Ritsu Pov
¿Se puede amar a alguien sin nunca antes haberlo visto? ¿Se puede llegar a saber cómo es una persona sin jamás haber teniendo una conversación de frente? ¿Qué tantas mentiras te dirán por el teléfono? Son las preguntas que a diario rondan en mi cabeza rezumbando sin permitirme respirar con tranquilidad.
Sé que suena tonto, loco, irresponsable hasta cierto punto, mantener una relación con un desconocido que conocí en una página de chat anónimo una tarde que me encontraba aburrido sin tener nada más que hacer.
Sin saber que mi vida cambiaría por siempre decidí ingresar al sitio de chat para contactarme con un par de desconocidos bajo el apodo de “Oda”, fue ahí en donde conocí a mi actual pareja Haitani Shin, quien vive en la capital de Japón, de quien estoy perdidamente enamorado, solamente tengo una foto que él me ha mandado en una ocasión por su celular, a pesar de eso no concibo un día sin su melodiosa voz.
Yo no soy de las personas ingenuas que creen en el verdadero amor, sin embargo, este hombre ha destruido cada una de mis creencias logrando que mi corazón se derrita por esos tiernos gestos que tiene conmigo, por la manera en cómo me envió una caja llena de rosas para mi cumpleaños, por cómo me manda sus notas de voz antes de algún examen o entrevista de trabajo, como me consuela con mis problemas, esas infinitas proezas de amor que tiene conmigo de forma desinteresada solamente para hacerme sonreír son las que me conquistaron y me enseñaron la verdad de lo que había tras sus poemas.
A él no le oculto nada, es la luz que ilumina todas mis mañanas, la fuerza que me impulsa a seguir adelante, el perfume que llena toda mi alma, las acarameladas declaraciones que me apenan solo para sacarme una pequeña risa.
Aunque al principio empezamos solamente como amigos esta situación cambio el día en que se me confeso, en ese entonces no me parecía muy prudente tener una relación con un desconocido, sin embargo, el mayor es alguien sumamente especial, me atrevo a decir que es el hombre de mi vida, mi alma gemela, el que lograra que todo mi ser se estremezca con un tacto.
No existe instante en que no me imagine ¿Cómo será estar con él? ¿Cómo será su temperatura? Fantasías que me permito tener cada momento de mi vida al escuchar con consternación su melodiosa voz la cual actúa como un consuelo para mi espíritu, aquellas sonatas que lo apacigua acunándolo entre sus brazos aunque no podemos entrelazar nuestras miradas.
Una conexión así solamente se logra una vez en la vida, es por eso que decidí dejarlo todo; renunciar a mi empleo, entregar mi departamento, abandonar a mis amigos y familia para irme a vivir a la capital a conocer al amor de mi vida.
Aunque no tenga mucho dinero he logrado contactarme con alguien que me podría dar un arriendo de departamento al menos por un par de meses, antes de que yo y Haitani nos vayamos a vivir juntos, antes de que nuestra verdadera historia de amor comience, suspire bastante iluso y risueño perdido en mis propias fantasías.
Nunca imagine que estaría tan idealista por tener a alguien entre mis brazos, no obstante, al llevar medio año de relación cada minuto me desespero más al no tener la seguridad de como seria estar con esa persona, me aterra que la conversación deje de ser tan fluida como por teléfono si nos conocemos, ya que estoy seguro que mis nervios atacarían mi cuerpo impidiéndome que las palabras escapen de mi garganta, aun siendo consciente de esto, este viaje es un riego que quiero correr.
Deseo besar sus labios y vivir mi primer enamoramiento con toda la desbordante pasión que este implica, con todas las frases cursis que los novios se dicen, con los abrazos, quiero que tengamos aniversarios, celebrarle el cumpleaños, tener que preocuparme por esas pequeñas cosas, ser la causa de su sonrisa como él dé la mía, solté una pequeña risa al encontrarme perdidamente enamorado del peli rojo.
Guarde mi última maleta para dejar mi departamento vacío, sonreí dándole paso a una nueva vida que estaba a punto de comenzar, antes de salir de mi antigua casa escuche como mi canción favorita sonaba mientras mi bolsillo empezaba a vibrar.
Tome el teléfono entre mis dos manos soltando un gran suspiro de aire, intentando esconder mi emoción al ver el número que marcaba la pantalla, pese al paso el tiempo mi reacción sigue siendo tan infantil como la primera vez.
“¿Hola?” Me abofetee el rostro ante mi nerviosa y temblorosa voz con tan solo una palabra provocando la risa del mayor.
