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It's not even thursday por lMisaki

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Notas del fanfic:

La historia está clasificada para mayores de 13 años ya que se utiliza palabras soeces y hay escenas algo subidas de tono (nada fuerte). Si eres menor de 13 años y lees la historia, la lees sabiendo las consecuencias.

Notas del capitulo:

Tras haber pasado tres largos años sin escribir, aquí vengo con algo que me salió al momento. No es la gran cosa ni pretendía que lo fuera. Espero que sea del agrado de todo el mundo.

Aclaración: Las muertes que hay en el OS no necesesariamente han muerto en la historia. Es por eso que no he puesto aviso de spoilers ni muerte de personaje.

Aclaración 2: El mundo de Attack on Titan no me pertenece, tampoco me pertenecen los personajes aquí mencionados. Todos les pertenecen a su/s respectivo creador/es y con esta historia no obtengo ganancias. Solo utilizo el mundo de Attack on Titan con fines de entretenimiento.

Aclaración 3: La historia está escrita desde el punto de vista de Eren. 

 

Los dejo leer ya. Lo siento por la falta de romance :(

Hacía diez años desde ese día en el que la humanidad había triunfado, diez años desde que fuimos libres, libres de verdad. Aún estamos en el proceso de reconstruir nuestro país, el proceso solo suena rápido y fácil solo cuando lo dices en voz alta, a la hora de llevarlo a cabo no es tan fácil que digamos. Comenzamos hace mucho a reconstruir todo, pero comenzamos destruyendo los muros. No éramos ganado para vivir de esa manera. No eramos reos para vivir entre cuatro paredes. En esos tiempos muchos murieron pero no murieron en vano. 

 
Me encontraba sentado en la hamaca de estampado floral y de aspecto viejo que tenía en el balcón de mi casa -¿debería decir nuestra?- sentía como el viento soplaba fuerte y como el mismo lamía mi no tan rejuvenecido rostro; ahora poseía una pequeña cantidad de vello facial y mis ojos se veían un poco más hundidos... también tenía patas de gallo en ambos costados de mis ojos y estas se marcaban cada vez que sonreía. El tiempo no pasa en vano, realmente me he vuelto guapo y no lo digo yo, lo dice Levi.
 
Levi quien ahora tiene un aspecto más cansado y tiene una que otra cana en su cabello color azabache, sigue siendo guapo como siempre ha sido. Desde que lo vi por primera vez sobre su caballo blanco a punto de cruzar la puerta del muro, siempre pensé que era guapo. Los tiempos pueden ser malos, sí, pero siempre te dejan algo bueno y la vida decidió dejarme a mis amigos, compañeros y lo único que tenía por familia. Levi nunca entró en ninguna de esas categorías, él era demasiado rudo conmigo para entrar en la categoría de amigo, Levi era demasiado orgulloso y egoísta para entrar en la categoría de compañero y definitivamente no era mi familiar, pero era Levi.
 
¿Cómo explicar que ambos comenzamos a sentir algo mutuamente sin entrar en tanto detalle? Posiblemente sea imposible, pero lo trataré... Al final todos dijeron que jamás podríamos contra los Titanes y aquí estamos, libres al fin. Contar la historia no será tan difícil después de todo. Estábamos en plena batalla cuando mi equipo dejó de funcionar como era debido...
 
~ Flashback ~
 
Caí en picada contra el duro y sucio pavimento, un Titán corría rápidamente tras de mí y no tenía forma de huir. Me puse de pie y pensé en correr pero ya era tarde, el Titán me tenía entre su mano gigantesca y tan caliente como el Sol de verano. Rajé uno de sus dedos con una de mis cuchillas dobles y el titán soltó un gruñido desagradable que retumbó fuertemente en mis oídos, causándome un gran dolor de tímpanos. No lo vi venir, no lo escuché llegar, pero el pelinegro ya había realizado un corte profundo en la nuca del titán. Caí al suelo y milagrosamente pude amortiguar un poco el golpe. 
 
- Ponte de pie o límpiate las manos al menos si deseas que te ayude. - Dijo Levi mientras limpiaba sus cuchillas, le miré mal, frunciendo el ceño y opté por ponerme de pie por mi cuenta.
 
