A media noche pudieron por fin ver las murallas del reino de oriente, cansados y algo hambrientos, sucios por el ajetreado viaje, pero habían llegado, con una ansiedad inexplicable cruzaron las murallas, y los guardias les ofrecieron ayuda, tomaron a sus caballos y los dirigieron ante su líder.
En palacio los dirigieron a una de las salas de discurso del líder después de que Trent asegurará ser nieto de su dirigente. Minutos después apareció el anciano dirigente de esa tierra.
-Sean bienvenidos – su voz era amable y les dedicaba una sonrisa – Trent es bueno verte.
El mayor se acercó a su abuelo y este lo estrecho en brazos.
-Eres tan parecido a tu padre – el anciano volvió a sonreír - ¿Qué buscan aquí caballeros?
-He venido por Shun – Tatsuya tomo la palabra
-Oh ya veo – el anciano se sentó y les indico con la mano que hicieran lo mismo – vienes por Shun. Y tu Trent ¿Por qué has venido?
-Vengo por mi hermano, porque mi madre me ha dejado la responsabilidad de velar por su bien.
-Y por eso lo dejaste en una aldea de rufianes, vaya decisión la tuya querido.
Era una acusación por parte de su abuelo y lo sabía aunque siguiera usando ese tono amable.
-Se equivoca señor – Tatsuya lo encaró – No somos ningunos rufianes, a parte nosotros necesitamos a Shun, él es en verdad muy importante, yo lo necesito.
-Debo asumir que tú eres Tatsuya.
-¿Cómo lo supo?
-Bueno si de verdad quieres que Shun vuelva contigo tendrás que ganártelo, yo también necesito a mi nieto aquí.
Alexei y Frank se aclararon la garganta.
-Nosotros también hemos venido a competir por Shun – aclaró el rubio, secundado por Frank.
-Vaya, que sorpresa. Al parecer mi nieto es bastante querido – el anciano les sonrió – Sus nombres caballeros.
-Alexei – el rubio dio una reverencia
-Frank – el castaño también lo imito.
-Es un gusto, la competencia será mañana, por hoy deberán de descansar, ha sido un largo viaje.
-Quiero ver a Shun – Tatsuya se levantó justo cuando el anciano lo hacía – por favor…
-Nadie que compita puede verlo antes de la ceremonia, es la tradición.
-Abuelo yo no competiré, así que yo sí puedo verlo.
-Correcto Trent. Sígueme.
El abuelo comenzó a andar y antes de que Trent pudiera seguirlo, Tatsuya lo jaló.
-Por favor entrega esto a Shun – el del lunar le entregó un pedazo de papel.
Trent lo tomo y asintió con la cabeza. Caminaron por el recinto hasta llegar a una de las habitaciones, adentro Shun dormía, pero no lo hacía pacíficamente como en él era usual, podía ver la preocupación que tenía con solo mirar su ceño fruncido y sus labios haciendo un adorable puchero. Su abuelo lo dejo para que pudiesen hablar.
Sentado a su lado, Trent acarició los cabellos de su hermano esperando que despertará, así lo hizo, poco a poco Shun abrió sus ojos.
-¿Tatsuya?...
El nombre escapó de los labios del menor mucho antes de que pudiese distinguir de quien era la silueta a su lado. Talló un poco sus ojos para ver mejor, la habitación era tenuemente iluminada por la luz de la luna que entraba por una ventana.
-Me temo que no – Trent le sonrió – solo soy el nada importante de tu hermano.
-¡Trent!
Shun lo abrazó, feliz de verlo, y el mayor correspondió enseguida el afectuoso abrazo.
-¿Dónde está Tatsuya?
-El abuelo lo ha mandado a dormir, dice que no puede verte hasta el día de la ceremonia – Trent le sonrió, nunca había visto tanta ilusión y esperanza en los ojos de su hermano – te manda esto.
Shun tomo la nota con una enorme sonrisa, habían llegado, Tatsuya estaba ahí por el y no podía más que sonreír por aquello.
“te llevaré a casa”
Sencillo y prometedor, así era el mensaje, de solo leerlo Shun sintió su corazón latir un poquito más rápido, un poquito más enamorado.
Volvieron a dormir.
A la mañana siguiente a Shun le prohibieron salir, ya le comenzaba a molestar aquella prisión que tenía por cuarto. Estaba ansioso por ver a Tatsuya.
Trent lo había sorprendido esa mañana con la noticia de que no solo Tatsuya estaba ahí, sino que también Alexei y Frank buscaban participar en la extraña competencia. Por la mañana le habían llevado un delicioso desayuno y una chica se había encargado de explicarle como se llevaría a cabo la competencia.
Según lo que la joven le había dicho, los que quisieran participar debían anotarse en una lista, que ya había sido cerrada esa mañana, sumando a los forasteros en total eran 30 competidores. La ceremonia se dividía en tres partes, dos combates y una presentación.
