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De ex pareja a socios por compromiso por XXIIIYamikoXIII

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Notas del fanfic:

Bueno, este es mi primer fic... la idea surgió gracias a mi tío y los programas de televisión que suele ver en la noche xD

Mi intensión es que sea una historia con pocos capítulos.

Sin más, a leer ~

Espero les guste.

 

 

Cerca del centro de Seúl, una brillante luz ingresaba por una pequeña abertura de la cortina del ventanal en un departamento medianamente amplio. Dando como resultado posarse sobre el rostro de un joven pelinaranja que dormía plácidamente en su cama, que al parecer, esa cálida luz solar no lograba despertarlo de su profundo sueño…

El chico sonreía dormido, balbuceando. Dando a entender que lo que estaba sucediendo dentro de su sueño, era realmente bueno. Hasta que un sonido familiar, logró despertarlo. Su IPhone no paraba de timbrar.

Al principio decidió ignorarlo, pero luego recordó que estaba buscando empleo para poder juntar dinero suficiente y mudarse lejos de ese departamento. Deseaba vivir en una casa, como la que solía compartir con…

 

-Diga- suspiro fastidioso y con un tono ronco debido a que aún estaba dormido y no quería recordar su pasado.

 

-¿Ji Yong? lo siento bro, ¿te desperté?-

 

-¿Quién habla?- responde serio.

 

-Soy yo, YoungBae. Realmente estabas durmiendo como para no notar el identificador de llamadas, eh Ji- una risilla se escucha del otro lado.

 

-Son las ocho de la mañana y no tengo nada que hacer, ya que no consigo un buen empleo Bae- suspira intentando relajarse.

 

-No te preocupes bro, te tengo una sorpresa-

 

-¿Qué es?-

 

-Ven a mi casa ahora y te lo diré-

 

-¿Tu esposo no se enfadará si llego temprano de visitas?- una sonrisa amarga se dibujó en su rostro al recordar a esa persona del pasado que solía llamarlo de la misma manera, “esposo”. Como también aún lo decía en su sueño…

 

 -¿Seungri enfadarse?, si te aprecia mucho Ji. Además, aún duerme ya que anoche estuvimos…-

 

-Ya no quiero detalles, seguro estuvieron follando como osos en celo luego de que el sol se vaya, ¿no?- sonríe burlón ya que se imaginaba lo sonrojado que estaría su mejor amigo en estos momentos ya que era tímido para hablar tan libremente sobre su relación.

 

-N..no estuvi… estuvimos redecorando la casa y…- tartamudeaba.

 

-No te pongas nervioso Bae, es normal. Son pareja y se aman- suspira.

-Llegaré en media hora, si el transporte no presenta problemas- responde Jiyong levantándose de la cama lentamente.

 

-De acuerdo Ji, te esperamos. Adiós- dan por terminado el llamado y el pelinaranja estira su cuerpo mientras bostezaba fuera de la cama.

 

Decidió ir a tomarse una ducha fugaz. Al salir se vistió elegante pero a su estilo. Decidió usar unos jeans rasgados en la zona de las rodillas, unos borsegos color beige y una polera verde oscuro con mangas largas que le quedaba suelto al cuerpo, pareciendo que usaba un vestido.

Una vez vestido, se miró al espejo de su dormitorio para acomodar su cabellera. Tomó su bolso preferido de Pikachu para guardar su celular y algo de dinero para el transporte debido a que, siendo que poseía un Lamborghini último modelo, había quedado en su antiguo hogar…

-Todo lo que toco y pienso se relaciona contigo- suspira frustrado mientras una amargura en su corazón se apoderaba de él.

Sacudió su cabeza y decidió finalmente salir e ir a la casa de YoungBae. Aunque sin desayunar, pero seguramente su mejor amigo, que quería como un hermano, le ofrecería un delicioso desayuno…

 

 

**

 

En un lugar no muy lejos, precisamente en la Isla de Jeju, se encontraba en el balcón de una de sus  amplias habitaciones de su gran vivienda, un joven hombre de cabello platinado bebiendo una humeante taza de café.

