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Inocencia y amor por Alexis sunymoon

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Notas del fanfic:

¡Hola! Hace mucho tiempo que no me pasaba por aquí con una nueva historia, este fic es uno de los primeros que planeé para este fandom, pero por cuestiones de las vida no había podido realizar, así que simplemente espero les guste.

Y lo de siempre, era un one-shot que terminó demasiado largo.

Notas del capitulo:

Los personajes son de M. Kishimoto

Las Evil Brains son la panda de locas que me divierten (si alguna lee esto, que me diga) 

Inocencia y amor

Capítulo 1: el jefe y el empleado

Uchiha Corp. Era la empresa líder en la producción, comercio y exportación de perfumes artesanales; los ancestros de esta familia los fabricaba desde hacía generaciones, pero fue Uchiha Madara quien logró la industrialización de la compañía sin perder su toque característico. En la actualidad, la empresa era dirigida por Uchiha Itachi y su mano derecha era su hermano menor Sasuke, el cual era especialmente exigente en el orden y la eficacia.
Todo esto lo sabía Uzumaki Naruto, por lo que no entendía porque la oficia parecía un campo de batalla con gritos  y personas corriendo por todos lados.

-Disculpa-  se acercó lentamente a una rubia que traía una bandeja con café

-Sí, ¿Qué se te ofrece?-

-Vengo por lo del puesto de asistente de contabilidad-

-Mi jefe es el responsable de esa área, pero ahora estamos muy ocupados. Hay una reunión con un posible socio en el extranjero y las carpetas no están listas ¡y no logro que este café me quede decente!- terminó gritando con frustración

-Tranquila, respira- calmaba a la mujer -¿no hay nadie que pueda ayudarte?-

-No- su voz dejaba ver el enojo que sentía -la asistente de Sasuke renunció hace dos días, así que por ahora yo hago ambos trabajos-

-Si quieres te puedo ayudar-

-No quisiera sonar aprovechada, pero te lo agradecería-

-Por mí no hay problema, ¿qué te parece si yo preparo el café mientras terminas los documentos que tu jefe necesita?-

-Gracias, muchas gracias- repetía la secretaria

Con una sonrisa Naruto preparó el café, cuando finalizó, ayudó a la rubia secretaria con el resto de sus pendientes, en la mente del ojiazil se preguntaba si siempre era así el trabajo en esa empresa.

-Muchas gracias- dijo la fémina -¡me salvaste! ¿Por qué no te sientas y esperas a mi jefe?, se nota que eres muy eficaz, te recomendaré- dijo mientras guiñaba un ojo y entraba por una de las puertas.

El rubio miró su reloj y constató que llevaba casi una hora esperando al vicepresidente, sin nada mejor que hacer se sirvió un poco de agua del dispensador que había y se puso a mirar las fotos de los perfumes que adornaban el pasillo, estaba  absorto admirando la imagen de una botella que tenía la forma de una mujer de largos cabellos, portando lo que parecía un kimono, la botella era transparente pero el líquido le daba un tono de rosa, el título de aquella creación era Haha. Sin fijarse chocó contra un hombre que salía por una puerta derramándole toda su agua

-¡Lo siento, lo siento!- se disculpó el rubio muy avergonzado y bajando la cabeza

-¿Y crees que un “lo siento” arreglará todo? ¡Arruinaste mi traje, idiota!- rugió el hombre

-¡Fue un accidente!- contestó -ya me disculpe, grosero­- gritó Naruto -Uchiha Sasuke- musitó al darse cuenta a quien había mojado, su foto salía constantemente en las revistas empresariales pero ahora que lo miraba en persona un solo pensamiento rondo se mente: "engreído"

El recién llegado se fijó en la persona que tenía enfrente: más bajo que el, de cabello rubio y piel acanelada; ojos azules y unos bigotitos que re recordaron a un animalillo salvaje; usaba un traje café obscuro que le daba un toque aburrido. Repasaba una vez más a su acompañante y se fijó en el gafete que usaba, era de la compañía y decía visitante, ante tal revelación sus labios formaron una sonrisa arrogante

