Sábado 6 de Abril de 2013.
Hoy un joven de tez morena con una cicatriz en la frente de ojos y cabellera azulada ha entrado en mí habitación en compañía del doctor Saga.
Este singular chico tiene cara de pocos amigos y según me dijo el médico pertenece a un grupo de risa terapia-me pregunto cómo le hace si tiene esa cara tan seria-y que se ofreció como voluntario en el programa “amigos de corazón” el doctor no reparo en presentarnos simplemente dijo antes de salir “diviértanse”, se sentó a mi lado y dijo:
-Por ahora no te diré mí nombre ni tú me darás el tuyo-pero que tipo tan raro hace un momento parecía completamente indiferente y ahora me sonríe, me muestra una sonrisa cálida, cómo la de un niño cuando está a punto de hacer alguna travesura y necesita de un cómplice.
-¿Entonces cómo nos llamaremos el uno al otro?-no se me ocurre otra pregunta y lo peor es que no sé por qué le sonrió.
-Piensa un nombre, el que se te ocurra y sólo hasta el día en que me consideres tú verdadero amigo me dirás tú nombre real-me sorprende su respuesta pero prefiero seguirle el juego.
-Llámame Pegaso-me mira y dice a mí llámame Phoenix.
Me tomo de la mano y riendo de la nada dice-mucho gusto en conocerte Pegaso-me dice que si quiero participar en unas carreritas, me sentó en una silla de ruedas y cómo si el diablo estuviera detrás de nosotros salimos del edificio al patio.
No olvidare esa extraña primera impresión, nos regañaron por hacer eso pero me divertí hace mucho que no me reía así, sentí que mí mundo recobraba el color que hace mucho perdió, nos recostamos a la sombra de un árbol y me conto un poco sobre las cosas que le molestan y lo cito:
“pero para que no suene tan mal le puse cosas que me cagan, me defecan, me laxan”
Con cada una de las ocurrencias que decía me sacaba una y otra risa por ejemplo cuando dijo:
“Yo creo que los micro buceros vienen de una dimensión paralela en donde la máxima de la física de esta dimensión que dice: dos o más cuerpos no pueden ocupar un mismo espacio, no existe. De la dimensión de donde vienen estos culeros esa ley no existe, para ellos en efecto dos o más cuerpos si pueden ocupar un mismo espacio siempre y cuando dicho sujetos se recorran en doble fila hacia atrás”
La más rara primera impresión del mundo, me obsequio un cuaderno en el cual me pidió que escribiera cómo la pasé con él, o cualquier pensamiento y me prometió que jamás lo leería a menos que yo se lo permita, me dio su número de teléfono para cuando me sintiera solo… pero cuando no me siento solo.
Esperare con ganas a que llegue el siguiente sábado.
Sábado 13 de Julio de 2013.
Ya han pasado tres meses, desde que nos conocimos, a pesar de que ya no estoy internado cada sábado nos frecuentamos y él me lleva ya sea al parqué, al zoológico, a un museo inclusive a una obra de teatro, de vez en cuando me regala un libro, cuando recibo mis quimio terapias el me acompaña al hospital y está conmigo en todo momento, un gran amigo-pero a un no lo considero como tal-me ayuda con algunas cosas que no entiendo de la escuela, es muy estudioso, en matemáticas nada le falla y no se diga de literatura si le preguntas cualquier cosa él siempre te dirá más de lo que querías saber, me platica sobre sus compañeros pero omite los nombres y los cambia por nombres de animales: la mula, la zorra, el oso, la vaca… etc.
Es un tipo de chico que puede tener todo pero no lo que necesita.
Hoy por ejemplo me llevo a comer un helado al zócalo y de paso me llevo aun museo por su tarea, cosa que no me molesta mientras pueda estar con él.
-De seguro que ya te aburriste- me dice mientras observa una pintura colonial.
-No para nada-le digo sonriendo.
-aja, ¿Enserio?-me mira por un momento con esos ojos tan profundos que tiene y algo en mí corazón cambia y le respondo nervioso.
-Es enserio, si estuviera aburrido comenzaría hacer cosas tontas. Entonces cierra su cuaderno y me dice
-Ya sabemos que pinturas robar-justo cuando va pasando una señora de mediana edad la cual apresura el paso cuando él dice eso, creo que me sonroje y lo único que se me ocurrió fue reírme y luego nos fuimos rápido del museo.
Cada sábado obtenía un recuerdo el cual atesoraría hasta el día de mí muerte.
Sábado 21 de Diciembre de 2013.
Hoy le diré mí nombre.
