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The city of the dead por Demonio_Nocturno

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Notas del capitulo:

Hola, como estan?? espero y bien, hoy les traigo un capitulo un poco mas largo que el anterior y con algo de accion, pero pido disculpas por no ser tan explicita, esque realmente no se como escribir ese tipo de cosas aun asi espero les guste y tratare de que para la proxima, sea algo mas llamativo.

− ¿Qué tal les va par de tortolitos? –pregunto Aiacos mientras entraba a la habitación.

Hades y Shun, que antes se encontraban hablando de como harían para encontrar a sus amigos, tanto a los que dejaron atrás como a los que secuestraron; se le quedaron viendo directamente notando que tenía los ojos rojos e hinchados y los labios lastimados por haberlos mordido hasta el punto de hacerlos sangrar.

− ¿Aiacos? –dijo Shun con duda sobre preguntarle o no, el por qué había llorado.

−Miren lo que encontré –interrumpió sacando la comida de su mochila evadiendo la pregunta muda de Shun−. También encontré esto –saco el revólver y los otros dos se le quedaron viendo−, está cargada pero no hay más balas.

−Es bueno tener el arma ya que la de Ikki se quedó en el autobús –dijo Hades evadiendo también el tema del aspecto de Aiacos ya que no quería incomodarlo.

Ninguno agrego nada más y así dieron por finalizada la conversación y mientras Hades y Shun comían, Aiacos se fue a otra habitación sin decir nada más que quería dormir un poco antes de salir a buscar a los demás.

− ¿No sientes feo de que se encierre en su mundo y se guarde todo? –pregunto Shun dándole un trago a su refresco.

−Cada quien tiene una forma de afrontar la perdida y el dolor –respondió y vio que el peli verde agacho la mirada con tristeza−. No debes preocuparte tanto, él no es débil y después de que se desahogue o se arte de su actitud, volverá a ser el mismo –agrego asiendo que Shun lo volteara a ver−. No es la primera vez que pasa algo así.

−Ya veo, supongo que tienes razón –reflexiono−, solo espero que no se deprima porque si él se pone mal, perderemos fuerza y eso no es bueno ya que si encontramos a los demás y aún están cautivos, no podremos hacerles frente a sus secuestradores.

−Es mejor que duermas un poco.

− ¿Por qué?

−Creo que el cansancio te está haciendo pensar cosas que antes no pensabas.

−No entiendo, explícate –pidió confundido.

−No es nada, mejor descansemos un rato o no aguantaremos caminar de regreso.

−Está bien –cedió acostándose en la cama y Hades hiso lo mismo.

Ninguno dijo nada, solo se acostaron uno al lado del otro y se dejaron llevar por el sueño; el primero en caer rendido fue Shun y esto fue aprovechado por Hades quien lo abrazo protectoramente y le dio un beso en la frente para después cerrar los ojos y después de unos minutos, caer dormido también.

Por otro lado de encontraban los chicos que se habían quedado en la tienda de autoservicio que tenía la gasolinera, quienes estaban descansando ya que habían recorrido gran parte del camino corriendo y eso los había dejado completamente agotados.

−Creo que después de todo, salir corriendo no fue buena idea –dijo Milo entre jadeos mientras trataba de recuperar su respiración normal.

−Después de descansar, iremos caminando –informo Camus sacando el mapa de su pantalón para ver donde se encontraban y cuanto les faltaba por recorrer−. No falta mucho pero será mejor descansar por media hora por si tenemos que deshacernos de los infectado que hay.

−Además tenemos que esperar que el sol baje un poco o de lo contrario las reservas de agua se terminaran –continuo Kanon quien estaba tirado en el pasto cubriendo su rostro con una de sus manos.

Nadie dijo nada y con su silencio aceptaron descansar hasta que el sol bajara aunque eso significara perder tiempo, pero no podían discutir ya que realmente estaban cansados y si tenían que pelear contra esas cosas, no podrían hacerles frente.

Pasado un rato, más allá de una hora, volvieron a retomar el camino y dado que fueron a paso lento tardaron casi media hora cuando llegaron. Al estar frente al edificio se sorprendieron de no ver a ningún infectado ni afuera ni adentro.