Su penetrante mirada estaba intentando apreciar el bello paisaje que obtenía estado sentado en aquel lugar. Pero su rostro lucía triste… sus oscuros ojos no brillaban... no lo hacían desde que su único amor lo abandonó sin razón alguna.

Habían pasado cinco años desde que su alma gemela, con las que compartía millones de aventuras juntos desde que eran niños, lo dejó y nunca más regresó.

Él pensaba que regresaría, ya que las pocas veces que habían discutido siendo por celos de parte de la otra persona o un simple enojo por tontos motivos, lo solucionaban y volvían a ser la hermosa pareja felices que estaban a punto de comprometerse…

Pero no lo hizo, hasta dejó todas sus pertenencias. Solo se llevó consigo unas prendas y algo de dinero que tenía ahorrado para el casamiento…

 

Suspirando pesadamente, lleva la taza a su boca terminando de degustar el último sorbo de café.

Desde que su pareja lo dejó, nada fue igual para él. Sentía un amargo dolor en su interior que lo invadía cada vez más.

Solía ser una persona amable con todos, pero desde que lo abandonaron, ya no era el mismo…

Si podía evitar a las personas, mucho mejor. No quería hablar con nadie. Lo único que hacía era salir de su casa, caminar por la isla como lo hacía con su persona especial… pero al no estar a su lado, el lugar se sentía demasiado grande y vacío.

Al regresar, su rutina consistía en tomar un café, ya que era su preferido desde que esa persona se lo preparaba con tanta delicadeza y amor.

Pero aunque le agregara todo el azúcar del mundo, no le endulzaba el alma como cuando lo preparaba ese ser especial, sino todo lo contrario, era amargo…

 

De nuevo estaba sumido en sus pensamientos, hasta que un mensaje le llegó a su celular. Iba a ignorarlo, ya que al ser un hombre de dinero debido a la herencia de su madre, tal vez era alguna propuesta para invertir dinero en algún tipo de empresa que no le interesaba.

Pero al notar el nombre que figuraba en la pantalla, decide leerlo…

Su mirada refleja asombro. Por primera vez en cinco años, su corazón comenzaba a latir rápidamente. Pero debía mantenerse firme y ser la persona fría que se convirtió luego de que lo abandonaran.

Su mirada regresa a ser oscura y sin brillo y decide contestar el mensaje con una negativa. Pero cuando iba a apagar su celular para que no lo molestaran otras personas, comienza a timbrar… lo estaban llamando. Resignado, carraspea un poco y decide atender…

 

-¿Qué quieres?- la otra persona al parecer le hablaba bajo, evitando que otros lo escucharan.

-Te dije que no voy a ir a… ¿qué?- los oscuros y fríos ojos del solitario hombre se iluminaron y dudó unos segundos en responder.

-De acuerdo, iré- da por terminado la llamada y rápidamente pide su jet privado mientras que se dirige a su habitación para cambiarse de ropa.

 

Sólo tardó unos minutos en escoger un traje color negro, al igual que sus zapatos y corbata, y una camisa blanca. Peinó sus platinados cabellos y se encaminó hacia su jet privado para ir al destino que le indicaron…

 

**

 

Había pasado los treinta minutos y Taeyang se encontraba sentado en el living vistiendo un suéter celeste con un jean claro. De pronto, el timbre suena de una manera en particular que solo el dueño de la casa conocía.

YoungBae sonríe y se dirige hacia la puerta para abrirle a su amigo…

 

-¡Jiyong!, me alegra verte- le sonríe  abrazando el delgado cuerpo de su mejor amigo mientras que le devuelven la cálida muestra de cariño.

 

-Ha pasado tiempo Bae, me alegra verte- le sonríe y dan por terminado el abrazo. Unas lágrimas traicioneras se escabulleron en la mejilla del pelinaranja, al igual que su amigo.