- No es necesario, no soy tan inútil como crees.
 
- Avanza, Jaeger. No tengo tiempo para inútiles como tú. -Tras decir esto desapareció de mi vista, pero seguí sus ordenes sin pensarlo dos veces.
 
 
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No supe que él fuera un aficionado a la limpieza hasta que ese día me recibió en el edificio con un mapo y un cubo relleno de agua limpia que desprendía un aroma masculino. Tal vez era perfume, su perfume. Realmente nunca me detuve a pensar en el olor personal de todos los que me rodeaban, difícil era no saber como olía Mikasa o Armin porque he crecido con ellos. Tomé el equipo de limpieza sin muchas ganas, Levi me golpeó fuertemente con el palo del mapo y no tuve otra opción que seguir sus ordenes. Maldito seas Levi, no soy tu puta y mucho menos tu esclava personal para seguir tus ordenes. Limpié todo el lugar, literalmente todo desprendía brillo por si solo. Esa noche dormí en el sofá del lugar por no haber seguido las ordenes al pie de la letra. 
 
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Las celdas de este lugar estaban mohosas y desprendían un aroma amargo y húmedo que me dejaba un sabor metálico en la lengua. Hacía frío y estaba encerrado por mi condición, no puedo dejar a un lado que estaba oscuro el lugar y que el viento gritaba chillonamente cada vez que se colaba por la pequeña ventanilla de la pared. Ciertamente no podía dormir, quería estar libre y quería estar con mis amigos y compañeros. Quería cenar junto a ellos y vacilar un rato como cada noche, quería sonreirle a la luna y quería pedirle deseos a las estrellas; lo único que podía hacer era maldecirle mentalmente a las estrellas que el pelinegro tenía por ojos. Sí, Levi estaba fuera de la celda con sus brazos cruzados a la altura de su pecho y me miraba seriamente desde su silla. Parecía aburrido, yo no era divertido y no pensaba dirigirle la palabra a ese ser tan despreciable, casi cuarentón, amargado y poco divertido. Jamás tendrás una pareja si sigues así, nadie se te acercará con esa actitud de mierda que tienes. Suspiré con pesadez, dándome la vuelta en la incómoda cama y tras esto me quedé dormido.
 
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 Ya estaba en libertad y si nunca te han encerrado no sabes lo valiosa que es. Tomaba una taza de leche caliente cuando el lugar se tornó silencioso. Miré a Armin quien ya se había volteado a ver quien interrumpía la cena y yo hice lo mismo tras unos segundos. Sus ojos penetraban mi alma y lo puedo jurar, Levi me miró fríamente y me hizo unas señas con su dedo índice, no sin antes...
 
- ¡Jaeger!
 
No pude hacer más que ponerme de pie y dejar mi taza casi intacta sobre la mesa, una gran lastima ya que estaba deliciosa esa leche. Me encontré en las afueras del comedor y Levi estaba ahí con la misma expresión de siempre... Ojos entrecerrados, ceño fruncido, labios tan apretados que formaban una línea recta a perfección, semblante ligeramente oscurecido, cabello perfectamente peinado, uniforme en su punto perfecto. ¿Realmente conoces tan bien a este hombre? Eres asqueroso, Eren.
 
- ¿Querías algo, Cabo Rivaille? -Pregunté desinteresadamente, pasándome la mano por el cabello.
 
- Entrenemos. - Dijo en seco y solté una risa tonta por lo bajo.
 
- No se entrena ya, no es como si fuera algo necesario luego de que estás dentro.
 
- Gran observación, Jaeger. Gracias por el dato. - Noté el sarcasmo. - Entrenemos.
 
- ¿Y cómo para qué?
 
- Eres el más lento y supongo que no quieres dejar a tus dos lame botas sólos en este mundo. Tampoco estaré matando titanes por ti. Fue una casualidad que matara al de siete metros que casi te comía vivo, para ser honesto ni te había visto.
 
- Vamos. Bastardo de mierda ¿Crees que es gracioso mencionar que puedo faltarle a mis amigos, a mi familia? ¿Lame botas? Preparate, patearé tu culo tan fuerte que te arrepentirás de haber abierto la maldita boca.
 
