Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La vida sin ti, segundo acto (O la pequeña historias de cómo una estrella se creyó luciérnaga por miles de años hasta su irremediable implosión que le convirtió en agujero negro) por sunshinebunny

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya que estamos en esto creo que es más prudente en este caso continuar con la inercia ya que se está llevando el momentum... así que ya ven, actualización pronta (?)

Capitulo 5

Por un minuto la luciérnaga se quedo quieta contemplando a su captor, la jaula comenzaba a parecerle extrañamente cómoda.

 

Tras la partida de su hermano el menor de los D había pensado huir de casa por unos días, después de consultar con la almohada la vergonzosa petición que le había hecho al rubio casi no se había atrevido a acompañar a este y al pecoso hasta el lugar donde el autobús escolar recogería al mayor de los D junto con sus compañeros para aquel viaje de 6 días y 4 noches, lo había hecho única y exclusivamente por su hermano, sería la primera separación real que tendrían desde hacía muchos años, demasiados años... de hecho no recordaba haberse separado de él alguna vez, ahora que lo pensaba no quería que este se fuera, apenas se habían encaminado a casa después de despedirle y ya le extrañaba.

 

El camino a casa había sido callado, tanto que el menor casi había pensado que Marco se había olvidado de su "conversación" la noche anterior... solo recordar aquello le hacía sentir unas terribles ganas de saltar por la ventana del auto ¿Como era que se le había ocurrido pedir una cosa tan…?¡ Argh…! ¡Tan idiota!  Después del apasionado beso el rubio solo le había sonreído y dejado que se recompusiera un poco antes de bajarle, soportándole hasta que las piernas no le temblaran mas, -Lo hare si prometes hacer todo lo que te diga...- había dicho el mayor y la forma como le había mirado aun le hacía sonrojarse solo de recordarle, él había aceptado pero después de eso el rubio solo he había mandado a dormir y mordiendo sus labios y golpeándose mentalmente por ser tan idiota le había obedecido, seguro que Marco no planeaba cumplir con aquello, ¿Que podría ver en un niño como él teniendo a su hermano? Nada, pero le había besado... dios aquel beso... si ya de por si se ponía caliente solo de verlo aquella noche apenas si había podido pegar el ojo. 

 

Cuando llegaron a casa el mayor le había abierto la puerta del auto, siempre el caballero, tan atento que a veces le fastidiaba, aunque normalmente hacia eso para su hermano, no para él, aquella idea le había hecho sonrojar aun mas.- gracias.- susurro un poco inseguro de tomar la mano que se le ofrecía para bajar del automóvil, no la necesitaba pero deseaba tomarla, aquella sonrisa serena en el rostro del mayor mientras tomaba su mano le había hecho saltar el corazón, desviando la mirada enseguida, aquello era demasiado, no comprendía por que el otro le estaba tratando de aquella manera. Menos entendía por que aquello se sentía tan bien... Era como si en ese momento solo existiesen ellos dos.

 

Tras escuchar la puerta cerrarse Luffy había sentido de nuevo aquellas terribles ganas de huir, sabía que estaba a punto de hacer algo malo si permanecía mas tiempo junto al rubio pero apenas había dado un par de pasos cuando la voz del otro le había detenido.- ¿A dónde crees que vas, Yoi?- el menor se había girado lentamente, la sonrisa sardónica que el otro le dedicase comenzaba a acelerarle el pulso, en aquella pupilas de ámbar podía percibir el deseo que el apenas era capaz de contener, haciéndole sentir anhelante de que le contemplase de otra manera.- Quítate la ropa.- era como si le hubiera leído la mente pero aun así el azabache se había sobresaltado ante la petición, aquello era demasiado, incluso para él.

 

El rubio le observaba pacientemente, esperando a que obedeciera aunque aquello parecía que no iba a suceder ¿Quizá se había equivocado al juzgar aquello? ¿O tal vez iba demasiado rápido? -¿Me escuchaste Yoi?- le moreno asintió algo apenado, el ver a ese chico comúnmente hiperactivo e irrespetuoso actuar ahora tan tímido le estaba poniendo bastante a tono.