“Ritsu amor, no tienes por qué temblar” Declaro apenándome ante lo obvio que resultaban mis acciones.
“Perdón pero me siento muy emocionado de irme a vivir a la capital para poder conocerte finalmente” Proclame efusivamente sintiendo como mi corazón se aceleraba con rapidez ante cada una de mis frases.
“¿Con quién te vas a hospedar?” Mordí mi labio inferior intentando hacer memoria del nombre en el anunció del periódico.
“Hiroki Kamijou, es un conocido” No mentía al recordar que hablamos por teléfono para programar la entrevista en la cual él vería si yo era un compañero de cuarto apto, aunque las cosas funcionaran así si me rechaza no tendré a donde ir, ni tampoco el dinero para hospedarme en un hotel, por lo que me esforzare por dar una buena impresión en esa dichosa entrevista, solo espero que nos llevemos bien.
“La verdad puede que esto suene torpe porque llevamos saliendo bastantes meses pero me tiene nervioso nuestra primera cita” Mis mejillas se calentaron al escuchar como con esa adictiva voz susurraba palabras tan provocadoras a mi oído, sonreí al compartir sus miedos de igual manera dispuesto a enfrentarlos juntos.
“También me da recelo que te decepciones de como soy” Confesé con la mirada perdida en un punto fijo del piso de mi habitación.
“¿Pero qué dices? En la foto que me mandaste te veías muy lindo con esas orbes verdes que tienes para cautivarme” Apreté con fuerza mis ojos reprimiendo las emociones que salían a flor de mi piel, tengo tanta suerte de haber encontrado a alguien tan dulce como lo es mi pareja, definitivamente estoy muy enamorado de él.
“Por favor no me digas esas cosas tan vergonzosas de frente o me iré corriendo del restaurant” LE pedí con seriedad temiendo el peor escenario posible, mi cuerpo se relajó al escuchar la armónica risa del mayor.
“Pues si eso pasa déjame al menos tu zapato de cristal para que te persiga” Con cada una de las palabras que me susurra en el teléfono, de sus risueña risitas, de sus tímidos suspiros, de sus quejidos, sus besos de buenas noches, simplemente con cada una de las acciones que me envía con su voz, logra que mi mente sea solamente ocupada por ese maravilloso hombre al que tuve la fortuna de conocer.
“Hablo enserio” Musite alegremente “Nos vemos allá en un par de días mi idiota” Musite con dulzura acercando el teléfono a mi rostro como si de su suave y varonil mano se tratara, ansió que él me acaricie por primera vez.
“Te amo Ritsu, cuento los segundos para verte” Inspire dejando que el éxtasis y la pasión recorrieran toda mi sangre y mi cuerpo ante esas delicadas confesiones, las cuales florecían en mi interior endulzando con cada respiración mi mundo, alejando el mal de mí ingenuo mirar y protegiéndome de todo el daño.
“También te amo” Conteste apenado colgando mi teléfono para agarrar mis maletas y subirme al taxi, el cual ya lleva bastante tiempo estacionado.
En todo el viaje al aeropuerto no pude dejar de suspirar por la conversación que habíamos tenido hace un par de minutos, como anhelo poder ver esos hermosos ojos marrones rojizos, como quiero ser testigo de la manera en que sus labios se mueven dejando escapar esa música que tanto me gusta, deseo rosar nuestras manos por accidente, conocer sus manías en persona y declararle mi amor observando las estrellas abrazados debajo de estas.
AL llegar al aeropuerto le pague al taxista con un billete al azar ingresando a la gran institución para formarme en la fila correspondiente de mi vuelo, me sobresalte al ver a mi amigo esperándome con una sonrisa nostálgica, sin pensarlo dos veces corrí hasta su lado permitiendo que me envolviera con sus finos brazos mientras que los míos lo rodeaban con desesperación intentando memorizar su esencia.
“¿De verdad te vas a ir por un desconocido?” Me pregunto con preocupación el menor separándose lentamente de mi cuerpo.
“Lo siento Shinobu, cuando uno se enamora el corazón es el que te manda a los lugares, creo que mi razón está en un profundo sueño del cual no quiere salir” El rubio me sonrió tímidamente posando su mano en mi frente.
“Definitivamente no tienes fiebre, solo estas enfermo de amor, Ritsu he tenido que soportarte demasiado tiempo hablando cursilerías sobre lo maravilloso que es tu novio, si quieres viajar medio país para ir a conocerlo hazlo, no te detendré, te apoyare como tu amigo” El más bajo me regalo una mirada llena de un infantil e inocente brillo, me sentía agradecido por su infinito apoyo ante mis locas ocurrencia.