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Hay dos tipos de personas: está el que que fastidia por diversión y  está el que jode tanto que es posible que se alimente del placer que le causa el joder a otros. Puedo dar fe de que Levi es el segundo tipo de persona y no es necesario decir todo lo que me ha hecho desde que quedamos para entrenar las noches de los jueves. Esta noche decidí ir con él hasta el edificio donde dormía y este me invitó a pasar. Pensé que me pondría a limpiar, pero me dijo que tomara asiento si lo deseaba. ¿Qué planeas? ¿Me pondrás a pasarle un paño a los muebles hasta que se les quede impregnado el olor varonil de los productos de limpieza que usas? Solté una risa por lo bajo por mi pensamiento pero el cabrón tenía un oído de gato y me atravesó con su mirada asesina.
 
- ¿Gustas algo de tomar? -Negué con la cabeza. Pareceré estúpido pero no lo soy. - Como quieras, más para mí.
 
Se sentó a mi lado con una botella negra que desprendía un olor amargo y a la vez dulzón. Olía a fermentado pero estaba lejos de ser un olor repulsivo. Levi cruzó sus piernas y me miró de reojo antes de dar un largo trago. El silencio se apoderó del lugar, pero era un silencio cómodo, uno de esos que disfrutas por el mero hecho de que estás junto a alguien que quieres. Pero tú no quieres a Levi ¿O sí? Obviamente no, no lo sé. Me acomodé en el sofá, colocando mi codo sobre el codo del sofá y miré a Levi fijamente.
 
- ¿Por qué eres tan amargado? Además de por la edad. -dije lo último en un tono burlón. Él dejó de tomar de la botella y clavó su mirada en la mía.
 
- La vida nos trata mal a veces y te arrebata todo lo que amas. Crees que ya estás sano pero te das cuenta de que ya estás atado a otras personas que puedes perder fácilmente. 
 
- Entonces todo es porque no quieres sentir. - No era una pregunta, era una afirmación.
 
- En parte. -Dio un trago y siguió hablando.- Estar curado desde que eres un adolescente por la muerte de tu familia y tus amigos y que a tus treinta te encariñes de alguien es algo que no estaba en mis planes. No estaba en ellos, ni lo quería. -Tras esto le dio un largo trago a la botella seguido por un suspiro.
 
- Estoy curando las heridas por la muerte de mi madre, rogando por la aparición de mi padre. Estoy preparado para saber que está muerto también, realmente no creo que esté vivo. -Le arrebaté de las manos la botella a Levi, tomé bastante. Sabía amargo como su olor, pero lo dulzón le ganaba por mucho. Quemaba en la garganta como si tragaras fuego.
 
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Las noches de tomar clandestinamente se volvieron una costumbre, no hablábamos de nada en absoluto. Intercambiarnos la botella en silencio era nuestro hobby y no me quejaba. Su sofá con el tiempo se hacía más grande y nuestra distancia se volvía nada. ¿Qué es el espacio personal? No lo sé. Estábamos en fila ya listos para salir de la protección que los muros nos brindaba. A mi lado derecho estaba Levi y al izquierdo se encontraba Zoe, al lado de ellos habían muchos más.
 
- ¡No puedo esperar para ver con qué clase de anormales nos encontraremos por ahí! -gritó con emoción la castaña.
 
- Ya estás tú, Hanji. -Dijo Levi con su tono apagado. Tras esto me miró fijamente y me hizo y gesto con la cabeza. Se lo devolví.
 
No era la primera vez que veía gente morir, no era la primera vez que veía titánes, no era nada nuevo para mí... Lo nuevo era la libertad que se respiraba, daba la sensación de que todo era infinito. Los árboles se veían más grandes cuando te les acercabas. El pasto desprendía un aroma seco y fresco, algo pastoso que te dejaba la lengua algo reseca y con ganas de lamer algo. El cielo por alguna razón parecía más inalcanzable, también habían más animales que adentro. Sería divino poder comer esto en la cenas. Todo era en grandes cantidades y esto aplicaba con los titánes. Matamos muchos, pero ellos mataron a la mitad de nuestro escuadrón. Muertes en vano, ningún avance. Regresamos a nuestro hogar a los dos días. Levi seguía con vida y eso me alegraba. Juro que no siento nada por él.
 