 

-¿A-aquí?- había atinado a decir el menor, estremeciéndose al notar como la sonrisa del otro solo se ensanchaba ante aquella pregunta, su rostro ya tenía un color bastante llamativo en las mejillas y conforme había comenzado a obedecer la petición del mayor el sonrojo se había ido extendiendo por todo su rostro.

 

Se había quitado las sandalias primero, después de todo no las necesitaba en casa, después la camiseta, sacándosela por encima de la cabeza sin demasiados preámbulos, nunca le había dado vergüenza en verdad el mostrar su torso desnudo en la casa, a pesar de las pequeñas marquitas blancas que poblaban sus caderas y su abdomen por el sobrepeso que había tenido por la mayor parte de su infancia y de que su piel no era precisamente firme del todo, a pesar de los pequeños bultos de lo que quizá un día fueran pectorales pero que ahora solo resultaban abultados trocitos de carne la apariencia de su cuerpo era francamente agradable,  la mirada algo deseosa del mayor le reafirmaba al menos un poco de aquello.

 

Al ir a desabrochar el botón de sus bermudas sin embargo había comenzado a sentirse  mas nervioso, si bien no sería la primera que le vieran desnudo el mero hecho de que le estuviera pidiendo que lo hiciera en aquel lugar le hacía sentir bastante expuesto, acabando por deshacerse de aquella prenda había quedado únicamente con aquellos bóxers con estampado de dibujos animados un tanto infantiles que ahora se arrepentía de haberse puesto justamente aquel día, mirando por primera vez al otro desde que comenzara a desvestirse noto que al parecer aquello no era suficiente así que mordiéndose el labio inferior acabo por quitarse también aquellos, quedando su cuerpo completamente expuesto para el escrutinio del mayor.

 

Marco no había podido evitar el relamerse los labios, el menor era un manjar a la vista, sus piernas bien torneadas y la ligera redondez de sus caderas y miembros debido a el súbito cambio de masa corporal le daban una constitución bastante apetitosa pues el ejercicio también había comenzado a dar sus frutos, moldeando el cuerpo del pequeño hasta volverle tan deseable que solo verle ahí de pie dispuesto para lo que quisiera hacerle le estaba haciendo despertar prontamente, las marcas blancuzcas que se extendían por sus piernas y abdomen lejos de desagradarle daban al cuerpo del pequeño un toque bastante llamativo, quería tocarle y recorrerle por completo en aquel mismo momento, pero no lo haría aun.

 

Pasando de largo al moreno se había dirigido hasta la sala, dedicándole apenas algunas miradas algo hambrientas y lujuriosas al cuerpo ajeno.- Quiero que estés así hasta que yo me valla.- le susurro antes de entrar a la habitación contigua, sentándose en el sofá antes de encender el televisor, había pedido aquel día como libre para ir a despedir a su novio así que no tenía motivos para apresurarse a salir, y además pensaba disfrutar de ese tiempo libre bastante bien.

 

El moreno se había quedado un tanto más desconcertado de lo que ya estaba, si de por si le había parecido vergonzoso el quitarse la ropa frente al mayor en plena luz del día el andar desnudo por la casa no quería imaginárselo ¿En verdad el otro quería que hiciera aquello? no sabía dónde poner sus manos y el mero sentir de la ropa del rubio sobre su piel desnuda cuando pasara a su lado le había hecho estremecer soltando un ligero suspiro, el sentir la mirada del otro en él mientras salía de la habitación le estaba poniendo bastante cachondo, toda la situación en si a pesar de tenerle un poco nervioso le resultaba sumamente excitante.

 

-¿Que se supone que haga ahora?- pregunto el pelinegro asomándose desde el marco de la puerta que daba a la sala, escondiendo así un poco su cuerpo de la mirada del mayor al menos de momento.

 

-Lo que sea que quieras, mientras no te pongas la ropa.- aquella respuesta había hecho al menor fruncir ligeramente el entrecejo ¿Para qué le quería desnudo el otro si no le iba a hacer nada?

 

-¿Y si quisiera salir a la calle?- dijo el mas joven solo para medir la reacción del otro y aquella sonrisa burlona le había dado a entender más de lo que necesitaba saber

 

-¿Qué? ¿Quieres que te lleve a una cita?- el menor se sonrojo de nuevo ante aquella proposición que sabia una broma.

