Salió corriendo una vez más de su casa porque se le hacía tarde para llegar a la escuela. Si no se hubiera quedado rendido al teléfono la noche anterior eso no habría pasado, pero sus neuronas de adolescente le prohibieron escuchar a su madre cuando se lo advirtió. Y ahí se encontraba el, Do KyungSoo, un chico de diecisiete años que sube apurado al transporte público y cuyas tripas rugen por no haber podido desayunar aun.
Llego tarde a su primera clase y se avergonzó al ver como todos sus compañeros lo miraban sorprendidos. Es como si nunca hubieran visto a un chico despeinado y sudado entrar veinte minutos tarde a su clase. Paso entre los bancos y asientos de sus compañeros y dejo su mochila sobre su banco mientras se sentaba entre TaeEun y a Kristine, sus dos mejores amigas.
-otra vez tarde Kyunggie…- lo molesto TaeEun mientras le picaba el brazo con su dedo índice.
-cállate, es su culpa por hablarme hasta tan tarde anoche…-las señalo con el dedo a lo que Tae rio y Kristine hizo una mueca de falsa ofensa. La clase siguió como si nada. El tiempo paso demasiado lento para D.O que odiaba las asignaturas de los martes. ¿A quién se le ocurría poner matemáticas y química el mismo día? Los tres amigos caminaron con sus brazos unidos hasta la cafetería de la escuela. El estómago del único hombre en ese trio loco pedía a gritos un poco de alimento y las chicas no dejaban de molestarlo con su amor platónico.
La fila para el bufet avanzaba rápido y pronto estuvieron comprando su comida y yéndose a sentar en la misma mesa de siempre. Él escuchaba que sus amigas hablaban pero estaba ocupado atragantándose con el trozo de pan que acompañaba su comida. Sí que tenía hambre. De pronto noto que las chicas lo miraban fijo y sonreían de manera picara.
-¿Qué?-pregunto KyungSoo con la boca llena de miga y los ojos más abiertos de lo habitual.
-primero, traga antes de hablar…es asqueroso..-se quejó la más morena, Kristine.-segundo… Ahí vienen los de clase 94…-dice con ojos chispeantes. A KyungSoo se le subieron todos los colores a la cara de golpe.
-quieres…qui..decir..tu…¿él?-contesto rápido Do.
-sep., con todo y su prole…- a KyungSoo le causaba gracia como TaeEun viraba sus ojos cuando se acercaba NaEun al mismo espacio que estaba ella. Jamás se habían llevado bien porque tiene dos mejores amigas con unos caracteres insoportablemente raros. Pero para el eso estaba bien.- ¡también viene Key!-grito emocionada y aplaudiendo. Kristine y KyungSoo comenzaron a reír por la doble personalidad de su amiga.
-ya no es tan sexy… esta calvo…- comento al aire Kristine solo por disfrutar como la mayor se enojaba.
-no es calvo, son entradas…- lo defendió con su lógica única.
-lo que sea, vamos a lo importante-corto D.O- está JongIn allí…
Los tres amigos se miraron con picardía y terminaron rápido de comer sus almuerzos. El resto del día se pasó rápido. Tener una hora de biología luego de la mañana complicada de todos los martes no era nada. La hora de la salida llego y los tres se dirigieron rápido para sus casas. Debían bañarse y ponerse “decentes” porque saldrían a ver una película y luego a la heladería o a algún lugar similar. Lo importante era pasar un tiempo con amigos lejos de los muros asfixiantes de la escuela y poder hablar de chicos tranquilos e que sus crush no los fueran a escuchar. KyungSoo rio al pensar que tal vez era demasiado homosexual hasta para el hacer esas cosas y sobre todo con esas dos locas que tanto amaba…
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JongIn llevaba al menos media hora esperando a los idiotas de la clase 92, JongDae y MyungSoo reamente eran unos idiotas y con mayúscula. Habían planeado esa salida al cine desde hace tres semanas exactamente y llegado el día solo se les ocurre mandar un mensaje de texto diciendo que llegaran algunos minutos tarde. JongIn podía entender y podía esperar unos minutos, pero no precisamente los cuarenta y cinco que se cumplían cando miraba por décima novena vez el reloj en su celular.
-hey ¡Kai!-grito JongDae y al moreno se le disminuyo el gran enojo que tenía. El más bajo venía acompañado de MyungSoo. Al principio Myung le había caído mal porque era muy serio parecía que lo ignoraba todo el tiempo pero con el pasar de los meses descubrió que su hyung incluso era más bobo que JongDae.- perdona la demora….-continuo Chen- MyungSoo estaba despidiéndose de su novio…-dijo en tono meloso para molestar al de ojos gatunos.
-al menos yo si tengo, no como ustedes par de rechazados…-contesto Myung y sin más metió las manos en los bolsillos de su pantalón y se echó a caminar en dirección a la boletería del cine.