 

-Demasiado diría. Nunca nos has venido a visitar, eh- suspiró Taeyang.

-Pero lo bueno es que has venido y sé que lo que te diré te gustará- le sonríe mientras que Jiyong se le queda viendo atentamente sus cabellos.

 

-¿Te has teñido de rubio?, ¡cool!. Realmente te queda muy bien-  se sorprende al notar el cambio de look de su mejor amigo.

 

-Así es, Seungri quería verme con un nuevo estilo y aquí me tienes- sonríe con algo de pena.

-Seguramente no has desayunado. Ven, vamos a desayunar en el jardín mientras te comento la noticia- le señala para ir a dicho lugar.

 

-Me conoces bien, eh- sonríe y comienza a seguirlo tranquilamente.

-Como me has despertado muy temprano no he podido desayunar, muero de hambre- se burla y ahora ambos se sientan en unos amplios sillones del jardín, cerca de una piscina.

 

-Lo siento por llamarte tan temprano bro, pero en verdad quería que vinieras temprano. Además te debes de acostumbrar a madrugar para trabajar como tanto ansías, ¿no?-

 

-¿A qué te refieres?- Jiyong entrecierra sus ojos dudando de las palabras del rubio.

 

-Todo a su tiempo, ahora desayunemos tranquilos- observa como su ama de casa, una señora mayor, ingresa con el desayuno para ambos. Les dedica una sonrisa y al recibir la orden de Bae, se retira dejándolos solos nuevamente.

 

-¿Y tu esposo?- sonríe al decir esa palabra y notar a su amigo sonrojarse levemente.

 

-Aún duerme, es algo perezoso para despertarse temprano como yo. Pero mejor para mí, ya que suele ser muy hablador. Recuerda como era de hablar con su…- observa el rostro tenso de Ji y suspira-

-Lo siento, no quise meter en la conversación a…-

 

-No importa Bae, en algún momento lo superaré- toma la taza de café y prueba un sorbo.

 

-Tienes razón bro, pero de todas formas debieron haber hablado de lo sucedido. Tal vez tú has mal interpretado todo y…-

 

-YOUNGBAE- dice serio y fuerte el pelinaranja para que no siguiera hablando.

 

-De acuerdo, lo siento Ji- suspira.

-Mejor disfrutemos de este delicioso desayuno que nos prepararon y luego hablamos del por qué te he llamado- le sonríe y ambos asienten mientras comienzan a probar unos bocadillos dulces que la ama de casa había preparado.

 

 

 

Una vez que ambos terminaran de desayunar, comenzaron a hablar temas triviales como ellos solía charlar desde años que eran mejores amigos. Hasta que YoungBae decide ponerse de pie rápidamente mientras el pelinaranja lo observaba sin comprender ante repentina acción.

-Iré a buscar unos papeles para tratar del tema por el que te he llamado Ji, enseguida vuelvo- le sonríe alegre.

 

-De acuerdo, te espero bro- le devuelve la sonrisa y al ver que el rubio regresaba dentro de su mansión, saca su IPhone comenzando a jugar con uno de sus juegos favoritos.

 

Bae se dirige camino hacia las escaleras pero se detuvo al ver una silueta conocida terminar de bajar los escalones.

Un chico con unas peculiares ojeras, vestido con una camisa verde y un jean oscuro con roturas, estaba parado en frente al rubio, su cabello era castaño y estaba algo despeinado. Claro signo de que recién se despertaba.

Ambos se vieron a los ojos y no pudieron evitar sonreír.

 

-Buenos días mi precioso panda- besa tiernamente los labios ajenos.

 

-Buenos días mi bello osito polar- sonríe travieso y abraza por el cuello al mayor de ambos, depositando un delicado beso en los labios de su esposo-

 

-¿Has descansado bien?- le sonríe separándose del abrazo mientras acaricia la mejilla del más chico.

