Días después de wold war hulk.
En la mansión x. el profesor charle Javier miraba por una ventana viendo sus alumnos jugar en el jardín. Se escucha la puerta abrirse.
-profesor? – escucha la vos de su alumna, emma. –quería hacerle una pregunta que me ha estado inquietando por estos dos días.
-pregunta, emma – se voltea para ver a la telepata de frente.
-por simple curiosidad. Cuando ese hombre, digo, el dios de dorada melena vino para ayudarnos contra hulk. Escuche la conversación que tuviste con él y… ¿tú sabes donde él esta porque no le especifícate donde se encuentra?
Xavier inhala y luego exhala. Mira otra vez por la ventana. – Lucas… fue mi primer estudiante y al no tener el gen x lo vuelve especial. Me preocupo por todo los alumnos de la escuela, incluyendo a los que se marcharon. Deseo que sea feliz… pero temo por su pasado que no lo dejara en paz. – regresa su vista a la chica. – Ese dios es todo lo que le recuerda a su vida anterior, pero tampoco puedo ser egoísta. No soy precisamente la persona exacta para juzgar a quien debes amar. – ( mhhh? Se referirá a alguien? Posible futuro romance?)
Continúo hablando. – pero también conozco la terquedad de mi alumno. Si así me aseguro que regrese a su ciudad natal de una pieza, entonces es mejor que estén juntos. Respecto a porque no le especifique? Bueno…
Quiero tomarlo aprueba.
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“Bienvenido a Oklahoma. Vecinos de los dioses escandinavos”
Ya estaba anocheciendo y las primeras luces de los poster de apoco se prendían. Las calles del pequeño pueblo se encontraban desoladas ni un alma rondaba en el lugar. Nadie excepto, un muchacho un poco regordete de gorra roja zapatillas del mismo color, pantalones azules y un polero café claro. Caminaba por las frías calles mostrando una cara de despreocupación total y cansancio por toda la jornada de trabajo en su pequeño local de comida frita cuando entonces al doblar por una calle se encuentra con un joven de cabello rubio un poco, las facciones de su rostro como en el físico eran un poco femeninas y por la capa que lo cubría la mitad de su cuerpo no sabía que llevaba, pero lo que se podía ver su prenda que vestía era casi igual a la vestimenta que los nuevos vecinos que se mudaron al pueblo usaban. ¿Será uno de esos dioses? Se pregunto.
-he. Hola! – dice sobresaltado al encontrárselo de la nada.
-buenas noches. – por alguna razón el chico de gorra roja se puso un poco nervioso al escuchar su voz. – es una linda noche ¿no lo crees?
-sí. Eso… eso creo. – el chico de cabello dorado se lo queda observando un poco interesado en el humano.
-yo nunca pensé volver a ver las estrellas. Es extraño porque los dioses vivimos con las estrellas, siempre estamos observando lo que sucede debajo de nuestros pies. – dio un pequeña pausa. – me llamo adlek, hijo de la luz y los cielos. ¿Y tu nombre es?
-bill de bills. Digo mi abuelo fue el gran bill, mi padre el pequeño bill y yo soy bill junior. Si suena algo estúpido mi nombre. – se estaba poniendo en ridículo delante del muchacho.
-para nada. Tu nombre viene del William. Años atrás conocí a un rey llamado con ese nombre. Bueno fue un agrado en conocerte pero se hace tarde y debo volver. – cuando estaba por partir el chico de la gorra roja…
-espero ¿Cómo es arriba?
-?
-digo ¿Qué se siente estar allá arriba?
-ho. Se siente maravilloso, aunque eso no importa el lugar donde uno este siempre y cuando te sientas a gusto. Nosotros, los dioses, dentro de los muros, nos preguntamos que se siente estar ahí abajo. Ahora que satisface mi curiosidad as lo mismo tu también. Deberías pasarte un día de estos y confirma que se siente estar arriba. Nos vemos caballero William. – el joven se marcha desapareciendo en la oscuridad.
-adiós.
En la nueva asgard.
- Heimdall. ¿Cuántos hermanos han vuelto? – balde, el soldado más valiente de asgard, dirige su presencia ante el portero de la ciudad dorada.
-estimo que unos quinientos dioses han despertado de su sueño; a todos les indique como regresar a la ciudad dorada. Puede que algunos les cuesten como regresar, pero aun así… - mirando debajo de la torre ve que un nuevo asgardiano acaba de llegar. – ellos vendrán. Por cierto. – cambiando de tema. – ¿Cómo esta nuestro señor?
