vuelvo a llorar de la felicidad recibida. Trate con todas mis fuerzas de controlarme y me lleve una mano a la boca conteniendo aquel grito de felicidad que subía desde mi estómago y viajaba por mi garganta y lo enmudecía con un suspiro.
- ¿Eggsy?- pregunto Harry preocupado y pude ver en ese mar chocolatoso que me brindaban sus enormes e inocentes ojos un montón de confusión, miedo y… me encanto saberme responsable de esos sentimientos.
- dilo de nuevo.- Ordene lamiéndome los labios.
- ¿Qué cosa?- respondió Harry sorprendiéndose por mi cambio drástico de voz.
- ¡Todo maldita sea!- dije con una sonrisa impropia de mi – ¡Desde el principio! En, en donde le tienes celos a Roxy, en donde me dices que te confundo y en donde me dices que te gusto que te besara ¡No! Solo dime de nuevo cuanto te gusto que te besara, con eso me basta.- Quería echarme a correr y besarle tantas veces hasta que me hartara, mi alma parecía estar bailando tango por lo extasiado que estaba.
Harry me miro confuso, no esperaba que yo actuara de esa forma e indeciso se quedó de pie en el mismo lugar en el que estaba.
- Pero Eggsy ¡Esta mal! ¿No entiendes? Somos hombres, yo soy mucho mayor que tú, podría ser tu padre y tengo miedo ¡Jamás había sentido esto!-
Definitivamente no podría soportar un momento más y con mi iniciativa natural me apresure a quitarme de la puerta y empezar a caminar hacia mi caballero.
- ¡Y eso a mí que me importa! No me importa si eres hombre, sería lo mismo si fuéramos mujeres y yo no te estoy reclamando nada por la edad ¡Así me gustas! Y si al mundo no le parece puede irse al carajo con sus prejuicios ¡Tú me amas, yo te amo! ¿Qué importa lo que un montón de personas estúpidas piensen?- Había llegado tan rápido a mi Harry que le tome de las manos – No tengas miedo… yo tampoco había sentido esto por nadie… y también me asustó al principio pero… si estas a mi lado… está bien.-
Me acerque tanto a su rostro que sentí su cálida respiración chocar con mi rostro, pude apreciar también el ligero temblor en sus manos y me quede a escasos milímetros de su boca – solo dime que está bien Harry, di que me amas y todos tus miedos se irán.- murmure aun sin besarlo.
- ¿Y si no?- me pregunto mirándome a los ojos a través de esas gafas que lo único que hacían era hacerlo ver más apetecible.
- Los ahuyentaremos juntos- sonreí con mi propia respuesta en el momento en que Harry dibujaba una sonrisa en sus tersos labios y lentamente desaparecía ese pequeño espacio que nos separaba en un tierno y ligero beso sabor a Martini.
Solo fue el rose de nuestros labios, al primer beso simplemente los juntábamos y luego los separábamos lentamente, en cada momento me gustaba saborear el labio inferior de Harry y lo succionaba con lentitud suplicándole por más.
- Te amo.- dije llevando mis manos a su cuello mientras él me tomaba por la espalda y me silenciaba con otro beso suave.
- Harry.- murmure cuando nos separamos nuevamente pero Galahad con más lentitud me callo de nuevo y con su lengua me pidió permiso para introducirse en mi boca permiso que claro está, no le negué. Empezamos lento y así seguíamos, nos devorábamos mutuamente con las ansias de unos adolescentes, ¡Caray! realmente estaba enamorado de ese hombre a tal grado que definitivamente… esta vez no quería abrir los ojos y mucho menos separarme de esos dulces labios, esponjosos y tersos, húmedos y deliciosos que me brindaban un choque eléctrico placentero en todo mi cuerpo obligándome casi en ese instante en rogarle a Harry porque me hiciera suyo.
- hey…- murmuro por lo bajo de vez en cuando Galhad cuando nos separábamos – Tranquilo Eggsy, no me voy a ir a ningún lado.- me quede pensando sus palabras pero no por eso le dejaba de besar… porque tenía miedo, miedo de que cuando nos separáramos y abriera los ojos este fuera solo un sueño más del montón y si era de esa forma en verdad no quería despertarme.