Ese fue mi pensamiento cuando amaneció, tres días y sería noche buena tenía planeado invitar a Phoenix a que cenara conmigo y con mi hermana, pero a las 10:00am me llamaron al celular era él, dijo que quería llevarme a un acuario, pero si queríamos ver a los pingüinos tendríamos que ir temprano, me vestí con mi pantalón de mezclilla de siempre una playera blanca y mí sudadera negra claro que no podían faltar mis converse sucios. Al llegar quedo impresionado con la cantidad de peces que hay, me compro una paleta de grosella ¡mí favorita! Paseamos por todas partes y gracias a mis suplicas accedió a tomarse unas fotos conmigo-sé que no soy especialmente guapo pero no por eso significa que romperé la cámara-el como siempre viste con un pantalón de mezclilla negro, una camisa y sus tenis, sonríe conmigo cada vez que algo le llama la atención, se ríe de sus propios chistes y critica satíricamente alguna cosa que le molesta o le parece un error del mundo. Sin embargo todo lo que sale de su boca me parece extrañamente divertido.
De pronto anuncian el show de pingüinos ambos nos dirigimos a las gradas todo es fascinante, no hay mucha gente por ser muy temprano, así que todo el show es para nosotros, aplaudo, rio, es todo lo que puedo hacer de pronto me siento mareado, siento un gran dolor y mis piernas no me responden y sin precedentes comienzo a vomitar sangre, Phoenix me sostiene y después recobro la compostura, los presentes me ven como si fuera un fenómeno, las mamás alejan a sus hijos y me señalan ¡porque me señalan! No soy un fenómeno, veo lastima, miedo, asco, repulsión en los demás, escucho cómo murmuran.
“No lo veas”
“Pobrecito”
Empiezo a llorar cuando él me deja en la silla, observo cómo da la cara ante la bola de chismosos que se ha juntado para criticar.
-Ya se acabó la función y si nos les molesta se pueden retirar es de muy mala educación estar de metiche, acaso nunca han visto algo así y si no lo han visto será mejor que se alejen porque gente ignorante aquí no necesitamos-escucho cómo me defiendes de los demás una mirada llena de coraje es la que les muestra, todos entienden el mensaje y se van.
Al regresar del acuario, me disculpo por lo que paso, él me mira cómo si fuera un niño al que hay que consolar me revuelve el cabello, sonríe y dice “No hay problema, todo estará bien” me regala un abrazo y puedo percibir su perfume, un calorcito que me envuelve.
“Todo estará bien” no sabes cuánto me alegro que lo hayas dicho.
Sábado 15 de Marzo de 2014.
Hoy me llevaste al parque jugamos un poco de basquetbol, nos columpiamos y nos empapamos con las fuentes que había por el rumbo, caminamos entre los arboles platicando de trivialidades pero hasta esas platicas casuales son muy divertidas, caminamos sin un rumbo fijo hasta que nos encontramos con unas canchas de tenis y un deporte que yo no conocía: el bádminton.
Entramos yo con cierta incomodidad pero tú parecías estar familiarizado, de pronto escucho cómo unos cuantos chicos gritan: “Fénix”. Volteas y los saludas sin ninguna expresión en tú rostro nos acercamos a ellos y te invitan a jugar, me presentas todos toman de una forma natural que yo me llame Pegaso, me preguntaste si me molestaba que tú jugaras, pero yo te anime a que lo hicieras, me senté a la sombra de un árbol y observe cómo tomabas esa cosa que le llaman “Gallito” y la golpeabas con la raqueta, te movías con mucha naturalidad, parecía que la raqueta y tú eran uno sólo te movías de un lado para otro arriba abajo, golpeando el gallito el cual casi siempre perdía de vista pero tú no veo que en tú rostro hay una completa concentración cada golpe lo das con mucha fuerza pero… no te veo sonreír, a pesar de que les ganas con mucha facilidad.
Un joven de cabello negro largo se acercó a mí platicamos un rato hasta que él dijo.
-¿Te llevas bien con Fénix?-preguntó.
-Sí, es muy divertido estar a su lado-me mira cómo si estuviera drogado, se quedó pensando un rato y volvió a preguntar.
-¿Cómo puedes decir eso?-su pregunta me saca de onda completamente-es muy poco expresivo casi todo el tiempo muestra una cara de pocos amigos, es arisco, hasta cierto punto creído, sólo sonríe cuando trabaja o va exponer.
Después de esa respuesta apareciste tú y ya no pude preguntar nada sobre ti, pero prefiero preguntártelo directamente, será cierto lo que dijo Shiryu, eres arisco, si fuera así entonces no sonreirías cuando estás conmigo sólo yo conozco al verdadero Phoenix… Creo que me estoy emocionando o enamorando.