−No me digan que ese par se decidieron de esas cosas –hablo Nime sorprendido.

−Quizá no había muchos o en definitiva no había ninguno –expuso Shion igualmente sorprendido.

−Están equivocados, en una de las habitaciones se encuentras ocho cuerpos –interrumpió Hypnos quien salía de una de las habitaciones de la planta baja.

−Me sorprende, pero era de esperarse –agrego Saga.

−Bueno al menos sabemos que están aquí y que están bien –dijo Hilda con una sonrisa−, ahora solo debemos buscarlos.

−No sabemos si aún hay infectados así que sería bueno hacer dos grupos en vez de ir cada uno por su parte, además de que tampoco sabemos si en realidad fueron ellos quienes acabaron con esas cosas –comento Isaak y los otro aceptaron.

Kanon, Hypnos, Sorrento, Shion y Aioros fueron a revisar las habitaciones de la planta baja mientras que Ikki, Saga, Hilda, Esmeralda, Nime e Isaak fueron a revisar el siguiente piso.

El motel era solo de un piso y planta baja así que no había necesidad de separar por completo al grupo y exponerse más de lo que ya estaban al no tener con que defenderse. El primer grupo fue pasando de habitación en habitación pero no encontraron nada sino hasta que llegaron a una de las ultimas, donde al intentar abrir la puerta, esta estaba cerrada por dentro así que supusieron que ahí se encontraban los desaparecidos.

−Abran –grito Kanon tocando la puerta para que lo escucharan−, somos nosotros así que abran –insistió pero nadie respondió.

Justo cuando planeaba tirar la puerta de una patada, esta se abrió dejando ver a Aiacos quien se sorprendió de verlos ahí y los que estaba frente a ellos se sorprendieron de verlo tan agotado y con los ojos rojos.

−Te vez pésimo –soltó Kanon con burla.

−Gracias, tú te vez muy bien –respondió con una sonrisa socarrona recargándose en el marco de la puerta− ¿No quieres venir y hacerme compañía para que pueda dormir un poco? –pregunto sin quitar su sonrisa.

−No gracias, no estoy tan urgido –dijo siguiéndole el juego pero después noto que Aiacos estaba solo− ¿No están Hades y Shun contigo?

−Ellos están en una de las habitaciones de arriba –respondió soltando un bostezo−, de seguro están durmiendo.

−Ya veo, en todo caso vamos –dijo agarrándolo de la mano y se lo llevo a rastras siendo seguidos por los otros cuatro.

Subieron las escaleras para llegar a la planta superior pero cuando se disponían a buscar a los demás, estos los vieron primero y se acercaron a ellos.

−Se ve que Aiacos ya encontró con quien desahogarse –dijo Milo con burla mientras sonreía con malicia.

Los demás votaron a ver qué era lo que Milo veía con atención y descubrieron el porqué de su comentario. Kanon aun tenia agarrado de la mano a Aiacos y eso había sido lo que el peli azul ocupo para molestarlos.

−No digas tonterías –replico Kanon soltando al otro−, solo no me había dado cuenta que aun estábamos agarrados de las manos, eso es todo.

− ¿Y entonces porque estaba en esa situación desde un principio? –pregunto Saga y se le veía molesto.

−No te enceles Saga –dijo Aiacos mientras abrazaba a Kanon por la cintura haciendo que se exaltara−, solo fue un auto reflejo de Kanon, quien quiso venir a buscarlos, ¿No es así? –dijo sin quitar sus manos del gemelo menor.

Esto hizo que Saga se molestara más y sin importarle lo que los demás dijeran, jalo a su hermano del brazo liberándolo del abrazo de Aiacos y se lo llevo a la planta baja para seguidamente encerrarse en una de las habitaciones.

−Se ve que no le gusto mi broma.

−No debiste hacerlo enojar de esa forma –regaño Hilda, quien era una de las pocas personas que sabían sobre el amor que se tenían los gemelos.

−Solo quería que Saga dejara de ser un idiota y aceptara de una buena vez lo que siente –refuto sin animo.

