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El Destino por Gratsune

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Notas del capitulo:

Hola, perdon la tardansa, como ya les habia comentado en el anterior cap comense las clases y mi horario me deja poco tiempo libre, pero aqui les dejo el cap 10, espero que lo disfruten.

Como ya saben los personajes son de Hiro Mashima

EDITADO*

― Tiene que ser una broma ― suspiro desganado, viendo el pueblo frente a él ― evacuaron a los civiles ― tomo el puente de su nariz sonriendo amargo, debía reconocer el valor de aquellos magos para querer enfrentarlo luego de haberles dado una paliza.

 

― Eso quiere decir que de verdad piensas pelear ¿no?

 

― Tal parece que sí ― respondió Daco pregunta de la rubia.

 

― Pues no somos tan fáciles de vencer ― el hombre grande trono sus grotescos dedos.

 

― A ti te derroto una chica ― miro con falsa inocencia al más alto.

 

― A ti te dieron una paliza con tu mismo tipo de magia ― contraataco.

 

― Reine, René ― llamo una voz ronca, deteniendo lo que podría haber sido una riña de hermanos ― tomen la calle principal, encuéntrenlos y no duden en utilizar toda su magia ― ambos chicos asintieron y comenzaron a marchar dedicándose fulminantes miradas entre ellos ― Daco, nosotros tomaremos el lado sur.

 

***

 

 

Llevaban más de 15 minutos caminando sin encontrar ningún rastro de vida, ya se estaban impacientando, tal vez huyeron junto todo el pueblo, era el pensamiento de la chica, no obstante, muy por dentro de ella sabía que no era así. Tras girar la esquina de un negocio pudieron ver a dos chicos que cargaban unas maletas y al parecer se dirigían por el camino de la salida del pueblo, esta le hizo una seña a su hermano y ambos ya se encontraban corriendo en dirección a las personas frente ellos.


― ¡Corre! ― Grito el chico al escuchar los pasos aproximándose a ellos, tanto él como la chica que lo acompañaba corrieron desesperadamente.

 

Después de varios segundos de persecución la sonrisa en el rostro de René se ensancho al reconocer bien aquella cabellera negra que huía de ella y que ahora se separaba de su compañera al tomar rumbos distintos en aquel cruce con forma de “T”.

 

― ¡El chico es mío! ― Advirtió para doblar la esquina e ir tras su presa sin dejarle opción a Reine que escoger a la rubia y de no ser por sus heridas la habría alcanzado ya hace mucho.

 

Su perversión salió a flote al notar los diminutos shorts que tenía la mujer, resaltando su trasero de forma lujuriosa para el mayor, la chica salió de su rango visual al doblar una esquina que no tardó en llegar, y al tratar de girar, sus piernas resbalaron por el agua que se encontraba no solo en ese lugar, sino que, a lo largo de la calle, sorprendiéndose de encontrar a la mujer de pie a unos metros de él.  

 

― ¿Ya te cansaste de huir? ― Se levantó del suelo, importándole poco la lluvia de agua que caía en su cuerpo por las tuberías abiertas de la zona.

 

― ¿Qué tan buena es tu resistencia? ― El rubio frunció su ceño ante la rara pregunta de la chica.

 

― Mucho mejor que la tuya, eso es seguro ― ironizo.

 

― Me alegra ― sonrío tierna ― porque vas a necesitarla ― endureció sus rasgos faciales al tiempo que sacaba su látigo mágico y golpeaba los pelados cables de su alrededor, esos que estaban no muy fijos a las paredes con cinta adhesiva, cayendo con suma rapidez al suelo y soltando grandes descargas erétricas en el cuerpo del mayor al hacer contacto con el agua.

 

Reine cayó de rodillas al suelo luego de perder resistencia por las grandes corrientes eléctricas que dañaban de manera brusca cada centímetro de su cuerpo. Hizo de lado al dolor para dejar paso a la sorpresa que invadió su ser, pues ver que era el único en ser afectado por el descargue cuando la rubia estaba tan mojada como él y aún seguía de pie en el mismo suelo encharcado. Sus preguntas fueron contestadas al fijarse en las botas de Lucy… ¿Goma? Pensó, sintiendo la electrocución cesar y su cuerpo carbonizado caer al suelo mientras desprendía vapor. La rubia camino hasta los cables comprobando que habían dejado de emitir corriente.