 

-eh…no ...quie…quiero...- aquello le estaba costando bastante trabajo y el mayor parecía disfrutar torturándolo ¿Acaso quería que se lo pidiera de nuevo? 

 

-Sé lo que quieres Luffy, no necesitas pedirlo.- de nuevo era como si le leyera la mente, aquello le había hecho suspirar aliviado.- ven.- el mayor había dicho gesticulando para que se sentara a su lado, el recorrido desnudo desde un extremo de la habitación hasta el sofá donde estaba el rubio con la luz del día colándose por las persianas a medio cerrar le había hecho ponerse algo nervioso de nuevo, el rose de la mano ajena sobre su hombro desnudo cuando se sentase y de la ropa del rubio sobre su expuesto cuerpo le hacían excitarse de nuevo, expectante a pesar de que el otro aun no parecía querer hacer nada pues continuaba mirando la tv, de manera había acabado relajándose un poco, recargándose contra el cuerpo del mayor ligeramente, la extraña sensación de estar expuesto y a la vez que eso resultase casi normal le tenía las mejillas perenemente sonrosadas.

 

Cuando Marco por fin hablara el pequeño se había sobresaltado de nuevo - Quiero que estés así mientras yo esté en casa estos días, te quiero limpio y listo para cualquier cosa que decida hacerte.- la voz severa en su oído le había hecho estremecer con anticipación.- Planeo disfrutar de tu cuerpo plenamente, no es necesario que te apresures.- murmuro sobre el oído del menor disfrutando del suave jadeo de excitación que su aliento caliente parecía provocar en el más joven, si aquello seguía por ese rumbo acabaría tomándole antes de jugar siquiera un rato con el... quizá fuera mejor fallárselo de una vez primero y después comenzar con los juegos...

 

El otro quizá no quisiera apresurarse pero él estaba cada vez más desesperado, los roces y las miradas del otro sobre su cuerpo le tenían ya completamente excitado, su voz, sus ordenes, casi se sentía humillado de estar disfrutando tanto con aquella tortura.- Marco... ¿Puedo besarte?- mirando aquel rostro que se mantenía cerca de manera embelesada espero la aprobación del otro antes de inclinarse al frente para rosar sus labios con los del mayor suavemente, la mano en su rostro guiándole hasta que se levantara ligeramente del sillón y se posicionara sobre el cuerpo del rubio con sus piernas a cada lado de las del mayor, el húmedo beso era mucho más profundo de los que alguna vez había probado, el otro le invadía por completo la boca con su lengua sin piedad, robándole el aliento en cada caricia que daba la lengua ajena a la suya, cada rose con la yema de los dedos del mayor en su espalda desnuda haciéndole suspirar dentro del beso y debajo de su piernas, contra su trasero y bajo el pantalón del rubio podía sentía aquel miembro viril tomando forma a cada instante deleitándole con una presión cada vez mas tentadora, le quería y no deseaba esperar.

 

Al separarse y observar el agitado rostro del menor el rubio le tomo con una de sus manos de manera un poco brusca, disfrutaba de aquello pero aun había algunas cosas que quería saber, que ya sabía en realidad -¿Lo has hecho últimamente Luffy?- la mirada de espanto en el rostro del menor le había hecho sentir un extraño placer un tanto sádico, el chico le había pedido que se lo hiciera pero no sabía realmente si aquella sería su primera vez o no, no que hiciera mucho la diferencia.- Se que no eres tan inocente ¿ah sido con Ace?¿o con aquel otro chico?- El menor se maldijo mentalmente al pensar que aquello sería tan fácil, la mención de su hermano le había hecho sentir el ligero temor de que todo aquello solo fuera una treta para hacer que se alejara del pecoso más de lo que ya lo había hecho.

 

-Yo no... Yo nunca... nunca lo eh hecho...- consiguió murmurar de manera un poco jadeante pues su respiración aun no se tranquilizaba tras aquel beso.- Ace nunca me haría algo así...- la sonrisa del otro tras decirle aquello había sido un tanto extraña, podía sentir sus manos en sus caderas de manera deliciosamente posesiva, el rubio sabía algo.