Luego de un buen rato ingresan a la sala de cine con palomitas, bebidas y demás chucherías. Se sentaron en la fila que les fue asignada en sus entradas. Para suerte o desgracia del menor de los tres en el mismo cine, en la misma sala y en la misma fila de asientos se encontraba su tutor de matemáticas. Su pulso se disparó y no sabe de dónde saco fuerzas pero tironeo del polo de MyungSoo para que no se sentara en el asiento al lado de KyungSoo. El moreno rápidamente se acomodó junto al más pequeño en estatura bajo la atenta mirada de su dos hyungs. El moreno oyó las risitas histéricas de las dos noonas que acompañaban a su tutor y las saludo con un gesto de cabeza.
-hola hyung…-lo saludo al de labios acorazonados.
-Hola JongIn, que raro verte por aquí…
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Al fin el día más esperado para KyungSoo había llegado. Era miércoles. Una vez a la semana se encargaba de ser tutor de matemáticas de JongIn, aunque pasaban más rato hablando de cualquier tontera en vez de estudiar cálculos y funciones. Se podría decir que tenían una amistad más allá de la relación tutor-alumno. El más bajo aun no superaba el nerviosismo de haberlo encontrado en el cine el día anterior pero de alguna manera se sintió bien poder oler su perfume durante a película o escuchar su risa escandalosa. Claro que luego tuvo que aguantar los comentarios picantes de TaeEun y Kristine, pero valió la pena y se lo había hecho saber a sus dos mejores amigas.
La jornada escolar paso muy rápido a pesar de las ansias que sentía por encontrarse con su querido pupilo. Tomo sus cuadernos y lapiceras y salió velozmente de su salón de clases en dirección a la biblioteca. Entro en ella y saludo a la bibliotecaria, una persona mayor pero muy amable con los alumnos de esa escuela. Se sentó en la mesa de siempre y se dispuso esperar a su alumno. Habían pasado unos quince minutos cuando lo vio llegar sudado y con el cabello revuelto a causa de la práctica de futbol. JongIn lo saludo y sentó a su lado pidiendo disculpas por la tardanza. Kyungsoo solo sonrió y se preparó para enseñarle matemáticas lo mejor posible.
La tarde paso lenta, pero no por eso fue fastidioso para ninguno de los dos. D.O le explico el tema nuevo y como Kai lo comprendió fácilmente con su ayuda comenzaron a hablar de cualquier trivialidad hasta que se hicieron las cinco de la tarde y la biblioteca tenía que cerrar. Recogieron sus útiles entre risas silenciosas y caminaron juntos hasta la parada de autobuses. El transporte de JongIn llego primero y Kyung lo despidió con una sonrisa en su rostro. Cuando el bus se hubo alejado, el mayor metió sus manos en los bolsillos de su uniforme y decidió ir caminando hasta su hogar. Quedaba a unos quince minutos caminando. Tenía en tanto en que pensar, como la manera en que la nariz de su alumno se torcía cuando no entendía algún cálculo o como el brillo de sus ojos era tan hipnotizante cuando lo miraba. Kyungsoo suspiro. No tenía ninguna oportunidad con el gran Kim JongIn y él lo sabía.
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JongIn desde hacía varios meses se sentaba en la mesa de su tutor a almorzar. TaeEun y Kristine al comienzo no les agradaba demasiado pero entendía que eran las mejores amigas de KyungSoo así que intento llevarse bien con ellas hasta que dejaron de ser odiosas. Se divertía mucho en los almuerzos, claro, cuando no estaba siendo acosado por NaEun. El mayor todos los jueves llevaba galletas hechas por el mismo que simplemente eran exquisitas.
Había retomado sus clases de ballet en el instituto de danza más prestigioso y eso le consumía mucho tiempo de estudio así que le preguntó a Kyungsoo si podía ser su tutor en otras materias. Esa era la excusa perfecta para estar más tiempo cerca del mayor. Quería estar las veinticuatro horas del día con él. Le encantaba como reía por cada chiste bobo que el hacía, le gustaba como el mayor se quedaba durante dos horas viéndolo ensayar sin quejarse. En más de una ocasión lo vio bostezar pero Do nunca se quejaba. Siempre sonreía y se ofrecía para acompañarlo a más lados cada vez.
Ese día era la primera presentación en el teatro que tenían. JongIn se había esforzado mucho para conseguir el papel protagónico en El cascanueces.