 

― Cause un corto circuito… ― murmuro para sí ― ¿Cuánto dinero costara repararlo? ― Lamento, imaginándose a Erza escupir fuego de rabia. Sus sentidos se agudizaron, escuchando el agua chapotear, girando su rostro encontrándose con Reine que se levantaba con dificultad.

 

― Te dije… que tengo mucho mejor resistencia, ¿recuerdas? ― Sonrío lascivo ― eso estuvo bien niña… pero tu golpe de suerte ya acabo ― Lucy se tenso de ver como dos locas raíces que habían brotado del suelo se dirigían de una forma maniáticas hacia ella. Cerro sus ojos con fuerza y saco una llave.

 

― ¡Ábrete puerta del toro, y protégeme rápido! ― chillo manteniendo la lleve dorada en su mano

 

― ¡MUUUUH! ― agito su hacha en defensa de Lucy cortando una y otra vez las raíces que no dejaban de brotar del suelo hasta que estas se detuvieron, llenando de orgullo a la vaca que mostraba sus grandes músculos frente a Lucy ― Lucy-san pero que shorts más sexy ― paso su lengua por sus labios. La chica abrió sus ojos con alivio al encontrarse a salvo ― hooo Lucy-san bendito sea el algodón que utilizaron para la tela de tu calzón... Muuuh ― el rostro de Lucy se sonrojo en demasía por la vergüenza.

 

― Ahora no Tauros, esto es serio ― se escucho la risa extravagante del hombre que reía divertido por la escena.


― Lo mejor de este circo es que no tuve que pagar entradas ― soltó con toda la intención de ofender.

 

― Acaba con él Tauros ― su mirada oscureció, es cierto que era la más débil del grupo, pero era parte de los mejores magos del gremio, no se dejaría insultar por un imbécil como ese. 

 

Tauros corrió cortando una que otras raíces que sumergía de la tierra, pero al estar cerca de aquel hombre fue totalmente reprendido por gruesas raíces que rodeaban el cuerpo del sujeto, una de ellas se enredó en el tobillo del toro y lo zarando de un lado a otro, golpeándolo con las paredes de cada costado para finalmente estrellarlo frente a él y mandarlo de vuelta a los pies de su contratista.

 

― Lo siento Lucy-san ― su cuerpo brillo para luego desaparecer en el aire.

 

― Hiciste un buen trabajo, Tauros ― susurro apretando la llave en su mano. Reine sonrío prepotente.

 

― Esto es una pérdida de tiempo ― Lucy se sintió ofendida. Cerró su mano y al abrirla había una segunda llave en ella.

 

― Ábrete, puerta del León ― un resplandor dorado se hizo presente dando a relucir al castaño en su elegante traje negro.


― Cuento tiempo sin vernos, Lucy ― beso la mano de la chica para luego colocarle una rosa en la oreja ― Y eh aquí un poema, Tus ojos son dos luceros, tus mejillas dos manzanas, que rica ensalada de frutas haríamos, junto con mi banana ― alzo sus cejas sugerentes pero todo rastro de humor desapareció al notar el enfado de la rubia ― ¿Qué quieres que haga, Lucy? ― Se paro recto viendo al enemigo y ajustando sus gafas, entendiendo que no era momento de bromas.

 

― Distráelo, pero asegúrate de causarle daño.

 

― Entendido ― Loke se deslizo por el suelo de manera veloz, encarando a Reine y entablando una pelea con este.

 

― El hecho de que ellas cambiado de mascota no significa que puedas ganarme, niña.

 

Loke esquivo ágilmente las enredaderas y logro conectar una patada en el cuerpo del sujeto que había utilizado su brazo como defensa y movía el otro para impactar un golpe directo en el rostro del castaño, que con rapidez cubrió el rostro con sus manos, sujetando el brazo para pasarlo por su hombro y ejecutar una llave que le permitió lanzar el gran cuerpo del adversario por los aires.

 

― Mi banana pega más fuerte que tú ― ajusto sus gafas observando como el hombre se colocaba de pie.


