Daesung estaba por ingresar a su oficina y lo primero que vio fue a su hyung sentado intranquilamente en uno de los grandes sillones que descansaban en el centro de su oficina, con una mirada le indico a su secretaria que no debía ser molestado mientras tenía su pequeña charla semanal con Jiyong, ella asintió con la cabeza y después de una inspiración profunda entro a la habitación
- Hyung – saludo con una sonrisa de compromiso antes de sentarse frente a el
- ¿Cómo está? – y como siempre esa era la pregunta con la que iniciaban siempre sus conversaciones, por lo que Daesung suspiro evitando mirarle a la cara
- Igual que siempre – escucho perfectamente el suspiro de su dongsaeng y aquello le hizo sentirse aún peor
- Es mi culpa – comento pasándose las manos por su rostro al borde del llanto
Daesung se puso de pie de inmediato y se fue a sentar al lado del mayor para darle un gran abrazo, pudo sentir como el cuerpo delgado temblaba entre sus brazos, pego su rostro al hombro de Jiyong y comenzó a murmurarle palabras de consuelo, aunque estaba seguro de que no servirían de nada, pues conocía muy bien como solían ser los episodios traumáticos de Seungri y Jiyong
Flashback
- Young Bae… no… por favor ─ el moreno tenía sus manos bien agarradas por su espalda con un cinturón
- Él te desea... quiso invitarte por una razón, Jiyong ─le advirtió sin su habitual rostro tranquilo, sin su habitual sonrisa, sin ningún rastro del hombre que amaba─ Seguro tú le diste razones, Jiyong. Mereces ser castigado…
Jiyong lloriqueó tratando de liberarse, pero era presionado muy fuerte sobre el colchón de su cama y podía sentir claramente como sus pantalones se deslizaban por su trasero hasta sus rodillas dejando expuesto el delicado par de glúteos
- Aún no me he recuperado, Young Bae, por favor… ─suplicó con la voz llena de pánico, pero era muy tarde. Young Bae se deshacía del zipper y botón de sus pantalones ajustados para sacar al tremendo monstruo que tenía por miembro.
- Debiste pensar eso antes de ofrecértele a ese cabrón… ─empujó su glande por la adolorida entrada haciendo al menor chillar de dolor
- ¡No lo hice! ¡No lo hice! ─sus lágrimas se escurrieron por sus mejillas─ Bae ¡Por favor…! ¡Ahh! ─y de una sola estocada, aquel pene se clavó profundamente dentro de él
- Shhhh no quiero escuchar más excusas… ─ aquel aliento le dio escalofríos cuando le tocó la parte trasera del cuello, muy cerca, con esa voz entre calmada y cabreada que daba miedo. Jiyong intentaba callar sus sollozos mordiendo su almohada blanca.
Estaba lleno de nuevo, de aquel modo violento en el que su novio lo tomaba con mucha constancia últimamente. No, aquel no era el hombre del que se enamoró. Las embestidas comenzaron y su aliento se tornó irregular mientras su amante soltaba ruidos de satisfacción.
Fin del Flashback
- Si tan solo hubiera dicho como era…. – Jiyong habia dejado de temblar, pero aún seguía luciendo débil e indefenso, nada que ver con la imagen pública de un gran hombre de negocios – Si no hubiera huido tan drásticamente…. – Jiyong se deshizo del abrazo de Daesung y comenzó a caminar de un lado a otro de la habitación – Yo pude evitarlo, yo me di cuenta del interés que tenía por Seungri, y aunque sabía que era malo, no lo impedí – lagrimas brotaban de sus mejillas - ¡Tenia celos! – grito lleno de dolor golpeándose el pecho con el puño - ¡Tenía celos de Seungri, en mi desesperación por complacer a Young Bae, me deje llevar por los celos, porque no lograba ser lo suficientemente bueno para mi hombre y…..! – cayo de rodillas sollozando a todo pulmón, desgarrando el alma de Daesung con cada palabra que salía de su boca - Debí decirte lo que me sucedía, pero tenía tanta vergüenza….