-¿Será que este pequeño dobe vino a una entrevista de trabajo?- declaró en tono burlón

-¿A  quién llamas dobe, teme engreído?- gritó el rubio

-Acaso vez a algún otro do-be- enfatizó la última palabra, la sonrisa del moreno aumentó al notar como las mejillas del otro se tornaban rojas, lo más probable de furia

-Eres un...- no pudo terminar su frase

-¿Si recuerdas que soy yo el que realiza las entrevistas de trabajo?- comentó como si nada

-¡Y quien quería trabajar en esta compañía!- grito fuera de sí, se dio la media vuelta, agarró su maletín y salió por el pasillo.

El moreno se sorprendió ante la reacción tan extrema del otro -que divertido- pensó. Un mensaje de texto le recordó que tenía una junta en proceso.

 

Uchiha Sasuke salía contento de su reunión, había cerrado un importante trato con una comercializadora europea, se sentía complacido consigo mismo

-Todo estuvo perfecto, Ino- reconoció a su secretaria -el café estaba delicioso ¿quién lo preparó?-

-Tuve una pequeña ayuda- sonrió la rubia –un aspirante para el puesto en contabilidad- miró hacia todos lados -¿dónde está? le dije que te esperara-

-Tal vez fue al baño-

Llegó a su escritorio y observó la carpeta sobre la mesa:

-Me dejo su currículo es el: Naruto-kun-

El azabache observo la foto del documento

-¿Este torpe?- cuestionó sorprendido

-¿Lo conoces?- quiso saber Ino

-Es el que me tiró agua ¿estás segura que sería un buen empleado?- comentó receloso

-Tú ya viste su trabajo, es impecable y muy eficiente- defendió

-De acuerdo- suspiró resignado -llama a recepción y pregunta si se fue-

El varón se quedó con su secretaria mientras realizaba la llamada -me informan que Naruto abandonó el edificio, creo que lo enojaste-

-No fue mi culpa- sentenció

-Voy a llamar al número en su currículo y concretaré una cita-

-De acuerdo, voy por algo de comer- informó antes de tomar el ascensor

Caminaba distraído por la calle, al ser una empresarial había varios establecimientos culinarios; dobló en una esquina y a través de la ventana de cristal contempló una cabellera rubia alborotada y aunque el periódico tapaba el rostro, supo quién era. Con una sonrisa de suficiencia entró a la cafetería 

-¿Buscando al siguiente jefe que mojaras, dobe?- se burló mientras tomaba asiento en la mesa sin ser invitado

El aludido bajó su periódico y frunció el ceño ante las acciones del moreno

-¿Qué haces teme?

-¿Teme?- repitió -deberías tratar más respetuosamente a tu próximo jefe-

-¿Quién dijo que quiero trabajar contigo?-

-Tu currículo-

-¿Lo leíste?-

-No- ante esta respuesta el rubio hizo un gesto de enojo -pero Ino me hablo bien de ti, así que te contrataré-

-¿Seré asistente de contabilidad?-  cuestionó sorprendido

-No- esperó unos segundos antes de proseguir -serás el nuevo asistente de la vicepresidencia-

-¿Tu...tu asistente?- repitió

-¿Qué no me oíste  la primera vez, torpe?

-¡Si ba…!- se interrumpió -Pero ¿por qué?

