Era un día como cualquier otro, el sol comenzaba a filtrarse a través de las ventanas de los templos, haciendo entender que era hora de levantarse, la gran mayoría de los caballeros ya se encontraban despiertos y otros pocos no.
En el interior de leo, su guardián se encontraba aún descansando, pero de a poco aquellos rayos de sol comenzaron a despertarle. Poco a poco fue abriendo sus ojos dejando ver el hermoso color de estos. Con algo de pereza se levantó de aquella cama, y de manera automática se dirigió a su cuarto de baño, en donde tomo una ducha rápida como cada mañana. Al salir de la ducha, se vistió y se dirigió a Sagitario, puesto que Aioros le había citado en su templo antes del entrenamiento.
-Aioros- llamo el de leo, entrando al templo y dando aviso de su llegada.
-En la cocina- grito Aioros.
El de leo se dirigió a esta, y vio a su hermano preparando su desayuno.
-Buenos días hermano- saludo el León.
-Buenos- contesto Aioros -¿tienes hambre?
En respuesta el León asintió y en cuestión de minutos frente a el, ya había un plato con huevo y algo de tocino.
Al terminar su respectivo desayuno Aioros tomo ambos platos sucios y los depósito en el fregadero, y posteriormente se sentó frente al León.
-Y bien ¿para qué me citaste?- pregunto el León con curiosidad.
-Voy directamente al grano, tú sabes que mañana es tu día y como...
-Espera ¿cómo que mañana es mi día?- pregunto incrédulo.
-Aioria, sabes que día es hoy ¿verdad?-
-Si, hoy es 15 de Agosto-
-¿Y mañana?-
-16 de Agosto-
-¿Y?- dijo el de Sagitario esperando a que el León recordará lo que se festeja ese día.
-¿Cómo que, y?- pregunto el León sin entender- Aioros por favor explícate.
-¡Aioria de leo!- exclamo el de Sagitario seriamente -me parece increíble que no recuerdes que mañana, 16 de agosto es tu cumpleaños-.
-Es verdad mañana es mi cumpleaños- dijo el de leo pensativo.
-¿Acaso no lo recordabas?-
-Si, pero... de momento perdí la noción de los días importantes-
-Aioria, últimamente has estado muy ausente ¿a qué se debe?-
-No es nada, sólo que pienso en otras cosas-
-¿En otras cosas o en alguien?
-¿Qué?- contesto sorprendido -de dónde sacas esas ideas-.
-Entonces es verdad- dijo divertido- sabes soy tu hermano mayor y te conozco mejor que nadie- se dirige al León y al tenerlo cerca le revuelve el cabello -y dime ¿quien es el causante de tu ausencia?-
-Nadie en especial- un leve sonrojo se hizo presente.
-Vamos hermano, sabes que puedes confiar en mi-
-Confió en ti, pero...-
-¿Pero?- dijo sosteniéndole la mirada.
-De acuerdo te diré, al fin y cuentas eres mi hermano y tarde que temprano tendrías que saber-.
-En ese caso te escucho-
-Él es... es...- el León comenzaba a sonrojarse y le costaba hablar- Virgo.
-¿Virgo?- pregunto pensativo -Virgo, Virgo, espera un momento no estarás hablando de, Shaka ¿o si?.
-Si, hablo de él-
-Mmm ya veo, bien Aioria por lo que te he citado aquí es porque entre Shura, Milo y yo hemos pensado en festejarte mañana, he invitar a todos los caballeros dorados y como sabes que Shaka es algo reservado y lo más seguro es que no asista, así que le diré a Milo que lo convenza de asistir- comento el de sagitario viendo al de leo sorprendido.
-Espera ¿qué?, no hablarás enserio- dijo ruborizado; sabía perfectamente que si iba el custodio de la sexta casa, se pondría nervioso y actuaría como tonto frente a él.
-Hablo enserio, así que ve a entrenar, tengo mucho que planear- se paró en seco de su asiento y literalmente arrastró al de leo a la salida de Sagitario- nos vemos Aioria.
Ante esto el León se sorprendió, Aioros muy pocas veces podría actuar de la manera menos pensada. Sin más Aioria descendió por los templos y finalmente se dirigió al coliseo.
Al llegar a este rápidamente visualizo a Milo quien le esperaba para entrenar se acercó a el y le saludo.