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Me encontraba sentado a las afueras del comedor junto a Mikasa y Armin, le contaba sobre lo genial que era todo afuera, les dije que algún día los tres iríamos más allá y que escalaríamos montañas de hielo y que nadaríamos en los grandes océanos. Un resoplo demasiado alto nos hizo saltar por el susto. Levi nos observaba a los tres con el ceño fruncido. Tal vez solo me observa a mí. No es Jueves ¿Qué hace aquí?
 
- No es Jueves. -Fue lo único que se me ocurrió decir entre tantas cosas que podría haber dicho.
 
- ¿Y? Solo venía a avisar que tendremos una nueva misión en pocos días. Tienes tiempo para pasarla bien con los lam... Hasta luego. -Se dio media vuelta y comenzó a andar.
 
Odiaba esas veces en las que él iba con su complejo de superioridad para decir estupideces y luego largarse sin decir nada realmente importante. ¿Una misión? ¿En serio? Es algo que nos avisarían a todos de todas formas. Me despedí de Mikasa y Armin después de un rato y decidí buscar a Levi. Subí las escaleras casi arrastrando los pies y así llegué a la puerta del lugar. Toqué tres veces. No hubo respuesta alguna. Toqué tres veces más y la puerta se abrió un poco y me atreví a entrar. Por primera vez vi el lugar hecho un desastre. Había una botella explotada en el suelo, cristales verdes decoraban el suelo de la cocina y una piscina de licor burbujeaba contra el suelo.
 
- ¿Estás bien? -Pregunté con honestidad. Él me respondió con un asentimiento con su dedo índice. No parecía estarlo, su apartamento no lo estaba. - ¿Por qué no eres sincero? Pensé que tenías al menos un cuarto de confianza conmigo.
 
- No lo entenderías, Eren. -Dijo entre hipos. Dijo mi nombre por primera vez. - Eres un mocoso de ¿15 años? ¿Qué entiendes de la vida tú?
 
- Lo suficiente como para poder ayudarte...
 
Tengo una relación amor odio con esos momentos en los que tengo una escena que contiene vomito de palabras porque digo las cosas sin pensar en las consecuencias. La mayoría de las veces suelen traerme cosas malas, esta vez me trató bien la vida. No es como si deseara que esto pasara. ¿A quién engaño? Tal vez sí deseaba que pasara. Pero... es mayor, puede ser mi padre. Lo prohibido se desea más.
 
Levi inmovilizó mis brazos y me pegó lentamente contra la pared, lo miré fijamente como si tratara de penetrarlo con mi mirada. Sus labios ya estaban sobre los míos cuando traté de hablar y no luché para alejarlo. Besé sus labios con lentitud, casi al mismo ritmo que él. Sus labios estaban ásperos y sabían a licor. Posiblemente estuviera ebrio. Eran fríos y pequeños, el labio inferior era como un colchón, demasiado carnoso. Relajé mi cuerpo contra la pared y luché para liberar mis brazos. Levi los dejó libres y me tomó por la cintura a la vez que yo rodeaba su cuello con mis brazos. El beso se había salido de control y Levi ya mordía mi labio como si se tratara de alguna golosina. Rompió el beso y bajó sus labios hasta mi cuello. Lo succionaba y mordía como si estuviera hambriento, no negaré que esto me excitaba ya que físicamente se notaba, por ejemplo en mis pantalones. Me gustaba, Levi me gustaba. No terminó en nada más ya que él se durmió contra mi cuello y de pie. Esa noche lo llevé a la cama y me aseguré de que estuviera bien arropado y me fui sin dejar rastro alguno.
 