-Eres un doncel, ¿cierto?-

-¿Eso que tiene que ver?-

Todos mis anteriores asistentes han sido mujeres, pero siempre renuncian, así que quiero probar con algo distinto-

-¿No las acosarás?- preguntó receloso

-¡No!- negó rotundamente -Ino ha sido mi secretaria por más de 4 años y nunca le he faltado al respeto-

-Entonces...-lo instó a continuar

-El trabajo es mucho, soy estricto y me gusta un buen café; y antes de que lo preguntes: la paga es mucho mayor-

-Suena tentador –

-El horario de la empresa es de 8 a 6, de lunes a viernes. Generalmente yo llego hasta las 9 así que a esa hora entrarías, eso sí, no nos vamos hasta terminar todo lo del día y tal vez necesitemos algunos fines de semana ¿alguna duda?-

-¿Tu propuesta contiene seguro médico?-

-¿Seguro médico?- repitió extrañado -sí, eso y todo lo que marca la ley...entonces ¿aceptas Naruto?- finalizó con una sonrisa ladeada

-¿Comprendes que tal vez discutamos mucho y que no te respeto precisamente?-

-Prometo no despedirte- dijo sarcástico

-¡Que considerado!- replicó, el rubio posó sus ojos azules en su café analizando la situación -De acuerdo, acepto el trabajo Sasuke-

El azabache asintió -mañana llega temprano para que firmes tu contrato en recursos humanos- 

El doncel asintió con una sonrisa, antes de que el moreno se levantara y abandonara el local.

 

A las ocho de la mañana del día siguiente, Naruto firmaba su contrato en Uchiha Corp. Cuando salió de la oficina de recursos humanos Ino lo esperaba, se saludaron y la rubia lo guio hasta la oficina de su ahora jefe, encontrando que el azabache estaba ahí

-Al menos eres puntal- se burló –sígueme- 

Los tres se encaminaron hacia una puerta situada a la derecha, por ella entraron a otra oficina de menor tamaño que la del Uchiha, habia un escritorio con su silla, una computadora, un teléfono y un librero desocupado 

-Esta es tu nueva oficina- habló el varón -como viste, la puerta por donde entramos conecta con la mía y aquella- señalo otra puerta a sus espaldas -sale al pasillo, junto a Ino. Ahora tus responsabilidades- le entregó una carpeta gruesa -lo más importante es la cartera de clientes, estos números y direcciones son tuyos, ellos llaman directamente a la oficina y tú los atenderás- también le entrego un cuaderno con tapas negras –es la agenda de reuniones y esta es para que organices tus pendientes -le entregó una caja que decía agenda electrónica y por ultimo le entregó otra caja pero con el dibujo de un celular -es tu nuevo teléfono, tiene grabado mi número y el de Ino, puedes usarlo para asuntos personales, pero tiene que estar disponible cuando te llame- indicó -creo que es todo ¿alguna duda?-

-Eh...no, solo espero que no nos matemos-

-Lo que surja lo resolveremos en el momento-

-¿Puedo pedirle a Ino que me ayude a deshacerme de tu cuerpo?-

-Muy gracioso Naruto, mejor…

-¡Ototo!- oyeron que alguien gritara interrumpiendo al azabache -¡ototooo!-

-¡Al lado, idiota!- respondió igual con un grito

Por la misma puerta que ellos, entró un hombre alto y de piel blanca; sus ojos negros estaban enmarcados por unas pronunciadas ojeras y su largo cabello negro se encontraba atado en una coleta baja

-¿Qué quieres Itachi?-

-Qué carácter Sasuke, ¿qué no puedo venir a ver como esta mi hermanito?-

-No te hagas el tonto, vivimos en la misma casa y tu oficina está al final del pasillo-

-¡Me descubriste!- admitió -escuche que tienes un nuevo asistente y quería conocerlo-

-Queras decir que viniste de chismoso-

-¡Que malo eres con tu aniki!- su queja fue ignorada con un bufido del menor

-Naruto- lo llamó -te presento a mi irritante hermano mayor: Uchiha Itachi, el presidente de la compañía-

-Uzumaki Naruto- se presentó el rubio mientras se inclinaba al mayor -mucho gusto-

-Un placer Naruto-kun- respondió al gesto -vaya ototo, al fin dejaste a las niñas bobas y superficiales y contrataste a alguien que se nota que sus neuronas trabajan y por cierto,  mucho más atractivo- finalizó con una sonrisa coqueta, lo que causó un leve sonrojo en el doncel y una risotada por parte de Ino