Antes de llegar a la estación del metro en la que me bajo me preguntas si tengo planes para las vacaciones de semana santa, al decirte que no, me invitas al mar me dices que vas a ir con unos amigos, acepto después de todo sólo serán cuatro días. Ya estamos por cumplir un año, juntos, creo que estoy listo para decirle mí nombre pero esta vez realmente lo hare.
Lunes 7 de Abril de 2014.
Querido diario, carajo estoy muy emocionado, este fin de semana no lo olvidare, te cuento que ya le dije mi nombre, cuando me fue a recoger el jueves por la madrugada en compañía de sus amigos yo mismo me presentante, anunciando con una sonrisa cual era mi nombre real.
-Seiya-dije y todos me miraron sonrientes, acomodaron mis maletas, la camioneta en la viajamos era bastante grande y tú la estabas conduciendo recuerdo claramente que éramos 8 personas en total, me pediste que me sentara en el asiento del copiloto al principio pensé-me quiere a su lado-luego me di cuenta de que lo hiciste por que tus amigos comenzaron a tomar unas cuantas cervezas me ofrecieron una y tú me dijiste-tómala sólo si quieres, no te vamos a obligar-la recibo y la pruebo poco, veo cómo bebes de un vaso me dices que es tequila que a ti nunca te ha gustado la cerveza, Hyoga un chico rubio de buen ver, enciende el estéreo y emprendemos el viaje, durante todo el tiempo nos la pasamos cantando hasta que la mayoría se durmió, con ellos si te vi sonreír, reírte, pusiste tú propia memoria cuando todos se durmieron aun me acuerdo de la primera canción clarity de Zedd, me dijiste que sacara la cabeza y mirara al cielo, quede asombrado por la cantidad de estrellas, que iluminaban el cielo nocturno.
-Así que tú nombre es Seiya-me dices sin despegar la vista de la autopista.
-Sí mi nombre es Seiya te lo iba a decir la otra vez pero creo que me acobarde-te digo y me miras sonriente.
-Mi nombre es Ikki, mejor conocido como Phoenix, me gusta la música electrónica, el tequila, me apasiona la literatura, mi hobby es el bádminton, estudio el tercer año de secundaria y mi sueño es convertirme en un gran oncólogo-te presentas y lo que dices concuerda exactamente con lo que yo ya había descubierto.
Cuando terminas yo también te platico sobre mí mis gustos, lo que no me gusta, todo. Sorprendentemente sólo eres un año mayor que yo. Te pregunto si es tú primer vez manejando, me respondes que no, que ya habías manejado un par de veces por carretera y que además no dejarías que esos locos de atrás manejaran en el estado que están.
Al amanecer percibí los rayos de sol sobre mí cara y observe el mar a nuestra izquierda me dices que vamos a u lugar muy especial llamado “El paradero del sol” o también conocido como la barra de Coyuca.
El lugar es muy lindo cuando llegamos parece que ya conocen a los residentes, le hablas a un tal “topo” que tiene una ramada en la playa sacamos las cosas de la camioneta-la verdad eran bastantes-montamos una lancha que nos llevó hasta el lugar, me sorprende que sólo una pequeña barrita de arena separe al mar de una hermosa laguna de agua dulce, al llegar, bajamos todas las cosas, armamos las tiendas de campaña cuatro en total en cada una cabían dos personas.
Hyoga y Fler, Shun (que es tú hermano) y June, Aioria y Marín y al final tú y yo.
Tú y yo <3
Entramos un rato al agua y nos la pasamos jugando, a pesar de que era muy temprano preferimos eso ha estar sentados, a medio día el lugar ya estaba lleno de gente ni me percate de cuando llegaron sólo sé que me estaba divirtiendo demasiado con todos, salimos del agua y ordenamos de comer pero yo quería jugar un rato más y tú me dijiste-el sol está muy abrasador mejor espera a la tarde si no quieres terminar más negro de lo que estas-rio por tú comentario pero lo entiendo de seguro sabes que mí piel no puede soportar el sol y lo único que quieres es mantenerme saludable me recuesto en una hamaca que está a tú lado te veo sonriente, una sonrisa sincera, el pecho descubierto, sólo tienes un short muy corto, no sé por qué pero mi corazón se acelera.
Al anochecer tú y tus amigos encienden una fogata, Aioria toma su guitarra y entona varias canciones que todos cantan, June y Marín me piden que las acompañe aun 24hrs que está cerca, una vez ahí compramos varios litros de cerveza y tequila, bombones afuera del lugar Marín se encuentra con un joven al que le dice-dame 20 especiales-el chico le da dos bolsas llenas de pequeños braunies y regresamos a donde estás tú, la noche pasa entre varios tragos y después de verte completamente borracho Fler me obsequia un braunie después de todo sólo es chocolate y yo vi como te comiste varios aun que me hayas prohibido consumirlos se me antojaron.