El primer combate cuerpo a cuerpo los ganadores pasarían a la siguiente ronda, o sea 15 de los participantes, esos tendrían que hacer una demostración, era aquí la única parte donde la voz de Shun contaba, de esos 15 se tendrían que escoger 8 de los cuales Shun podía elegir la mitad, su abuelo la parte faltante. Y luego vendrían los últimos combates, que reducirían el número de ocho a cuatro, y luego de esos cuatro a dos, y de esos dos se escogería la ganador. La tercera fase de combate era la más larga.
Todo esto también se lo explicaron a los forasteros, ninguno de los tres estaba asustado y mucho menos planeaba echarse para atrás, porque cada uno de ellos veía en esa competencia más que ganarse un puesto privilegiado en la cima de la sociedad de oriente, veía la oportunidad de quedarse con la joya de persona que podía ser Shun.
Llegó el día de la ceremonia, la noche anterior Shun había rezado para desearle suerte y fuerzas a Tatsuya, quería verlo, abrazarlo y prometerle que él no lo abandonaría, nunca lo haría por su propia decisión a menos que el del lunar quisiera lo contrario.
Después de que el sol saliera unas mujeres entraron a su cuarto para arreglarlo, de nuevo con esos extraños ropajes que a sus ojos simulaban túnicas enormes, esta era de un bello rojo con bellísimas flores pintadas sobre la tela, le adornaron el cabello con frescas flores recién cortadas y retocaron su rostro con polvos blancos y rosados, era demasiado para él, pero así eran las tradiciones, al final le pusieron un velo sobre el rostro, pare evitar que alguien lo viera antes de salir. A Shun le parecía ridículo, de igual forma al final del día todos sabrían como luce su rostro.
Se escucharon unos tambores, y las mujeres le guiaron a la explanada donde la ceremonia se celebraba, ahí todos los hombres guardaron silencio al ver entrar al enigmático doncel nieto del líder, el anciano sonrió al verlo llegar, hasta el frente de las filas los forasteros ansiaban verlo.
El anciano se encargó de retirar el velo, Shun le daba la espalda a la audiencia, de ahí Tatsuya lo miraba esperando que diera vuelta y poder ver de nuevo a ese niño bonito que tanto lo enamoraba.
Shun dio la vuelta y se sentó donde su abuelo le había indicado, todos quedaron maravillados con su imagen, aunque el poco consiente estuvo de ello, sus ojos rápidos habían buscado y encontrado al hombre del que estaba enamorado. Sus miradas se conectaron un instante y Shun pudo leer de los labios de Tatsuya un “hermoso”
Los combates dieron inicio. Treinta hombres peleando en la misma arena, al mismo tiempo y Shun solo podía seguir los movimientos del de cierto chico con un lunar, la primer fase para Tatsuya había sido rápida, pronto había vencido a su contrincante y se había posicionado como el segundo más rápido en terminar; solo unos segundos después que Tobio.
Frank y Alexei tuvieron sus percances pero al final habían logrado pasar, junto con otros once chicos. Los últimos en ganar eran los primeros en hacer su presentación, de los primeros once su abuelo escogió tres, y pidió que el ultimo en presentarse fuese Tatsuya, Shun no supo porque de esos participantes, escogió uno, al azar y solo porque debía escoger cuatro.
Fue entonces el truco de Alexei, el rubio poco sabía de lo que se tenía que hacer, “impresionar a Shun” era eso de lo que habían dicho se trataba aquello, Alexei sacó una navaja y con rapidez una flor talló en pequeña una pequeña madera, el abuelo sonrió era el mismo regalo que el padre de Shun había hecho a su hija tiempo atrás, y Shun acepto el regalo gustoso siendo su segundo seleccionado.
Luego fue turno de Frank, que de sus bolsos de viaje sacó una flauta tocándola de lado hizo sonar una bella melodía el publico y Shun quedaron impresionados, Frank fue el tercer seleccionado de Shun, quien impresionado por el curioso talento del otro no dudo en darle su voto.
El siguiente fue Tobio, quien intento impresionar con su fuerza, partió tablones y rocas, corto incluso un leño a la mitad solo usando las manos, y Shun lo miro indiferente como si respirar fuese más difícil e interesante que lo que acababa de hacer. Shun vio en los ojos de Tobio el enojo por no ser elegido, el enojo de haber sido ignorado. Pero su abuelo lo escogió, diciendo que había sido una gran demostración de fuerza y disciplina.
Por fin fue tiempo de Tatsuya, el del lunar sonrió mientras se acercaba al centro con una guitarra, también la había sacado de los bolsos de su viaje ¿Qué tanto habían traído esos chicos? Se preguntaba Shun mientras observaba a Tatsuya acomodarse para comenzar a tocar ¿Sabía Tatsuya tocar?
Al parecer sí, comenzó tocando unas tranquilas notas, Shun quedo encantado con eso. Tatsuya comenzó a cantar.
