Shun se levantó con la respiración agitada, había soñado con el maravilloso beso de Tatsuya y aún no podía creer que hubiese pasado de verdad, estaba realmente feliz, demasiado feliz. Con ánimos se paró para lavarse y cambiarse las ropas, y después de limpiar y acomodar un poco la cabaña salió al bosque por sus hierbas, esperando que tal vez ese día Kazunari lo acompañara, el de ojos platinos se había estado sintiendo mal, y no era misterio para ninguno de los dos donceles que estaba en estado, sus síntomas eran claros y para mala suerte de Kazunari muy fuertes, así que Shun le había pedido que descansara un tiempo en lo que pensaba como decírselo a Taiga, aun sabiendo que el pelirrojo lo tomaría de maravilla.
.
.
.
Por su lado en ese tiempo Tatsuya se había acostumbrado a levantarse con el delicioso aroma del desayuno que siempre preparaba Shun, pero ese día fue abruptamente despertado por la alarma de la comunidad, lo que no solo era inusual sino también problemático. Con pesadez se levantó y se dirigió al centro, sin sorprenderse de no ver a Shun, pues sabia de su diaria rutina de salir al bosque para rellenar sus reservas de plantas.
Ni bien estuvo cerca de la multitud Samo se abrió paso entre la gente para que pasará.
-¿Qué pasa Samo?
Tatsuya lo miro confundido, era raro ver a Samo tan nervioso, tan afligido. El viejo solo se quitó de enfrente para que el del lunar pudiese ver quién era el intruso. Ahí frente a sus ojos estaba Trent, algo golpeado como la última vez, amarrado y tirado en el suelo, el hermano de Shun apenas lo vio pareció volver a reponerse.
-¿Dónde está Shun? ¡Por favor dime que sabes dónde está! – El hombre parecía realmente desesperado - ¿Dónde está?
Tatsuya se acercó a Trent al tiempo que le daba una señal a Taiga para que lo ayudara a levantarlo, entre los dos lo llevaron a la cabaña de Tatsuya siendo seguidos por Samo.
-¿No quedó claro que no debías volver? – Samo lo miro enojado - ¿Sabes qué le tengo que hacer a los intrusos que vuelven?
-No me interesa lo que me hagan, siempre que me puedan asegurar que Shun está bien y que nada le pasara.
-¿Qué te hace dudarlo? – Tatsuya empezó a comprender que detrás de esa actitud había un problema - ¿Entonces…?
-Se lo quieren llevar, y creo que lo han estado vigilando.
No tuvo que decir más para que Tatsuya saliera corriendo en dirección al bosque en busca del doncel, relacionando aquella información con el hombre que había visto días atrás cuando Shun se bañaba en el rio, llego a la zona donde sabía debía de estar Shun pero no estaba y el pánico empezó a hacerse presente, corrió en dirección al rio, el segundo lugar donde pensó podría encontrarlo.
En efecto ahí estaba, sentado a la orilla del rio, y estaba a punto de gritarle cuando el doncel repentinamente se paró mirando hacia el otro lado del rio.
-¿Quién está ahí? – Shun miro nervioso entre los árboles, seguro de haber visto alguna sombra, con una mano apretaba un puñado de polvos en caso de ser necesarios – ¡Sal!
-¡Shun! – Tatsuya se acercó a él – ¿Viste a alguien?
-Tatsuya… Eso me pareció… ¿Qué haces aquí?
-En un momento te explico ven conmigo ahora.
Sin dudarlo Shun tomó la mano que Tatsuya le tendía. Por su parte el varón se encontraba más tranquilo de tener a Shun ahí, a su lado, tomando su mano, cerca de él, donde pudiera protegerlo de lo que sea que estaba acechándolo.
Ni bien llegaron a la cabaña de Tatsuya, el primer impulso de Shun fue correr a abrazar a Trent, a este ya lo habían desatado y correspondió enseguida al abrazo de su hermano menor.
-¿Qué haces aquí? – Shun lo miro preocupado – no debiste volver
-Estaba preocupado, creo que nuestro padre te quiere de vuelta.
-¿Qué? ¿Por qué? – Shun lo miro sin entender nada - ¿Qué quiere de mí?
-Eso no lo sé, solo sé que desde hace días que te han estado vigilando, no debes moverte solo por ahí…
-Es que no lo entiendo, ya le dije que mi decisión final era quedarme junto a Tatsuya, ¿por qué?
-No estoy seguro, solo lo he escuchado hablar con uno de los mensajeros de oriente, diciendo que ya te tenían vigilado y que pronto te llevarían de vuelta pero las razones no las sé.
-Aun así no debiste venir, no pueden dejarte ir como si nada, ¿No lo entiendes Trent?
-Te preocupas demasiado por mi pequeño, cuando debe ser al revés.
-Es normal preocuparse por los seres amados.
El mayor abrazo a Shun, echaba de menos a su hermanito a la pequeña luz que había en su vida allá en Piers, eso era Shun, su luz, su hermanito que tenía que proteger, a pesar de haber demostrado que se las podía arreglar solo.
-No salgas de aquí Shun, sería peligroso
-No puedo vivir encerrado. Trent no puedo simplemente dejar mis deberes así como así.
-Shun – intervino Tatsuya, que evaluaba la situación – No voy a dejar que te arriesgues, y tampoco vas a acceder a quedarte aquí, la única opción es que yo te acompañe a todos lados.
Shun se sonrojo un poco, volviéndose cual tomate al ver la sonrisa sugerente de Tatsuya.
-No – Trent negó rotundamente – no vas a hacer eso, yo cuidare de Shun.
-Se te olvida que aquí no tienes palabras.
