Después de la final de la Winter Cup, de que su equipo fuera el vencedor, a Furihata Kouki se le confesó la chica que le pidió que se convirtiera número uno en algo. A las semanas se supo por toda la secundaria que ellos eran pareja y su relación iba de viento en popa, hasta sus compañeros de equipo le felicitaron por tan buena noticia e inclusive Izuki prometió prestarle una de las libretas de sus juegos de palabras y Kagami hasta le dijo que le iba a enseñar a cocinar, pero a medida que avanzaba el tiempo el chico comenzó a notar el desinterés que tenía la muchacha en él, que en realidad sus ojitos solo brillaban cuando veía a otro de sus compañeros y no a él, sintió una profunda tristeza por dentro pero nunca lo demostró. Ella empezó con indiferencia, cada vez que Furihata le contaba algo esta solo asentía ajá,sí está bien, entiendo, luego formaban peleas sobre las cosas más estúpidas, según sus compañeros era la etapa del enamoramiento donde se trataban como perros y gatos pero que pronto se le quitaría para dar paso a bonitas reconciliaciones cosa que en el fondo Kouki sabía que no era así, que era ese el método que ella estaba usando para alejarlo de su lado y así fue, rompieron a las semanas de ese incidente y volvieron otra vez porque ella decidió hacerle caso a sus amigas que decían que Furihata era un buen muchacho y no debía dejarle por sandeces (y estaban en lo correcto pero ¿Cómo uno puede convencer a un corazón joven y errado que no aprecia lo que tiene?)
Y así transcurrieron los meses, ellos eran el chisme eterno de la secundaria Seirin, un día derramaban miel y al siguiente los compañeros tenían que servir como mensajeros entre ellos porque optaban por ni si quiera dirigirse la palabra. Kouki medio que se acostumbró a este desastre que tenía por relación y ya ni se inmutaba en tratar de cambiarlo. Todo iba de altos y bajos, hasta que como todo elemento inestable su relación llegó al punto de quiebre definitivo y terminó en este individuo que tenemos aquí…sentado en su habitación con miles de sabanas tapando su cuerpo comiendo comida hasta reventar y en otros días a veces ni comía nada, se sentía como un cascarón vacío sin nada dentro ¿Qué sí había aprendido su lección? Claro que sí, había aprendido tantas cosas que no tenía ni idea que hacer con tantos pensamientos, había aprendido que las mujeres son unas de las criaturas más difíciles de comprender, que para tener una relación ambos lados tienen que dar su cien por ciento porque si es algo unilateral no va a funcionar de ninguna manera, se arrepentía por no haberse dado a respetar cuando debía haberle puesto un alto que porque era hombre eso no quería decir que su novia debía tratarlo como le viniera en gana y jugar con sus sentimientos y entre otras cosas que rondaban en su cabeza, bien podría haber escrito un libro con su experiencia y volverse famoso por ser la voz de una generación. Ya se imaginaba en las grandes librerías firmando autógrafos y los títulos en las avenidas como “Furihata Kouki, el filósofo del siglo 21”
Se rio un poco, lo que estaba pensando era completamente ridículo. Pero en que criatura tan patética se había convertido… Ah tenía que levantarse el ánimo el mismo o si no se iba convertir en un deprimido a tiempo completo.
Lo primero que hizo fue quitarse todas esas mantas de encima y dirigirse a su escritorio a buscar su laptop para traerla a la cama, ya en su cama empezó a abrir lo corriente para un joven…primero su Facebook, después al dailymotion y como no encontró los videos de gatitos que buscaba, tuvo que irse a youtube pero en vez de gatitos terminó viendo videos de pandas.
Y así pasó toda la tarde, hasta que al final de cuentas decidió que lo que en realidad le haría bien sería tener dinero, para comprarse un par de cosas que quería y mucha comida chatarra para hartarse hasta reventar además que había pedido plata prestada para comprarle a su exnovia presentes que ella quería, pero no encontraba manera fácil de conseguir dinero por internet no es como si tuviera la paciencia para rellenar encuestas, tampoco tenía habilidades para escribir, muchos menos para editar blogs y aún menos para montar un canal de youtube… ni loco hacía eso; pero a pesar de todas estas opciones, él se interesó por una muy peculiar y terriblemente arriesgada donde definitivamente tendría que usar la identidad de su hermano mayor para registrarse, pero ¡al demonio! pensó…necesitaba un poco de adrenalina en su vida.
Sigilosamente se metió al cuarto de su hermano, abrió la cartera y robó o en términos más amables “pidió prestado” la identificación de su hermano, dejó las cosas donde estaban y volvió a la laptop, ahí fue cuando entró al sitio…tenía un nombre en inglés muy extraño al cual no le prestó atención, dio clic en registrar, puso sus datos personales algunos eran ciertos otros falsificados, especificó que el dinero que ganara lo iba a pasar su cuenta propia de banco pero que cuando depositaban que dejaran su nombre en anonimato así ni el banco iba a sospechar de donde venía el dinero, además se escribió otro nombre, no iba a usar el suyo personal porque no quería que ocurriera un escándalo si alguno de sus conocidos se enteraba de la existencia de ese perfil, otro clic en aceptar los términos y condiciones y ya estaría navegando en el website, trabajando como “cam boy” no se iba de nombrar a sí mismo como “cam girl” porque claramente no era una nena y aunque ese era el término más reconocido el simplemente no iba a tirarse de chica y punto.
Conectó la cámara lejos de su cara solo enfocando la polera ajustada que llevaba puesta y comenzó a buscar “clientes” primero los atrajo con palabras bonitas en el chat gratis para llevarlos al privado, ya en el privado se comenzó a desnudar poco a poco…le alentaban los comentarios de que tenía una piel muy hermosa y cosas así que en realidad debería emocionar a las chicas y no a él, sin embargo estaba embobado por tantos halagos que venían de quién sabe qué personas con acceso a internet, nunca antes le habían reconocido tanto por hacer algo, casi siempre era una persona que pasaba desapercibida por ser tan corriente y ordinario, pero aquí estaba medio desnudo y siendo alabado por tener un cuerpo que según otras personas era agraciado, lindo e inclusive alguien por ahí comentó que era precioso. Con todo este cúmulo de emociones que se le subieron a la cabeza y definitivamente al ego, se puso más coqueto y de verás que les montó un show a los desconocidos que estaban al otro lado de la pantalla.
Después que se acabó su hora y que todos se habían desconectado de su chat, se dio cuenta de la trastada que había hecho, sintió mucha culpa y vergüenza, estaba rojo hasta las orejas, nunca pensó que en sus dieciséis años de existencia su persona se atrevería a hacer algo tan embarazoso como lo que había hecho, estaba tan confundido que no sabía qué hacer ni dónde meter la cabeza, estaba decepcionado de sí mismo mientras todo un tren de emociones indescifrables desfilaban por su mente hasta que el proceso se vio interrumpido por una notificación que decía “Hoy has ganado 58 dólares americanos. Su dinero será inmediatamente siendo transferido a la cuenta bancaria 34345 5 66 69029” La cara de sorpresa de Kouki bien podría haber formado una la O más redondita de toda la historia.
Se dijo a sí mismo “Solo lo voy a hacer esta vez y ya” pero todos conocemos esas mentiras que nos decimos a nosotros mismos y esta es una de esas, pronto Furihata Kouki tendría mucha fama en este sitio, un pequeño gran secreto que nadie sabía de la persona que menos sospechaban.