Una llegada especial
- ¿Es necesario que los chicos vallan? Tienen doce años y…
-Deja de poner excusas, amor. Inuyasha y Naruto TIENEN que tener misiones fuera de la aldea.
Sesshomaru tiró sobre la cama la toalla con la que se estaba secando el cabello. Kushina había estado muy delicada del estomago y había terminado vomitándole encima toda la leche que había tomado. Ahora dormía tranquilamente en los brazos de su padre, mientras Sesshomaru tomaba un baño.
-No son excusas -le dijo volteando y quedando frente a frente con su esposo-, te lo dije, Minato. No quiero que nada les pase.
-Van a ir con su líder de grupo.
-Kakashi es un caso perdido. Y la mocosa con que los pusieron no tiene el poder de los chicos.
-Sakura es una buena Kunoichi, será de ayuda en momentos vitales.
-¿Cómo a la hora de salir huyendo?
-No creo que haga eso -vio como Sesshomaru le quitaba a la niña de los brazos y le miraba alzando la ceja-. Son un buen equipo, los tres.
-Digas lo que digas. No me parece que salgan de la aldea.
Minato no quería discutir más con ellos, pero los chicos ya eran ninjas. Debían completar con un gran número de misiones, y al ser sus hijos, se esperaba que respondieran como tal.
***
Naruto estaba entrenando en el campo. Se supone que su hermano también tenía que estar ahí, entrenando junto a él para la misión que había dicho su padre y a la que debían partir al siguiente día. Pero no. Seguramente andaba por ahí con Itachi y holgazaneando a diferencia de él.
-Claro, como tiene entrenador personal -dijo tirando uno de los kunai contra el poste que tenía al frente y fallando estúpidamente- ¡Maldito Kunai del demonio!
-Ja, no sabía que los ninjas de la hoja tenían tan mala puntería.
Naruto apretó los puños, molesto, y se giró para encarar al idiota que le insultó.
-¡¿Quién demonios te crees?! -Pero su perorata quedó a medias cuando una tremenda sonrisa adornó su rostro- ¡Sasuke!
-¿Qué, no me vas a saludar?
Naruto no necesitó que le dijeran nada más. Corrió hasta donde estaba su amigo de la infancia.
Sasuke había cambiado mucho. Desde que había partido a Suna cuando tuviera menos de ocho años, había crecido. Había madurado. Se notada que era un adolescente y eso a Naruto le encantaba.
-Te echaba de menos, Sasuke.
Sasuke estaba abrazándolo fuertemente. Para él, Naruto también había cambiado mucho, su carita redonda de niño ahora era la de un hermoso chico que parecía brillar con la luz del sol. Lo que más había extrañado de su estadía en Suna, habían sido sus amigos y de manera especial a Naruto. Ese mocoso que parecía dar vida a donde estuviera.
-¿Que hacías, he? -Le dijo cuando lo soltó.
-Se supone que estaba esperando a mi hermano para entrenar… pero ese idiota debe de haberse escapado por ahí con tu hermano.
-¿Mi hermano? ¿Y que tiene que ver Itachi con Inuyasha?
-Pues… -recogió unos kunai del suelo y les tendió un par a Sasuke para que los tirara- Supongo que serán novios o algo así -como era de esperar, el que estaba tirando Sasuke tuvo una curva ilógica y se fue más lejos de lo que pensaba- Y se supone que yo soy el que lanza mal. ¡Eres pésimo, Sasuke!
-¿Cómo pretendes que lance bien después de lo que me dijiste?
-No es como si fuera un secreto. Aunque a mi papá no le gusta para nada. Le ha hecho la guerra a Ita-nii desde que lo conozco. Lo único que le falta es maldecirlo para que le caiga en la cabeza que no lo quiere al lado de mi hermano.
-Así que tu hermano es novio de mi hermano -le dijo sentándose en el suelo.
-Sí, eso nos hace… ¿Concubinos?
-No -le dijo riendo y jalándolo de la mano para que se sentara a su lado- Se dice concuñados.
-Oh si… ¿Y que es lo que dije yo?
