Oposición
Minato estaba furioso. Tenía todo preparado para poder casarse con su amor en un mes más, justo para el cumpleaños de los niños, pero ahora resultaba que los miembros del consejo de Konoha tenían que dar su consentimiento para realizar su enlace con Sesshomaru.
El problema en general radicaba ahora, estaba reunido con el consejo en pleno. La cabeza de los clanes y los ancianos además de los líderes de fuerzas especiales. La formación estaba constituida por Choza Akimichi, Hiashi Hyuuga, Homura Mitokado, Shikaku Nara, Fugaku Uchiha, Koharu Utatane, Inoichi Yamanaka, Danzou, Tzume Inuzuka y Hiruzen Sarutobi.
Minato los miraba fijamente, sabía que podía contar con el apoyo de Choza, Shikaku, Inoichi, Tzume y Sarutobi-sama, pero ellos sólo constituían el 50% de las aprobaciones y para su desgracia el otro 50% no le tenía mucho aprecio. Personalmente no tenía mayores problemas con Fugaku y Hiashi, pero ellos no eran precisamente personas fáciles de llevar.
-Sé, por las leyes de Konoha, que no debería tener problemas para casarme con quien yo estime conveniente, pero ahora se llama a una junta, a un mes de la fecha de mi matrimonio y me presentan oposiciones a las cuales no pretendo poner mayores atenciones, pero mi papel de Hokage me obliga a escuchar lo que tienen que decirme.
Minato estaba molesto y un poco preocupado, sabía que nada le detendría en su meta, casarse con Sesshomaru y darle su apellido a Inuyasha para que finalmente apareciera como su legítimo hijo.
-El problema es simple, Hokage-sama -le dijo Koharu-, nadie protestó al momento en que dio asilo a Sesshomaru-san y al bebé con el que cargaba, pero fue por la exclusiva razón de que lo salvó a usted y por ende el asilo político era completamente comprensible.
-Pero ahora el asunto es diferente -dijo Homura, manteniendo un tono completamente despreciable-. Los que aquí estamos reunidos tenemos certeza de la naturaleza de ese ser -Minato apretó las manos en forma de puño al escuchar lo que dijo, claramente fue una mala idea cuando dijo en la primera junta que Sesshomaru era un demonio y que por eso pudo destruir con tanta facilidad al Shinigami-. Lo que nos preocupa es la influencia que pueda generar en usted.
-¿Pretende decirme que al ser mi esposo puede influir en hacer algo contra la aldea?
-Por favor Minato, contrólate -le pidió el Sarutobi.
-Es a eso mismo lo que nos referimos, usted pierde completamente los estribos cuando se habla del joven con el que se pretende casar, por lo que nuestra preocupación esta completamente fundada en sus reacciones.
-Homura-san, sé que es algo raro ver a nuestro Hokage en esa pose -dijo Tzume-, pero también ustedes están tratando de ver peligro donde no lo hay.
-Creo que Homura-san y Koharu-san tienen razón, el corazón de nuestro Hokage habla primero que sus acciones y no nos podemos arriesgar a que algo malo pueda pasarle a la aldea.
-¡Danzou, estas siendo completamente irracional! -dijo Choza mientras golpeaba la mesa con las manos- El que nuestro Hokage se quiera casar con quien él quiera, es su problema, nosotros somos miembros del consejo de Konoha, no de su vida.
-Choza tiene razón, no podemos controlar lo que quiera hacer Minato-san con su vida.
-Gracias por sus palabras Sarutobi-sama.
-Como siempre complaciendo lo que nuestro Hokage quiere -dijo Hiashi con un deje de molestia-. Yo me quedaré en el consejo, esperando poder proteger a los miembros de esta aldea desde afuera.
-Concuerdo con Hyuuga-san, el clan Uchiha no emitirá comentario en una situación tan irracional.
-¿Cuento son sus votos entonces?
-No esta en mí inmiscuirme en ese tipo de debate.
-Como dije anteriormente, no me involucrare en asuntos sin sentido para la aldea.
-Pero Hyuuga-san, Uchiha-san, claro que inmiscuye a la aldea. El que un demonio…
-Le pediré, Danzou, que deje de llamar demonio a mi prometido.
El hombre hizo una mueca, que vacilaba entre el desprecio y la ironía.
-¿Y cómo debe llamarlo entonces, Hokage-sama? Danzou sólo esta tomando su figura como ejemplo.
-Entonces esta en su derecho de llamarlo como lo que es, un demonio.
Minato estaba tratando de controlarse para no lanzarse contra aquellos malditos por estar tratando tan mal a su pareja, pero el sonido de la puerta los alertó a todos. Por ella entró Sesshomaru, con una evidente cara de molestia.
-No se le permite estar aquí.
-Lo sé, pero como usted ha estado resaltando todo este rato, soy un demonio, no sigo las reglas y mis sentidos están muy desarrollados, por lo que si se esta hablando de mí en esta reunión, lo mínimo es que este presente.
Continuará...