Era en esos momentos cuando Daesung deseaba que Yong Bae continuara con vida para que fuera el quien lo matara, ese desgraciado habia muerto a causa de un golpe en la cabeza antes del incendio, por lo que no habia sufrido nada, cuando tendría que haber sido torturarlo sin piedad por lo cruel que fue con sus dos amigos
¿Cómo es que no se habia percatado del inferno que Young Bae le hizo vivir a Jiyong?, recordaba haberlos visto mucho tiempo en compañía del otro, pero su hyung siempre se refería al moreno como un amigo, jamás dio indicios de que fueran algo más y mucho menos de que hubiera sido violentado, quizás si los signos hubieran sido tan evidentes como en el caso de Seungri….
Suspiro pesadamente, no tenía nada de utilidad que el también estuviera estancado en el pasado, ya era bastante agobiante que Jiyong y Seungri estuvieran siempre encerrados en sus traumas, así que si deseaba ser de ayuda, tenía ser el que se mantuviera firme, con ayuda de Seunghyun hyung por supuesto, porque el solo no podría con tanta carga sobre sus hombros
Sacando su celular, escribió y mando un texto rápido a Seunghyun para que fuera a su oficina de inmediato, porque era el único que podía calmar a Jiyong cuando comenzaba a llorar, y era una tristeza admitirlo, pero entre más episodios contemplaba de esos dos, más sencillo era saber cómo sacarlos de ellos y quien era el más adecuado para cada uno
No paso mucho para que Seunghyun se colocara al lado de Jiyong y lo atrajera a su cuerpo, el menor se habia acurrucado en su pecho y su llanto habia cesado, Daesung y Seung intercambiaron una mirada llena de comprensión antes de que el mayor levantara a Ji y le guiara a tomar asiento junto a él, en ningún momento dejaron de tomarse de las manos, provocando un ligero rubor en las mejillas de Jiyong
Seungri estaba sentado en su enorme silla, la silla que le habia pertenecido a Young Bae, a pesar de que le habían dicho que podía redecorar la oficina a su gusto, no lo habia hecho, dejo todo y tal cual lo habia dejado Bae la última vez que estuvo ahí, incluso tenía guardado en el cajón del escritorio un vaso de café que el moreno habia olvidado
Soy patético
Sonrió amargamente mientras se ponía de pie y salida de su oficina, alcanzo a escuchar a su secretaria preguntándole a donde iría, mas no le hizo caso, entro al elevador y presiono el tercer piso, estaba aburrido, por lo que iría a buscar a Daesung a decirle que esa noche tendría que pasarla con el
Iba directo a la oficina de Daesung cuando la secretaria de su hyung se interpuso en su camino, alzando la ceja se cruzó de brazos y le pidió una explicación, ella nerviosa le dijo que el Sr. Kang habia pedido que no le molestaran porque el señor Kwon habia ido a visitarlo y el Sr. Choi también, pero en vez de retirarse, aquello lo volvió más determinado, haciendo a un lado a la chica, aventó las puertas lo más fuerte que pudo para entrar
Daesung se puso de pie ante el estruendo y al ver el rostro enfurecido de Seungri fue hacia el para retenerlo, pero un enfurecido Seungri es verdaderamente inestable, por lo que enfrentarlo era una locura, sin dudar ni un segundo, Ri le pego fuertemente en el rostro a Dae haciéndolo caer sobre su trasero antes de lanzarse contra Jiyong, quien habia intentado ayudar a su dongsaeng, mas fue aprisionado por el cuello
- ¡Lee Seunghyun! – la potente voz de Seunghyun hizo eco en el cuarto mientras separaba al menor del pobre Jiyong que comenzaba a ponerse azul por la falta de aire en sus pulmones
Daesung se incorporó lo más rápido que puso y pasando sus brazos por la cintura de Seungri, lo jalo hacia atrás para sepáralo de Jiyong, fue una tarea complicada, pero lo lograron, y aunque Ri aún se contorsionaba violentamente en el fuerte agarre de su hyung, ya no pudo lastimar más a Ji, quien estaba tratando de respirar con normalidad
- ¡Te odio! – chillo Seungri con rabia dando unas patadas al aire - ¡Ojala y te mueras Kwon Jiyong! ¿Por qué? ¿Por qué tengo que compartir su amor contigo? ¿Por qué? ¿Por qué tenías que tenerlo primero? – las lágrimas se deslizaban por sus mejillas - ¡NO ES JUSTO! ¿POR QUE SIEMPRE TUVISTE QUE SER MEJOR QUE YO?
