Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi último mensaje por kiriyo

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola!

Notas del capitulo:

:3 Primero quiero decir que me encanta Loki y no me pude resistir a hacer un Fic de él. Aunque la pareja que utilicé no me agrada del todo, pero me pareció la más adecuada. :3

Y segundo; disfruten del one-shot.

Tu lugar es aquí, siempre ha sido aquí; con tu familia. No en la Tierra, no en Jotunheim, en Asgard. En donde nuestros recuerdos permanecen, bajo las sombras de dos príncipes cumpliendo con las normas morales, frente a nuestros padres, frente a nuestro pueblo. En donde la conducta que mostrábamos  era un pecado, los sentimientos encontrados y demostrados un error, algo que jamás debió existir. Las noches en las que nos entregábamos el uno al otro sin recelo eran de ensueño, todavía recuerdo con anhelo tu voz… Tu voz proclamando el ferviente amor innato.

El miedo que sentíamos de ser descubiertos, el constante palpitar de nuestros deseos encontrados debían ser reprimidos. Pero el arrepentimiento, nunca llegó.

Nuestros recuerdos de aquellos días deben ser enterrados, ocultados con suspicacia. En donde nadie, ni nosotros mismos, puedan ser capaces de explorar aquella época de felicidad e inocencia, aquella época llena de pasión, mis recuerdos deben ser borrados con vehemencia, antes de que me atreva a acercarme de nuevo a ti. ¡Que me lleven al Hell! ¡No puedo permanecer un día más sin estar a tu lado!

¡El hecho de pensar que estarías muerto, me carcomía el alma! Pero aquí estas, de nuevo en tu hogar, ¡Por todos los dioses estas otra vez conmigo!

Ahora vuelves a clamar mi nombre, una y otra vez. Pero no con suspiros, no con cariño y sin amor. Lo haces con saña y malicia, profesas el odio que me tienes. Y ahora, yo estoy aquí ¡muriendo porque me prestes un poco de atención! ¡Qué no profeses el odio que supuestamente sientes!

¡Yo sé que no me odias! Quiero volver a ver esa sublime sonrisa que me derrite el alma. Pero la que me muestras ahora está llena de arrogancia y rencor. Recuerdo cada segundo de mi existencia, el día que Padre de todo, Odín, nuestro padre, me llamó y después de una larga plática mencionó el verdadero motivo por el cual estaba en aquel lugar; Tú no eres mi hermano.

¡Ahora no tenían por qué ver nuestro amor con aberración! Pese a aquella declaración, nunca te consideré mi hermano y sé que tú tampoco lo hiciste conmigo.

Pero como debió ser desde un principio estás aquí. Y en éste lugar te quedarás, no pienso dejarte ir, no ahora.

Loki

Menciono tu nombre innumerables veces al día, no puedo hacer otra cosa. No mientras tú sigas en aquel maldito encierro, ¡Quiero ir contigo y abrazarte! Quiero escucharte decir; Thor, yo te amo.

—¿has venido a humillarme?, ¿A restregarme en la cara que tú y tu circo de mortales me vencieron? —mencionó con saña y una sonrisa burlesca pintada en su rostro.

—¿Podrían retirarse? —pregunté a un par de guardias

—No podemos, nuestras órdenes son claras —dijo con firmeza uno de los guardias, pero otro le tocó el brazo y susurró algo al oído.

Enseguida ambos se retiraron, y Loki seguía viéndome con frialdad ¡me voy a volver loco, si no es que ya lo hice! , no sé qué espero conseguir de esto.

—Loki —mencioné perdido en sus ojos esmeralda—. ¿Has renunciado?

—Thor, sabes que lo que hicimos fue una tontería, nunca debió pasar —dijo frívolamente, mientras hacía movimientos con su mano, siempre tan elegantes y majestuosos.

Su andar era el de un gato, escondiéndose en las sombras, actuando con cautela… Dispuesto a atacar si hacía algo que lo ameritaba. Caminado lentamente en su prisión, sopesando cada paso, pero su maldita mirada fija en mí, sus bellos esmeralda brillando con odio genuino. Ya no hay nada en ti que indique rendición.

—¿Acaso has olvidado todo?

—Mi querido hermano no vivas en el pasado. No tiene caso que mantengas la esperanza, no ves todo lo que has causado —Dijo con diversión, pero su voz y expresión fue reemplazada por una sobria—. No hace falta que digas nada más, agradecería que te marcharas de una buena vez.

