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Fiesta Pagana por DarkSweetLady

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Notas del capitulo:

Hola gente chulisima!! espero que esten bien!! y si no lo estan recuerden que dios aprieta pero no ahorca!! y eso no se dejen vencer!! ya saben cuando hundido estas, tan abajo esta que no ves salida del lugar, no debes moverte de donde estas y como piter panda has! 

ok ya dejo mis delirios, perdon, creo que tarde bastante con este cap D: espero que les guste :3 

Disculpen cualquier falta de ortografia 

-¿Él tiene que acompañarnos? – Preguntó Shun mirando con incomodidad a Tobio – ¿Por qué?

-Para seguir la competencia en la comunidad – Tatsuya tampoco estaba contento con aquello – si quieres reclamarle a alguien, el culpable es Frank.

Shun soltó un suspiro, al final del día lo importante era regresar a la comunidad, seguía con esa espinita en el pecho. Partieron con el amanecer, cada uno en su caballo, excepto Shun que había preferido viajar con Tatsuya, como fue de ida, de regreso el viaje fue largo pero tenían la ventaja de haber salido con las provisiones necesarias y con el día a su favor.

Durante el camino, Tobio no fue más que una pieza extra, se mantenía al margen de lo que sus acompañantes hacían y decían, solo prestando especial atención de lo que decía Shun. El barbudo poco a poco comenzaba a ver la fuerte relación que había entre el doncel y el del lunar. Había aprendido que Shun era un doncel excepcional, no solo era bello, era listo, ingenioso y por sobre todo humilde, podía entender porque Tatsuya, Frank y Alexei habían hecho el largo viaje hasta su tierra para recuperarlo, el mismo lo habría hecho; sin embargo no se sentía con el derecho de competir por él, Shun lo odiaba y no era nadie para interferir entre el doncel y Tatsuya.

Llegaron a Piers con el atardecer y ahí dejaron los caballos y a Alexei, el rubio ya no pintaba nada en la comunidad, atravesaron a pie el  bosque, de noche daba un aspecto bastante aterrador y durante lo que duro la caminata Shun usando eso como excusa no se separó ni tantito de Tatsuya, cosa que por supuesto hizo muy feliz al del lunar.

Ya en la comunidad tuvieron que explicarle a Samo la situación y este no pudo más que aceptar poniendo similares reglas como con Trent. Apenas llegó Shun tuvo que correr a socorrer a Kazunari, quien estaba en aprietos, pues a Yukio se le acababa de romper la bolsa. Cerca de la cabaña de Ryouta todo era caos, y sin más que decir Shun fue a ayudarles.

Kazunari juraba que volvía a respirar de ver al pelinegro ahí, y en seguida hizo todo lo que Shun le mandaba, sabanas, agua, trapos, Shun mantenía todo en orden y después de dos horas por fin escucharon el llanto de un hermoso y regordete niño. Shun termino de curar a Yukio mientras Kazunari se hacía cargo de limpiar al bebe, todo había vuelto a su cauce. Al parecer después de todo Shun había tenido razón, y era necesario que regresaran, los varones podían ver que aquello del mal  presentimiento no había sido una mentira; pero Shun que al principio había creído que era eso lo que le había hecho volver se daba cuenta que aún tenía esa espinita en el pecho, algo más importante iba ocurrir.

-Muchas gracias Shun cchi, Kazu cchi, por traer sano y salvo a mi niño – Ryouta los veía con lágrimas en los ojos, celebrando que ahora era padre de un sano varoncito.

-Muchas felicidades Ryouta

El rubio abrazo a ambos pelinegros para después regresar a su hogar junto a su esposo y su retoño, Kazunari se volteó hacia Shun sonriéndole.

-Shun que bueno que regresaste – Kazunari lo abrazo con fuerzas – gracias al cielo llegaste en el momento indicado.

-¿Cómo te has sentido Kazunari? – Shun le dedico una sonrisa - ¿Él bebe te ha dado muchos malestares?

-Si algunos, pero creo que comienzo a acostumbrarme un poco.

-Gracias por hacerte cargo Kazunari – Shun volvió a abrazarlo – lamento haberte causado molestias.

-No digas eso Shun – Kazunari le devolvió el abrazo – estoy feliz de que regresaras, pero ¿Quién es ese tipo barbudo que viene contigo?