Se asomó por un costado del escenario y vio a KyungSoo en la primera fila de asientos junto a su mama y a su papa. Sonrió ante la idea de que el mayor no supiera que está sentado junto a sus futuros suegros. JongIn ha estado enamorado de KyungSoo desde la primaria cuando juntaban a la clase 93 con la clase 94 para hacer educación física todos juntos. Siempre había tenido el deseo y la necesidad de protegerlo. Aunque sea su hyung se ve tan frágil a sus ojos. Es por eso que cuando se inscribió en el programa para recibir ayuda en las materias no dudo ni un segundo en solicitarlo como su tutor. El moreno buscaba acercarse al más bajo por todos los medios posibles. Siempre lo saludaba cuando lo cruzaba en los pasillos, pedía permiso para ir al baño cuando veía al más pequeño desde la ventana de su aula y desde que comenzaron las tutorías s había propuesto enamorarlo. Pero entre más lo intentaba más enamorado quedaba el del mayor y para males también estaba NaEun que lo besaba en los labios sin su permiso y mientras estaba sentado en la mesa junto a KyungSoo. Es una lástima que el moreno no haya notado como una lágrima traicionera abandonaba los grandes ojos del más bajo al ver la escena.
El ballet fue un éxito y el público los aplaudía de pie. JongIn se sentía orgulloso de sí mismo. Luego de tantos años de haber dejado su pasión por el baile de lado, estaba arriba de un escenario. Lo único que le faltaba para sentirse totalmente completo era al mayor a su lado. Lo busco con la mirada y seguía allí en primera fila sonriendo con orgullo. Eso bastaría por ahora para Kai.
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-¿Te vas a declarar?-grito la morena mientras barría el piso. Las vacaciones de verano habían llegado más rápido de lo planeado y con ellas los trabajos de medio tiempo asignados por la escuela en donde estudiaban.
-¡no!-contesto horrorizado KyungSoo- no estoy seguro de lo que siente, además creo que le gusta NaEun…- TaeEun fingió un escalofrío e hizo una mueca de asco con su cara que a Kristine y a Kyung le pareció chistosa- Somos mejores amigos ahora y eso me basta….
-comunícaselo a tu cara Kyunggie…-respondió las más alta antes de ponerse a limpiar el vaso que rompió por distraída. Sería una larga jornada, pensó KyungSoo.
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Corría el mes de febrero, mes del amor, de los enamorados, de las escenas románticas donde los hombres corren hasta las casas de sus novias con un impresionante ramo de flores en la mano y ellas lo recibían con fuertes abrazos.
KyungSoo caminaba rápido por entre la gente y las parejas que abundaban. ¿Solo salen el catorce de febrero? Sacudió la cabeza ante tal pensamiento tan negativo y siguió caminando hasta que diviso a sus dos mejores amigas que venían con sus novios…novios, a D.O le hubiera encantado tener uno para esa fecha. Llego hasta donde sus amigas y los saludo. Los cinco se pusieron en marcha a una cafetería cercana. La nevada de la noche anterior impedía cualquier plan al aire libre. Se sentaron ya dentro del local y comenzaron a hablar de cualquier cosa mientras esperaban sus órdenes.
TaeEun pudo notar a la perfección la tristeza en los ojos de KyungSoo. Kristine y ella habían estado para él cuando JongIn le presentó a su novia Yeon Ju y Do sonrió sacando fuerzas el interior de su ser y recién cuando llego a su casa se dio el lujo de llorar por el moreno.
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Kai corría velozmente por en medio de la calle. La gente que lo veía pasar lo miraba como se mira a un loco. JongIn estaba todo transpirado y en su mano llevaba un globo en forma de corazón que decía te amo y en su otra mano llevaba un ramo de rosas. Su día no podía ir peor. Primero, la chica por la que creyó poder olvidar al mayor lo obligaba a tener una cita súper romántica con ella por el día de los enamorados. Segundo, él no quería que ella lo besara en medio de la plaza luego de una discusión en su restaurante favorito. Pero lo hizo y para su desgracia al mantener los ojos abiertos durante el beso vio a su tutor, a su mejor amigo, a Do KyungSoo viéndolo como si fuera un fantasma y pudo jurar que por milésimas de segundo vio como el mayor se secaba las lágrimas mientras aceleraba el paso en dirección contraria a la que estaban ellos.
Kim sabía que había arruinado todo. No era idiota, sabía que su mayor algo sentía por él, pero se empeñó en olvidarlo así las cosas serían más fáciles. Pero no es fácil cuando estas con alguien que no quieres para olvidar a tu gran amor y mucho menos si ese gran amor sufre por tu culpa. JongIn acelero el paso y pudo alcanzar al mayor cuando estaba por abrir la puerta de su casa.
-Hyung, espera…-grito ya sin aire por la carrera. Kyungsoo volteo y lo vio incrédulo ¿Qué hacia JongIn ahí si hace un rato estaba con su novia besándose por el día de los enamorados?
-Kai… ¿tú que….-fue interrumpido por el menor.
- si me dejas pasar te lo explico…-contesto y puso una de sus mejores sonrisas. Kyungsoo sonrió también y abrió la puerta.