Viaje ínter dimensional
Resumen: Naruto y Sasuke se enfrascan en una difícil tarea; sobrevivir en un mundo donde no hay más ninjas que ellos y donde la magia gira en torno de todo. ¿Podrán lograrlo?
Categoría: Harry Potter, Naruto
Personaje: Draco Malfoy, Harry Potter, Naruto Uzumaki, Sasuke Uchiha
Géneros: Humor, Romance
Clasificación: NC-17
Advertencias: AU=Universos Alternos, Lemon, Mpreg=Embarazo Masculino
Capitulo: 5/15
Completa: Sí
Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.
Selección
— Jóvenes, me harían el favor de vestirse, para ir a la selección —dijo el anciano director, que los había encontrado en la camilla, juntos, después de lo que parecía haber sido un aclara demostración de amor.
El moreno abrió los ojos y enfocó un poco la vista. El peso sobre su pecho le recordó por que estaba desnudo. Mucho a su vergüenza al verse descubierto, no sólo por el director, sino que también por los profesores de transformación, pociones y DCAO. Se sentó en la camilla, tratando de no despertar a su novio, que dormía plácidamente a su lado.
— ¿Podrían salir para poder alistarnos? —Entre que preguntó y ordenó. Los adultos salieron del lugar, todos con expresiones diferentes. El director salió sin mayores cambios a su habitual serenidad, la profesora McGonagall un tanto abochornada por lo que pudieron haber estado haciendo los jóvenes, el profesor Snape con claras muestras de enfado y el profesor Lupin con una dulce sonrisa. Cuando el moreno vio que la puerta era cerrada, se dispuso a despertar al rubio junto a él —dobe… despierta —le susurró suavemente, mientras le daba un beso en los labios. El menor se removió un poco.
—Buenos días, Sasuke —le dijo enfocando la mirada, cuando lo logró se dio cuenta de su desnudes y recordó lo que había pasado la noche anterior, lo que hizo que se pusiera más rojo que un tomate maduro.
—Es hora de levantarse —le dijo poniéndose de pie dejando una excelente visión para el rubio, que en ese momento se ponía de pie para vestirse, pero una punzada en la parte baja le recodó hacerlo con cuidado. El azabache que ya estaba listo se giró para comprobar que el menor estuviera en condiciones y al hacerlo notó las molestias con las que el otro se movía. No pudo evitar sonreír al saberse responsable de tal particular molestia, por lo que cuando vio que estaba completamente vestido se acercó a él y lo abrazó por la cintura.
— ¿Sasuke? —Le preguntó un poco extrañado por la actitud del otro.
—Vamos, dobe, que nos están esperando —le contestó dándole un apasionado beso, como saludo de buenos días. Se dirigieron a la salida y al abrir la puerta notaron la presencia de los adultos. Por lo que sin decir nada comenzaron a caminar tras los mayores, pero de repente el profesor Snape se giró y los apunto con su varita y dijo unas palabras en un tono muy bajo, para luego sentir una extraña, pero conocida sensación en el cuerpo — ¿Qué fue lo que nos hizo? —Preguntó el moreno, pero el mayor sólo siguió con su camino.
—Un hechizo de limpieza —fue lo único que se limitó a decir, sin siquiera dar la vuelta.
El profesor Lupin vio la cara de desconcierto en los menores, por lo cual se giró para quedar frente a frente.
—Al profesor Snape no le gusta el olor a sexo —dijo sin más y siguió su camino por el largo pasillo.
— ¿Sasuke, cómo lo supo? —Preguntó el rubio, completamente rojo.
—Ellos nos despertaron —dijo el moreno, desviando la mirada, para que no se notara su vergüenza.
Llegaron a un gran salón repleto de jóvenes los cuales los miraban de forma extraña. El moreno trató de guardar en su mente hasta el más mínimo detalle. Podía notar cuatro grandes mesas y por lo que le dijeron la noche anterior, podrían ser las casa que les describió la profesora McGonagall, quizás por eso el detalle en los colores de las diferentes mesas.
—Por favor un minuto de su atención jóvenes —todo en el gran salón se quedó en el más grande de los silencios —. Primero quiero informarles que por un error cometido hace mas o menos diecisiete años, un traslador fue enviado a otra dimensión —en ese momento comenzaron los murmullos —. La noche de ayer estos dos jóvenes —dijo mientras apuntaba a Naruto y Sasuke —viajaron a través de ambas dimensiones y por lo mismo tendrán que esperar aquí durante el tempo que nos tome crear un nuevo traslador —los murmullos seguían y con ellos las miradas inquisidoras a ambos jóvenes —. He decidido que por el tiempo que estén aquí, permanecerán en las casas que el sombrero les indiqué —de pronto la profesora McGonagall apareció con un viejo sombrero y un banco de madera —. Naruto, por favor siéntate aquí —le dijo indicando el banquillo, pero el moreno lo sujetó fuertemente de la mano, por lo cual el director sólo negó con la cabeza, mientras le sonreía al moreno —. si prefieres, puedes ser tu primero, Sasuke —todos seguían cada uno de los movimientos de los chicos. El azabache se acercó al banco, pero no se sentó, por lo que la profesora puso el sombrero sobre la cabeza del chico.
