Al paso del tiempo, Kotaro y yo nos hicimos muy apegados y cada momento que pasaba con el era valioso para mi, mis sentimientos por el se hacían mas fuertes y no me quería apartar de el, ademas de que el verano casi acababa y pensaba ocuparme pasando unos ratos con el. Un día muy tarde por la noche mientras me encontraba en mi casa aburrido recibí una llamada de Kotaro, lo notaba algo raro y era como si estuviese en problemas, salí corriendo de mi casa hasta llegar a un bar en medio de la calle central, al entrar vi que Kotaro estaba sentado en un banquillo en una de las mesas, tenia dos grandes tarros en cada uno de sus lados y parecía totalmente ebrio, me acerque hasta el preocupado y le dije.
“¿Estas bien?...“
“S-si...“
“Pero... ¿Para que me llamaste?“
“Bueno... Necesitaba hablar contigo“
“¿Aquí?“
“No-no, en mi casa pero apenas si me puedo levantar“
Kotaro parecía avergonzado al parecer necesitaba que yo lo llevara hasta su casa... Me levante de la silla y lo tome de uno de sus brazos y comenzamos a caminar hasta la puerta mientras yo lo llevaba a rastras, al salir este daba pasos temblorosos y no parecía querer caminar así que decidí subirlo a mi espalda, sabía que era mas alto que yo y un poco mas pesado pero aun así lo hice. Eran como 3 calles de el bar hasta la casa de Kotaro, no era muy lejos pero este se quejaba mucho, no sabía si era por el alcohol o por su arrogancia pero aun así continué sin darle paro alguno.
Por fin había llegado a su casa y este había dejado la puerta abierta (sin llave) lo cuál era raro, entré y lo deje en un sofá de la sala y me senté, quería ver para que este me había llamado pero Kotaro se había quedado totalmente dormido e incluso soltaba fuertes ronquidos, ya que no había mas remedio decidí ir a buscar unas sabanas y arroparlo...
Al día siguiente sentí una fuerte embestida que hizo que abriera los ojos rápidamente, al despertar el lugar estaba totalmente vació pero un leve aroma un tanto delicioso flotaba en el ambiente, al darme la vuelta vi que provenía de la cocina ese aroma así que me levante y quise investigar, me asome de reojo por la puerta y vi que era Kotaro el cuál se encontraba cocinando usando un delantal amarillo con bordes rojos, este no llevaba camisa y usaba unos shorts cortos, me acerque hasta el y le dije.
“Kotaro...“
Este se exalto al oir mi voz y dio un leve salto.
“Oh solo eres tu Gou... ¿Sucede algo? ¿Dormiste bien?“
“¿Eh? Oh si dormí bien... pero...“
“¿Pero?“
“¿Para que había sido la llamada de anoche?“
“¿Llamada?... mmm no recuerdo haber hecho una llamada anoche“
“Si lo hiciste pero estabas ebrio“
“Oh entonces debe ser por eso que no recuerdo nada, eso explica por que apareciste dormido en uno de mis sofás“
“Si.. Bueno pues tengo que irme, adiós“
“¡Espera! No te vallas“
“Emm“
“Vamos quedate un rato mas, solo para desayunar“
“Bueno, si tu quieres pues me quedo“
Este tomo dos platos y comenzó a servir la comida en ambos platos, sirvió un poco de jugo y llevo todo a la mesa, tome un tenedor y comencé a comer, realmente me había sorprendido su sabor... era un asco pero aun así sonreí y lo mire feliz, intente tragarme todo hasta que ya había terminado tome ambos platos e insistí en limpiarlos. Todo era normal y corriente hasta que sentí que Kotaro me había abrazado, era extraño lo admito y aunque en parte me alegraba me era totalmente raro, me di la vuelta y le dije.
“¿Sucede algo?“
“Emm pues si... aquella llamada de ayer pues, era para decirte algo“
“¿Algo? ¿Como que?“
“Gou... la razón por la que no quiero que te vallas... la razón por la que te llame tan tarde fue... que quería confesarte que yo...“ Este había soltado leves lagrimas y parecía que lo que me quería decir era muy serio.
“Kotaro, en serio ¿Que sucede?“
“¡Gou yo te amo!“
Este se lanzo bruscamente hacía mi y me dio un tierno beso, era repentino no tenía idea de que el sintiese eso por mi pero así era... y estaba muy feliz por ello pero... lo separe de mi. No se por que, pero lo hice, sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos solo por hacer eso y le dije.