Los demás no entendían que había pasado, pero tampoco le tomaron importancia.

−Aiacos dime donde esta Shun –ordeno Ikki.

−Ya voy.

Camino siendo seguido por los demás, hasta llegar a una habitación y como sabía que muy posiblemente Ikki se molestaría al ver que Shun y Hades estaban durmiendo juntos, prefirió tocar diciendo que la puerta estaba cerrada. Pasado unos segundos la puerta se abrió dejando ver a Hades y sin decir nada se hizo a un lado para que Ikki pasara.

−Está durmiendo, se veía cansado así que será mejor que lo dejes dormir un poco más –dijo el peli negro saliendo del lugar, dejando a los dos hermanos.

Los demás hicieron lo mismo y dado que estaba oscureciendo, decidieron quedarse ahí a pasar la noche y así podrían tomar un baño y dormir un poco para continuar buscando a sus amigos al día siguiente. Dado que eran varias habitaciones, cada uno se quedó con una habitación a excepción de los gemelos, quienes no salieron de donde se habían encerrado, e Ikki y Shun.

−Camus –llamo Milo− ¿No quieres que te haga compañía? –pregunto en tono sugerente.

−No es necesario –respondió con las mejillas rojas  ya que había captado las intenciones de Milo.

−Que malo eres, yo que quería platicar un rato.

−Puedes venir, solo si prometes que lo único que aremos será platicar.

−No puedo prometer algo que no estoy seguro de cumplir.

−En ese caso, platicamos mañana, cuando estemos todos.

−Está bien, está bien prometo no hacer nada que tu no quieras ¿Contento?

−No mucho, pero es algo.

Después de esa platica, cada uno se metió a la que sería su habitación, para poder tomar un baño y así relajar su tenso cuerpo. Cuando la noche callo por completo, Milo fue hasta donde estaba Camus y se metió a la habitación ya que esta estaba abierta y una vez adentro cerró la puerta con seguro.

−Ya vine –dijo con una sonrisa− ¿Te parece si comemos algo? –pregunto dejando una bolsa en la cama.

−Esta bien –respondió dejando el libro que estaba leyendo, en el mueble que había al lado de la cama.

Los dos comieron y platicaron amenamente sobre temas triviales, hasta que Milo saco una baraja de póker de la bolsa de su pantalón.

− ¿Para qué trajiste eso? –pregunto Camus curioso.

−Para jugar un rato –empezó a revolverlas−, no me digas que no sabes jugar, en ese caso no te preocupes seré gentil.

−No es eso y no necesito que seas gentil.

−Está bien, pero hay que hacer un reto, o de lo contrario no será divertido.

− ¿Qué clase de reto? –pregunta no muy convencido de querer aceptarlo.

−Cada que uno pierda, debe quitarse una prenda.

− ¿Estás diciendo que quieres jugar póker de prendas? –pregunto con sorpresa.

−A menos que tengas miedo de perder, en ese caso podemos solo preguntar cosas.

−No tengo miedo de perder, pero sería aburrido solo jugar nosotros dos.

−Eso se puede arreglar –dijo y rápidamente salió de la habitación.

Pasados unos minutos volvió y con él llegaron Kanon y Saga, Ikki, Hades, Aiacos e Hypnos. Una vez que todos tomaron asiento alrededor de una mesita de centro; Hypnos decidió ser el crupier, así que empezó a revolver las cartas y las repartió.

−Recuerden que es póker de prendas –aclaro Milo−, así que no me decepcionen.

−El primero en quedar desnudo serás tu –dijo Kanon con burla.

− ¿Hasta qué punto llegaremos? –pregunto Ikki.

−Hasta quedar sin nada –respondió Aiacos.

− ¿Enserio? –replico el chico a quien le pertenecía la habitación.

−No me digas que te echaras para atrás Camus.

−No insistas Kanon, si Camus no quiere, no debemos obligarlo –reprendió Saga dándole una sonrisa de comprensión a Camus.

−Está bien, no me echare para atrás.

−Muy bien, entonces empecemos –dijo Hypnos llamando la atención de los demás.