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Él aparentemente no recordaba nada de lo sucedido, pero yo sí lo recordaba. La tensión era casi palpable y era por mi culpa, él mismo se daba cuenta. ¿Cómo pueden beber tanto a tal punto de perder el reconocimiento? Odio eso. Cada Jueves seguía igual, pero este jueves era diferente ya que saldríamos en una misión. ¿La misión? Recolectar la información que nos han pedido desde años, siglos. Información sobre titánes. Esta vez ya estaban unidos mis compañeros, incluyendo a Mikasa y a Armin. Estábamos agrupados y esta vez yo me encontraba lejos de la alineación de Levi. Me miró desde la distancia y me pareció ver una sonrisa en sus labios, pero la mente juega sucio. Obviamente no estaba sonriendo y es por eso que mantuve mi expresión de chico serio.
 
Vi morir a muchos de mis amigos, el hueco que dejaban en mi pecho era tan grande que juraría que entraría el titán colosal sin problema alguno. Me mantuve fuerte pues no quería desconcentrarme. Activé mi equipo y salté de mi caballo. Esto es por Jean. Corté su nuca con la furia de un huracán y el mismo cayó muerto al suelo. Esto es por Petra. Le hice el doble de cortes, ya cegado por el dolor y la sed de venganza. A lo lejos vi como Levi hacía exactamente lo mismo que yo, y fue un momento pequeño de desconcentración pero fue lo suficiente para que un titán me golpeara con fuerza por atrás y me hiciera volar por los aires. La historia se repetía y caí en picada, esta vez caí sobre la verde grama. Estaba aturdido. Los pasos hacían temblar la tierra y pensé que este sería el fin. Me puse pie pero caí nuevamente al suelo. Armin me necesita... Mikasa me necesita... Levi. Me puse de pie y volví a lo que era mi trabajo. El titán cayó muerto después de unos segundos. 
 
Nos tocó dormir en la altura de los árboles, casi podía tocar las nubes por lo alto que estábamos todos. Levi llegó al mismo árbol donde estaba yo y a la misma rama -tenía que decirlo, como si no fuese algo obvio- se quedó mirándome. 
 
- Bien hecho. Ya recuerdo. -Desapareció de mi vista tras decía eso y mi corazón dio un salto que pensé que se saldría de su lugar. Lo recuerda.
 
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No habíamos tocado el tema hasta esa noche en la que tomábamos en su sofá como de costumbre, lo único especial es que era mi cumpleaños número dieciséis. El espacio personal era algo que no existía en nuestros encuentros nocturnos y mucho menos en este momento. Su brazo rodeaba mi cintura y la apretaba de una manera como si me estuviera reclamando suyo. A su vez yo no le reclamaba nada, solo me dejaba agarrar. El haber tomado tanto me hizo perder la cuenta exacta de cuanto había tomado y solo estaba consciente de que Levi estaba ya sobre mi regazo con su rostro demasiado cerca, su aliento olía a cerveza y a frambuesas y el mismo estaba más caliente de lo normal. Unió sus labios a los míos y me tomó por sorpresa, comenzó a besarme con tal intensidad que la calor se apoderó de mí a los pocos segundos. 
 
Su lengua rozaba mis labios de vez en cuando, supongo que solo buscaba acceso a mi boca, cosa que le di. En ese momento su lengua se introdujo en mi boca y comenzó a acariciar todo lo que estuvo a su alcance, por último tuvo una pelea de caricias con mi lengua. Sus manos jugueteaban con los botones de mi camisa, realmente solo una de las manos, la otra estaba muy ocupada en mi cabello al igual que las mías en su cuello. El deseo estuvo presente en cada segundo, pero ambos terminamos acostados en el sofá, él sobre mí y yo contra el sofá, recibiendo toda la calor que soltaba el pequeño cuerpo de Levi. No dije nada, solo me quedé ahí con los ojos cerrados tratando de no olvidar. No quiero olvidar. Levi rodeo mi cuerpo nuevamente con sus brazos y me besó nuevamente. Fue un beso corto, pero fue suficiente para hacerme saber lo que sentía. Estoy enamorado.
 
