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Loving Apology por 50-potencce

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Notas del fanfic:

... :v holi

Notas del capitulo:

Agradecemos por quienes han leido el fic que eh publicado hace unos dias n.n

Desafortunadamente Zero sigue invernando :( o veraneando... e.eU Y Quintis :) Afortunadamente se ha librado de cumplir quince años, pero ahora le tocan los finales n_n Espero que entiendan...

Sin mas ni menos :D me han mandado cachos de ideas que tienen para seguir :3 esa hermosa historia que ellas mismas han llamado "La Serie del Perdon"

*.* A mi me encanta... Aun que no use las :) actitudes originales, ni la historia original... Despues de todo este un AU n.n

Asi que pasad y leer :)

-No puedo entender por qué lo hiciste…-

-Hay cosas que se tienen que dejar ir… No iba a sufrir toda la vida, quizá… Atado con un niño- se limpió una lágrima y acomodo un poco de pelo tras su oreja.

-¡¿Qué estas intentando decir?!- puso sus manos al lado de su cintura con una expresión casi colérica.

-Que no siempre la Luna de Miel arregla todo…-

~

Tomo su cabeza entre sus temblorosas manos, mirando hacia esos ojos negros, tan profundos y fríos como la noche, pero en algunos momentos tan brillantes como un par de estrellas. Podía ver ese resplandor hacerse más brillante con las lágrimas, casi parecería que un arcoíris adornaría su iris. Se veía tan lindo, tan tierno, con ese sonrojo adornando sus pálidas mejillas, junto con unos pequeños mechones de cabello que se colaban por el viento.

-Estas perdonado… Kakarotto….-  Le hecho los brazos al cuello, y se acercó para darle el más dulce de los besos que había probado, ningún caramelo o postrecillo se compararía con ese momento.

Se quedaron un momento en el aire, besándose tiernamente, sin prisa, como si esperaran que el acaramelado sol de tarde se quedara allí todo el tiempo que ellos quisieran. Pero el aire no podía entrar, por ese momento, por otro lado que no fueran sus narices estrechadas.

-Y…- tomo aire, quería llegar al punto de lo que estaba pasando, y más que nada, conocer las razones de Kakarotto sobre el escándalo… -¿Todo esto a que fue… O va?- se cruzó se brazos molesto. Entendía que ahora se habían reconciliado, pero era realmente infantil, como era costumbre de él, que justamente cuando empezaba a olvidarlo hubiera aparecido...

Pero quizá así era el amor.

-Bueno… Eh estado planeando una sorpresa… No pude resistir verte con alguien más aunque haya sido mi culpa totalmente. Pero, mi corazón me decía que hoy era el día, aunque lo arruinara todo, se quedara solo como un recuerdo amargo...- dejo de hablar, se mordió los labios y tomo su mano –No hay que tardar mucho, me gustaría darte la sorpresa  mientras este el sol…- salió volando junto a él. Perdiéndose de toda la cuidad, pasando la C.C, el hogar escondido en el Monte Paozu, y aun más alejado y escondido, una pequeña casa hecha de madera entre varias montañas.

El de cabellos de flama, mientras pasaba sobre aquel lugar casi paradisiaco, seguía pensando el porqué de las cosas en ese momento.  No podía entender exactamente por qué se fue, y después volvió como si nada. Como si hubiera roto un vidrio que después él tuvo que reparar con otra persona, para que luego destruyera exactamente las partes que ella había pegado… 

Pero…

Había otra teoría sobre la realidad: Quizá solo vino a decirle que se mantendría alejado del después de aquel dulce momento…

O quizá no.

Volvía a emocionarse como aquella vez, en aquel café, con esa lluvia, con esos  pastelillos y con esa hambre. Bajaron al techo de la casita, el de más edad temía que se fuera a desplomar bajo la fuerza que ejercían ellos dos.

No eran necesarias tantas palabras, su ausencia decía tanto, junto con la belleza del sol ocultándose entre los enormes montones de tierra y vegetación.

-Vegeta…- buscaba algo entre la bolsa de su saco…

Era lo que había esperado de joven.

Aquella caja color… ¡Del color que hubiera sido! Pero la había anhelado desde aquella tarde…

Desde aquel día que parecía que pasaría sus días olvidándolo con otra persona, cuando sus manos se habían quedado en su destrozado corazón.

 

-A pesar de todo…  En este momento…- abrió la caja. Era brillante… Tan familiar… -¿Quisieras casarte conmigo?- 

Los ojos se llenaban de una emoción que corría por sus mejillas perdiéndose entre sus ahora rojizos labios.

Ese día, que pensó que se había arruinado, ahora era perfecto… Ya esperaba verlo llegar de entre sus rotos sueños. Estiro una mano temblorosa, para tomar la cajita. ¡Quería dar el sí ya! Pero sus cuerdas vocales y sus nervios no dejaban salir una palabra entendible. Solo asintió con la cabeza, y rápidamente sintió que Kakarotto estaba encima suyo besándolo emocionado lo único que se le ocurrió hacer fue echarle los brazos al cuello para apegarlo aun más a él.

El beso se acabo, se miraron por unos poco segundo a los ojos, con un brillo que lo decía todo, y un par de latidos que correspondían al otro., Volvieron a unirse en un beso que había dejado lo tierno a un lado, sino uno ya más apasionado, donde los labios comenzaban a abrirse lentamente dejando pasar la lengua del otro a probar de su boca. Podía sentir los pequeños intentos de conseguir aire para seguir en ese  exquisito mimo.

