Parpadeé un par de veces al caer en cuenta de que estaba observando esa pequeña figura inocente. De nuevo.
Miraba su lindo rostro, que al pasar de los días se me hacía cada vez más y más perfecto haciendo leves pucheros de inconformidad tratando de hacer lo que siempre hace en los descansos: quitarle la cascara a su toronja para comérsela.
Todos los días era lo mismo, desde que me cambié de casa y me transferí a esta escuela.
Y siempre estaba yo presente para verlo.
Sonreí para mis adentros y pasé la página a la revista, después de todo, no quería que aquel chico se diera cuenta de que lo veía fijamente sin perderme detalle alguno de sus movimientos.
Cerré los ojos un momento, y traté de hacer memoria del porqué me encontraba haciendo siempre lo mismo.
Al recordarlo una pequeña risa salió de mi boca, pero fue una risa solo para mí.
Mi primera impresión al ver este enorme instituto en el que tendría que pasar 3 años, fue, que era muy buen lugar como para que yo estuviera en el y claro que recuerdo muy bien como fue que pasó hacer de esto una rutina: ver a ese niño con peinado de hongo.
>>>FLASH BACK<<<
Mi mamá recién arrancaba su auto, deseándome suerte en mi primer día, como siempre yéndome a dejar en la entrada del instituto.
Apenas y la semana pasada me habían aceptado aquí y con suerte, y me acostumbraría al cambio en unas cuantas semanas.
Aunque no puedo negar que me molestó el hecho de que de buenas a primeras mis padres decidieran mudarse, llevándome a mi entre ellos, sin oportunidad alguna de oponerme.
Pero olvidé cualquier descontento que pudiera haber tenido cuando entré al instituto.
Todo era un estilo victoriano, colonial, demasiado estirado para mi gusto, pero eso no quiere decir que fuera horrible, no, parecía sacado de una pintura de algún museo de Londres.
Por supuesto que dejaba impresionado a cualquiera.
Cuando estaba buscando mi edificio para llegar a mi habitación, pasé por un árbol frondoso que daba una sombra muy amplia y fresca, el árbol quedaba justo en medio del jardín.
Y, abajo de éste sentado, estaba él, luchando para quitarle la cáscara a una toronja. Hacía muecas, o miraba furioso a aquella fruta que para mi gusto es demasiado ácida, hasta que en uno de sus intentos lo logró, fue entonces cuando sonrió y siguió quitándole la cascara, hasta que se la quitó por completo y tomó un gajo entre sus dedos para meterla lentamente entre esos labios curiosos que tenía, y como lo dije, aquella era una fruta ácida, su rostro no tardó en mostrarme que estaba en lo cierto, no pude evitar reír un poco por lo bajo ya que las muecas que hacía eran divertidas pero a la vez un poco tiernas. Más sin embargo, después sonrió y siguió disfrutando de su fruta.
>>>FIN FLASH BACK<<<
Y todavía el dia de hoy lo veo en los descansos, haciendo exactamente lo mismo.
-Minho~ ¡Minho!.- escuché a Jonghyun haciendo que saliera de mis pensamientos.- vas a hacer que el niño se desgaste si lo ves tanto.- me dijo acusadoramente pero con un deje de broma en sus palabras -.
-¡¿Qué?!.- sentí que un pequeño calor subir por mi rostro.- yo-yo no lo estaba viendo a él, ni sé quien es.-le respondí un poco molesto por mirarme así, aunque tuviera razón-.
-Se llama Lee Taemin .-me respondió Key mientras se acercaba a nosotros.- y va en primer año. Veo que te gustan los jóvenes eh, Choi pervertido.- también me lo dijo acusadoramente-.
- ¡Yo no soy un pervertido!.- les grité a ambos que ya comenzaban a secretearse entre ellos.- déjenme les recuerdo que los que se encierran en los baños para hacer sus "cosas" son ustedes y no yo.- reí escandalosamente al ver la reacción de ambos, Jonghyun con una pose de orgullo y Key no pudo haber estado más rojo en su vida-.
-Te lo puedo presentar, es amigo mío.- habló Kibum ya con su color natural.- vamos a clases de danza y teatro juntos.
-¿Danza y teatro?.- pregunté ya más interesado en la conversación -.
-¿Entonces si te gusta?.
-Júzguenlo ustedes.- sonreí mientras un suspiro salía de entre mis labios-.