― Maldito… me las pa… ― Loke había desaparecido de su rango visual y ahora se encontraba a su espalda mientras se mantenía en el aire ejecutando una pirueta e impactando la punta de su lujoso zapato en el rostro de Reine. Este último dio pasos torpes para no caer al suelo, sujetando su quijada y observando como el castaño negaba con su cabeza.

 

― En una pelea no se habla ― Coloco su índice en los labios, siseando un “shh” alterando la cólera del rubio que no tardo en estar frente al castaño y lanzar un fuerte golpe ― eres lento ― susurro tras esquivar el golpe de forma aburrida.

 

Extendió su elástica pierna y comenzó rápidas patadas que volteaban de un lado a otro el rostro del más alto, para luego cambiar de pierna y clavarla en el estómago del gigante hasta encorvarlo de dolor, Loke se apoyó en el hombro el alto para poder elevarse y soltar un gancho derecho que le dio de lleno en todo el puente de la nariz.

 

En un descuido del castaño, una raíz se había colado por su espalda, dándole de latigazos, perdiendo el equilibrio, sintiendo su pierna ser tomada por la gruesa mano del contrario, que lo azoto contra el suelo, lastimando su espalda, girando en su lugar, mareando a Loke, y luego lanzarlo por los aires.

 

Antes de caer, Loke recupera la movilidad en el aire y cae de pie, sintiendo el dolor punzante en su espalda. Lucy se mantenía a distancia, rogando por que Loke pudiera mantener el ritmo que hasta ahora llevaba. Solo necesitaba más tiempo, un poco más de tiempo y estaría listo algún plan que le causara un daño severo a Reine.

 

Loke se colocó en posición de ataque, luego de notar el aura verde envolver el cuerpo del contrario, activando su magia y rodeando su cuerpo de pocas pero gruesas lianas.

 

― ¿Ramas? ― Bufo decepcionado ― ¿Esa es tu magia? ¿Enserio? Que patético ― puchereo de forma infantil, comenzando a limpiar su oído con el meñique retando la ira palpable en el moreno que tras ser provocado acumulo una cantidad considerable de magia en sus manos, chocándolas en el suelo, brotando lianas que destrozaban las viviendas de su alrededor para poder salir a la superficie.

 

Loke quedo mudo, se suponía que la estrategia era golpear su autoestima y bajarle los deseos pelear, no para que triplicara su defensa y ofensa.

 

― ¡Loke, idiota! ― Recrimino Lucy.

 

―Lo siento… ― Comento arrepentido.

 

La lluvia de lianas atacaba una tras a otra al castaño, dándole poco movimiento libre, se encontraba en apuros y algunas rozaban su cuerpo, rasgando sus ropas e incluso su piel.

 

Sus puños se iluminaron en una luz dorada. Loke lanzaba rayos láseres desde las palmas de sus manos en unas cuantas acrobacias, logrando exterminar la mayoría de las plantas que insistían en atravesar su carne, el castaño luego de ver que el camino ya lucia algo despejado, se aventuró a correr directo al origen de la vida de esas molestas lianas que aún tenía que esquivar y destruir para poder acercarse.

 

Sonrío satisfecho al encontrarse solo a pasos del rubio, se impulsó con el propósito de estampar su puño en el rostro del mayor, pero el golpe solo quedo a centímetros de su rostro, pues unas lianas habían detenido el movimiento del castaño.

 

Reine sonrió con suficiencia y Loke le siguió la sonrisa de forma mucho más macabra, abriendo su puño y dejando escapar un láser de su palma que cubrió la cabeza entera del mayor. Las lianas cayeron sin vida al suelo y Loke luego de detener el láser no le dio tiempo al moreno de que se recuperara, pues había comenzó una reacción en cadena de explosiones por todo el cuerpo del rubio.

 

Reine tubo que afincar su pie al piso con fuerza, para no caer derrotado, el olor a carne quemada inundaba sus fosas nasales y el dolor agudo en su cuerpo no cesaba, no obstante, se rehusaba a ceder la victoria, junto sus palmas en un intento de activar su magia, pero luego de sentir la tierra bajo sus pies destrozarse, le hizo perder el equilibrio para caer en el gran agujero que se habría, dejando lucir a Virgo en un diminuto bikini.