-¿No tienes trabajo pendiente?-

-Ya voy, ya voy- contestó -¿le dijiste lo del café?-

-¡El café!- recordó -esto es muy importante: por regla general Ino tiene prohibido acercarse a la cafetera, así que mi café lo prepararás tú-

-No puede ser tan malo-

-Su café especial es más efectivo que cualquier laxante- 

-¡Soy buena con las flores, no con el café!- se excusó

-De acuerdo, yo hago el café-

El azabache asintió -es hora de empezar a trabajar- comentó, por lo que todos se dirimieron a la salida pero habló antes de salir -puedes decorar la oficina como quieras, solo que nada de coco, soy alérgico y el olor, aunque sea sintético me provoca nauseas- el rubio asintió y el varón se retiró.

Sasuke revisaba unos índices de ventas, era viernes y finalizaba la primera semana que Naruto trabajaba con él, debía reconocer que pese a que todos los días habían discutido, el desempeño del rubio era excelente, sus pendientes estaban organizaros y las citas programadas, así que no se sentía muy estresado, lo cual siempre era bueno. Sus instintos no le habían fallado cuando decidió darle una oportunidad al doncel.

Se fijó en su reloj y vio que eran casi las cinco, respiró complacido al percatarse de que podría irse temprano a casa y pasar un fin de semana tranquilo, hacía-- meses que no descansaba como quisiera

-Sasuke- le llamaron sacándolo de su letargo, asistió con su cabeza dando a entender que podía continuar -llamaron del departamento de ventas, al parecer tienen un problema con la distribución de unos productos- informó el Uzumaki.

-A la mierda el viernes despreocupado- masculló -trae la carpeta con el producto en stock, las listas de pedidos y la distribución de las tiendas- ordenó te veo en el ascensor. En cinco minutos el rubio alcanzo a su jefe 

-Deja te ayudo- le dijo Sasuke al verlo cargando tres gruesas carpetas, dejándolo ingresar primero

-¿Crees que sea algo grave?- preguntó el rubio para romper el silencio 

-Espero y no, los problemas de distribución siempre son un dolor de cabeza-

El departamento de distribución estaba conformado por una veintena de cubículos, todos ocupados en ese momento. Caminaron hasta una oficina que decía gerencia de distribución, sin tocar entraron a una habitación espacios que en lugar de escritorio tenía una amplia mesa circular y ocho sillas,  sobre ella se encontraba la computadora portátil, un teléfono multilíneas y muchas carpetas desordenadas, en la esquina izquierda se hallaba un sofá azul rey en donde un hombre al parecer dormitaba

-Ya estoy aquí, Shikamaru- se anunció el azabache

-Creí que tardarías más- contesto mientras se ponía de pie, era un hombre alto y delgado, de piel clara y cabello atado, su expresión era de aburrimiento, con paso perezoso llegó hasta ellos y sus ojos cafés lo observaron

-Shikamaru, Uzumaki Naruto mi asistente; Naruto, Nara Shikamaru, gerente de distribución- los presento rápidamente -¿ahora qué ocurre?-

-Algo muy problemático contestó tomando asiento, igual que los otros dos -nos llamaron de la boutique Hyuuga, el Love Fruit fue un éxito y quieren que le enviemos más-

-Recuerdo que tenemos mucho en los almacenes-

-No solo es eso, solicitan también el Crazy Candy el cual esta aun en producción, eso sin mencionar el resto de su orden, son siete páginas y aun no empiezo con  las tiendas departamentales, he estado haciendo cuentas y no podremos abastecer ningún pedido de forma completa 

-Esto es malo- reconoció el moreno. Pensó unos segundos y se decidió a llamar por teléfono

-Karin, ven a la oficina de Shikamaru-  después de colgar repitió la llamada, en diez minutos llegaron una mujer y un hombre; la primera en entrar fue una pelirroja con unos gruesos lentes, seguida de un hombre de cabellos azulados y ojos morados, saludaron con la cabeza y se sentaron frente al azabache 