El juego comenzó y poco a poco, las cartas fueron puestas en la mesa haciendo que algunos continuaran y otros salieran hasta que al último se quedaron tres quienes eran Camus, Milo y Hades. Aunque los movimientos de Camus fueron buenos, termino perdiendo teniendo que quitarse el suéter.

Las horas pasaban y entre risas, burlas y de más continuo el juego donde ninguno de los participantes quería ceder y el motivo era claro ya que no querían ser quienes terminaran desnudos siendo la burla del resto, aun así la mayoría ya no tenía más que el pantalón o incluso ya solo les quedaba la ropa interior, haciéndolos intentar más agresivamente, ganar para no ser quienes terminaran sin nada de ropa.

−Me has sorprendido Camus –dijo Aiacos ya que el nombrado era uno de los tres, que aún tenían más ropa, siendo que aún tenía hasta la camisa.

−Bueno, no dejare que me ganen –respondió viendo fijamente sus cartas.

Los que aún tenían más prendas, eran Saga y Camus, quienes tenían la ropa interior, el pantalón y la camisa, mientras que Hades, Ikki y Aiacos ya tenían el torso descubierto; Milo y Kanon ya solo tenían la ropa interior.

−Anda Milo, no eras tú quien estaba molestando que serias quien hiciera que Camus terminara sin ropa –dijo Aiacos con burla.

−No tienes que preocuparte, porque lo cumpliré.

−Eso quiero verlo, claro si no terminas perdiendo antes –interrumpió Camus mirándolo fijamente.

−No deberías retarme.

−Y tú no deberías subestimarme.

Los dos se quedaron viendo y cuando fue el turno de voltear las cartas, vieron que Kanon y Milo tenían las jugadas más fuertes dejando como perdedor a Saga.

Hypnos siguió repartiendo cartas hasta que el tablero se voltio y ahora los dos peli azules estaban casi vestidos mientras que Camus y Saga estaba con el torso desnudo.

−Si gano dos veces más, terminaras perdiendo definitivamente.

−Sigue soñando.

Al cabo de un rato, Kanon fue eliminado y de ahí le siguió Aiacos; los que perdían tenían que quedarse desnudos hasta que el juego terminara y eso no tardo mucho ya que en menos de una media hora, ya solo estaban jugando Hades y Camus quienes ya solo estaban en ropa interior. Las miradas de reto y desafío que se daban era algo que no habían visto en ese par de seres distantes y fríos.

−El ganador es Camus –dijo Hypnos con una sonrisa por ver como los demás se quedaban con la boca abierta ya que al principio se veía que este sería el perdedor.

−No es justo, se supone que lo arias perder Milo –gruño Kanon volviendo a vestirse.

−No sabía que era tan bueno, me mintió con su facha de indeciso.

−Ya dejen de pelear y admitan su derrota –regaño Ikki terminando de vestirse−, ni Hades esta como ustedes.

Los dos chicos voltearon a ver dónde se encontraban Camus y Hades y vieron que estaban hablando como si nada mientras se vestían.

−Te lo están ganando.

−Cállate Aiacos.

−No te enojes, solo estaba jugando.

Milo le dio una mirada de odio para que serrara la boca y término de vestirse para ir adonde se encontraba su pareja quien aún mantenía un plática con el pelinegro.

−Kanon ya debemos irnos –dijo Saga y su gemelo asintió para seguidamente despedirse de sus amigos.

Los demás fueron yéndose poco a poco dejando a los dos chicos solos y ahí fue cuando Milo empezó a interrogas a Camus.

− ¿Qué tanto hablabas con Hades?

−Solo me felicito por ser buen jugador, eso es todo –respondió sentándose en la cama recogiendo el suéter que aún se encontraba en el piso−. Ya jugamos, ahora quiero dormir así que será mejor que regresaras a tu habitación.

−No me iré, me quedare a hacerte compañía.

−Has lo que quieras, buenas noches –dijo y se acostó en la cama para taparse dándole la espalda.

El peli azul se molestó con la actitud tan cortante que su amante tenia, así que sin pensárselo dos veces, apago la luz y se empezó a quitar la ropa hasta quedar en boxers y se metió a la cama abrazándolo por la cintura.