 

Un cosquilleo de vértigo se apodero del estómago de Reine, sintiéndose en el aire, siendo arrastrado rápidamente por la gravedad, pero su mayor preocupación fue ver aquel tipo cangrejo con grandes tijeras en sus manos, ese que comenzó a cortar de forma veloz parte de sus prendas de vestir, su cabello y piel.

 

Un látigo se enrollo en el cuerpo de Cáncer, siendo jalado a la superficie junto a Lucy, Loke y Virgo, Reine logro ver como el castaño modulaba un “adiós” con sus labios, sus ojos se abrieron grandes tras ver el potente láser que no tardó en llegar hasta él, empujándolo con más fuerza hasta estrellar contra el piso y sentir su ya maltratado cuerpo volver a quemarse y sufrir un agudo dolor. 

 

― Eso… estuvo… ¡increíble! ― chillo con gran emoción.

 

― Fue un plan brillante, Hime-sama ― Halago la pelirosa.

 

― ¿Quieres un corte de pelo? Ebi ― Cáncer agito sus tijeras elocuente.

 

― No, gracias ― expreso con exquisitez, batiendo su cabello ― por cierto… ― observo a Loke ― no me gustan las bananas ― el rostro del castaño lucia sin vida, pero luego sonrío cariñoso.

 

― Hiciste un buen trabajo, Lucy ― la chica le guiño un ojo.

 

El cuerpo de Reine temblaba de dolor, lagrimas rebeldes brotaban de sus ojos, puede que su cuerpo este destrozado, pero su espíritu seguía intacto, no supo cómo fue capaz de colocarse de pie, pero ahí estaba, luchando por su estabilidad, pudo notar como pequeñas gotas de sangre resbalaban por sus brazos, pecho y piernas, su camisa blanca estaba destrozada, casi en su totalidad de no ser porque aún quedaba el borde inferior y un pedazo de tela que se unía desde el borde hasta su manga izquierda, y si hablamos de sus pantalones, ahora era simplemente retazos de tela.

 

Lo que más le afecto fue ver largos mechones rubios en el suelo, su corazón dio un vuelco al llevar sus manos a su cabeza y descubrir cortes muy mal hechos, desnivelando de mil formas su hermosa cabellera rubia. Su mirada oscureció, esto no se los perdonaría, sus venas se hincharon en rabia y fue como si el dolor fuera uno de sus últimos problemas de qué preocuparse ahora.

 

― ¿Cómo se supone que lo subiremos? ―  Lucy rasco su nuca pensativa.

 

― Puedes usar tu látigo, como lo hiciste con Cáncer ― sugirió el castaño

 

― El poso es demasiado profundo, el látigo no lo alcanzaría… por cierto, Cáncer muchas gracias por tu ayuda ― hizo brillar su llave despidiéndose del cangrejo

 

― Yo también me retiro Hime, no es conveniente que gaste energía en dos espíritus celesti… ― el suelo tembló para luego agrietarse, interrumpiendo a la doncella.

 

 

El trio se miró entre ellos angustiados, de pronto 9 anchas lianas surgieron de la tierra, destrozando todo a su alrededor  mientras que del hoyo en el suelo, salía una décima, elevándose con cuidado y dejando ver a Reine sentado en ella.

 

― ¡Como te atreves a hacerle esto a mí cabello! ― Grito histérico ― ¡Te arrepentirás! ― Agito sus dedos, controlando las plantas que fueron todas directo a Lucy, logrando esquivar la primera al agacharse, pero le fue imposible huir de las demás.

 

Habían golpeado su barbilla, nublando su vista y cayendo hacia atrás cuando sintió su espalda traquear y doler al momento que una de estas se estrellara contra ella, ahora se encontraba totalmente presa en el aire por las ramas.


― ¡Lucy! ― Apunto a la raíz y descargo un láser en ella, que, para su desgracia, no le había causado ni un rasguño ― ¿No le hice nada? ― Gimoteo sorprendido. Virgo llego a su lado y junto con su ayuda pudieron abrir y sacar a Lucy de aquella enredadera.


― Hime ¿Se encuentra bien? ― Lucy asintió, tratando de resistir el dolor.

 

― Si me quedo, seré un estorbo y estaré drenando su magia, Leo le será de más utilidad que yo ― tras terminar de hablar, la pelirosa desapareció.