-durmiendo. – una tercera vos se escucha para participar en la charla. Se trataba de lady loki. – de hace dos días que ha estado descansando. En traer a la vida a todos esos dioses casi le cuesta la vida. Muy arriesgado e imprudente, debió pensarlo mejor.
-sé que es cierto que nuestro señor se anticipo en hacer esto, pero lo hizo con buenas razones.
-¿y qué razones serian esas para dar todo por un golpe y no ir en busca de cada dios por toda midgard?
Balde, no sabía que responder ante la pregunta. Sin embargo, no había que pensar mucho sabiendo que thor era un poco imprudente. Cuando le estaba por responder…
-hola! Hay alguien! – afuera de los muros. Un hombre de mediana edad, cabello café corto y de ropa un buzo alza la voz para quien sea que viva en el castillo le responda. Se trataba del colega de Lucas, Robert Johnson.
- ¿seguro que es aquí? – le pregunta al asgardiano que trajo de áfrica.
-te oímos fuerte y claro. – dijo, Heimdall, asomándose. – ¿Qué deseas hombre de midgard?
-he si… busco a un señor, he… - saca un papel de su bolsillo. –… tod...? –Trata de leerlo, pero su letra no se le entendía. – Creo que así se hacía llamar. En fin ¿él esta?
-de quien buscas ¿no será de nuestro señor del trueno, thor? – pregunto el guerrero que venía con él.
-sí, ese mismo. ¿Él está?
-por el momento no requiere de ser molestado. – dijo balder. –diga su asunto y le entregaremos su mensaje.
-mire, vengo por parte de mi amigo a dejarle un recado y necesito hablar con él que es urgente y debe ser… - mira el reloj de su mano derecha. – ahora!
-qué clase de imprudencia es esa. No puede referirse así a nuestro rey. – dice su acompañante.
El otro lo quedo mirando. – no sabía que a Lucas le gustara los princesos. ¡Escuchen! – volvió hablarle a los que se encontraban en asgard. – solo quiero hablar con su rey y decirle que “Lucas” se encuentra bien, y también...
-espera. – dijo balder.
Dijiste ¿Lucas?
--- Dahran, áfrica. Campamento del lado norte. ---
-“Los verbos se con juegan de las siguientes maneras…” – hablando en español, Lucas, estaba haciendo clases en el intemperie a cuarenta y cuatro personas entre ellas niños de diferentes edades y adolecentes.
Escribía con un trozo de tiza en una pared de ladrillo, era con lo que podía contar para escribir la materia. Iniciaba su primera clase con algo básico de la lengua española, pero entonces se escuchan disparos que provenían del campamento. Dio la señal de agacharse. Toma su arma que se encontraba un costado de la pared y por la radio le indica que cinco guerrilleros venían hacia donde él se encontraba.
Miro a los niños; debía actuar rápido. Recargo su arma y…
-“escuchen.” – Esperaba que esto funcionara de todo bien. – “tengo un plan…”
-tú eres ¿Robert Johnson? – pregunta por curiosidad, thor. Devuelta en asgard.
-¿me conoces? – alzo una ceja.
-no. me dijeron que tú eras el único que sabe dónde puedo encontrarlo.
-bueno eso corta un poco las presentaciones. Mira, mi vuelo a new york esta por despegar dentro de una hora así que – le entrega un papel. – ten.
-¿Qué es esto? – lo recibe.
-un mapa de Dahran, áfrica. Dentro esta la localización donde él se encuentra y… será mejor que te marche. A muy temprano él se fue a la zona norte y no es un bonito lugar que digamos.
Dicen que haya la gente muere mas rápido.
-“la estrategia funciono”. – Dice el pelinegro corriendo a toda velocidad por la jungla siendo perseguido por los cinco mercenarios. – “debo hallar la forma de zafarme de esos tipos” – el ruido de un disparo y sentir la bala rozando su piel. – “si muero antes de ver a thor… – escucha otro disparo. – “espero que en valhalla sea bien recibido”
Pasa unos minutos de persecución hasta que por el camino logra perderlos.
-“esto aun no termina. Espero que los niños se encuentre bien.” – saca su mapa de su bolsillo. Lo despliega en el suelo. –“si mis cálculos son correctos camine uno dos kilómetros del campamento. La única forma de devolverme es usando la ruta del rio.” – pero lo complicado era que en el mapa le indicaba que había una zona con poca vegetación cerca del rio. Debía tener cuidado por optar la ruta más fácil o regresarse por donde corrió.
Saco su brújula – “espero no equivocarme con mi elección.” – Opto por el rio.
A toda prisa va hacia el este; a lo lejos escucho agua corriendo. Solo unos pasos más y ya podía salir de la jungla. Pero entonces
Se escucha un disparo…