— ¿Qué tenemos aquí? Un muggle con alto poder —decía una voz que provenía desde el viejo sombrero —. Bueno… mmm… sólo quedarías bien en una casa —murmuraba para si mismo el extraño objeto — ¡Slytherin! —Sentenció finalmente, mientras la casa de las serpientes explotaba en aplausos. El moreno se alejó del banquillo, mientras que Naruto se acercaba y se sentaba en él. —Otro chico de excelentes cualidades… eres valiente y tienes un gran corazón —decía la voz, mientras Naruto giraba tratando de encontrar de donde provenía la voz — ¡Gryffindor! —Finalizó el sombrero, para luego ser retirado por la profesora, mientras que los aplausos ahora se centraban en la casa de los leones.
—Bien, veo que quedaron en casas diferentes —dijo el director —creo que sus ropas deberían cambiar —dijo al momento de apuntarlos con su varita y de sólo un movimiento envolver a los menores en los uniformes correspondientes a las casa en las que habían sido seleccionados —bien, ya que están listos, pueden tomar ubicación en las casas a las que fueron seleccionados —dijo indicándoles las mesas de rojo y verde.
—No lo dejaré solo —dijo el moreno —. Si es a lo que se refiere —acercando al rubio a su cuerpo.
—Jóvenes, deben permaneces en las casas a las que fueron designados —dijo seriamente, pero a la vez con dulzura.
—No-lo-dejaré-solo —dijo molesto el moreno.
—Sasuke —le llamó el rubio, poniendo sus manos en el pecho del otro, para tratar de retenerlo.
—Sólo deberán pernoctar en los dormitorios de las respectivas casa, durante el día podrán estar juntos, claro que eso será en las horas que no estén en clases.
— ¿Y eso se supone que debe cómbenseme? No entiendo por que estamos aquí, ni tampoco cuando vamos a volver a nuestra dimensión, pero de algo estoy seguro… no me alejaré de él. Usted vio como estaba ayer, sin su poder nadie me garantiza que este bien —dijo firmemente —. Además no confió en nadie que pueda estar cerca de mi prometido —dijo finalmente sin tomar en cuenta los murmullos que empezaron a acrecentarse cuando mencionó el compromiso.
—Bueno, lo único que puedo hacer por ustedes, es dejarlos e la sala de menesteres. Ella les proporcionará las cosas que necesiten en los que dure su estadía, pero deberán estar en clases y algunas de ellas no serán compartidas —dijo el hombre, tratando de encontrar la mejor solución para sus invitados.
—Eso no es problema —dijo el rubio, en un intento para que su impulsivo novio no siguiera dando mas problemas.
—Me parece bien —dijo tranquilo —. Los prefectos que están en sus grados los van a guiar en todo lo que respecta a las reglas y horarios de las clases. Luego de las clases de hoy, irán a mi despacho para poder guiarlos a la sala de menesteres, mientras tanto, los profesores les facilitaran todo lo que necesiten para que puedan desempeñarse lo mejor posible —les fue informando —. Ahora bien, Draco Malfoy, Hermione Granger. Si fuesen tan amables… —les llamo desde la mesa de los profesores. Los chicos se levantaron desde sus asientos y llegaron frente al director —. Joven Malfoy, usted ayudará en todo lo que le sea posible al joven Uchiha —dijo mirando al rubio, el cual asintió con la cabeza —. Señorita Granger, usted hará lo mismo con el joven Uzumaki —la chica asintió a las peticiones del director —. Ahora a desayunar, que luego tienen clases —dijo el anciano y los jóvenes se dispusieron a ir a sus puestos, pero antes de separar sus caminos, Sasuke acercó a Naruto por la cintura y le plantó un beso de película, dejando a todos los presentes con los ojos muy abiertos.
—Recuerda que ahora eres mi prometido —le dijo el moreno de forma posesiva.
—Tú tampoco lo olvides, Sasuke —le respondió el rubio, para darle un pequeño beso y luego seguir a la castaña que lo esperaba, al igual que el rubio Slytherin esperaba a Sasuke.
Continuará...