“he salido al fin
Del dolor
Que me causo tu adiós,
No soportare
Un mundo
Donde no estés mi amor,
Has curado el corazón
De este pobre perdedor,
Me has mostrado
Otra vez
Lo que es el amor,
He salido al fin
Del horror
Que me dio tu adiós,
Te he encontrado al fin
Oh mi amor,
Hoy yo te diré
Lo mucho que
Yo te necesito,
Solo quiero
Abrazarte amor,
Y te amo
Con todo el corazón,
Me has mostrado
Otra vez
Lo que es el amor”
Tatsuya terminó de cantar dejando a todos impresionados, Shun no dudo un segundo en seleccionarlo, había sido una canción preciosa para él, y moría por ir hasta donde estaba el del lunar solo para abrazarlo.
Muchos de los espectadores aplaudieron, pronto Tatsuya se convirtió en uno de los favoritos.
Los ocho finalistas ya estaban, y se dio inició a la tercer fase de la competencia, los últimos combates, los primero cuatro enfrentamientos fueron rápidos, posicionándose ganadores: Tobio, Alexei, Frank y Tatsuya.
Los primeros en enfrentarse fueron Tobio y Alexei, el rubio no representó mucha batalla para el barbudo, aunque no se había rendido fácilmente, tenía la ventaja de la estatura y al final del día para Alexei ese detalle no ayudo en nada, de todas formas había perdido.
La segunda pelea fue entre Frank y Tatsuya, había sido más entretenida de ver, ambos eran diestros en las peleas, golpes, patadas, ganchos. Al principio Tatsuya se lo estaba tomando como una simple práctica, fue después de ver la seria mirada de su oponente que por fin empezó a pelear en serio, lastima para Frank, Tatsuya era rápido y hábil, pronto se posiciono como el segundo ganador.
Llegó el momento de la tercera pelea, Tatsuya y Tobio estrecharon las manos antes de comenzar, pero todo fue mal desde que sonaron los tambores que anunciaban el inicio del encuentro. Tatsuya se movía lento y apenas podía esquivar los ataques, no pudo der ni un solo golpe a su oponente. Ni Alexei, ni Frank, ni Trent, mucho menos Shun podían creer aquello, porque era simplemente imposible.
En la arena de combate le estaban dando una paliza a Tatsuya. Entonces Shun lo vio, en la nuca de Tatsuya sobresalía una pequeña aguja, y no tenía que ser un genio para adivinar. No supo cómo ni cuándo se había vuelto tan rápido pero antes de que Tobio le diera la siguiente patada, a un Tatsuya ya arrodillado en el suelo casi sin poder moverse, se interpuso haciendo que el golpe le diera de lleno en un costado.
Por un momento todo fue silencio, todos quedaron expectantes esperando que algo pasará. Shun se levantó, adolorido por lo fuerte del golpe. Y camino lento hacía Tatsuya que yacía inmóvil tirado en el suelo, retiro la aguja de su nuca y la alzo para que todo pudieran verla.
-¡Se ha hecho trampa! – Gritó Shun - ¡Lo han paralizado!
Su abuelo se acercó a él y tomo entre sus manos la pequeña pieza de metal comprobando que efectivamente esta tenía veneno impregnado.
-¡Es cierto! ¡La pelea no ha sido justa! – Declaró el anciano – Llévenlo adentro.
Un par de hombres acataron las órdenes del viejo llevando a Tatsuya a una de las habitaciones del castillo, Shun los siguió sin siquiera esperar que su abuelo terminara con la absurda ceremonia. Una vez que los dejaron solos, Shun se hincó al lado de Tatsuya y recargo la cabeza de este en su regazo, con cuidado reviso sus golpes, y le limpio la sangre del rostro, pues le había partido un labio en la pelea.
Sabía que Tatsuya estaba consiente, así que también se dedicó a sonreírle y a darle las gracias por ir a buscarlo. Al poco rato llego una de las señoras con una infusión que sería el antídoto para la parálisis, Shun no perdió la oportunidad de preguntarle en qué consistía tal remedio.
Después de que Tatsuya lo bebiera la señora se retiró.
-Con eso te pondrás mejor – Shun volvió a acariciarle los cabellos, le había desatado el pelo y este caía sobre las piernas de Shun – Siento que tuvieras que pasar todo esto por mi culpa, aunque debo admitir que estuve realmente feliz de saber que habías venido, y me ha gustado mucho esa canción, no me mencionaste que sabías tocar la guitarra, aunque si sabía de tu buena voz para el canto, cuando te conocí cantaste acompañado de Samo, muchas cosas pasaron desde entonces ¿no?
Shun volvió a sonreírle sin dejar de acariciar los negros cabellos de Tatsuya, el del lunar cerró los ojos, dejándose llevar por la delicada caricia, ya había recuperado la movilidad de su cuerpo desde hace un buen rato pero no había dicho nada pues le encantaba sentir la caricia de Shun.
Al final se levantó para poder tomar los labios de Shun en un tierno beso que enseguida fue correspondido.