-Ahh él es bueno… él – Shun soltó otro suspiro – Tobio… viene por órdenes de mi abuelo, es una cosa ridícula…

-Pero mira eso – Kazunari le sonrió con picardía – Nuestro Shun es bastante popular, mira que te traes a un sequito de hombres tras de ti.

-Deja eso Kazunari, no tengo un sequito de hombres.

A pesar de que aquello le molestara Shun le dedico una sonrisa, conocía bien a Kazunari y era el tip0o de amigo que va por ahí siempre molestándote con asuntos del corazón, más aun cuando estaba enamorado, ya lo había visto pues cuando el joven pelinegro peleaba con su amado Taiga la palabra amor quedaba prohibida eso sí cuando se reconciliaban el amor y el sexo se volvían tema para todo el día, esto último algo con lo que Kazunari molestaba a Shun, que al parecer era el único virgen en ese pequeño grupo constituido por los demás donceles y varias mujeres de la comunidad.

-Hey Tai mi amor – el pelinegro se abalanzo sobre el pelirrojo – ¿Ya escuchaste acerca del sequito de hombres de Shun?

-¿Eh? ¿Cuál sequito? – el pelirrojo recibió a su amado en brazos un poco nervioso por la extrema energía que siempre tenía y un poco confundido por lo que acababa de decir - ¿De qué rayos habla Shun?

-No es nada, está delirando, creo que debes de llevarlo a descansar – sugirió Shun pasando del par de tortolitos, un poco apenado por las ocurrencias de su amigo.

Taiga, un poco preocupado se llevó a Kazunari hacia la hoguera para que comiera algo y reposara un poco, se había vuelto en extremo cuidadoso en lo que se refería a su amado Kazunari.

Shun paso de largo hacía la cabaña de Tatsuya, un poco incómodo pues Tobio había comenzado a seguirlo ¿Dónde estaba Tatsuya?

-¿No tienes nada mejor que hacer aparte de seguirme? – Le preguntó Shun

-En realidad no, tengo que conquistarte ¿Recuerdas?

-¿Y lo harás solo por qué mi abuelo lo manda?

-Fui entrenado para seguir las órdenes de mi señor.

-Bueno, sería bueno que olvides ese entrenamiento – Shun le sonrió – Sería mejor que solo sigas tus órdenes.

-¡Shun! – Tatsuya los alcanzo, abrazando a Shun cuando estuvo cerca de él – ¿No vienes a cenar?

-No Tatsu – Shun le dedico una sonrisa al del lunar y Tobio pudo ver enseguida el cambio que había, la sonrisa que Shun le dedicaba a Tatsuya era una repleta de amor - ¿Por qué no llevas al señor Tobio a cenar? Yo mientras veré donde puede acomodarse.

-Tobio puede dormir donde yo y yo dormiré contigo – Tatsuya lo miro con picardía – Me llevare al señor Tobio a cenar pero…

-¿pero? – Shun lo miro divertido, encantado con las buenas ideas de Tatsuya - ¿Qué vas a pedirme a cambio?

-Mm un beso, dame un beso.

Shun se sonrojó hasta las orejas, no quería besar a Tatsuya enfrente de Tobio, no era de hacer esos actos en público, sin duda alguna el del lunar era un hombre atrevido. Tatsuya lo miraba con una diminuta sonrisa ladina, esperando que Shun le diera su paga.

Tobio se volteó y agarro camino hacia el centro de la comunidad, no necesitaba ver como Shun caía ante las mañanas de él del lunar, suficiente tenía con tener que estar ahí intentando conquistarlo sin tener una oportunidad.

Shun entrelazo sus brazos alrededor del  cuello de Tatsuya cuando vio a Tobio partir, más cómodo de no tenerlo ahí.

-El señor Tobio se va, y tú todavía no lo estás acompañando – le reprocho Shun con una sonrisa, manteniendo el sonrojo – El trato es que tú lo lleves.

-Lo haré cuando me des mi parte del contrato.

Shun se acercó “pagarle” a Tatsuya, dándole un dulce beso pero en la mejilla, haciendo que Tatsuya solo lo mirara confundido.

-Listo, ve y acompáñalo.