-No dejare que mi hermanito ande por ahí a solas contigo. Podrías hacerle cualquier cosa.
-Nada que él no quiera.
-¿Qué has dicho?
-Chicos basta – Shun se paró en medio de ambos, no esperaba tal reacción por parte de su hermano – Trent no te preocupes Tatsuya no me dañaría.
-Me preocupa que te haga otras cosas.
-Bien ya fue suficiente – Samo tomo parte de la discusión – dadas las circunstancias daré mi decisión final, Trent se quedará aquí en la comunidad, no puede huir ni regresar a Piers, chico aquí eres un intruso y hasta que no decida que eres de fiar siempre estarás acompañado, Shun al parecer no debe permanecer solo, y por supuesto no podemos entregarlo, lo necesitamos aquí, Tatsuya te encargaras de vigilar a Shun por las mañanas, por las tardes quien lo acompañara será Kazunari, que no es muy distinto a lo que siempre hace, por las noches vuelves a cuidarlo Tatsuya ah por cierto yo vigilare a Trent por las mañanas y noches, me vendrá bien una mano para cortar leña, Tatsuya tú te haces cargo de Trent por las tardes, que te ayude con la caza.
-¿Qué? ¿Por qué? Él puede quedarse todo el tiempo contigo y yo puedo quedarme todo el tiempo con Shun.
-Jaja No seas tonto Tatsuya, Shun tendrá que irse a bañar en algún momento y tú no lo acompañaras. Por eso Kazunari lo acompañara en las tardes, no mejor que sea en la mañana, te encargas de Trent a esa hora.
-Me siento como vil ganado – se quejó Trent - ¿De verdad tengo que pasar la mañana con él?
-Tranquilízate Trent – Shun le sonrió – así como te sientes, me sentía yo todo el tiempo en Piers.
Trent abrazó a su hermano, le acaricio sus cabellos, sabía que su lugar estaba ahí, su hermano no podría ser más feliz ni estar mejor en otro lado que no fuera esa comunidad, lo que no lograba convencerlo era Tatsuya, no con esa mirada con la que veía a Shun. La mirada del hombre que ha decidido quien será suyo.
-Taiga ¿Dónde está Kazunari? – Le pregunto Tatsuya al pelirrojo que se había mantenido ajeno a la conversación – aun no es medió día, Shun debe permanecer con Kazunari.
-El sigue en cama, ha estado muy débil – Taiga mostro una enorme sonrisa – seré padre Tatsuya.
-Hombre felicidades.
Tatsuya, Shun y Samo se acercaron al pelirrojo para abrazarlo y felicitarlo, después de eso Shun partió con Taiga para ver a Kazunari, Samo se fue a calmar a la gente que deseaba saber qué hacía ahí Trent y este junto con Tatsuya partieron al bosque.
El par de varones iban serios mientras se internaban en el bosque, a Tatsuya no le agradaba la idea de tener que pasar tiempo con Trent, sin embargo le estaba agradecido por avisarle de las amenazas.
-¿No se supone que tenías una prometida? – Tatsuya curiosamente fue el primero en romper el silencio - ¿Qué pasará con ella?
-Huyo de Piers, su padre quiere entregarla por impura.
-¿No hiciste nada? ¿Dejaste que le hicieran lo mismo que a Shun?
-Aunque hubiese querido apoyarla fui yo mismo quien la encontró en el acto con uno de mis hermanos, por supuesto no iba a dejar que la entregaran, le di algunas monedas de oro para que huyera a la otra aldea.
-Eres más bueno de lo que creí.
-¿Qué quieres con mi hermano?
-¿Tú que crees?
-No voy a consentirlo.
-No iba pedirte permiso, a parte que te importa no vi que tuvieras nada contra el maldito pelos de elote que era su prometido.
-Tú y Alexei no son iguales, y para tu información tampoco lo apoyaba a él, Shun debe elegir con quien estar, no es un vil objeto que puede reclamarse.
-Perfecto si el me elige no pondrás objeción, interesante, solo tengo que conquistarlo.
Trent se quedó callado, no tenía cono debatir eso, y peor aún tenía razón, si Shun lo elegía él no podría oponerse.
Las horas pasaron, Shun volvió con Tatsuya y Trent se fue con Samo, a petición de Trent se acordó que dormiría junto con Shun, ya que seguía sin fiarse de Tatsuya.
Shun y Tatsuya pasaron la tarde recorriendo la comunidad, Shun tenía que hacer sus rondas como siempre, para el atardecer partieron al rio donde disfrutaban de la hermosa vista que regalaba el cielo anaranjado que también se reflejaba pintando del mismo color el agua cristalina del rio.
-Creo que no le agrado a tu hermano.
-Supongo… no le agradan los hombres que me son cercanos, nadie es suficientemente bueno para mí, según Trent, no debes hacerle mucho caso.
-Me pregunto si yo soy bueno para ti.
Shun rió un poco.
-Eres más que eso Tatsuya…
Shun estaba sonrojado y Tatsuya lo veía con una sonrisa, mientras que con una mano le acariciaba los sedosos cabellos, como le gustaba tenerlo ahí, estar ahí a su lado, saber que él le correspondía, el del lunar de verdad volvía a sentirse vivo, ya no había culpas, y poco a poco Shun se iba ganando más y más lugar en su corazón, a pesar de haberlo creído roto.
-Tatsuya… ¿puedo pedirte algo?
-Por supuesto, ¿de qué se trata?
-¿Me platicarías de ti? ¿De tu vida?
-Realmente quieres saberlo ¿cierto?
-Sí, por favor…
Tatsuya se acercó a Shun abrazándolo por los hombros, recargándolo sobre su pecho.
-Está bien, te contare…