Al terminar de comérmelo siento todo mí cuerpo liviano, muy extraño, las cosas parecían a un más divertidas, veo cómo todos se retiran, a sus tiendas sé perfectamente que no es para dormir, te veo del otro lado de la fogata, tirado en la arena, me tiro a tú lado y me preguntas.
-Te estas divirtiendo-afirmo con la cabeza-Vamos a dormir ya-tratas de pararte pero tus piernas no te responden, estas muy drogado muy bebido jamás pensé verte en este estado, te levanto después de todo yo sólo tome una cerveza y el braunie te llevo a la tienda y te dejas caer al poco tiempo te duermes te pongo una almohada y te cubro con una cobija que al parecer sólo hay una, me acerco a ti, verte dormir es más que suficiente cierro completamente la tienda y ya no aguanto más te doy un beso, no reaccionas, me acuesto a tú lado y toco suavemente tú pecho por debajo de la camiseta que traes, te doy otro beso en el cuello, pero esta vez te volteas y me abrazas me pegas a tu cuerpo, el olor a tabaco es lo único que puedo percibir, pones tu barbilla sobre mí cabeza, me recorres con tus manos aun estando dormido, yo te sigo el juego mí respiración se vuelve cálida, empiezo a sudar mí mano baja a donde está tú miembro, comienzo a masturbarlo, parece que lo disfrutas desases nuestro juego de carisias, y te pones boca arriba, sigo jugando con tu miembro, te beso todo el torso, mientras voy bajando hasta estar a la altura de tú cintura, veo tu rostro estas extasiado, mi respiración golpea tu pene, lamo la punta, lo introduzco juego con él, te gusta y una vez que está completamente erecto me subo encima de ti, me lo introduzco, me duele, pero me encanta sigo hasta que te vienes en mí, el juego ha terminado, te coloco el short cómo antes me visto, y me duermo a tú lado en un tierno abrazo, pensé que al día siguiente te acordarías de todo lo que te hice, pero resulta que no te acordaste de nada, despertaste con una cruda inmensa y te disculpaste, porqué tenías el short un poco mojado, pensaste que habías tenido un sueño húmedo cosa que me alegra muchísimo, no me gustaría que te acordaras de eso, tal vez nuestra amistad se rompa, te alejarías de mí por mis preferencias, me repudiarías, además que vergüenza que me recuerdes completamente desnudo sobre ti.
El segundo día nadamos casi toda la mañana pero por la noche fuimos al zócalo de la ciudad paseamos toda esa noche en compañía de la música de mariachi, el tercer y cuarto día fueron igual de divertidos, cosas nuevas que probar, todo perfectamente bien.
Espero realmente que nunca leas esto, sería muy vergonzoso… literalmente te viole.
Sábado 1 de Noviembre de 2014.
Aun estas muy triste de que sirvió el que te quedaras en la primera opción de preparatoria, si por dentro te estas muriendo y lo peor es que yo sólo lo empeoro, en Junio murieron tus primos, dos de los cuatro con los que te llevabas muy bien, justo en la semana de tu examen, y hoy fue el primer aniversario de la muerte de tu abuela, estuviste a mí lado tratando de sonreír pero sé que sólo es pura apariencia, hoy de vuelta estoy en el hospital tuve una recaída muy fuerte, a pesar de estar en un hospital los niños se disfrazan, van de habitación en habitación para ver si les dan algunos dulces al parecer tú estás enterado de esto y trajiste varias bolsas, al abrir la puerta depositas a cada niño un puño de dulces y les sonríes, luego cuando no se lo esperan finges enterrarte un cuchillo y todos ellos salen corriendo lo más lejos posible, me recuperare lo antes posible para verte sonreír y volvamos a estar juntos cada día por siempre, cada minuto que pasa me enamoro más de ti… en uno de los libros que me diste leí “si los sentimientos que tienes nunca se los declaras cómo esperas a que este los reciba” pero me preocupa el hecho de que tal vez tú no seas gay, esa vez sólo fue por que estabas completamente drogado y no distinguías la fantasía de la realidad todo eso pasa por mí mente pero lo hare me declarare…
Casi cuando te ibas me dijiste que durante todo el mes ya no podrías visitarme que tenías muchas cosas que hacer pero que en diciembre regresarías, me prometiste que me enviarías varios mensajes para saber de mí, me declarare cuando regreses, cuando te vuelva a ver.
¡Te amo!
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.