“Te llamare cada día” Musite apretando con fuerza mis maletas como si estas me ayudaran a retener la tristeza que me daba tener que dejarlo acá.
“Ja, ni que fueras mi novio” El más bajo me revolvió los cabellos para después levantarme el mentón y entrelazar nuestras miradas “Hablando enserio, si él resulta ser una estafa o te lastima quiero que te devuelvas y vivas en mi departamento, no tienes porque sentirme obligado a permanecer donde no estas cómodo, no creo que eso de las relaciones por internet funcionen por eso ten mucho cuidado con quien te metes”
“Si, prometo volver si algo sale mal” Antes de que mi amigo me pudiera responder escuche como llamaban al número de mi vuelo, las palabras se hicieron irrelevantes en ese instante, solamente nos limitamos a abrazarnos deseando que el tiempo se detuviera para nosotros y de esa manera pudiéramos permanecer así por siempre.
“Por favor ten cuidado Ritsu” Acaricie con nostalgia la mejilla del menor para alejarme caminado hacia el avión.
EL que nada arriesga nada gana, tengo una relación con un hombre perfecto que vale la pena, está bien que lo deje todo atrás por él, no tengo porque sentirme culpable, ya que ahora comienza una nueva travesía que marcara mi historia por siempre.
Hiroki Pov
Ser toda una vida el número uno debería sonar como algo extremadamente agotador, me debería sentir sumamente infeliz por la manera en como el tiempo no me sobra al estar siempre estudiando para ser un sobresaliente, siempre ocupado, siempre leyendo solitario en los vacíos pasillos de mi existencia.
No obstante, esa no es mi situación, siempre pensé que si yo era capaz de estudiar lo que me apasiona en la vida esto no debería ser una carga para mí, sino una recompensa, hoy soy testigo orgulloso de esas afirmaciones que viví en carne propia.
Aunque todo el tiempo me encuentre escaso de lo que los demás llamarían “Vida social”, soy una persona sumamente feliz con cada clase que atiende, con cada libro que lee, se podría decir que estoy enamorado de la literatura, ya que esto es lo único que anhelo poder respirar, y ver cada instante de mi existencia.
Porque cuando leo es una sensación indescriptible la que se desata, la admiración que siento por quienes lo ejercen, las emociones que explotan en mi interior al examinar un par de palabras que sin saberlo cambian mi manera de ver el mundo por el resto de la eternidad, esas cosas son las que me impulsan a ansiar hacer la diferencia.
Esa misma pasión que me impulsa es la que de igual forma me ha condenado a aislarme un poco del resto, soy de escasos amigos al poseer un carácter bastante difícil con el cual se debe tratar, soy bastante irritable y no me esmero por esconderlo o por ocultar mis verdaderas emociones, cuando algo me discuta no logro evitar ser sumamente directo hasta llegar al punto de ser cruel sin tener la intención.
También esa misma fascinación que poseo es la que me ha guiado a la difícil situación en la que me encontró atrapado, jamás medí bien las consecuencias con las cuales me enfrentaría, simplemente me deje llevar cegándome por mis impulsos momentáneos.
Suspire agotado viendo con tristeza la enorme factura entre mis brazos, gaste demasiado en libros, en cursos de capacitación , en suscripciones a la biblioteca, en almuerzos preparados para tener más tiempo para leer, en convecciones literarias, en charlas, y la peor parte es que deje que todos estos se acumularan en el mismo mes, es por eso que ahora debo compartir mi preciado espacio con alguien más para poder cubrir todos los préstamos, además estos gastos se juntaron con la mensualidad de la universidad dejándome en una calle sin salida, en la que sino pago me quedare sin estudios.
Sé que puede llegar a sonar exagerado todo lo que hago, pero ¿Es realmente dañino si me hace feliz? No es mi problema si al resto le molesta mi forma de ser yo no cambiare porque me miran con desagrado.
Porque yo sé perfectamente quien soy y lo que quiero conseguir en la vida, cosas como la amistad y el amor pasan a segundo plano en mis intereses, lo único que deseo es cumplir con el pronóstico que yo mismo planifique meticulosamente para cada etapa de mi existencia, garantizándome cumplir con todas mis expectativas.
No me interesa llegar a ser hasta frío por mi manera honesta de expresarme, si los demás se siente conformes con una vida llena de mediocridad eso no quiere decir que yo me resignare a lo mismo, porque aspiro a ser más, a ser mejor, a tener mis sueños entre mis manos para fundirme con ellos hasta hacerlos realidad, no me daré por vencido.