− ¿Qué haces? –pregunto desconcertado−, suéltame.

−No lo are.

−Deja de jugar Milo.

− ¿Quién dijo  que estoy jugando? –pregunto obligándolo a quedar boca arriba, y para que no tratara de escapar, ocupo su cuerpo para aprisionarlo y ahí se dio cuenta de algo que no se esperaba− ¿Camus?

−Cállate, no digas nada –gruño avergonzado ya que sabía porque se había sorprendido.

Camus se había excitado al ver a Milo desnudo y desde el principio ese hacia sido su meta, por eso se esforzó en no perder hasta que el más alto lo hiciera, pero después decidió no perder ya que al verlo así, su cuerpo se calentó y el único que se había dado cuenta, había sido Hades. Por eso se habían quedado platicando ya que le había dicho que tenía que cambiarse sino quería que los demás lo notaran.

− ¿Por qué…?

−No preguntes lo obvio –interrumpió exaltado.

− ¿Estas así porque me viste desnudo?

−Ya te dije que no preguntes lo obvio –repitió con la cara roja.

−Sabes –hablo y su voz sonaba endemoniadamente seductora−, el saber que te pongo así, me excita.

−No digas esas cosas y quítate de encima –forcejeo y sin querer una de sus rodillas termino rosando la hombría de Milo, dándose cuenta que también estaba duro.

−Te lo dije.

−Milo, yo no… nunca antes…

El peli azul lo beso apasionadamente  interrumpiendo sus balbuceos. El beso fue subiendo de intensidad hasta que tuvieron que separarse por falta de aire.

−Así como me vez, yo tampoco tengo experiencia alguna así que ¿Por qué no lo experimentamos los dos? –pregunto mientras besaba el cuello de su pareja robándole suspiros y algunos gemidos.

Por su parte, Camus se sentía indeciso ya que si ninguno tenía experiencia en eso, el único que saldría lastimado seria él, aun así la excitación y el deseo empezó a segar su razón y después de varios intentos fallidos por quitarse de encima a Milo, termino cediendo. Los besos iban en aumento pero eso ya nos les bastaba, ellos querían algo más así que entre los dos, quitaron la ropa de Camus hasta quedar en igualdad con el más alto.

− ¿Te han dicho que eres muy excitante?

−Cállate Milo.

−Es la verdad –se defendió y sin esperar a que el otro se le fuera el humor, empezó a quitarle el bóxer liberando su erección y sin pensarlo, lo empezó a masajear teniendo como premio un gemido de placer.

−Milo… Milo… −llamaba Camus sintiéndose en la gloria por ser tocado de esa forma.

Él nunca antes se había masturbado ya que se sentía incómodo, pero el sentir las varoniles manos de su amante, lo estaba haciendo sentir un placer que nunca antes había sentido, por eso quiso devolverle el favor metiendo su temblorosa mano en la ropa del peli azul para agarrar su miembro y empezarlo a masajear. Milo soltó un gemido de sorpresa al sentir la tibia y delicada mano de su novio pero no lo detuvo ya que realmente le estaba gustando, aunque sus movimientos fueran torpes y llenos de inseguridad.

Los dos continuaron masturbando al contrario, pero pararon cuando sintieron que llegarían al clímax.

− ¿Puedo ir más allá de esto?

− ¿No era lo que arias? –pregunto jadeante−, no preguntes cosas innecesarias y apúrate o me arrepentiré.

Milo sonrió ampliamente y seguidamente hizo que Camus lubricara su dedos con su saliva, así estuvieron un par de segundo hasta que sintió que no aguantaría más y antes de perder el poco autocontrol que le quedaba, llevo sus dedos asía la entrada del otro y empezó a dilatarlo. Primero introdujo un dedo y después se un rato le siguió un segundo y un tercero; para este punto, el de mirada violeta ya estaba jadeando y pidiendo por mas así que su amante no lo hizo esperar más y se quitó la única prenda que aún le quedaba para, seguidamente, posicionarse entre sus piernas.

−Si quieres que me detenga lo are –dijo y le dio un beso.

