Ciel sostenía su triste mirada al celular, observaba fijamente la foto que se había tomado días atrás con su amado, antes de que este se marchara. En ese momento pensamientos cruzaban su mente al verlo, entre esos muchas dudas también.
¿Su relación tenía realmente un futuro? ¿Si solo era un capricho de su adolescente corazón enamorado? ¿Qué tal si él estaba interponiéndose en la verdadera felicidad de Sebastian?. En medio de suspiros prefería no dar una respuesta a esas preguntas porque si se ponía a reflexionar esto con seriedad sospechaba que su firmeza al luchar por este amor comenzaría a tambalear.
-Ciel...- Le llamaba su amigo entrando a su habitación lo sacaba de su triste meditación. Este se sentaba en su cama y con desánimo sólo le miraba.
-Estás triste... ¿Quieres que llame a... ?- Le cuestionaba su amigo al ver lo deprimido que estaba pensó que tal vez saludando a Sebastian le animaría esa tarde que estaba cercana a caer.
-No... no quiero hablarle ahora... va a notar que estoy mal.- Le respondía con igual desánimo pues no sólo estaba deprimido por no tenerlo cerca sino también por las dudas que en su mente se formaban.
-¿Lo extrañas mucho?- Cuestionaba su amigo ante esa negativa y creía que era ese el motivo de su malestar.
-Si...- Con un bufido le decía Ciel desviando la mirada, su amigo el rubio prefirió ya no seguir insistiendo y cambiaba de tema.
-Estaba pensando... Que dentro de unas semanas deberías empezar a ver a alguien...- Dijo este repentinamente y se le acercaba con entusiasmo para tratar de animarlo pero solo lo hizo fruncir el ceño.
-¿Para qué?- Le cuestionaba con molestia, no era lo que precisamente deseara escuchar en esos momentos.
-Así tu padre empezará a ver que te estás olvidando de tu Sebastian.- Le insinuaba con una pícara sonrisa mientras le palmeaba la cabeza.
-Él es listo no creerá una táctica así... Además será como obvia lo notará...- Replicaba el otro con seriedad y le apartaba la mano con molestia.
-Si pero no estoy diciendo que te cases con un extraño... Solo sugiero que deberíamos buscar amigos nuevos y comenzar a salir con otros, algo de vida social tu padre podría creerlo...- Le trataba de convencer de este plan además ya comenzaba a aburrirse de estar encerrado y sin Claude. -Pensé que podríamos ir a una escuela, como lo propuso tu madre- Terminaba de decir con una sonrisa y esperaba su respuesta aunque ya podía predecir que se negaría.
-Ir a una escuela en estos momentos creo que no sea buena idea... No quiero ver el mundo, prefiero la otra opción que nos dio mi madre la de un tutor en casa- Acertaba a decir con resignación no le emocionaba nada salir a hacer vida social y mucho menos ahora que estaba todo deprimido.
-Pero así no conoceremos amigos nuevos... Así no te podré buscar un nuevo pretendiente- Con un puchero le trataba de hacerle entender que este detalle beneficiaría a sus planes pero al parecer sería difícil el convencerlo.
-No quisiera involucrar a alguien más en este juego- Musitaba sin ningún animo en este detalle para sus planes, entonces el rubio iba a seguir tratando de convencerlo cuando su teléfono comenzó a sonar.
-Mira Claude está llamando...- Muy emocionado decía el rubio, Ciel solo desviaba la mirada porque el también deseaba que su Sebastian le llamara pero por ahora eso no era posible. Así que solo revisaba su celular y notaba que la emoción de su amigo se iba apaciguando y se ponía algo serio.
-Ah ya veo...- Murmuraba Alois con seriedad y eso era algo tan extraño de ver cuando hablaba con su novio, entonces vio como este le daba el celular.
-Ciel... Sebastian quiere hablar contigo...- Le dijo con una fingida sonrisa y eso no le daba buena espina, aun así tomó el celular en medio de un suspiro, tal vez esperando alguna nueva noticia.
-Hola mi amor...- Se le escuchaba muy animado a Sebastian saludarlo, el jovencito no pudo evitar el sonrojarse al escuchar cómo le saludaba, tímidamente respondió con un "hola", sentía que con unas solas palabras suyas despejaban esas dudas que tenía, esas dudas que ahora le parecían absurdas.
-Sólo quería decirte que te amo mucho.- Le decía este todavía con amor y evidente alegría pero su voz parecía quebrarse un poco. -Yo también te amo mucho...- Le respondía Ciel mientras se iba a la cama a sentarse, entonces Sebastian se quedó mudo y solo se escuchaba su respirar.