“Kotaro... lo siento pero... no... eres la primera persona que se que me ama y yo también te amo pero hay algo que también debo decirte... decidí ir a estudiar a Osaka y bueno... no se si volveré“
“¿Que?, ja... creo que tarde mucho en decírtelo ¿no? El verano casi acaba y pronto te perderé“
“Si... el verano se acaba, pero...“
“¿Pero?“
“Pero esto es ahora“
Lo tome firmemente de las caderas y lo dirigí hacía mi para darle un tierno y suave beso, podía sentir como nuestras lenguas se tocaban y nuestras manos se entrejuntaban acercándonos un poco mas, al separarnos para tomar un poco de aire pude notar que un leve hilo de saliva había quedado en nuestras bocas y solo me daban ganas de besarlo aun mas, este comenzó con leves toques en mis pezones pellizcándolos y mordisqueándolos lo cuál se sentía muy bien, mi corazón palpitaba muy fuerte y el de Kotaro también no quería alejarme de el nunca y menos en este momento, empecé a lamerle un poco el cuello y a besarlo lentamente mientras quitaba su camisa y el la mía, luego de un rato de juegos y besos ambos habíamos quedado en ropa interior, este estaba manoseando mi pene y podía sentir como este reaccionaba a sus toqueos, este fue retirando lentamente mi ropa interior hasta dejarme totalmente desnudo, cuando me dijo con una voz muy seductora.
“Valla Gou, estas totalmente mojado por aca abajo ¿No?“
“Si...“ Era la primera vez que hacía esto y era nuevo para mi.
“Vamos no estés nervioso, haré que te sientas bien“
Este tomo mi pene y comenzó a lamerlo lentamente, me respiración se hacía mas y mas fuerte al igual que mis latidos, estaba totalmente duro y era como si fuera a explotar, derrepente pude sentir una extraña sensación en mi parte posterior, era frio y mojado hasta que me di cuenta que este había introducido uno de sus dedos allí, di un leve grito el cuál fue callado cuando Kotaro me dijo “Tranquilo, relajate un poco y no dolerá“ intente hacer lo que este decía pero era imposible me dolía y bastante, derrepente este fue introduciendo uno mas y así fue hasta darme cuenta que ya había introducido tres, en algún punto el dolor se fue convirtiendo en placer hasta que pude sentir que algo mas grande se había introducido en mi ano, era el pene de Kotaro y se sentía muy bien, estaba caliente y palpitaba parecía que el estaba muy excitado, se acerco y me dio un leve beso y dijo.
“¿Estas bien? Si quieres puedo esperar un rato hasta que te acostumbres“
“No... no quiero, vamos ya llegamos hasta aquí no quiero que pares por nada del mundo“
“Bien... eso era lo que quería oír“
Comenzó con movimientos lentos y entrecortados, después con unos mas rápidos y fluidos hasta llegar a un punto en el que me embestía ferozmente, aquél placer era inmenso y aunque dolía un poco no le daba importancia, solo me importaba que estaba allí con Kotaro haciéndolo feliz y el ami... Este retiro su pene y lo dejo fuera para así acabar en un orgasmo mutuo dejándonos a ambos agotados y tirados en medio de la sala. Aquél día dormí firmemente hasta las 3 de la tarde sin alejarme de Kotaro en ningún instante...
Un par de semanas después, yo me encontraba sentado esperando mi tren hasta Osaka para irme y no volver jamas, mi tristeza era obvia ya que me iba a alejar de la persona que mas amaba, mire hacía abajo desconcertado y comencé a llorar sin remedió alguno, hasta que oí aquella voz... aquella voz que hacía que estuviese feliz, mire hacía arriba y mire a Kotaro el cual me veía con alegría y amor, se sentó a mi lado y me dijo.
“...Gou, se que tal vez no nos volveremos a ver, pero si fuese así ten...“ Este me entrego en mis manos una foto de nosotros en la playa comiendo un par de helados.
“Kotaro... gracias, tal vez vuelva o tal vez no, pero mi amor por ti siempre existirá y si llego a volver lo primero que haré sera encontrarme contigo... lo prometo“
“Se que sera así ademas eso no es lo único que te llevaras“
“¿Así?“
“Si“
Este me tomo de la nuca y me dio un tierno beso, mis mejillas se ruborizaron e hizo que brotaran unas pocas lagrimas, sonreí y le bese la frente y me despedí, el decir adiós me partió el alma y dejarlo atras el corazón...