 

-¿Ace jamás te haría algo así? la manera como lo miras, la forma como le tocas cuando crees que no les veo- los dedos del otro se le habían comenzado a clavar en la carne de manera casi dolorosa, haciéndole soltar un suspiro, de alguna forma el que el rubio supiera lo suyo con su hermano y aquellos celos le hacían sentir al menos un poco importante.-... no necesitas fingir,-

 

-Nunca ah tocado ahí si es lo que quieres saber.- había contestado el menor sin negar nada de lo otro, removiéndose un poco sobre la hombría ajena de manera descarada, sonriendo de manera un poco maliciosa por sus siguientes palabras coloco sus manos sobre los hombros del otro, la excitación poco a poco iba ganándole al pudor y a la vergüenza.- A lo mucho se ah corrido encima de mi... entre mis piernas…- murmuro de manera baja, con un deje de obscenidad que daba a entender que claramente había disfrutado aquello.

 

El rubio sonrió mientras bajaba con sus manos por los muslos del menor que había soltado otro breve suspiro ante aquel contacto, apenas podía creer las sucias palabras salidas de aquella boquita, no se había equivocado al pensar que el chico no era tan inocente como cabía esperar pero definitivamente era inexperto en más de una cosa.- ¿Te masturbas pensando en él?-

 

El rostro del menor se había teñido de nuevo de rojo.- ¿Y que si fuera así?- dijo de manera altiva, casi molesta a pesar de lo excitado que estaba, no quería hablar de aquellas cosas, no quería pensar en su hermano en aquel momento.

 

-muéstrame.-

 

- ¡¿Eh?!- si ya antes estaba rojo ahora brillaba, el otro estaba jugando con el definitivamente

 

-Quiero que te masturbes para mí también-

 

-Eres un pervertido...- protesto el menor cansado de que el rubio le pidiera aquellas cosas extrañas pero sintiéndose mas que a tono con la mirada que el otro le dedicaba, comenzando a tocar al poco su propia excitación que hacía ya rato necesitaba de atención.- ¿Por qué no me pides que te atienda a ti? Eso sería más normal…- susurro un tanto pesado mientras acariciaba la extensión de su propio miembro lentamente, sintiendo el leve placer que aquello le provocaba verse amplificado por la mirada del otro, que el mayor le observara masturbarse le estaba poniendo bastante caliente y mientras lo hacía había comenzado a mover sus caderas un poco para sentir mejor como el rubio se iba empalmando bajo su cuerpo, el mayor le había quitado las manos de encima por completo y ahora solo se dedicaba a observarle, viendo como la respiración del chico se volvía mas encarecida y los gemidos comenzaban a escapar de su boca.- mmhhh… Marco… mierda… estas todo duro y… dios tan… grande…- al poco rato se había comenzado a mover mucho más rápido y desesperado que antes, quería hacer aquello de una buena vez, solo pensar en cómo sería que el otro le follara realmente sus manos habían comenzado a subir y bajar con mayor velocidad por su propia hombría, con toda aquella excitación hormigueándole la piel no había tardado demasiado en correrse, apresando como había podido aquella semilla entre sus manos para que no fuera a manchar las ropas del rubio, sintiendo como esta escurría entre sus manos y mojaba ligeramente su vientre, pelvis y escurría hasta el interior de sus muslos mientras su miembro perdía consistencia.

 

-Ahora límpiate.- la simpleza de aquella orden por parte del rubio le había hecho estremecer, sabía exactamente lo que debía hacer y obedientemente había llevado la palma de su mano hasta su propia mano a su boca, lamiendo cada gota de su propio semen mientras imaginaba que fuera el del rubio pues debajo de su cuerpo aun podía sentir al otro ya prominentemente erecto.