-Amantes -Sonrió al ver como las mejillas de Naruto se encendían.
-¡Espera… yo no quería! ¡Digo, que no es…!
-Ey, calma. No te voy a asaltar por que me propusiste ser tu amante.
-¡Yo no te propuse nada, idiota! -Se levantó muerto de la vergüenza y se fue caminando en dirección a la aldea.
-Naruto, lamento llegar tarde -le dijo su hermano que venía en compañía de Itachi- ¿Qué te pasó?
-¡No me pasa nada! -Después de gritarle a su hermano se puso a correr para llegar rápidamente a la casa.
En el campo de entrenamiento, Itachi e Inuyasha se quedaron mirando un poco impresionados por lo que había pasado.
-Hola, hermano.
Ambos se voltearon para ver quien les hablaba.
-Sasuke Uchiha… el legendario ninja nacido de la hoja y criado en la arena -le dijo Inuyasha con una sonrisa, mientras le daba un abrazo-. No sabía que volverías hoy.
-Ni yo lo sabía y eso que soy su hermano.
-Pues resulta que me acabo de enterar el por que mi hermano no sabe nada de mí -dijo con aire desinteresado- ¿Cuándo me ibas a decir que estaban de novios? -Sus palabras causaron el mismo efecto en ellos como lo habían causado en Naruto. Sus rostros se encendieron hasta el punto de tener que desviar el rostro- Veo. Pues nada. Ahora tengo que ir a presentarme con el Hokage.
-¿Con mi padre? -Le preguntó Inuyasha, perdiendo un poco el color de su casa, al ver como se cambiaba el tema. No es que no le gustara la idea, pero hasta el día de hoy, Itachi nunca le había hablado de un noviazgo entre ellos. Sabía que los sentimientos del heredero del apellido Uchiha, pero aun así, aun sabiendo cuanto le gustaba a él, no se animaba a hablarle él.
-Sí. Desde hoy vuelvo a la aldea. Voy a participar por la aldea en la prueba para convertirnos en Chunnin.
***
En la casa Namikaze, Sesshomaru se encontraba con Kushina, tratando de que su comida permaneciera en su boca y no en el piso, las murallas y sobre todo, sobre él.
-Escúchame bien, mocosa -a pesar de su tono, la niña estaba riendo y aplaudiendo-, vas a comerte todo esto.
-¡Papi! -decía la niña de nueve meces- ¡Naato, Naato! -decía apuntando a la puerta.
Sesshomaru se giró mirando la entrada por la cual entró Naruto minutos después. Sabía que su hija podía sentir a sus hermanos (o hermano y tío) por lo que siempre confiaba en los que decía. Lo que no le pareció, fue la cara compungida que traía Naruto.
-¿Naruto?
El chico se paró automáticamente, pero no le dio la cara al mayor.
-Tengo algo de sueño. Voy a ir a dormir antes de la misión de mañana.
-Si no te encuentras bien, no creo que sea recomendable en que vayas.
-Estoy bien, Papá… sólo… sólo algo cansado.
-Soy un demonio, Naruto. Puedo percibir las emociones, y tú estas trastornado.
-No es nada…sólo...
-Sí, sí. Sólo estás cansado -le dijo tomando a la niña en brazos que ya se había dado vuelta encima la comida-. Recuerda que te he visto crecer, sé cuando te pasa algo.
-Es que… bien -soltó el aire y se dejó caer en el sillón- Hoy volvió Sasuke y…
-¿Qué Sasuke? ¿Sasuke Uchiha?
-Sí y bien… hubo una confusión y yo…
-¿Sabes qué? mejor no me digas si vas a ponerte completamente rojo -le dijo al ver la reacción del chico-. Sólo una pregunta ¿Esta en peligro vital o algo por estilo?
-No. Sólo la vergüenza.
-Bien. ¿Qué tienen estos Uchiha que alteran tanto a mis mocosos?
Naruto sólo bajó la cabeza, apenado al ver como su papá iba al cuarto a cambiar a su hermana.
-Sasuke idiota ¿Por qué me hiciste decir todas esas estupideces?
tbc...