 

― No le hice ni un rasguño con Regulus, dudo que también te sea de ayuda ― acepto con impotencia ― ¿Qué hacemos Lucy?

 

― No lo sé… pero hay que derrotarlo sea como sea, la gente de este pueblo confía en nosotros.

 

― Bien ― sonrió metódico ―  si logramos atravesar las raíces y noqueamos de una vez por todas a su manipulador, acabaremos con esto, no será difícil, deduzco que solo hace falta un golpe ― miro a la chica a su lado, la cual asintió conforme con el plan ― entonces vamos ―  se comenzó a deslizar con gran agilidad por unas de las raíces, evitando ser golpeado, seguido por Lucy que saco su látigo mágico haciendo que brillara y se extendiera enrollándolo en las gigantes raíces para columpiarse  en estas y acercarse cada vez más a Reine.

 

― No sean ingenuos ― movió su dedo medio, controlando una raíz que Loke esquivo fácilmente, luego agito su pulgar, moviendo como consecuencia una que por poco daba a Lucy de no ser por una torpe evasión.

 

Loke sonrío satisfecho con el resultado de su análisis. 

 

Reine alzo sus brazos moviendo sus dedos con agilidad provocando que las raíces se movieran alocadas, sin embargo, Loke las esquivaba con facilidad y sin quisiera verlas hasta lograr llegar frente al rubio.

 

― Cuando sabes el truco, todo es mucho más facil ― comento, confundiendo al rubio, Loke lanzo una patada que nunca llego a darle, la raíz que lo mantenía se movió esquivando al castaño que al no tener en donde aterrizar se impulsó con su láser, deteniéndose en la misma liana que mantenía a Raine ― mueves una raíz por dedo, pero mantienes el dedo medio de tu mano izquierda inmóvil, supongo que es esta raíz. ― El entrecejo del rubio se frunció ― Técnicas con tanto poder destructivo como estas, necesitan de gran concentración, por eso eres incapaz de moverte de manera brusca y por tanto no serás capaz de atacarme con tus lianas si estoy en la misma que tú, eso te podría hasta desequilibrar y perderías la concentración de la técnica, ¿me equivoco? ― Expreso con aires de sabelotodo, irritando al moreno.

 

― ¡Ese es mi Loke! ― Chillo emocionada, colgada peligrosamente de una liana ― ¡Chúpate esa con pitillo! ― Enseño su sedo medio en dirección al pelon.

 

― Te felicito, ― dejo escapar con amargura ― descubriste mi secreto… estas en lo cierto. No puedo atacarte mientras estés en esta liana, pero… ― sonrío malicioso ― a ella puedo hacerle lo que quiera ―  los rasgos faciales de Loke se endurecieron llenos de terror. 

 

Las nueve raíces se dirigieron a Lucy, esta envolvía su látigo en los tubos más cercanos, columpiándose en ellos y esquivando con dificultad una por una, pero no se dio cuenta que al esquivar una raíz le salió otra justamente en frente, golpeándola fuerte, soltando su látigo y mandándola a volar a una gran velocidad hacia una de las casas del pueblo, atravesando la ventana de cristal y destruyendo el interior de la vivienda.

 

― ¡Lucy! ― Grito desesperado, ese golpe no había sido nada sutil, decidió acabar con esto y plantarle frente al hombre frente a él, sin embargo, aquella misma enredadera se enrollo en el grotesco cuerpo del mayor, cubriéndolo por completo en una especie de huevo.

 

Loke disparaba como loco a la gruesa rama y su impotencia creció al no causarle ni un mínimo daño, salto de la raíz y decidió comprobar el estado de Lucy, pero las lianas se lo impidieron al atacar su cuerpo.

 

El castaño salto esquivando una, al llegar al suelo sus piernas cayeron en un Split  para esquivar otra y seguir corriendo en dirección a Lucy, Reine centro parte de energía en aquella raíz que aumento su velocidad e impacto crujientemente en el abdomen del castaño, disparándolo como una bala al lado contrario de Lucy, atravesando las pareces de tres viviendas y finalmente quedar incrustado en una más gruesa, la cual se agrieto para poco tiempo después derrumbarse y caer en escombros sepultando al Castaño.  