-Kakarotto… Eh esperado en estar así contigo desde hace tiempo…- su mirada se fue tímida hacía otra parte mientras un brillante sonrojo se posaba en sus mejillas –Así que… Ahora que he aceptado ser tu esposo…- tomo su mejilla igual que de sonrojada. –Quiero… Hacerlo contigo…-

El de cabellos alborotados se ruborizo ferozmente, su rostro dudoso decía mil palabras, así que con la voz temblorosa le pregunto -¿Qué...? A… ¿A qué te refieres? ¿Hacer qué?- rasco un tanto apenado su cabellera, alborotándola un poco más.

-¿Cómo que a que me refiero?...- sus cejas se fruncieron molesto –Tu tienes un hijo, ¿no es así?-

-Si… Así es… ¿Qué sucede con él?-

-…- respiro profundamente, y cerró los ojos. No iba a golpearlo por una tontería así, este era su momento y tenía que manejarlo con paciencia, después de todo, Kakarotto era un despistado e inocente.  -¿Cómo lo… tuviste?-

-Bueno… Milk dice que esas cosas…- junto sus dedos apenado –Que… No deben hablarse-

Estaba empezado a impacientarse y el signo de ello era una pequeña vena que se notaba en su frente –Pero ahora tengo derecho a saber cómo tu pareja… ¿No es así?-

-Tienes razón pero…- se rasco tras el cabeza nervioso–Bueno… Ella solo dijo que me acostara y… Comenzó a saltar un poco… Extraño…- Vegeta soltó una risa pequeña -¡¿Qué?! No entiendo nada…- hizo un puchero.

-Bueno… Eso no es importante ahora…- tomo su mejilla –Kakarotto… ¿Quieres hacerlo conmigo?-

-Si…- sonrió alegre –Pero sigo sin entender…- el de cabellos de flama solo soltó un gruñido y seguía respirando –pero… Si tú quieres hacer… eso… Yo entiendo…-

Ignorando la pureza de Kakarotto, volvió a besarlo con la misma pasión de antes, ahora sus manos se paseaban, dejando a un lado los chalecos y las camisas estorbosas, la lujuria se iba intensificando, haciendo que en su pecho se acumulara un pequeño dolor, y sus respiraciones se hicieran profundas y alteradas. Pronto el pecho quedo desnudo, ninguno se atrevía a hablar, a decir que seguía, porque ninguno lo tenía idea sobre eso… Así que el de cabellos alborotados bajo con un camino de besos hasta su cuello, dando suaves besos, casi sin rosar sus labios, solo haciendo chocar su respiración y su nariz en ese lugar.

Se sentía demasiado bien, su cuerpo comenzaba a temblar y una parte sensible comenzó a tener un par de espasmos excitantes (etzitante:’v) que le hacían sentirse bastante raro.

No había mucho que hacer, ni mucho menos que descubrir. Rápidamente ambos se despojaron de lo poco que quedaba de ropa, quedando desnudos, uno sobre el otro, iluminados por el ultimo rayo de sol en el cielo azul-purpura que anunciaban la noche. Se probaron sus labios una última vez, sus miembros se rozaban con cada movimiento que dieran, soltando pequeños suspiros, entre ellos un pequeño suspiro… -Es…Estoy Listo…-

-B-Bueno… Entonces…- puso una mano a un lado de su cuerpo, mientras que con la otra tomaba una de sus piernas para acomodarla en sus hombros, e igual lo hacía con la otra. Amenazaba con entrar, restregando solo la punta en ese pequeño y quizá virgen cavidad. Sintió sus piernas tensarse junto con todo su cuerpo, y un solo grito apresurándolo… No le hizo esperar, así que se adentro en ese pequeño lugar, era agradable y doloroso. Empezó con unas embestidas suaves que fueron quitando ese dolor en ambos.

Cada minuto que pasaba se hacían más fuertes, se escuchaban los suspiros ahogados juntos con algunos gemidos que se reprimía por su orgullo. Pero entre el vayviene logro tocar un punto que lo llevo por solo unos cuantos segundos a tocar el cielo para bajar violentamente a seguir disfrutando de esa sensación…

Sentía que volaba, sentía que volvían a ser uno después de tanto tiempo…

Entonces el esperado momento llego, cada uno se libero a su momento, gimiendo bajito su nombre  y arqueándose por culpa de aquel nuevo placer.

El cielo se pinto de un azul-violeta junto con las estrellas que comenzaban a salir.

Recostó su cabeza en su hombro, escuchando respiración agitada y los latidos de su corazón. Sonrió, lo había hecho bien o mal, no importaba, el punto es que había entrado en ser una sola persona con aquella que amaba tanto. Sintió un par de brazos tomar su cabeza y acercarla a él, dando un pequeño y suave beso, casi sin tocarse.

-Kakarotto…- escucho un pequeño sollozo salir de sus labios… -Perdóname...-

 

-Eh…- le abrazo fuerte pegándolo más a él –No importa… ambos… Cometimos un error… Pero eso no dejara que te siga amando…- 

Notas finales:

Gracias por leer!

:D Si te gusto este capitulo :3 Deja un review por favore >u<

Y perdon T.T si no eh cumplido con los encargos que nos piden, la escuela tambien le esta apretando la cabeza al ganzo u_u

LEL xD

:D bueno

Gracias por hacer click :3

Por leer 

Por su preferencia 

Por sus Reviews n.n

NOS LEEMOS LUEGO  :D!!

Atte: Anonimafortunada


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