.-.

Tu exacerbada devoción hacia mi ser terminará devorándote, consumiéndote. Las cenizas que alguna vez deje las has recogido y has llegado hasta mí de nuevo, pero tu temor sigue ahí, no se marchará. Por eso, es que eres débil mi querido hermano, nunca terminarás de comprender cuál es la verdadera fuerza. No, no son tus estúpidos sentimientos.

No he renunciado, simplemente no hay nada por lo cual luchar. Tal vez tus sentimientos sigan en pie, pero los míos se marchitaron y un odio floreció en su lugar. Primero fue el trono, ¡el estúpido favoritismo de Odín! Pero la gota que derramó el vaso fue descubrir mi origen ¿sabes lo que es ser reclamado como un trofeo? No, por supuesto que no lo sabes.

Después tu destierro y la mortal que te conseguiste, ¡mi sangre hervía cuando lo supe! Entonces ¿en dónde quedó el amor que me profesabas?

Aquella desgarradora sensación de saberte inalcanzable. Compartíamos cama, pero no el sentimiento. Cuando descubrí mi origen debí estar feliz, ¡Nunca cometimos el terrible pecado del incesto! Pero no fue así… Finalmente nada me ataba a ti.

Ahora nada me puede impedir enterrarte una fría cuchilla, justo en corazón… Que supliques por algo de misericordia. ¡Pero tú sigues fanfarroneando, insistiendo, sobre mi e8;inexistentee8; odio!

—Puedo sacarte de aquí —susurraste en un vano intento por conseguir mi atención—. Podemos huir y finalmente estar juntos.

—Dije que no siguieras.

La ilusión creada desapareció en destellos verdes, dejando al descubierto mi deplorable situación. Mi galante armadura yacía en el suelo, en mi pálido cuerpo residían marcas de latigazos, golpes que no serán narrados en mi insufrible agonía y mis labios estaban sellados, cosidos, manchados de sangre, intenté arrancar con desesperación la costura, pero todo termino en un mísero intento en vano.

Mi cuerpo fue profanado, reclamado y mi magia despojada. ¡Qué situación tan lastimera!

Tu rostro, el horror en el más puro estado.

La muerte me arrulla entre sus brazos, los sones de Hell me llaman. Finalmente cumpliré mi indecorosa condena.

—¡Loki! ¿Quién te hizo esto? —Exclamaste con la ira consumiéndote.

Con todo el ímpetu y vigor que reuní coloqué mis manos en el suelo y me levanté, oscilando a cada paso, con mi cuerpo de porcelana tornándose de un color carmesí. Mis sentidos se estaban nublando y tu rostro cada vez era más irreconocible. ¡Es inaceptable que mi andar glorioso y orgulloso termine de ésta manera! ¡Es irreconocible el sagrado cuerpo del Dios del engaño!

Con la vista nublada caminé hasta el vidrio empañado y comencé a escribir, dejando rastros de sangre.

Finalmente con el mensaje terminado, deje caer sin gloria o dignidad alguna mi cuerpo. Ahora sí, este es el fin de mi camino.

.-.

El cuerpo de Loki cayó, leí con recelo e incredulidad el mensaje escrito. Aquel que con temblor y dolorosamente escribió.

Con un nudo en la garganta y mirada perdida llamé a mi fiel arma, cuando estuvo firmemente en mis manos empecé a golpear sin clemencia o piedad alguna aquel vidrio maldito y grotesco. Con la rabia a flor de piel.

Uno, dos, tres golpes y el cristal no cedía, hasta que finalmente aglomerando toda mi ira, di un certero golpe, haciendo añicos el vidrio. Mi palpitar era desenfrenado, y el enorme hueco en mi pecho era algo que nunca había sentido. Corrí hasta quedar frente a él, arrodillándome, sujetando su inerte cuerpo.

Grité, lloré como nunca antes lo había hecho.

El mensaje benevolente y criminal, con letras fastuosas y sombrías. En su magistral proclamar un irrevocable sentimiento de inexactitud florece. El pecado, la tentación y la imprudencia entorpecen mi andar, la cruenta escritura que se dispuso a trazar profiere lo que calló toda su existencia;

Tal vez ahora te odie, pero alguna vez te amé, por eso; lo siento, las palabras Thor, yo te amo. Nunca brotarán de mis labios ahora sellados.          

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¡Gracias por leer! Los reviews son bien recibidos. C:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).