Sebastian se lo veía golpeando su celular con frustración y enojo al ver que su joven amante no le respondía y más por la noticia que había recibido minutos atrás, noticia que cambiaría todos sus planes junto con el joven que era dueño de su corazón.
-Tranquilo... Que te pongas así no solucionarás esta situación...- Le trataba de calmar su amigo y confidente al verlo tan contrariado.
-Lo sé... solo quiero hablar con él antes de que su padre le meta sus ideas.- El otro insistía en llamarle pero ya sabía que lo había apagado.
-Creo que confiar en la madurez de Ciel es lo que te queda por hacer.- Le aconsejaba Claude para tratar de calmarlo.
-Si le llamas a Alois me ayudarías más.-Murmuraba este con molestia lo que menos quería ahora eran tontos consejos sólo quería hablarle, su amigo le hizo caso y comenzó a llamar a su novio el rubio .
-Alois... cariño ¿Está Ciel contigo- Le hablaba al oír que le respondía, parecía que el joven recién se levantaba por el bostezo que daba mientras le decía hola. Entre dormido no entendía muy bien lo que le decían.
-Apenas me levanto... No lo he visto- Dijo al entender la pregunta que le volvieron a repetir con insistencia, notando la ansiedad de su novio al mandarlo a hablar con Ciel, este se levantó de la cama ya bien despierto iba a la habitación de este.
-¡Ciel...!- Le llamaba mientras tocaba la puerta aún con su novio al teléfono que escuchaba todo junto a Sebastian.
-Está encerrado en su habitación... ¿No me digas que Sebastian y él se volvieron a pelear?- Le decía el rubio con algo de resignación, mientras Ciel se debatía en hablarle o no a su amado. Si le hablaba
¿Qué le diría? No tenía muy claro lo que debía hacer.
-No... no es eso... Solo pasó algo...- Respondía Claude a la pregunta de su novio, cuando notó que a Sebastian le sonaba el celular y este ansioso se disponía a responder.
-Sebastian...- En un murmullo hablaba Ciel, aun no tenia idea de que decisión tomaría pero era claro que su relación no podría seguir siendo igual después de tal amenaza de su padre.
-Ciel me alivia escucharte, supongo que tu padre ya te contó algo referente a mi...- Le decía con una mezcla de emociones más tristeza que enojo, al pensar que ahora si lo perdería por una treta manipuladora así.
-Si... lo siento...- En un murmullo hablaba el joven sin entender el por que se disculpaba y se notaba que parecía contenerse de llorar.
-No te lamentes no es tu culpa... Es mi culpa por inconsciente... por idiota...- Hablaba con la voz algo entrecortada y con evidente frustración por lo que estaban pasando, ¿acaso el destino se empeñaba en no verlos juntos? Cuando ya pensaban en ser felices algo siempre lo arruinaba. Eso le frustraba en gran manera.
-Lo arruiné...- Decía entre lágrimas Sebastian, era su forma de liberarse de la opresión que sentía, Ciel al escucharlo comenzó a llorar.
-No llores...- Trataba de calmarlo Sebastian a la vez que también se tranquilizaba un poco, ambos se quedaron en silencio por largos segundos.
-Te amo... Y esto no es...- Le decía el mayor en medio de un suspiro sin continuar lo que iba a decir.
-Está bien Sebastian... Yo solo respondi tu llamada para decirte que...- Le aclaraba el joven con seriedad y quedándose en silencio parecía darse valor para lo que diría.
-¿Qué?- Cuestionó el otro con ansiedad al notar su silencio.
-No quiero volver a verte... Debes afrontar tus responsabilidades primero, creo que de alguna forma esto abrió mis ojos y darme cuenta que lo nuestro no tiene futuro.- Le respondía con seriedad sin inmutarse ni un poco, aunque por dentro estas palabras lo mataban.
-¿Así de fácil te rindes? Tu padre te amenazó por eso me dices esto, hasta hace unas horas decías que me amabas- Le replicaba Sebastian con algo de molestia y no creía sus palabras aunque sonaran muy sinceras y frías al querer terminar su relación.
-Soy joven para complicarme la vida con alguien como tu... Quiero estudiar... estar con mi familia. Recuperar el tiempo que perdí... Tu en mi vida no me ayudas para nada- Le refutaba con igual molestia el joven ante su casi reclamo, le dolía decirle aquello porque no era verdad, ese hombre con sus errores y defectos lo amaba más que a nadie, el era todo su felicidad. -Si me amas como dices... aléjate de mi... Solo aléjate...- Le decía y se prestaba a terminar la llamada, pero Sebastian le llamó de inmediato, si era preciso rogarle lo haría.
-Ciel... Si tus palabras fueran sinceras me dolerían mucho... Tu tía me amenazó también, diciendo que si no me responsabilizo de ese niño haría un escándalo supongo tu padre hizo lo mismo, ellos acordaron esto...- Le hablaba este tratando de convencer a su pequeño que no terminaran su relación así nomas, merecía un poco de lucha este amor sincero, no podían cruzarse de brazos simplemente y dejar que otros interfirieran con tontos aunque serios chantajes, Ciel se quedó callado sin decir más pensando en sus palabras comenzaba a dudar en la decisión que tomaba.
-Tu silencio sólo confirma que te dijeron lo mismo... Por eso la crueldad de tus palabras y lo que me pides sólo evidencia tu amor hacia mi...- Con una sonrisa más animado hablaba Sebastian, su pequeño no quería que fuera a la cárcel por eso tomaba esa precipitada decisión.
-Cállate...- Decía mientras se sonrojaba el joven al verse descubierto.