 

Ver al azabache hacer tan buen trabajo era delicioso, tanto que apenas si había podido contenerse de tocarle en aquel rato pero ahora que le observaba limpiar los rastros de lo que había quedado en sus manos no había dudado en colar una de sus propias manos entre las piernas del menor, aprovechando de lo que escurría aun en la parte interna de los muslos del pequeño para lubricar aquella pequeña entrada de manera superficial con esa acuosa esencia, trazando pequeños círculos sobre la expuesta entrada del menor con su dedo índice. -haaa… Ma… Marco…- el escalofrío que podía sentir en el cuerpo ajeno mientras aquella caricia se volvía cada vez más descarada le había hecho sonreír, todavía habría podido torturar bastante al pequeño de haberlo deseado pero a decir verdad lo que quería en aquel momento era otra cosa, poco a poco había ido introduciendo aquel dedo en la entrada del menor, cuidando de que pudiera meter la mayor cantidad de aquella semilla con sus dígitos para dejarle bien húmedo y preparado.

 

El sentir el primero de los dedos ajenos en su entrada le había hecho morderse la boca, quería gemir descaradamente, la profunda caricia de los dedos ajenos en su cuerpo  comenzaba ya a hacerle despertar de nuevo, cuando el mayor añadiera el siguiente y comenzase a moverlos en su interior la mente del chiquillo había quedado en blanco, aferrándose con sus manos a la camisa blanca del mayor y cerrando los ojos con fuerza, podía sentirlos dilatándolo y mancillándolo una y otra vez de manera ligeramente dolorosa eh incomoda pero deliciosa, al poco rato y con el tercero de los dedos del mayor en su interior ya podía sentirle chocar hasta los nudillos, haciéndole estremecer de placer mientras comenzaba a gemir desesperadamente, no pensaba que aquello pudiera sentirse mejor, realmente la espera parecía valer la pena, relamiéndose los labios un poco resecos por tanto gemir había conseguido entreabrir los ojos y el ver la manera como el otro le contemplase solo le había hecho sentir una oleada de placer aun mas delicioso.- M-marco…mas… necesito mas de ti…- pudo gemir el menor apenas audiblemente y de manera ambiciosa entre todos aquellos espasmos de placer.

 

-Realmente lo estas disfrutando.- había dicho el aludido de manera más que lujuriosa, sacando sus dedos del interior ajeno para tomarle por la cintura, echándole al hombro le había cargado hasta la habitación, tirándole a la cama sin miramiento alguno.- ¿Seguro que es tu primera vez?- pregunto malicioso mientras apresaba al menor contra la cama, relamiendo el cuello de este mientras se desabrochaba los propios pantalones, liberando por fin su miembro de aquella prisión para comenzar a penetrar al menor de manera salvaje desde el principio, ya había aguantado demasiado y el cuerpo debajo suyo le había recibido de manera tan deliciosa que le estaba volviendo loco, cualquier delicadeza había quedado por completo olvidada entre las paredes apretadas y calientes que le apresaban de manera sublime en cada intromisión.- Nhg… Luffy…- podía sentir al otro removerse y arquearse debajo suyo en cada estocada.

El fuerte grito que abandono la garganta del menor al penetrarle no había hecho más que excitarlo más, el pequeño se asía con manos y piernas a su cuerpo, entregándosele por completo entre roncos gemidos de placer eh incoherentes palabras excitadas, pidiendo por aquello con la misma vehemencia que él.-Luffy…- sus jadeos y gruñidos se mezclaban con los del menor en cada fuerte embestida, los ojos del chico estaban cristalizados de placer, desenfocados, y por su mentón podía ver deslizarse un hilillo de saliva, la imagen pura del deseo y el goce estaba pintada en aquel rostro juvenil, el segundo orgasmo del chico entre sus cuerpos había sido seguido por el propio, derramándose por completo en el interior del chiquillo mientras aquel gemía su nombre incontables veces, en aquel momento solo existían ellos dos.

.

.

.

.

Para el tercer día Luffy ya no se sentía tan cohibido con su desnudes, si bien al principio había pensado que el rubio seguramente había estado bromeando con eso de querer que estuviera desnudo para su regreso del trabajo al llegar este y encontrarle con la ropa puesta la cara de fastidio que marco había puesto no solo había hecho que el menor cayera en cuenta de su error si no que le había hecho ganar un “castigo” que aunque había disfrutado bastante no estaba muy dispuesto a repetir de momento, atándolo de manos y vendándole los ojos le había hecho ponerse en 4 sobre la cama mientras el mayor se complacía con su cuerpo sin dejarle correrse hasta el final pues sus manos no habían sido lo único que había atado, aquel día sin embargo no había cometido el mismo error y aunque aun un tanto nervioso a la llegada del mayor le hubo recibido con una pequeña sonrisa un tanto tímida como única prenda, el sentir la mano del otro rodear su cintura desnuda de manera posesiva mientras le sonreía ampliamente le había hecho devolver aquella sonrisa, no era únicamente deseo lo que sentía ahora en esos roses si no también una especie de calidez bastante familiar, agradable a más no poder.