-En resumen- tomó la palabra Sasuke -no tenemos suficiente mercancía disponible para surtir a los vendedores el próximo mes.  Necesitamos una estrategia para evitar clientes y tener pérdidas, y como no hay tiempo Naruto, ellos son Karin, la gerente de ventas y Suigetsu, el gerente de producción

La pelirroja habló primero:

-La colección Love fruit fue un éxito, todos los comercios sobrepasaron nuestras expectativas y nos pidieron más productos

-De hecho nos han sobrepasado en producción, estábamos con la nueva colección para verano cuando tuvimos que fabricar más de la Love- comentó Suiguetsi

-Las otras colecciones se han mantenido constantes pero la Day and Night ha disminuido considerablemente- comento Shikamaru

-Lo cual es extraño- habló Sasuke -porque es una de las clásicas-

-¿Hicieron alguna modificación al producto recientemente?- preguntó el rubio

-La presentación es nueva- respondió Karin -antes se vendían en cantidad de 750 mililitros, pero por otra escases precisamente, salió a la venta pero en medidas de 350 mililitros, en un principio las ventas aumentaron pero después se estancaron y finalmente disminuyeron

-¿Tienes el reporte de la fragancia?-

-Si- contestó mientras le tendía al doncel una gruesa carpeta naranja con azul, mientras el resto del equipo discutía el rubio se concentró en los documentos en sus manos

-El precio no disminuyo de forma proporcional- murmuró el rubio

-En efecto- el Uchiha lo había escuchado -pues como el costo aún era elevado, no pudimos reducir más el precio de venta- explicó -si alguien tiene una estrategia de ventas que funcione, le doy un aumento-

El silencio se hizo presente en la sala

-Podríamos- empezó un vacilante Naruto, Sasuke lo alentó a proseguir con un movimiento de su mano -podríamos crear un pack de productos- todos los presentes prestaban atención –si un paquete que incluyera un perfume de cada aroma, su precio sería un poco más elevado pero serían los dos-

La sala se sumió en silencio

-Podría funcionar- habló Karin –solo un estuche llamativo haría falta- la pelirroja se estaba emocionando con la idea -¿tú que dices Sasuke?-

-La idea es buena, pero habrá que sacar costos y tiempos, que es lo que más nos preocupa-miró a ver su reloj en su muñeca izquierda -creo que será mejor pedir algo de comer- sugirió

-¡Yo hago el pedido, Sasuke!-

-Solo no el restaurante vegetariano por favor, no quero comer pasto de nuevo- los demás estuvieron de acuerdo

-Voy a hacer una llamada informo Naruto mientras se encaminaba a la puerta-

-Puedes usar el teléfono de aquí- ambos observaron a la pelirroja que lo estaba usando -no creo que tarde mucho-

-No hay problema, tengo que ir por unas carpetas después de todo- 

 

Casi a media noche, el equipo terminó la planeación de ventas y pudieron retirarse. El Uzumaki estaba por cruzar la calle cuando un deportivo negro se detuvo ante él.

-Sube dobe- dijo un pelinegro bajando el cristal de la ventanilla

-¡Teme!- replicó el rubio una vez dentro 

-Lo hiciste muy bien Naruto- habló Sasuke sin quitar su vista del camino

-Gracias Sasuke- dijo un poco avergonzado

-Te llevo a tu casa, ¿qué salida tomo?- ya abandonaban la zona empresarial

-No es necesario--Es tarde, no creo que haya autobuses-

-Pensaba tomar un taxi, de hecho a una calle hay un sitio, déjame ahí-

-Pero…-

-Ahí Uchiha, de todas formas tengo que pasar a un lado antes-

De mala gana el azabache se detuvo

-Gracias por el aventón, gruñón. Nos vemos el lunes- se despidió antes de bajarse

El varón se quedó hasta que vio al rubio en un taxi 

-¿A dónde tendría que ir tan tarde?- se cuestionó -que doncel tan curioso- dijo para sí.