 

Lucy se levantaba con dificultar del suelo, apartando los trozos de madera de lo que alguna vez fue una mesa, su frente dolió y al llevar su mano a ella se tiño rojo, abrió la puerta de la calle y salió de la vivienda, angustiada de ver como tres casas agujereadas en columna se desplomaban por perder el equilibrio. 

 

― ¿Loke? ― Susurro en preocupación. Su corazón se llenó de aliviando cuando el castaño salió brillando en dorado de entre los escombros, demasiado enojado para su gusto.

 

Loke se acercó a paso lento a ella, sin despegar la vista de un jadeante Reine, que al parecer le costaba mantener su propio ataque.


― Loke… tu traje ― señalo el destrozado atuendo, su elegante saco negro había perdido sus mangas al igual que la blanca camisa de abajo, la parte inferior de la tela del saco ya no estaba, quedando como un chaleco abierto sin mangas, lo único en total estado eran sus pantalones y el calzado.

 

― No te preocupes por eso ― sujeto su dislocado hombro izquierdo y lo hizo tronar ― aún tengo otros novecientos noventa y nueve esperándome en casa ― ajusto sus gafas, bajo la turbada mirada de la rubia que se arrepentía de haberse preocupado.


― Estas en mal estado, Loke… ― este la miro fijo ― no intentes hacerte el fuerte conmigo, sé que no te queda mucha energía ― el castaño guardo silencio, era cierto ― yo tampoco creo que pueda seguir, abrir tres puertas juntas me dejo agotada, y él parece tener toda la ventaja ― empuño sus manos en impotencia ― lo mejor será esperar hasta que unos de los chicos vengan a auxiliarnos ― suspiro resignada.

 

― Supongo que tienes razón ― la miro atento, un deje inconforme se apodero de sus ojos ― como espíritu celestial estoy obligado a cumplir todos tus deseos… si quieres rendirte, yo me rendiré contigo, y esperare a tu lado a que Natsu, Erza o Gray vengan en tú ayuda. Estoy tan seguro como tú de que ellos no serían tan cobardes como para rendirse ― los ojos de la chica se llenaron de impotentes lágrimas ― la gente del pueblo tiene su fe puesta en ellos, es suficiente motivación para que les impida darse por vencidos, es algo que admiro. Sin embargo, mi contrato no está con ellos, está contigo, y es mi deber complacerte ― su mirada oscureció ― pero mi deber como miembro de Fairy Tail es nunca darme por vencido ― el viento golpeo con fuerza, moviendo sus destrozadas camisas y delatando el símbolo del gremio tatuado en su espalda. Comenzó a caminar dejando a la rubia atrás. 

 

Esta escuchó el gruñido lleno de dolor por parte de Loke luego de ser golpeado contra el suelo. Le dolía verlo sufrir, quería que se detuviera, en cualquier momento Natsu vendría como siempre a salvarla.

 

Pero el castaño se colocó de pie, y se lanzó con fuerza a una de las ramas, trepándola con desespero y corriendo en ella solo para ser golpeado por un costado y atravesar el tejado de una vivienda, a los pocos segundos salió por el mismo lugar, desprendiendo láser de sus pies para poder moverse en el aire, sabia las trayectorias de las raíces, sabia cual dedo manipulaba cada una, pero lo maltratado de su cuerpo le impedía el movimiento fluido de antes. 

 

Una de ellas se le enredo en ambos pies, zarandeándolo con loquera por los aires, mareándolo y provocando que vomitara y se ensuciara a sí mismo, sintió ser jalado a una dirección y es que la raíz se estaba ocultando por el mismo hoyo del que había salido, llevando junto con ella al castaño, que al dejar de ver la luz sintió ser golpeado por las paredes a su alrededor que rasgaban su piel…

 

¡Por favor detente!

 

Lucy lloro con la llave de Leo en sus manos, tratando de forzar el cierre.

 

¿Por qué no te rindes?

 

Hace más de un minuto la había hecho brillar.

 

 Soy demasiado débil para ganarle Loke.

 

Lucy lazo la mirada, viendo aquella mano temblando, llena de rasguños salir a la superficie y aferrarse al suelo, se impulsó en este y con esa misma mano logro sacar la mitad de su cuerpo del hoyo, sonriendo triunfante.