Flashback
No tiene nada de malo en tomar un frappe de oreo ¿Verdad?
Él estaba ahí por el delicioso sabor de su frappe y no interesado en el delicioso moreno que llegaba a visitar a su Jiyong hyung todos los días a la misma hora. Y ahí estaba, precioso como él solo en unos ajustados pantalones de cuero acompañados de una camisa negra y una chamarra de piel que se ajustaba perfectamente a su musculatura. Cualquier adolescente estaría dispuesto a dejarse que ese hombre hiciera lo que quisiera de él, cualquier adolescente y Seungri no era la excepción
Se había descubierto a sí mismo fantaseando con el amigo de Jiyong y no sabía si aquello era bueno, malo o terrible, así que fingió demencia mientras el divino espécimen masculino buscaba a Jiyong en la oficina, y al parecer no estaba disponible, porque el moreno regresó casi al instante a la cafetería con aire exasperado, de seguro ser amigo de Jiyong era complicado y debía requerir de toda la paciencia del tierno, amable y sencillo hombre.
- Frapuchino Oreo, por favor noona ─sonrió dulcemente hacia Bom, quien rodo los ojos antes de anotar en sus notas el pedido
- Jiyong te matara si te ve – dijo ella dándole la espalda para ir a preparar su orden, el menor suspiro sopesando la verdad en las palabras de su noona
- Tú eres… Seungri ¿No es así? ─y una corriente electrizante se paseó por toda su columna vertebral, reaccionando de manera inmediata a la suave y deliciosa voz de Young Bae
- Oh… ¡Young Bae-hyung! - se sonrojó tiernamente mirando a un lado - ¿Puedo llamarte Hyung? ─. ¿Qué le pasaba? No podía comportarse normalmente con él frente a frente. El chico le enseñó aquella preciosa sonrisa de dientes parejos y blancos que le transmitía un cosquilleo insistente en el estómago
- Claro que sí ─ señalando el asiento vacío al lado del menor pregunto - ¿Puedo sentarme?
- Por supuesto, hyung… ─la palabra cosquilleó en su boca, le daba una sensación de proximidad que le fascinaba
- ¿Ya has ordenado? – Seungri respondió que un frappe oreo - Los Frapuchino son deliciosos, ¿no? – a esto, el menor asintió con la cabeza, el aroma de Young Bae estaba llegando a lo más profundo de su ser, despertando un montón de sensaciones que no conocía
- Creo que ordenaré algo también… ─su sonrisa se tornó tranquila─ Al parecer Jiyong está muy ocupado… ─su rostro ahora parecía triste. Seungri no quería ver esa expresión en un rostro tan hermoso y haría lo que sea para quitarla o al menos transformarla en una expresión que resaltara el rostro perfecto de ese hombre.
- Ser su amigo debe ser duro – hablo sin pensarlo mucho, aquello hizo que Bae enarcara una ceja – Digo, siempre ocupado y metido en su oficina, no me sorprendería que se quedara soltero de por vida – el moreno rio ante aquellas palabras - ¡No es broma, hyung! ¡Ósea, míralo!, ¿Quién se interesaría en alguien tan malhumorado como él?
- Te sorprenderías – aquella era una sonrisa que podía considerarse cínica, más para Ri no lo era del todo, quizás era una que decia yo sé que Jiyong sale con alguien, pero no te puedo decir – Y puede ser duro, pero vale la pena, lo que cuesta, vale siempre la pena
- ¿Y yo puedo valer la pena? – Okey, Seungri ahora si quería que la tierra lo tragara, habia hablando sin pensar por los celos que le dieron por la forma en la que el moreno hablaba tan bien de Jiyong y estaba a punto de retirar la pregunta cuando la respuesta de Young Bae le dejo helado
- Por supuesto que si – sin que lo hubiera notado antes, una de las manos del mayor ahora estaba sobre la de el – Jiyong es invaluable, pero tú también puedes llegar a serlo