Viaje ínter dimensional
Resumen: Naruto y Sasuke se enfrascan en una difícil tarea; sobrevivir en un mundo donde no hay más ninjas que ellos y donde la magia gira en torno de todo. ¿Podrán lograrlo?
Categoría: Harry Potter, Naruto
Personaje: Draco Malfoy, Harry Potter, Naruto Uzumaki, Sasuke Uchiha
Géneros: Humor, Romance
Clasificación: NC-17
Advertencias: AU=Universos Alternos, Lemon, Mpreg=Embarazo Masculino
Capitulo: 13/15
Completa: Sí
Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.
Volvamos a casa
Ya habían pasado las tres semanas que le quedaban como limite al director Dumbledore, lo más probable es que el traslador estuviera listo de un momento a otro.
Se encontraban reunidos para la cena, como todas las noches, pero de repente el director se puso de pie.
—Jóvenes, un minuto de atención por favor —dijo con su potente, pero tranquila voz.
— ¿Qué pasa ahora? —Preguntó Ron a sus compañeros.
—No sé, pero si no te callas, no lo sabremos —le reprochó Hermione.
—Recordaran que hace dos meses y por errores que se cometieron en otros tiempos. Dos jóvenes llegaron a este colegio procedentes de otra dimensión, regalándonos días de expectación y desarrollo personal, nos hemos visto beneficiados al ser testigos de sus grandes habilidades y estoy seguro que ellos también han ganado mucho de este mundo —les dijo mirando fijamente a los chicos que se encontraban sentados en la mesa de las serpientes.
— ¿Sasuke? —Llamó el rubio — ¿Crees que el director sepa algo de nuestro bebé? —Le preguntó a su prometido, que se giró para verlo de frente.
—No lo sé, pero a veces siento que sabe más de lo que aparenta —le contestó, siendo lo más sincero posible, ya que el hombre le inspiraba respeto, pero a la vez curiosidad. El director siguió con su discurso.
—Bueno, su traslador esta listo —dijo acercándose a los chicos —, pueden hacer el viaje cuando ustedes quieran —les informó, mientras le entregaba el collar a Sasuke.
—Muchas gracias, director —le respondió en tono respetuoso.
—Sí, muchísimas gracias —le expresó el rubio, regalándole una linda sonrisa, que, como hace días, arrancó uno que otro suspiro por parte de los alumnos que podían apreciar la singular aura que rodeaba al menor.
—Espero que tengan un gran futuro, chicos —les dijo en forma confidencial, evidenciando el hecho de que él sabía más de lo que ellos creían. Volvió a la mesa de los profesores —. Ahora, como bien comprenderán, lo mejor en estos casos es, una despedida —dijo apuntando al techo con su varita e inmediatamente aparecieron diferentes tipos de objetos que adornaron rápidamente el gran salón. En el cielo aparecieron, cientos de estrellas fugaces que llamaban a todos la atención. Aparecieron platillos más originales en las mesas, estas se ubicaron a las orillas del salón, para dar espacio a los jóvenes, y que pudieran hacer lo que quisieran —. Ahora, jóvenes, a divertirse —declaró el anciano, pero llamo al profesor Lupin que se encontraba más cerca —. Profesor, ¿Me haría los honores? —Le dijo al castaño que sonrió apuntando hacia los adolescentes, los cuales se quedaron quietos y emocionados al darse cuenta que sus vestimentas habían mutado, por unas mas cómodas.
— ¡Genial! —Dijo Blaise, mientras se ponía de pie, para ir a buscar a su pareja, acción que fue copiada por Theo y Panci. En la mesa sólo quedaron Naruto, Sasuke y Draco.
— ¿Quieres bailar conmigo? —Preguntó el moreno, cosa que sorprendió mucho a su prometido.
—Creí que no bailabas —extendiendo su mano, para tomar la del moreno, sin dejar de sonreír.
—Digamos que… la ocasión lo amerita —sentenció, llevándose al rubio a la pista.
Todas las parejas se encontraban en lo suyo, claro unas más divertidas que otras.
—Vamos, Draco —le dijo su novio, tratando de convencerlo —, tenemos que despedirnos —le indicó como excusa.
—Harry, por ultima vez… yo no voy a bailar —le dijo desviando el rostro, cosa que causo gracia en su novio, por lo infantil que se ponía, pero el tenía sus métodos de persuasión, que estaba seguro, servirían con la escurridiza serpiente rubia.
—OK, no me dejas opción —le dijo acercándose a el llegando a su oído —. O bailas conmigo —le dijo en tono amenazante – o no te levantas en un mes por la jodida que te daré esta noche. Y créeme que será un mes completo —el rubio se sonrojó de manera violenta y se levantó para quedar a la altura del Gry —- Viste que fue fácil —le sonrió arrogantemente.