-¿Qué fue eso Shun? – Tatsuya lo aferró con más fuerza – ese no fue el trato.

-Tu dijiste un beso, y ya te lo di – Shun le sonrió – nunca dijiste donde.

-Hey eso era obvio.

-No para mí, recuerda que solo soy un inocente y viren doncel.

-¿Ah sí? – Tatsuya lo acercó más, tanto que podían sentir como sus alientos se entremezclaban – en ese caso, inocente y virgen doncel creo que tendré que enseñarte.

Y así fue como Tatsuya tomo los labios de su Shun en un beso lento y dulce, un poco húmedo pero sin llegar a más, cuando se separaron solo pudieron sonreír para volver a besarse, una vez y otra más.

-Tienes que ir, Samo se molestara si no te ve – Shun recargo su frente en el pecho contrario – ya sabes por Tobio.

-Samo siempre se enoja conmigo de cualquier forma.

-Tatsu…

-Está bien Shun – Tatsuya se separó – Nos vemos más tarde.

El del lunar dio la vuelta para irse, y Shun un poquito arrepentido de haberle dicho que tenía que irse, lo detuvo para darle la vuelta, pararse de puntillas y darle un último beso, luego de eso se fue a la cabaña, dejando a un Tatsuya inmensamente feliz.

Ya en la cabaña Shun acomodo un poco, limpio y puso las cosas de Tobio sobre la que sería su cama temporal, cambiando de igual forma las cosas de Tatsuya hacia su cama, diciéndose así mismo que todo iría bien, había dos asuntos que no lo dejaban en paz, el primero era ese presentimiento y el segundo era tener que pasar la noche con Tatsuya, esto último lo anhelaba ¿Tatsuya continuaría con lo que habían dejado pendiente la última vez? Eso lo tenía con el corazón acelerado.

Pero al final del día el cansancio había podido más, el parto de Yukio, el viaje, no podía creer que su hermano, Frank, Tatsuya y Tobio todavía estuvieran afuera en bailando y cantando o lo que estuvieran haciendo, que muy contrario a lo que Shun pensaba, en realidad solo estaban intentando no caer dormidos en medio de todos.  Shun cayó dormido y no micho después llegaron Tatsuya y Tobio a la cabaña para también descansar.

El del lunar encontró al doncel acorrucado en la cama durmiendo, tan tranquilo, tan lindo, solo atino a darle un beso en la frente y se acostó a su lado, lo abrazó y se quedó dormido acariciando los cabellos de su precioso Shun, y enredando sus piernas con las contrarias.

Lamentablemente el sueño no les duró mucho, un par de horas más tarde los despertó la ya conocida alarma de la comunidad, las trompetas sonaban con fuerzas y se escuchaban los gritos de varios niños pidiendo ayuda.

Shun y Tatsuya salieron tan rápido como sus pies se los permitieron, encontrándose en el centro dela comunidad con tres mujeres, una rubia de ojos verdes, se veía que era la mayor; las otras dos chicas eran más jóvenes, una peli rosa y una castaña, esta última en brazos traía un bebe, a su alrededor, había por lo menos veinte niños, la mayoría lloraba y Shun podía ver que la mayoría traía golpes y/o quemaduras, detrás de ellos, un hombre, cabellos morados y ojos del mismo color, media más de dos metros, y cargaba en su espalda lo que Shun podía adivina era el cuerpo de un herido.

-Tatsu-chin – hablo el peli morado – por favor ayúdanos.

Tatsuya los veía con la boca abierta, sin poder creer aquello.

-¡Atsushi! ¿Qué les ha pasado?

-Te lo explicare luego Tatsu-chin – Atsushi se acercó a él – Primero por favor ayúdalo.

Bajo el cuerpo de su espalda descubriendo a un muchacho pelirrojo y de blanca piel, tenía quemaduras  en un brazo, una larga cortada en la pierna, y tenía sangre en la espalda, Shun supo que de entre todos, él era el más grave, así que enseguida le indico al grandote que lo llevara adentro, mientras le decía a Tatsuya que llamara a Kazunari para que este empezara a ver a los niños, el del lunar así lo hizo, aunque en el fondo estaba pasmado esperando haber visto mal y que ese pelirrojo no fuese quien creía que era. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado :3 

Nos leemos!! 


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