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¿Qué pasaría si...? por Alice Miu

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Notas del capitulo:

He decidido hacer un pequeño cambio, el cuarto y ultimo drabble sera de Misaki y Akihiko en su verdadero sexo, por lo que posiblemente haya lemon

Bostezo con cansancio mientras que cocinaba la comida, últimamente Akihiko llegaba tarde por las múltiples juntas a las cuales era obligada a ir, sin contar el hecho de que tenía un manuscrito atrasado. El tampoco se quedaba atrás con el trabajo; la editorial estaba saturada de trabajo últimamente, siendo utilizado, como escusa para que aprendiera, para los trabajos más pesados

Escucho un portazo en la entrada principal, seguido de un suspiro cansado, observo la cara de la escritora, la cual se veía reluciente y sin ojeras – el maquillaje hace milagros- pensó —Bienvenida ¿Cómo te fue en la junta? — Sin recibir respuesta alguna, Akihiko lo abrazo con torpeza por el cansancio, haciendo sonrojar a Misaki cuando sintió en su espalda los pechos de ella

—Me fue bien…— Contesto mientras que se despegaba del menor, Takahashi la observo mejor, su labial estaba un poco movido de un lado, suspiro con cansancio y con un dedo quito el exceso, esta sonrió. Observo extrañado que Akihiko estaba más alta, miro hacia abajo y se dio cuenta que está todavía tenía sus zapatillas, esta se dio cuenta de este hecho y se las quito con cierto cansancio, ah, ahora la estatura estaba igualada

—Siéntate, la comida esta lista— Esta obedeció como muerta viviente. La mujer suspiro con estrés, observo como su pareja comía, no quería estresarlo más pero, era necesario que él estuviera al tanto de la situación— Misaki necesito decirte algo

— ¿Qué pasa? — Pregunto extrañado por tanta seriedad

—Tengo retraso— La cara del menor de los Takahashi era digna de una fotografía ¿Retraso? ¿Era una broma? Ahora sabia de lo que hablaban sus amigos, el miedo le llego rápidamente al imaginar la posibilidad de que… ni siquiera quería pensarlo

— ¿Desde… cuando?

—Una semana…— La habitación se quedo en completo silencio por el resto del día

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Caminaba por las secciones de los pasillos con temor, siempre le pasaba cuando esa fecha estaba, sabía de memoria que marca y cuales debían ser, simplemente le causaba vergüenza el hecho de que todos vieran lo que iba a comprar

Entro por la sección de cuidado personal, caminando cinco pasillos a la izquierda, ahí estaba su pesadilla pintada de colores rosas, morados y verdes

Era la sección donde estaban los tampones y toallas femeninas, era una pesadilla para él

Por suerte el pasillo se encontraba solitario, camino rápidamente, casi corriendo; busco entre los productos el que necesitaba, cuando lo visualizo, lo agarro rápidamente y salió con la misma rapidez a las cajas, encontrándose con todas las filas llenas

Ojala la tierra lo tragara en ese momento

Llego a su hogar, encontrándose con el apartamento en total silencio, fue al baño, suspiro y busco entre las pastillas algunas para el dolor, conociendo a la escritora, esta simplemente debió haberse dormido sin tomar nada para su malestar, o también se le olvido donde estaban las medicinas

Subió las escaleras y se dirigió la habitación que compartían, toco dos veces y no escucho nada por lo que abrió la puerta, encontrándose con la mujer escribiendo a mano en un cuaderno

—Usagi-san aquí tienes lo que me pediste— Lo único bueno de esas vergüenzas que tuvo que pasar en el supermercado, era el hecho de que ya no existía – por ahora- peligro alguno, simplemente fue un retraso. La observo hacer una pequeña mueca de dolor, sus predicciones habían sido correctas— Te traje algo para el dolor

—Mi mejor medicina es Misaki— Sin poder contestar al comentario cursi, fue jalado del brazo, cayendo en la cama matrimonial, la mujer simplemente lo abrazo como si se tratara de uno de sus suzukis

— ¿Qué crees que haces? ¡Necesito hacer la cena! — Comento con falso enojo y totalmente sonrojado

—Mi enfermero se fue por mucho tiempo, así que tienes que cuidarme para recompensar el tiempo en el que sufrí por mi malestar

—Gran maestra y escritora Usami Akihiko, te informo que, no te estás muriendo oh algo por el estilo, no exageres— Exclamo enojado

— ¿No puedes guardar silencio? Estoy recargando energías— Conociéndola, no lo dejaría de abrazar todo lo que quedaba del día

Esa mujer caprichosa era un dolor de cabeza


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