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Casi a finales de año hubo lo que fue el fin de todo, el fin de la batalla contra los titanes. En el año anterior se estuvo jugando con la tecnología y se habían hecho de aparatos más potentes. Los soldados habían aumentado en cantidad y esta vez era todo un pueblo unido contra esas bestias que atentaban con nuestra vida. Como en toda batalla hubieron sus bajas, esta vez hubieron más perdidas que nunca, perdimos un cincuenta y cinco precinto de la población y más del cincuenta precinto de la arquitectura. Fuimos más allá, recorrimos lugares a los que jamás habíamos ido, acabamos con todos los titanes gracias a la unión de todos y a la nueva tecnología. El ver que realmente no quedaba nada más por más que avanzábamos nos llenó de algarabía, tanto así que muchos llorábamos por felicidad, tal vez rabia por haber terminado la batalla sin sus seres queridos, otros lloraban porque no creían lo que veían con sus ojos... Este sin duda era el gran comienzo de la humanidad, dejamos de ser ganado y reos para comenzar a vivir. Mikasa y Armin llegaron hasta donde estaba yo y nos abrazamos más fuerte que nunca. Éramos niños ayer y ya somos todos unos adultos, bueno, casi adultos; teníamos los mismos sueños de antes, y juramos que veríamos más de lo que estábamos viendo ahora. Volteé mi cabeza para buscar al pelinegro que ponía mi corazón a mil y al encontrarlo le dediqué la sonrisa más sincera que jamás había regalado a nadie. Él hizo un movimiento de asentimiento con su cabeza y segundos después formó una pequeña sonrisa con sus labios y sé que fue sincera pues nunca le vi sonreír... Sé que fue sincera ya que sus ojos brillaban de felicidad.
 
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Definitivamente la vida puede ponerte tiempos malos, sí, pero siempre te dejará con vivencias que te servirán para un futuro. Te deja con amigos que te quieren más que a nada, que son como tu familia. Te une a tus compañeros que ahora no son tus compañeros, ahora son tus amigos y sabes que con ellos comenzarás de cero. Te deja con dolor, cada perdida en tu vida te deja un agujero en el corazón pero con el tiempo aprendes que para que sane tienes que dejar ir. La vida te deja con ganas de más. La vida te deja con cosas hermosas, te enseña que en todo lo feo hay algo hermoso... Te deja saber que en todo lo malo hay cosas buenas, hay personas buenas.
 
La vida decidió dejarme a mis amigos, compañeros y lo único que tenía por familia. Levi nunca entró en ninguna de esas categorías, él era demasiado rudo conmigo para entrar en la categoría de amigo, Levi era demasiado orgulloso y egoísta para entrar en la categoría de compañero y definitivamente no era mi familiar, pero Levi era capaz de calentarme con la mirada, Levi era capaz de hacerme sentir miles de cosas en un solo segundo, Levi era... Levi. 
 
Así fue como Levi y yo terminamos juntos y seguimos juntos diez años después. Suena fácil cuando lo digo, pero vivirlo no ha sido fácil. No es fácil vivir con Levi y no es fácil entenderlo, no del todo. No es fácil complacerlo, no es fácil complacerme, no es nada fácil... Pero las parejas son así, tardan mucho en conocer quien es el otro, y eso está bien.
 
Levi tapó mis ojos con sus frías y duras manos y luego posó un beso en mi mejilla. Sentí que casi me caía de la hamaca pero sabía que no pasaría porque Levi estaba ahí para ayudarme, él jamás me dejaría caer.
 
- Feliz cumpleaños, Jaeger. - Me susurró al oído y sonreímos a la vez.
 
- Gracias, amor. - Rodeó mi cuerpo con fuerza y hundió su barbilla en el hueco de mi cuello.
 
- ¿Ya fuiste a ver el mar con Armin y Mikasa? - Negué con la cabeza.
 
- Estoy esperando el momento perfecto, lo estamos planeando.
 
- No deberías dejar las cosas para lo último. - Dijo mientras dejaba pequeños besos en mi cuello.- Aprovecha tu tiempo mientras puedas.
 
Un estruendo nos hizo salir de nuestra burbuja de amor para hacernos caer en cuenta de la cruda realidad.
 
 
- No... Otra vez no.
 
- ¿FIN? -

Notas finales:

Después de haberla editado y todo me ha entrado asco... Creo que antes escribía mejor y ahora me he vuelto en toda una vaga (? Anyways, espero que les haya gustado. Si les gustó y desean dejar un review pueden hacerlo y tal.

PD: Tal vez le haga una secuela e_é


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