-Bienvenido a casa. ¿Quieres que te prepare algo de cenar?-  El rubio era quien normalmente se encargaba de las comidas pero ayer el mayor había traído carne para la cena del día siguiente, le gustaba preparar la carne, era fácil y podía probarla mientras la preparaba.

-¿No vas a quemarte? No quiero tener que llevarte al hospital después- el tono de aquella broma le había hecho torcer su sonrisa al menor, pero no había podido responder de inmediato pues los labios del otro habían atrapado los suyos en un lánguido beso, despacio y hondo hasta sofocarle ligeramente.- quizá solo debería cenarte a ti.- más que sonrojarle aquello le gustaba, le encantaba poder sentirse deseado libremente, porque cada roce era tan natural como respirar, y es que aun a pesar de todo eran años los que llevaban juntos también.

-Preparare algo rico.- murmuro el menor al separarse un poco y el otro le permitió hacerlo mientras se quitaba el saco y la corbata.

-Ponte el delantal, no quiero que te quemes.- dijo un poco más serio y el otro solo asintió enérgicamente antes de salir en dirección a la cocina.

Tras ponerse un poco mas cómodo el rubio había ido a la cocina para ver al otro mientras le preparaba la cena, el delantal que normalmente utilizaban él o el pecoso era un tanto grande para el menor por lo que le quedaba bien debajo de las rodillas pero sin nada abajo la imagen de ver al otro preparando la comida era más que sugerente,  ya de por si el ver al menor cocinar era algo ligeramente fuera de lo común, pero el verle haciéndolo mientras estaba desnudo salvo por aquel delantal daba un toque bastante morboso a aquello de manera que cada que le tenía un tanto más cerca aprovechaba para acariciar su cuerpo de manera fugaz, haciendo que el menor le mirara con algo de reproche lo cual le parecía sumamente divertido.

-¡Listo!- la sonrisa satisfecha del menor al servirle la comida había sido realmente adorable, sin mencionar que por la parte superior el delantal era tan amplio que dejaba observar a la perfección la aureola de los pezones ajenos, de jalarle un poco podría haberlos visto por completo.

-No te lo quites aun.- Dijo marco al ver como el chico comenzaba a desabrochar aquella prenda, el menor le había mirado un tanto confundido pero sin preguntar solo se había sentado a la mesa a disfrutar de su bien merecida carne, pues aunque no fuera tan buen cocinero como su hermano no había forma de que pudiera echar a perder algo tan valioso como aquel alimento, el sabor era bueno y la textura casi se deshacía en tu boca, los platos habían quedado limpios en menos de unos cuantos minutos. Tras recoger la mesa sin embargo los planes del mayor lejos estaban de dejar a aquel chicuelo en paz. -¿Estás listo para el postre?- el aliento tras el oído de Luffy mientras el mayor le acorralaba contra la mensa de la cocina había hecho que el chico soltase un suave gemido de anticipación, había estado deseando aquello desde que el rubio llegara a casa, sentir como el otro restregaba su hombría sobre la ropa contra su trasero desnudo hasta comenzar a despertar le ponía bastante a tono.

-Nhhh… Marco…- De espaldas al mayor no había podido notar como aquel se ponía en cuclillas para comenzar a lamer su entrada hasta que este separara sus nalgas con ambas manos  y sintiera aquel húmedo molusco hacerle estremecer, su pecho apegado a la mesa mientras buscaba inútilmente con las manos algo a lo cual aferrarse para no enloquecer pues la saliva que poco a poco iba introduciéndose cada vez mas junto con aquella lengua le hacía desear por mas.