-¡Sasuke, Sasuke!- una emocionada Karin entró a la oficina del vicepresidente sin tocar, asustando a las dos personas que había allí; con la misma euforia abrazó a Naruto por el cuello

-¡las ventas de los paquetes están por los cielos!- gritó- este chico tuvo una idea genial-

-Eso es bueno Karin, pero lo asfixias...literalmente- comentó al ver que el doncel quedaba azul por la falta de oxígeno

-Lo siento Naruto- se disculpó soltándolo

El aludido asintió mientras respiraba agitadamente

-Hay muchos nuevos prospectos de sitios de ventas, ten -le extendió una carpeta -a Shikamaru le dio flojera traerla- 

-Ese perezoso- concordó Sasuke

-Me retiro antes de que mi departamento colapse- se despidió

El moreno se acomodó en su silla y comenzó a examinar la carpeta

-Voy a imprimir el balance del mes- anunció Naruto

-Espera- lo detuvo -¿hay alguna cita para el viernes?- el oji-azul checó la agenda -ninguna, está libre-

-Arma una carpeta de exhibición con todos nuestros productos y pide unas muestras en bodega, el viernes vamos a Tachikawa con un posible vendedor nuevo-

El viernes, jefe y asistente se reunieron en la estación de trenes para ir al Isetan, uno de los almacenes más grandes de la ciudad, donde el dueño de Dreams, una importante boutique de lencería los atendió, dialogando sobre las expectativas de los productos y el interés de su comercialización, se le mostro todo el catálogo y las muestra que habían llevado. Interrumpieron las negociaciones para almorzar y continuaron hasta la noche.
Cerca de las ocho Sasuke y Naruto salían del cansados pero satisfechos, ya que habían firmado un contrato muy lucrativo.

Caminaban por las callea de Tachiwaka, contemplando algunos de los aparadores

-¿Que te gustaría comer?- habló de repente el Uchiha

-¿Eh?- respondió Naruto

-Para cenar dobe-

-Me gusta el ramen-

-¿Ramen?- repitió incrédulo- puedes pedir cualquier cosa y pides ramen-

-Tú preguntaste que me gusta y te respondí: ramen-

El Uchiha soltó un bufido

-De acuerdo, veamos si en algún restaurant decente sirven esa cosa-

-¡Hey, que el ramen es delicioso!- reclamó indignado

-Sí, si lo que digas- lo ignoró -apresurémonos que aún hay que buscar un hotel-

-¿Para qué necesitamos un hotel?-

-A menos que quieras dormir en la calle, necesitamos un hotel-

-¿No vamos a regresar a Tokio hoy?

-No te estoy proponiendo nada indecoroso Naruto, serán habitaciones separadas-

-Pero tengo que regresar a la ciudad-

-Mañana por la mañana volvemos, de todas formas es sábado-

-Lo siento Sasuke, pero me voy a la estación de trenes- le dijo antes de cruzar la calle

-¡Espera!- el azabache no fue escuchado

Naruto se encontraba en su asiento, el tren no tardaría en partir. Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se fijó en la persona que se sentó junto a él hasta que una sensación fría en sus menos, que estaban sobre sus rodillas, lo sobresaltó,  viró la cara, se sorprendió al reconocer a la persona y su habitual ceño fruncido

-Sasuke ¿qué haces aquí?- la sensación fría era una lata de té que sujetó

-No podía dejar que volvieras solo-

-No tenías por qué preocuparte-

-Eres mi empleado  y esto es un viaje de negocios, así que técnicamente es mi responsabilidad, pero que conste que me debes una cena-

-¡Teme!-

-No hagas escándalo, voy a dormir- anunció mientras el transporte emprendía su marcha

Un miércoles por la tarde, Sasuke y Naruto se alistaban para salir de la oficina, pues habían estado trabajando hasta tarde

-¿No quieres ir por un trago, Naruto?- propusó Sasuke cuando estaban en el ascensor

-No tomo, Sasuke-

-Te daré permiso de llegar tarde mañana- insistió

-Tentadora oferta pero no, hasta mañana- se despidió ya en el lobby

Cada cierto tiempo, Sasuke invitaba Naruto a salir y siempre era rechazado, algunas veces el rubio aceptaba un almuerzo pero solo durante el trabajo, jamás fuera, situación  que frustraba e intrigaba al Uchiha por igual.