 

-Siempre que duermo con mi sexy esposo, descanso de maravilla- toma la mano del rubio que yacía en su mejilla y la besa para luego entrelazarla con la suya.

 

-Tengo noticias, Jiyong está aquí y está esperando a que le cuente lo que planeamos. Así que ve a saludarlo- besa suavemente sus labios y se separa de Ri.

 

-¿De verdad?, pensaba que no vendría. Ya sabes con el tema de…- pero el rubio lo interrumpió.

 

-Es que lo llamé sin contarle todos los detalles. Solo le ruego a dios que acepte- suspira y besa la mano de su esposo.

-Ve con él, que iré por los documentos- le sonríe.

 

-De acuerdo Bae hyung- ronronea el menor sabiendo que a Taeyang le gustaba que lo llamara con ese tono provocador.

 

Ambos se dedicaron una sonrisa y el rubio subió rápidamente las escaleras mientras que Ri salía al jardín para saludar al pelinaranja.

Pudo divisarlo enseguida, no pudo evitar sonreír ya que Jiyong aún se mantenía exactamente igual físicamente, su look de cabello y su típica cruzada de piernas a lo diva cuando se sentaba.

Pero al acercarse y mientras ambos se miraban a los ojos, algo era distinto para Seungri… su triste mirada…

 

-¡Jiyong hyung!, ¡me alegra verte!- el castaño lo abraza mientras que  pudo sentir como Ji se tensaba en sus brazos. Al parecer aún conservaba ese recelo hacia él, debido a que era el primo de su ex pareja…

-Realmente te hemos extrañado un montón- deshace el abrazo debido a que Jiyong no demostraba la misma muestra de afecto. Pero el menor no dejaba de sonreír, quería transmitirle positivismo al pelinaranja.

 

-Igual yo Ri. ¿Y cómo la han estado pasando ahora que son esposos?- pregunta con un tono serio y fingía una sonrisa que obviamente el menor lo detectó rápidamente.

 

-Realmente hermoso. Creía que eso del matrimonio era algo innecesario pero es una manera de unir finalmente nuestro amor más allá del sexo- sonríe de lado y Jiyong no pudo evitar sonreír también debido a que Seungri no perdía la costumbre de hablar tan libremente.

 

-Me alegro por ustedes, se los ve muy felices-

 

-Lo somos hyung y créeme que dentro de poco completaremos nuestra felicidad- sonríe el castaño con un cierto brillo en sus ojos.

 

-¿Ah sí?, ¿qué harán?- lo mira con una expresión de duda.

 

-Pronto lo sabrán hyung, cuando Bae hable- sonríe alegre y levemente sonrojado.

 

-¿Sabrán?- el pelinaranja dudó ante ese comentario y cuando iba a preguntar, pudo observar a su amigo caminando hacia ellos.

 

-¿De qué hablaban?- YoungBae regresa con una carpeta hacia donde estaba sentado anteriormente pero ahora el menor se sienta sobre su regazo. Seungri le dio un beso en la mejilla. Ambos se dedicaron una sonrisa mientras que Jiyong fruncía levemente el ceño.

 

Detesto que se demuestren tanto cariño, me hacen recordarte lo jodidamente tierno que eras sólo conmigo…

 

-Seungri iba a decirme algo pero dijo que era mejor que esperáramos a que tú lo digieras- suspira mientras bebe un poco del jugo exprimido que aún no había bebido de su desayuno.

 

-Oh, entiendo- sonríe sonrojándose levemente el rubio mientras con una mano acaricia suavemente una de las piernas del castaño.

-Ten, estos son los documentos que debía enseñarte- extiende su mano entregándole a su amigo dicha carpeta.

 

-¿Restaurante Panda&SOL?, ¿qué es esto?- abre la carpeta comenzando a leer los papeles sin entender.

 

-Como su nombre lo indica, es un restaurante. Más bien nuestro restaurante- sonríe y abraza a Seungri depositando un beso detrás de su hombro mientras el menor sonreía.