-Parece que ya estás listo- susurro el mayor solo por fastidiar mientras introducía uno de sus dedos en aquella estrecha cavidad para sentir como el interior del mucho palpitaba ligeramente, abriéndole paso para acomodarle con facilidad.- ¿Te has estado tocando?- cuestiono aunque sabía bien que si el chico estaba bien dilatado era por qué apenas si lo había dejado descansar entre una follada y la siguiente, apenas aquella mañana se lo había hecho antes de ir a trabajar, era casi increíble que el muchacho siguiera con tales energías después de todo aquello pero no iba a quejarse, no tenían mucho tiempo.

Poniéndose en pie dio la vuelta al muchacho para hacer que se sentase en la mesa, desabrochando el mismo aquel mandil y tirándole a un lado para poder contemplar el cuerpo desnudo de quien en aquel momento podía considerar como su esposa por completo, sin deje de burla. Era hermoso.

Dejándose hacer de momento el menor se abrazo al cuello del rubio cuando este le dejase en la mesa, mirándole un poco encaprichado.- ¿por qué tú no te quitas la ropa?- pregunto con un ligero puchero, salvo por una ocasión el mayor no se había molestado en desnudarse para hacérselo a pesar de exigirle que él anduviera desnudo por la casa.

-Puedes quitármela si eso es lo que deseas.- murmuro el rubio acariciando las piernas del menor para llegar hasta sus caderas, apegando su cuerpo de nuevo con el del azabache que ante aquello había comenzado a desabrochar la camisa del más alto.

Delineando el pecho de Marco con sus manos en pelinegro apenas si había podido sentir cuando aquel se había bajado la bragueta para comenzar a rosar su entrada con aquel ya henchido miembro.-Mira como me tienes Luffy, ¿En verdad crees que me tomare el tiempo de desnudarme cuando puedo aprovecharlo mejor follándote?- cuando la punta de su falo comenzara a abrirse paso entre aquellas paredes aun estrechas y calientes pudo sentir al menor encajarle los dedos en la espalda mientras su espalda se arqueaba en la mesa, dejando al menor recostarse sobre esta había empezado a empalarle  en un suave y ajustado vaivén por las piernas enredadas en su cintura impidiéndole separarse demasiado, con  unas de sus manos sostenía la cintura arqueada del menor que gemía a cada envestida mientras con la otra había comenzado a atender las necesidades del más joven.

-Ahh… no Marco… si haces eso no…- en cada estocada podía sentir su propio éxtasis inundarle, haciendo que su interior palpitase y se estrechara en contra del bendito intruso que le hacía llegar al cielo, ni que decir de cuando el otro había comenzado a atenderle, con lo sensible que estaba de todo lo que habían estado haciendo aquellos días no había tardado en comenzar a derramas pequeñas dosis de su semen con cada que el mayor mancillaba inclemente ese punto en su interior que le hacía jadear y perder el aliento, cuando sintió al otro bajar hasta besar y morder su pecho de manera voraz ya no pudo contenerse, estallo con un sonoro grito de placer incontenible pero el mayor no se había detenido, envistiéndole de nuevo hasta lograr que se pusiera duro pero la mera estimulación de su próstata había comenzado a masturbarle nuevamente.- no… ba.. basta…- suplicaba en vano con sus ojos lagrimeando por el placer inconmensurable, el segundo orgasmo le había llegado incluso más pronto y el sentir al otro derramarse en su interior junto con aquella nueva oleada de placer le había hecho aferrarse a el cuerpo ajeno intentando calmar los temblores que no cesaban, mas que solo correrse aquello se le había antojado un verdadero orgasmo que le dejase las piernas débiles y completamente exhausto hasta no poder levantarse de la mesa aun cuando el rubio había salido de su interior ya.

-Quizá  mañana debería darte un descanso.- le escucho decir al rubio mientras este contemplaba su obra satisfecho.- ¿Te gustaría ir a cenar tal vez?- a pesar del cansancio la invitación a salir le había hecho sonrojar más que lo que habían hecho anteriormente, ¿Se trataba eso de una cita?

.

.

.

Continuara.

Notas finales:

Creo que dejare la segunda parte de esto para después por que ya fue bastante, hay que dejar respirar a Lu(?)… muchas gracias a los que se sirvan de leer y nos vemos en el próximo, gracias especial por los que comentan, besos al gatito gordo de mi corazón.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).