-Por mi no te preocupes, no importaría afrontar las consecuencias si es por estar contigo...- Con entusiasmo decía el mayor casi sin pensarlo.
-¿Tu crees que me haría feliz que vayas a la cárcel, que tu reputación y la de tu familia quede por el suelo y sin contar que irías a la ruina?- Con molestia advertía el joven pensando al parecer con mayor seriedad que su pareja, Sebastian ahora era el que callaba y lo pensaba.
-Yo no pierdo nada... Tu pierdes mucho... Por los dos es mejor alejarnos un tiempo.- Tratando de convencerlo le decía cariñoso el joven al notar su silencio.
-Tu padre debe estar feliz con esto al final de todo se salió con la suya...- Con tristeza mascullaba el mayor, pues de ser otro padre que apoyara a su hijo no llegaría a este extremo solo por separarlos, un error que su padre bien aprovechaba, eso le enfurecía mucho al pensar.
-Puede ser... pero el precio fue que perdió el amor y respeto de su hijo- Le decía el joven también con un dejo de tristeza, el tampoco hubiera querido tener que llegar al extremo de odiar a su padre, pero no podía evitarlo, Sebastian que le escuchaba atento se sorprendió ante esta aclaración.
-No lo odies... Solo tiene una visión equivocada de amor paternal, cree que yo te haré daño... es comprensible que trate de cuidarte.- Hablaba su novio con cariño, tampoco le gustaba ser la manzana de la discordia entre padre e hijo, aunque era su padre sin duda el que habría provocado esto.
-Eres tan lindo... a pesar de todo este problema eres muy noble...Te admiro mucho y te amo por ser así- Confesaba enamorado el jovencito al escuchar sus palabras, sin duda su Sebastian era un buen hombre con errores como todos pero eso no le quitaba las virtudes que tenia esas que amaba así como sus defectos.
-Ciel también te amo y lo sabes... Se me ocurrió algo y no sé si estés de acuerdo- Más animado decía el joven empresario al escuchar las dulces palabras que su pequeño le dedicaba. La pareja conversaba mientras tanto por teléfono unos cómplices hablaban.
-Todo salió bien... Perfecto diría yo- Se jactaba una pelirroja al llamar a su cuñado, que malhumorado por la sentencia de odio que su hijo le dio trataba de calmarse-Si... supongo que si...- Murmuraba este con desanimo.
-¿Por qué ese desánimo?- Le cuestionaba la mujer al notar su voz desanimada, cuando debería haberse alegrado.
-Mi hijo me odia es todo- Respondió con ironía y algo de molestia a su tonta pregunta.
-Lo lamento... Te dije que me lo dejarás a mi...- Le decía con malicia la mujer, quien era la que quería darle la noticia al joven pero Vincent no le dejó.
-¿Te irás a Inglaterra?- Dijo para cambiar de tema en cuanto al odio de su hijo.
-Si... dentro de unos días...- Contestaba ella con una sonrisa, pues aunque Sebastian quisiera o no iría donde estaba para presionarlo más. Ese era el plan.
-¿Qué se sentirá vivir con alguien que seguramente te odiará?- Le recriminaba sarcástico Vincent que trataba de desquitarse con alguien su mal humor.
-No sé... Dímelo tú... Vives con tu hijo que te odia- Le replicaba igual de sarcástica la mujer, el otro al escucharla solo frunció el ceño con molestia.
-Sólo porque eres la hermana de mi amada esposa no te respondo como debería- Dijo este reprimiendo su coraje y la respuesta que en realidad hubiera querido darle. -No deberías provocarme porque sin mi tu plan de atrapar marido se va al piso- al final este le dijo con tono de burla e ironía.
-Creo que andas de malas... mejor hablamos luego- Prefirió callar la mujer y cortar la llamada, así al parecer los cómplices de este perverso plan comenzaban sus desacuerdos. Alois estaba fuera de la habitación de su amigo mientras este hablaba con Sebastian, entre tanto Claude también le contaba a este lo que pasaba. Cuando la pareja terminaba de hablar, el de mirada azulina abrió la puerta haciendo entrar rápido a su amigo.
-¡Ciel! ¿Estás bien?- Le cuestionaba muy ansioso su amigo mientras lo abrazaba dándole consuelo pues suponía que estaba mal con todo lo acontecido.
-¿Pensaste que me suicidaría o algo así?- Con sarcasmo murmuraba el joven en ese abrazo, los jóvenes se separaron y comenzaron a hablar, Ciel algo emocionado le contaba lo que planeaba hacer junto a Sebastian quien fue el de la idea.
-... Me alegro que no te dejes chantajear por eso...- Algo dudoso decía el rubio al escuchar el plan de su amigo.
-Sí pero tú debes apoyarme...- Advertía con seriedad Ciel tomando su mano.
-Claro que si hermanito...- Acordaba animado Alois apretando su mano con la suya también, a manera de trato.
-¿Podrás fingir que ya lo olvidaste y no lo amas?- Cuestionaba dudoso el rubio al escuchar ese plan, el cual consistía en ello, despistar a su padre en cuanto a Sebastian para luego fingir que lo había olvidado para ir a Inglaterra y estar juntos allá. Llevaría algo de tiempo y mucho esfuerzo pero era lo mejor que podían hacer para no dejarse vencer.
-Pude fingir ser una chica por semanas... ¿No?- Algo burlón decía Ciel mientras sonreía, si mintió una vez por amor ¿Por qué no hacerlo de nuevo? pensaba este con algo de malicia.
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Muchas gracias por seguir este fic... espero este capitulo sea de su agrado... :3
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