Con lentitud Harry me separo de su boca – Ven.- dijo con su rasposa voz y su respiración agitada mientras me tomaba de la mano con ternura y me guiaba cual niño pequeño a su muy privada habitación. Abri los ojos al tiempo en que Harry me jalaba y pude sentir el calor en mis mejillas, aquel tacto cálido en mis manos y mi corazón hacia “Bum, Bum” sin descanso, mi corazón no paraba de bombear como un loco, sin descanso, era… ¡Era fantástico! Y lo mejor es que era real.
Tras entrar a la habitación nos comenzamos a besar nuevamente pero esta vez con más hambre, con más ansias… nuestras respiraciones empezaron hacer más fuertes y nuestros movimientos más torpes y bruscos; no habíamos encendido siquiera la luz de aquella habitación que en otro momento me hubiera detenido a inspeccionar, ahora me dejaba guiar por Harry a su cama para recostarnos con lentitud y después de un rato con más confianza empezamos a acelerar nuestros movimiento con velocidad nos íbamos deshaciendo de la estorbosa ropa.
Para mi buena fortuna era muy bueno con mis manos y sin mayor preámbulos ya había desnudado de la parte de arriba a mi querido caballero y hambriento seguía devorando su boca sintiendo cosquillas cuando las fuertes y muy suaves manos de Harry me dibujaban el contorno del torso y traviesas se deslizaban hasta bajar a mis caderas y aprisionarme con más fuerzas.
- ¡Aaah!- gemí sin querer al sentir como Galahad me tomaba con fuerzas una nalga sin pudor y empezaba a deshacerse de mis pantalones, estaba seguro que estaba sonriendo, no lograba verlo en aquella obscuridad pero lo sabía… simplemente sabía que sonreía porque yo también lo hacía.
Un movimiento un tanto inesperado me dejo deseando un poco más al momento en que Harry se movió y se quitó de mi lado, y cuando estaba a punto de quejarme, una luz en mi lado izquierdo me deslumbro. Una pequeña cómoda fue lo que pude observar y a Harry parado cerca del buro.
- Dios… y ahora ¿Qué estás haciendo?- dije de mala gana posicionándome mejor en la cama disfrutando la suavidad de las colchas y el olor a Harry en todas partes.
- No podemos hacerlo sin la debida protección, no te quejes y déjame cuidarte… hace tanto tiempo que no hacia esto que me siento nervioso.- admitió Harry dejando las gafas en la cómoda y buscaba algo en el cajón superior.
- Yo jamás había hecho esto… y creo que… estoy más nervioso que tú.- sonreí quitándome los pantalones que se habían quedado en mis rodillas y también mi bóxer. Lleve mi mano a mi miembro que me pedía urgente atención comenzando a masajearlo con un ritmo parejo, arriba y abajo. Sentí la mirada de Harry examinándome lo que hizo que me excitara aún más y me masturbara de mejor manera exponiéndome por completo y aquella mirada turbada por la lujuria no se apartó de mi haciendo que continuara, movía mis caderas con ansias, con cada estremecimiento murmuraba el nombre de mi caballero – Harry… Harry… Ha…Harry…- ¡Oh! Bendita luz, que permitía darme cuenta de lo caliente que ponía mi voz a Galahad y lo enorme que era ese miembro que se escondía en aquellos ajustados pantalones negros hechos a la medida.
Harry estuvo a punto de lanzarse hacia mí pero entonces un lado de mi.- (aun consientemente) me advirtió que si Galahad me penetraba con aquella enorme espada que era su bien dotado pene, me partiría a la mitad si lugar a dudas.
- E- espera Harry….- dije sentándome al tiempo en que me abria de piernas, exponiéndome a ese Kingsman y chupe dos de mis dedos hasta dejarlos por completos mojados, la vergüenza siempre estuvo ahí presente conmigo pero ahora era como una oleada de calor que me invadía, pues estaba auto-penetrándome con mis delgados dedos.
- Ha- Harry, ¡hump! Harry, Harry… ah… ah…- mi voz audible solo para los presentes resonaba en toda la habitación, serré los ojos con fuerzas cuando sentía el ligero dolor en mi entrada por mis dedos que no paraban con su tarea a pesar de que me encontraba temblando de puro placer ¿Cuántas veces había hecho esto? Y aun así seguía teniendo aquella sensación incomoda de que algo más faltaba.
De la nada en un brusco movimiento pero que no dejaba de ser… caballeroso Harry me tomo de las manos y las separo haciendo que nos recostáramos juntos.