-Naruto este fin  de semana tendremos un viaje de negocios-

-¿Todo el fin  de semana?-

-Jueves, viernes y sábado, pero si quisieras quedarte hasta el domingo…-

-Me regreso el sábado- sentenció

-Sabía que dirías eso- comentó decepcionado

-Salimos el jueves en el primer vuelo a y volvemos el sábado por la tarde- informó -prepara todo lo necesario-

El rubio asintió y se dirigió a su oficina, pues solo tenía dos días para ordenar todo

La ciudad de Osaka era asombrosa, observaba de camino a su hotel, solo tuvieron tiempo para una ducha rápida y un ligero desayuno antes de tener que ir al donde se encontrarían con su cliente

 

El sábado terminaron con un almuerzo de negocios y el trato quedó cerrado, ambos estaban muy contentos

-Es temprano, tenemos dos horas antes de ir al aeropuerto- habló Sasuke -¿quieres regresar el hotel o prefieres hacer algo?-

-Me gustaría pasear al menos el centro comercial- respondió emocionado

-Está bien- acepto -solo no te vayas a emocionar y tengamos que pagar sobrepeso-

-¡Teme!-

Sasuke se hallaba en una tienda para caballeros, no podía decidir cuál reloj comprar

-Naruto ¿cuál te gusta más?- preguntó -¿Naruto?- repitió buscando al rubio -¿a dónde se fue?- pensó

Después de pagar recorrió el establecimiento y no encontró al doncel, se fijó en la hora para comprobar de cuanto tiempo disponía, le daría diez minutos antes de llamarle al celular. Caminaba por uno de los pasillos buscando a su asistente, ya con el móvil en la mano, cuando lo divisó en una dulcería, decidió esperarlo fuera

-¿Dulces?- le preguntó cuándo llegó

-Yo no soy como cierto amargado- respondió

-Muy gracioso dobe- comentó sarcástico

Sasuke se fijó que el rubio solo tenía dos bolsas, una que parecía de algún almacén con un león estampado y la de dulces, de donde sobresalía un muñeco de en forma de gato.

Era un sábado de mediados de abril, Sasuke se encontraba en un pequeño parque observando desde un barandal en lo alto a los niños jugar, todos creían que la vida de Sasuke era perfecta, guapo y con un gran empleo pero nadie sabía que eso no satisfacía al moreno, pues lo que anhelaba era una pareja, no de una noche; sino para formar una familia.

 El creía haber encontrado esa persona en Naruto, sin embargo el doncel lo seguía rechazando y eso lo frustraba, pues admitía que el rubio lo atraía y por eso quería conocerlo más. Itachi le había dicho que tal vez tenía pareja, pero él estaba seguro que no era así.

Decidió dejar sus deprimentes pensamientos para la noche y se concentró en mirar a los niños.  Un infante llamó su atención, era rubio y de piel morena, no podía distinguir el color de sus ojos pero aseguraría que así sería un hijo de Naruto, nuevamente pensaba en el Uzumaki cuando lo vio, sentado en una banca cerca de los juegos infantiles, parecía muy concentrado en su libro. Decidido se encaminó hacia el doncel, estaba a unos escasos metros de él cuando el niño rubio se acercó corriendo: 

-¡Papi, papi!- habló con su tierna voz- ¿puedo ir a los columpios?-

-Sí, pero con cuidado- respondió Naruto viendo al menor

-¿Papi?- hablaron a sus espaldas

Continuará…

Notas finales:

Creo que podemos deducir que pasará...

Un poco cliché, pero espero que les gustara. El próximo capítulo estará pronto

Gracias por leer, ¿comentarios? 


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