-¿Cómo estás? Te siento raro...- Cuestionaba dudoso el de mirada azulina al sentir ese silencio tan extraño.
-Hoy no fue un buen día para nada... Te diré algo pero no quiero que te enojes conmigo.- Era la respuesta del joven empresario y se prestaba a contarle que su tía estaba en su país, no quería que lo tomara a mal.
-Dime...- Murmuró el otro con curiosidad, no le gustaba que anduvieran con rodeos, entonces su ceño fruncido fue lo que vio Alois a unos pasos de él, seguramente Sebastian le contaba aquel nuevo suceso, y si Claude le llamó a él primero fue para cerciorarse que Ciel no tenía idea de esto.
-¿Qué hace ella allá?- cuestionaba conteniendo sus celos el jovencito, no le gustaba la idea que ella estuviera cerca de su novio, no le gustaba para nada pero trataba de disimular su molestia, pero el otro lo notó de inmediato y no lo culpaba.
-No sé... Obviamente vino a fastidiarme...- Respondía este con un suspiro de resignación y fastidio ya de por si su encuentro fue desagradable.
-No me enojaré contigo sé que no lo planeaste...- Le trataba de animar el pequeño con más calma al escucharle con ese pesar. -¿Y qué pretende aparte de fastidiarte?- Cuestionaba para seguir la conversación aparte tenia curiosidad de saber cuáles eran las intenciones de su tía la manipuladora.
-Puedo imaginármelo... Por eso quiero rogarte que si escuchas noticias de ella con referente a mí... no las creas... Yo te tendré al tanto de todo lo que pase con ella- A manera de ruego le decía Sebastian, el jovencito le escuchaba y sabía que su petición era sincera por el tono de su voz se prestaba a responderle pero escuchó que su madre le llamaba y se disponía a entrar a su habitación.
-Debo irme... confío en ti... te amo- Le dijo antes de cerrar la llamada entonces recibía a su madre en la habitación, con aparente tranquilidad le daba una sonrisa, ya suponía tal vez lo que iba a comentarle pero ya su amado se le había adelantado, y no se equivocó pues ella le contó lo de su tía y su repentino viaje a Londres.
-Esto podría jugar a nuestro favor o en nuestra contra...- Se le escuchaba a Ciel murmurar unos minutos después que su madre se retiró.
-Creo que a favor... aunque pobre Sebastian, tendrá que al menos fingir ser un buen "padre" responsable.- Respondía su amigo con algo de tristeza por el joven empresario.
-No me agrada que ella lo tenga cerca- Entre dientes se le escapaba esta pequeña queja al jovencito de apagada mirada azulina, queja que denotaba sus celos.
-Si comienzas con los celos mandarás nuestros planes a la basura- Casi en un regaño le reprendía el rubio al escuchar su celosa queja.
-Tsk... Yo no estoy celoso aunque lo parezca no lo estoy...- Se negaba al escuchar el regaño y sonrojado desviaba la mirada.
-Eres tan tierno al negar que estás celoso cuando es obvio que lo estás.- Le molestaba Alois haciéndole cosquillas en el vientre a manera de juego y sacaba el celular con dificultad.
-Te tomaré una foto y se la enviaré a Sebas- le decía mientras lo dejaba y trataba de tomar una foto en medio de sonrisas.
-Cállate... sabes que no puedes nombrarlo así... ¿Qué tal si mi padre pasa y te oye?- Algo molesto le detenía Ciel a su tan juguetón amigo y le quitaba el celular para que no tomara ninguna foto.
-Que paranoico- Musitaba con un puchero el otro ante el regaño y le quitaba el celular.
-Y si ella trata de seducirlo de nuevo... Lo emborracha y...- Murmuraba Ciel con la mirada triste y algo de recelosa.
-¿Lo viola?- divertido exclamaba su amigo en medio de una risa.
-No es chiste...- Le refutaba el otro con un puchero y se sonrojaba al escuchar eso, pues y quién sabe si eso pasaba, no soportaría que de nuevo le engañara con ella. Ambos se quedaron en silencio por unos segundos.
-Creo que pensé en lo que dijiste antes... lo de la escuela... Si Sebastian se sacrificará aguantando a esa mujer yo puedo soportar la escuela...- Aclaraba Ciel repentinamente con una pequeña sonrisa, pensaba en lo que su querido novio distante estaba por soportar él también podría hacer el sacrificio, aunque no le entusiasmaba para nada el tener una vida social.
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muchas gracias por seguir esta historia :*
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