- No sabía que te gustaba torturarme de esa manera Eggsy… pero ya no soporto más- empecé a reír por lo bajo cuando de la nada sentí los labios de Harry y aquellos perfectos dientes morderme el hombro izquierdo y después acariciarlo con la lengua.
Harry me abrió de piernas al tiempo en que sacaba una pequeña envoltura y la rompía, con rapidez se puso el condón en su miembro.- (que desde mi punto de vista no dejaba de ser glorioso) Con una de sus manos tomo un frasco ¿Con que eso era lo que buscaba en la cómoda? Y sin perder ni un solo momento, introdujo dentro de mi dos de esos dedos maestros embarrados de aquel frio gel en la entrada de mí no tan dilatado ano.
- ¡Aaaah! Dios…. Harry… e-eres muy b-bueno- dije mientras mis caderas se movían con esos dedos y empezaba a relajarme.
- Gracias.- murmuro en mi oído y continuaba besándome con afán, bajando de poco a poco a una de mis sonrosadas tetillas para besarlas, lamerlas calentándome bastante con aquella simple acción.
Con la mirada perdida entre sombras vi como Harry se detenía y se erguía para finalmente llevar al cabo lo que tanto queríamos los dos pero antes de que me penetrara trate de detenerlo.
- No Harry espera, espera ¡me vas a partir! aun no estoy listo, Ha…
- Ya espere por mucho tiempo.- gruño por lo bajo mientras de una sola estocada firme me penetraba con fuerzas.
- ¡AAAAY!- me queje como un niño, sintiendo mi interior ser invadido por aquel enorme miembro y después de esa queja Harry comenzó a penetrarme con rapidez, no dejo de besarme en ningún momento e incluso se tomaba la molestia de masturbarme con una maestría fuera de lo normal. El dolor se había ido y solo quedaba aquel placer prohibido, mal visto, aquellos suspiros, gemidos y entre cortadas palabras sin coherencia… solo quedaban nuestros cuerpos en perlados por el blanco sudor, nuestras conciencias viajaban lejos y yo sentía que me derretía por el placer cuando la punta del miembro de Harry tocaba ese punto dulce que me hacía ir al cielo. Lo envolví con mis piernas y deje que mi cuerpo con mis caderas hicieran el resto de esta manera aquel enorme pene entraba aún más dentro de mi logrando que el orgasmo estuviera a segundos y a la vez a milenios.
- ¡Mas Harry! ¡Sí! ¡Oh dios! Así, ¡Ah! ¡Ah! ¡Hump! Si, si ¡Más Harry! ¡Ah! ¡Ah! ¡Aaah! ¡Más! ¡Más Harry que me vengo! ¡Aaaaaaah!- sin poder contenerme ni un segundo más a pesar de que yo quería que duráramos en ese vaivén prohibido toda la vida me vine sobre nuestros pechos, sudorosos y Harry… Oh Harry el continuaba penetrándome y continuaba dándome placer hasta que después de un par de minutos más se vino pronunciando mi nombre y se dejó caer a mis brazos.
Harry saco su miembro flácido miembro de mi cálido interior, se quitó el condón usado arrojándolo al pequeño bote de basura que estaba por debajo de la misma cómoda que nos iluminaba, ambos sonreíamos y Harry me dio otro beso con cariño en la boca. Se sentó después de recuperar el aliento y tomando su camisa que estaba aún lado de nosotros comenzó a limpiarme el pecho y el suyo, quitando los residuos del semen del que nos habíamos embarrado haciendo el amor. Nos acorrucamos juntos, yo me acomode en su pecho y escuchaba el latir de su corazón.
- Eso estuvo bien.- murmuro Harry acariciándome la cabeza.
- Más que bien ¡Estuvo genial!- comente apretándolo a un más a mí.
- es verdad… fue fantástico.- Harry se inclinó un poco para besarme la frente y estiro su larga mano para apagar la luz.
- Eggsy...- dijo Harry cuando el sueño estaba por vencernos a los dos.
- ¿Si?- pregunte con cariño sin dejar de abrazarle.
- ¿aun crees que era mejor que te enamoraras de un tomate?-
Levante la cabeza solo un poco y comencé a reírme – No… un tomate no puede hacerme gritar en la cama como lo haces tú.-
♥♥¿EL FIN?♥♥