Por eso, está bien si me tengo que sacrificar con las comodidades para ganar algo de dinero que me ayude a cubrir los vicios en los que me metí, aun sabiendo esto, no me arrepiento de mis gastos, cada una de las páginas que mis ojos vislumbraron valió la pena al derrumbar de a poco todas mis creencias hasta transformarse en mi biblia, en la poesía que recita mi alma atormentada.
Aunque no pueda exigirle a mi inquilino una manera de ser, quiero que al menos me ayude con las cargas en lugar de darme más peso extra, que se mantenga en su espacio respetando mi distancia, que nos turnemos con las tareas del hogar y el transporte podamos compartir y que su personalidad no sea muy irritante.
Cuando el tal Onodera Ritsu llegue para su entrevista espero que congeniemos, sino es ese el caso me veré resignado a seguir buscando un acompañante para hacer mi día a día algo menos desagradable.
Inhale intentando relajarme al mover de la habitación de invitados las pesadas cajas llenas de valiosos tesoros literarios, los cuales esconden secretos ansiosos por que los descubran, relatos que aclaran la manera de ver la realidad, emociones que nunca antes sentirás en tu cuerpo, aquellos libros que destruirán todo lo que eres para convertirse en lo que ellos quieren que tú seas, en otra versión de ti mismo.
Me sentía un poco apenado al dejarle tan poco espacio a mi nuevo compañero, no obstante, no existe otro lugar en donde pueda almacenar mis pertenencias, supongo que si quiere vivir conmigo se tendrá que adaptar.
Revise en mi bolsillo mi teléfono al sentir como este comenzaba a vibrar, solté un cansado suspiro al ver el número de Onodera en la pantalla por alguna razón el tono de voz que este mocoso utiliza me resulta bastante irritante.
“Diga” Declare con la voz cortante deseando que esta forzada conversación durara el menor tiempo posible para regresar a mis quehaceres y no atrasarme más de lo que estoy en las tareas que debo cumplir al recientemente estarme convirtiendo en un practicante de profesor de literatura, hecho que me hace sumamente feliz porque me ayuda a estar un paso más cerca de las metas que me he planteado.
“Soy yo, Ritsu” Rio divertido el menor soltando un risueño sonido que logro que una mueca de desagrado se formara en mis labios, se nota a kilómetros que el chico esta enamorado, no es que odie el amor, pero si detesto el estado en que pone a las personas; todo el día sonrientes y despistadas, espero que no sea un inútil.
“Si, lo note por el número de tu teléfono en el mío” Proclame sarcásticamente seguramente poniéndolo más nervioso.
“Yo quería corroborar la hora de nuestra entrevista” Musito Ritsu con timidez en su voz, logrando que mis gestos se relajaran un poco más.
“Me dijiste que tu vuelo salía a las once de la mañana, así que al final nuestra reunión quedo agendada para las dos de la tarde” Le recordé leyendo la hora que tenía anotada en mi mano para no olvidar ese detalle.
“Es que, el vuelo salía a las nueve, no a las once por eso estaré en tu dirección en unos cuantos minutos más” Rio divertido el menor logrando que mi ceño nuevamente apareciera al igual que la furia en mi voz.
“¿COMÓ QUE EN UNOS MINUTOS MÁS? AUN NI SI QUIERA TERMINO DE LIMPIAR TU HABITACIÓN, NO PUEDES VENIR A VERLA” LE grite molesto por los parlantes, entrando en pánico al ver las miles de cajas que debía organizar.
“No me importa que el lugar este sucio” Aquel inocente comentario logro que mi rabia se desencadenara.
“NO ESTA SUCIO SOLO DESORDENADO” Me defendí con determinación “ADEMAS NO QUIERO QUE VEAS MIS COSAS, ES SOLO UNA ENTREVISTA NO TE DES EL PODER PARA VIVIR CONMIGO SIN CONOCERME MOCOSO INSOLENTE” Pude escuchar como el más bajo pasaba con dificultad la saliva a través de su garganta.
“Lo lamento mucho, de todas forma estaré ahí en veinte minutos” Antes de que le pudiera reclamar el teléfono se cortó.
Con impotencia apreté mi aparato entre mis manos sin poder imaginar cómo ese irritable muchacho y yo podríamos llegar a congeniar en un mismo espacio sin que nuestras personalidades chocaran causando una gran explosión en el edificio, él es un irrespetuoso que me insulto y se dio más poder del que merece, además de que altero mi organizada agenda logrando que todo mi día se vuelva un caos por ese traslado de horas.
Definitivamente él va a causarme muchos problema de los cuales no sé si quiero llegar a ser participe.