Mientras lo besaba, empezó a penetrarlo haciendo que Camus se arqueara por el dolor y soltara un grito no muy alto ya que se había mordido el labio para que no los escucharan, aun así este pidió que continuara y así lo hizo, pero para no aumentar la agonía, lo penetro de un solo y certero golpe haciendo que el otro rasguñara sus brazos y le mordiera el hombro tratando de acallar el grito de dolor y que gracias a esto y a que las parece eran gruesas, después de todo era un motel de paso, nadie escucho.

−Duele… −dijo con dificultad mientras las saladas lágrimas salían de sus ojos.

−Ya pasara, no me moveré hasta que me lo digas –dijo dándole pequeños besos en el cuello y para distraerlo del dolor volvió a masturbarlo.

Cuando Camus se sintió más cómodo con la repentina intromisión, se lo hizo saber y así empezaron las estocadas, las cuales empezaron siendo cuidadosas y gentiles pero conforme se sintieron más cómodos y menos nerviosos, estas empezaron a ser más rudas, sin llegar a lastimar. Los jadeos, gemidos y frases incoherentes, inundaban el lugar además del ruido de las pieles chocando las cuales estaban perladas de sudor; el ambiente y hasta el mismo aire, se tornó caliente y asfixiante pero eso poco o nada les importo, lo único que querían era sentirse uno solo.

−Eres muy estrecho –dijo Milo en un gemido ronco.

−Ahhh… Milo… ya te había dicho… que nunca lo había… hecho… −respondió con dificultad, mientras trataba de reprimir sus gemidos ya que se sentía avergonzado por soltar esos ruidos tan obscenos, a su parecer.

−No lo hagas –hablo mientras besaba y mordía el cuellos ajeno−, no calles tus gemidos.

Con cada nueva estocada, sentían que el alma se les salía del cuerpo pero una de ellas fue la que hizo que algo en el interior de Camus, estallara y eso Milo lo noto.

−Lo encontré –dijo victorioso, sabiendo que había encontrado el punto erógeno de su pareja y ahí es adonde dirigía cada remate.

−Mas… mas… −pedía ya fuera de sí dado que con cada movimiento, tocaba algo dentro de él que lo hacía sentir un placer indescriptible.

−Lo que tú pidas.

El vaivén se tornó más rápido pero no dejo de ser cuidadoso con lo que hacía ya que lo que menos quería, era hacerle daño a su amado. Los movimientos eran rápidos y en otras ocasiones eran lentos, además de que no se quedaron en una sola posición sino que fueron rotándolas cada que se cansaban de una, todo ahí demostraba que realmente estaba disfrutando de fundir sus cuerpo y eso era evidente en los gemidos y gruñidos que soltaban cada uno.

−Ya no puedo –dijo Camus en un gemido, dando a entender que pronto alcanzaría la cúspide del placer.

Milo no dijo nada y siguió moviéndose hasta que sintió que el de apariencia más frágil, haba alcanzado el clímax manchando ambos abdómenes, pero el aún no se había corrido así que siguió moviéndose y después de un par de estocadas más, termino en el interior de Camus ganándose un reclamo por parte de este.

−Pudiste sacarlo antes de terminar –dijo tratando de regularizar su respiración.

−No me dio tiempo –respondió con una sonrisa mientras salía del interior del otro y se acostaba a su lado.

−No dejare que me vuelvas a tocar.

−Eso está por verse.

Ya no siguieron hablando ya que el cansancio de lo anterior hecho, les paso factura y terminaron dormidos abrazándose posesivamente uno del otro. Así pasaron lo que les restaba de la noche hasta que llego la mañana y con esto llego las consecuencias de sus actos.

−Enserio no dejare que me vuelvas a tocar –dijo molesto Camus ya que le dolía la parte baja de su cuerpo.

−No te enojes –pidió Milo como si de un condenado a muerte se tratara−. Para recompensarte, are todo lo que quieras hoy.

Camus se lo pensó y sonrió ampliamente asiendo que el peli azul sintiera un escalofrió recorrer todo su cuerpo.

−Espero no te retractes de lo dicho –dijo y después se volvió a acostar−, tu castigo empezara en un par de horas, pero por el momento ven y abrázame –agrego con la mejillas rojas por a vergüenza.