—Eso fue chantaje —declaró, para luego pasar sus brazos por debajo de los del moreno para que el otro los cruzara en su espalda.
— ¡Blaise! —Grito un exaltado pelirrojo, que se encontraba con su cara completamente azorada.
—Amor, sólo quería abrazarte —le dijo inocentemente y asiendo pucheros.
—Maldito pervertido —le dijo en un tono muy bajo —. Te juro, si me vuelves a meter mano —pero su amenaza quedó en el aire, cuando sus labios fueron reclamados por el otro.
—Ya, ya, no te enfades sí, te prometo que no te meto mano… por ahora —antes de que el león volviera a reclamar, él tomó sus labios nuevamente.
En un lugar más apartado se encontraba otra pareja, un poco mas ocupada.
—Theo… —trataba de hablar Neville, mientras que su novio lo abrazaba posesivamente por la cintura apoyándolo frente a él y quedando su espalda apoyada en el fuerte pecho del moreno. Se lo llevaba más lejos, lentamente, para no llamar mucho la atención, mientras las manos del Sly viajaban lentamente bajo la camisa del menor.
—No hables —le susurró al odio, mandando miles de corrientes eléctricas al cuerpo del Gry. Movía sus caderas de forma casi desesperada, tratando de aliviar en algo la erección que tenía y que ahora restregaba contra las nalgas del león, pero aun así no era suficiente, por lo que decidió salir del lugar para ir a dar una vuelta.
Mientras tanto, en una de las mesas que había en el salón.
— ¿Hermione, quieres bailar? —Le preguntó un joven de su clase.
—Muchas gracias, pero me encuentro conversando con Panci —le respondió la castaña.
—Anda, ve a bailar —le dijo la otra muchacha.
—No, ya dije que me quedaba aquí —dijo mirando al chico, el cual luego de asentir, se marchó hacia otro lado.
— ¿Por qué no fuiste a bailar? —Le preguntó la serpiente, esperando cierta respuesta en particular, que al ver a los ojos de la muchacha, supo que conseguiría.
—Por que estoy con mi novia y no hay otro lugar donde quiera estar —le declaró, recibiendo un dulce beso, por su buena respuesta.
La fiesta siguió hasta altas horas de la madrugada, por lo que al otro día había muchos alumnos muy cansados y uno que otro desaparecido. La mañana era iluminada por un radiante sol, que se posaba vigoroso en el cielo despejado. Afuera del castillo, cerca del bosque prohibido, se encontraban un particular grupo.
—Es hora de irnos —dijo el moreno, mas para si, que para los chicos que se encontraban frente a ellos —. Gracias por todo —le dijo con una ligera reverencia — y por sobre todo, gracias por lo mas importante —dijo viendo fijamente a Harry, el cual era el principal responsable de que ahora tuviera un hijo en camino.
—Adiós, chicos —dijo Naruto y luego se acercó a Draco y su pareja, a los cuales estrechó en un fuerte abrazo, que fue correspondido —. Muchas gracias —les dijo en un susurro, para luego alejarse y ubicarse junto a su prometido.
—Ok, chicos, lo mejor es que partan —les dijo el profesor Lupin, entregándoles a ambos una barra de chocolate —la necesitaran para cuando lleguen allá —les dijo con una sonrisa.
—Uchiha, tiene talento para las pociones, quizás en tu dimensión les sirva —les dijo el frió profesor de pociones, entregándole una bolsa con diversos ingredientes, ya Sasuke tenía un su poder el libro que el hombre le había dado hace unas semanas —. Quizás así no hacen que otros saquen pociones a escondidas por ustedes —dijo viendo de reojo a cierto moreno que tragó saliva al verse descubierto.
—Adiós, muchachos y por favor —les dijo Mcgonagall —trata de no utilizar “ese” Jutsu tuyo —le recalcó a Naruto, el cual sólo sonrió, al recordar lo molesta que estaba la profesora, cuando el convocó el Orioke.
—Ya es hora —dijo el director —recuerden que siempre serán bienvenidos en Hogwarts —les despidió, regalándoles una sonrisa que les pareció intrigante, por lo menos al moreno que sabía que ese hombre escondía una que otra cosa. Ya era tiempo de regresar.
—Naruto, volvamos a casa —le dijo abrazándolo fuertemente y presionando ambos el collar que los llevaría de vuelta a Konoha. Se sintieron en el aire, tal como había ocurrido la vez anterior, y luego de unos segundos se soltaron de este, pero esta vez, a diferencia de la vez anterior, no cayeron de golpe, si no que el moreno se las arregló para que su prometido y él no tuvieran problemas al aterrizar.
—Sasuke —lo llamó el rubio, ganándose toda la atención de Uchiha —llegamos —le indicó la montaña de los Hokage que se imponía en la gran muralla que mantenía oculta la aldea.
Continuará....