-Hola Milo-
-Aioria, ¿cómo estás?-
-Estoy bien, me parece que tú y Aioros han planeado algo sin mi consentimiento-
-Vamos Aioria, a veces te amargas mucho la existencia, dejemos de lado este tema y pongámonos a entrenar, ¿quieres?-
-De acuerdo Milo, pero prepárate para perder- dijo lanzando el primer ataque.
Después del entrenamiento ambos caballeros fueron al templo del quinto guardián, al llegar no dudaron en sentarse en la sala para descansar.
-Bueno Aioria, y dime, sobre lo que me contaste hace un tiempo de Shaka ¿es verdad?-
-Si, no tendría por qué mentirte-
-Hablando de Shaka, Aioros me comento que quiere que vaya al templo de Virgo, así que tengo una idea- dijo el de Escorpio sonriendo-
-Oh no ni lo pienses- dijo el de leo levantándose de su lugar y luego irse a tomar una silla para defenderse.
-Oh si Aioria, si lo pienso- se acercó al de leo tratando de quitarle la silla- vamos minino si bien que deseas ver a Shaka-.
-No Milo, aléjate haz lo que se te asigno-
-Haré mi tarea, pero tú me acompañarás-
Inesperadamente el León aventó la silla contra Milo y este la atrapo, pero Aioria al correr resbalo cayendo de espalda, sin más Milo lo tomo de los pies y comenzó a arrastrarlo hasta virgo.
Al llegar Aioria trataba de zafarse del agarre de Milo, pero por más que trataba Milo no le dejaba, se adentraron a las salas gemelas y vieron al de Virgo meditando.
Shaka no tardó mucho en sentir sus presencias.
Mientras tanto el León se moría de vergüenza al verse así ante el que ama.
-¿A que han venido a interrumpir me?- dijo un serio Shaka
-Venimos a invitarte al cumpleaños de él- dijo Milo señalando a Aioria.
-Aioros ya me lo había dicho, no necesito que me lo recalquen- comento con enfado.
-Lo sabemos- dijo aún sin soltar a Aioria- pero es muy importante tu presencia en el evento de mañana.
¿Mi presencia?- cuestiono no muy convencido, mientras arqueaba una de sus cejas.
-Si, Shaka tu presencia es esencial, ¿así que es importante saber si en verdad asistirás mañana?- soltó al León y este se paró casi de inmediato.
-Dame un buen argumento para asistir Milo-
-Bien, primeramente es el cumpleaños de Aioria -comenzó a hacer el conteo con sus dedos marcando los puntos respectivos -segundo eres su amigo no muy cercano pero lo eres, tercero porque él te..
Aioria al escuchar lo último y sin titubear tapo la boca de Milo con su mano para evitar que siguiera y lo pusiera al descubierto.
-Discúlpame un momento Shaka- dijo llevándose aún divertido Milo-
Al alejarse un poco de Shaka, el quinto custodio soltó a Milo.
-Lo siento- se disculpó -no pude evitarlo se me salió-.
-No te preocupes, sólo deja me encargo yo de esto-
-A final de cuentas ¿lo convencerás tu verdad?-
-Si- se acercó al escorpión y le susurró al oído - sinceramente deseo que mañana me haga un poco de compañía y de a poco poder conocerlo más a fondo-
Ante aquella confesión Milo, sólo sonrió y se retiró del templo. Por otra parte Aioria se armo de valor, ¿cómo?, ni el mismo sabía de donde lo había agarrado, sin más se dirigió nuevamente hacia donde Shaka, donde entablo con él una larga conversación.
La oscuridad ya había caído sobre el santuario y el León decidió que era hora de retirarse. Amablemente se despidió de Shaka, pero un impulso hizo que abrazara al de Virgo, quien quedo helado al recibir aquel afecto, al darse cuenta de lo ocurrido el León se disculpó y rápidamente bajo a su templo.
Llego a este y fue directamente a su habitación, en donde se recostó sobre su cama, sin duda aquel abrazo le había gustado al León, pero le aterraba lo que pensara el de virgo.
Pensando en aquel abrazo y en el tiempo que paso con Shaka, Aioria callo en un profundo sueño, ya que necesita descansar para lo que le esperaba al día siguiente.