Esa reacción enterneció al más alto y sin pensárselo, se acostó nuevamente para abrazar a su amante cuidadosamente como si este se fuera a romper.  Realmente le había agradado su primera experiencia sexual y en definitiva planeaba repetirlo cuando Camus se sintiera mejor.

 

− ¿Dónde estoy? –dijo con la voz seca mientras trataba de recordar donde se encontraba, pero la posición en la que se encontraba, no le daba mucho campo visual.

−Veo que despertaste.

El chico volteo su cabeza y visualizo a alguien conocido quien le devolvía la mirada pero esta estaba corrompida. Lo único que se podía deslumbrar era locura, una locura que solo se veía en los criminales más sádicos y eso lo exacto.

−Minos… −dijo en un susurro sintiendo como cada parte de su cuerpo se tensaba.

− ¿Cómo te sientes Shaka? –pregunto adentrándose a la habitación de muros blancos, su voz sonaba aún más escalofriante que antes y su expresión definitivamente ya no era la misma, ahora se veía como un completo criminal que se fugó del manicomio o de una prisión de alta seguridad−. Has dormido por un día completo.

−No te me acerques –ordeno tratando de sonar autoritario, pero saber que su cuerpo estaba sujeto a una camilla sin darle posibilidad alguna de moverse, lo asustaba.

− ¿Por qué me tienes miedo? ¿No éramos compañeros? Es más, éramos amigos ¿No?

−Minos, por última vez, vete no te acerques –grito reflejando el miedo que sentía en cada una de sus palabras y en su rostro.

−No me tengas miedo –dijo mientras seguía acercándose hasta estar al lado del rubio−, no te are nada malo –sonrió con malicia mientras acariciaba la mejilla del contrario−. No debes temerme –bajo su mano hasta su cuello y empezó a apretarlo cada vez más fuerte cortándole la respiración−. Solo vine a salvarte de este infierno –siguió apretando con fuerza hasta que sintió como Shaka, poco a poco dejaba de pelear.

−Minos –rugió Radamantis en la puerta de la blanca habitación−, suéltalo –ordeno acercándose a los otros dos y de un solo movimiento hizo que el peli gris soltara al rubio quien tenía los ojos llenos de lágrimas y tomaba aire a grandes bocanadas.

−No te enojes, no pensaba matarlo, solo quería jugar un rato –dijo como si nada−, solo quería probar su resistencia –agrego mordaz con una sonrisa que enseñaba sus dientes dándole un aspecto más aterrador.

−deja de andar perdiendo el tiempo y ve a la zona de cuarentena.

− ¿Para qué voy a ir a ese lugar? Es muy aburrido ver como todos esos miserables piden ser liberados –dijo con aburrimiento.

Radamantis suspiro con fastidio, desde que soltaron a Minos, este había intentando matar a los demás y los únicos que podían hacerlo parar eran Cronos y él, aunque sabía que esto no duraría mucho tiempo y Minos no podría ser controlado por nadie. Cuando eso sucediera, él mismo lo mataría.

−Van a bajar a Afrodita –soltó viendo como la expresión de aburrimiento de Minos, cambiaba por una de completo interés.

−En ese caso –dijo caminando hacia la puerta−, nos vemos, mi novia me está esperando –finalizo con una sonrisa maliciosa y salió del lugar.

− ¿Qué le van a hacer a Dita? –pregunto Shaka aún con dificultad.

−No deberías preocuparte por los demás –dijo sin responder a la pregunta−, mejor preocúpate por lo que te puede pasar a ti.

Le dio la espalda y salió del lugar dejándolo solo nuevamente.

−Ikki ven por mí –dijo en un susurro mientras las lágrimas salían de sus azules ojos.

Notas finales:

No tengo nada mas que agregar asi que solo me queda despedirme y espero poder leer sus reviews para saber sus opiniones, ya saben que respondo todos y cada uno de ellos. 

NOTA: Me di cuenta que nunca puse una referensia de Cronos asi que aqui les dejo una imagen de donde me base para su apariensia 

Cronos


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