 

-¿Y qué con eso?- deja de leer y los mira incrédulo sin comprender.

 

-Seungri y yo nos iremos a EE.UU. Por lo menos serán seis meses, los cuales debemos hacer unos trámites y hemos decidido que tú te encargues de él. En dichos documentos se encuentra toda la información que necesitas saber y hasta el sueldo que tendrás por hacerte cargo.

-También, ya que la casa quedará sola debido a que nuestra ama de casa se tomará un descanso mientras nosotros no estemos, queremos que vivas aquí. Además te facilitará el ir al restaurante porque queda a media hora de aquí y podrás viajar en nuestro vehículo sin necesidad de gastar de tu dinero en transporte público.

 

-Oh, comprendo- Jiyong aún no procesaba toda la información mientras ahora leía atentamente los papeles.

 

-Por favor Ji, realmente necesitamos de tu ayuda. Si todo sale como deseamos, volveremos aquí lo más pronto posible- el castaño se levanta del regazo de YoungBae y mira al pelinaranja con unas lágrimas en sus ojos.

-Por favor hyung, si aceptas Bae y yo podremos lograr lo que tanto venimos planeando y, además, tendrás un empleo como tanto querías- ambos hombres lo miraban nerviosos a un atento Jiyong.

 

-¿Para qué viajarán hasta EE.UU?. Ya que estaré a cargo de su restaurante necesito saber el motivo de su partida- los observa sin ninguna expresión.

 

-Para que no nos de mala suerte, no podemos revelarlo aún bro, pero ten por seguro que serás el primero en enterarte. Te lo juramos- dice el rubio mientras ambos lo miraban suplicante.

 

-De acuerdo, acepto. Pero más te vale que sea el primero en enterarme de esto, eh- suspira.

 

-Lo serás Ji. Muchas gracias bro, realmente te lo agradecemos- sonríe YoungBae.

 

-¡Muchas gracias hyung!- Seungri sonreía mientras no pudo evitar abrazar y besar a su esposo. Justo cuando se dirigía hacia el pelinaranja para abrazarlo, suena el timbre.

-¡Yo voy!- dice un feliz castaño entrando a la casa para abrir la puerta. Mientras que el rubio comenzó a ponerse nervioso ya que conocía ese estilo de timbrado…

 

-¿Bae?- Ji llamaba a un asustado rubio.

-¿Qué tienes?- lo mira asustado.

 

-Nada, lo siento es que tanta felicidad porque aceptaras me shockeó, jajaja- sonríe intentando sonar bromista.

 

-Oh, entiendo. Ahora dime, aquí dice que sí o sí debo ser dueño junto a otra persona más. ¿Quién será?- lo mira con algo de molestia ya que no deseaba trabajar con alguien que lo molestara o intentara seducir como le sucedió hace unos años, por lo que no volvió a trabajar más por un largo tiempo.

 

-Bueno, eso lo he hablado con Seungri y por su situación económica y además de que sabe completamente sobre estos temas, puede llegar a ser…-

 

-Yo puedo responder a eso, Kwon Ji Yong- interrumpe un hombre ingresando al jardín luciendo su elegante traje negro, bien presentado y se dirige hacia ambos hombres, con su porte serio y dominador…

 

Esa voz gruesa que hacía vibrar cada parte de mi ser… no puede ser…

 

 

-¿SeungHyun?- la voz del pelinaranja salió demasiado baja, el solo hecho de escucharlo lo había dejado sin aliento.  

No quería mirarlo a los ojos. De repente sintió una sensación de llorar…

 

-Cuanto tiempo sin vernos, mi ex pareja- su voz sonaba fría e hiriente.

 

¿Por qué él?, ¿por qué de todas las personas del mundo, debo trabajar justamente con la persona que decidí dejar?, ¿por qué debe ser con mi ex novio?...

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. De ser así, háganmelo saber con un review o Twitter para continuar la historia. De lo contrario, lo borraré para no pasar pena jaja(? lol

 

Gracias por leer ~


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