 

― Una menos ― susurro, miro desafiante al rubio.

 

El corazón de Lucy se arrugo notando el estado del castaño, ver como se colocaba de pie con gran esfuerzo de no caer, ver como aquel traje lujoso estaba hecho polvo y ahora solo quedaban unos rasgados pantalones, ver como el cuerpo de su compañero no era más que una coladera de delgados hilos rojos que escapaban de sus rasguños… ver como su brazo derecho solo llegaba hasta la mitad mientras desprendía una luz amarillenta al final del corte.

 

Y él seguiría luchando, la mirada desafiante en sus ojos era más que suficiente para saberlo. Reine movió su dedo índice con desespero, pero nada sucedía. ¿Qué había pasado? él no pudo haber perdido el control, de lo contrario las demás Lianas desaparecerían, si no fue eso ¿Entonces qué? Fue ahí en donde noto el rostro sonriente del menor.

 

― ¿Qué hiciste? ― Hablo entre dientes.


― Regulus no es capaz de dañar tus ramas… pero si es capaz de cortar su raíz ― empuño su mano con total orgullo. Después de meditar y maldecir varias veces el hombre mayor se calmó y la sonrisa en su rostro se ensancho.

 

― Bien… Pero aún quedan 9, Y a ti te queda un brazo ― Agito con locura su mano derecha. Loke sonrío, cerrando sus ojos y esperando el impacto en su cuerpo, sus piernas ya habían dejado de responderle, no podía hacer más nada. 

 

― StarDress…  ― escucho un susurro y sus ojos se abrieron aterrados de reconocer la voz, Lucy se encontraba frente a él con su cuerpo envuelto en magia ―…Tauros ― una luz cegó a ambos varones y lo siguiente que vieron fueron ocho lianas cortadas por la mitad a los pies de Lucy, que, tras dejar de brillar, mostraba síntomas de cambio en su físico.

 

Su ropa había cambiado a una blanca con manchas negras, una gran hacha que sujetaba con la mano derecha, su cabello recogido en dos coletas y una figura que dejo de brillar en su brazo izquierdo para dejar ver el símbolo de Tauro.

 

― ¿Lucy? ― Llamo anonadado.

 

― Tienes razón… esas personas confían en nosotros. No podemos permitirnos perder, mucho menos rendirnos, así no es Fairy Tail ― le miro de reojo, dedicándole una sonrisa llena de confianza que calentó de forma acogedora el corazón el varón.

 

― Esa es la Lucy que conozco ― sonrío nostálgico ― y pensar que hace unos meses no podías mantener ni dos espíritus… ahora eres capaz de usar el StarDress ― sentía orgullo de su contratista.

 

― Yo me ocupo del resto… descansa ― hizo brillar la lleve de Leo en su mano, desvaneciendo el cuerpo del castaño.

 

― Lucy… ― llamo mientras la rubia veía como desaparecía con rapidez ― nosotros también tenemos fe en ti ― y antes de disolverse en la nada, los rostros de los espíritus celestiales brillaron tras de él.

 

El corazón de Lucy latía con fuerza, sonrío entusiasmada, apretando con cariño las llaves a un costado de su cintura y murmurando un “Gracias” de lo más sincero.  

 

― ¿Y ahora que se supone que harás tu sola? ― Expreso irónico, recibiendo una mirada llena de determinación como respuesta ― te propongo un trato… te dejo vivir, si te conviertes en mi esposa. Es una oferta justa ¿No te parece? ― Soltó en carcajada.

 

― Gracias, pero no me gustan los calvos ― acaricio su cabello con clase, hiriendo el orgullo del hombre en el proceso.

 

― Voy a aplastarte enana ― hizo crecer las lianas cortadas. Lucy empuño con fuerza su hacha.

 

Las plantas fueron directas a ella, Lucy sin parar de correr atravesó la raíz abriéndola en dos, trayendo sorpresa al varón, no esperaba que las cortara con tanta facilidad. Este comenzó a mover sus dedos con desespero tras no poder acertar un golpe, las raíces enloquecieron moviéndose como látigos, la chica maniobro su hacha con agilidad girándola y cortando enredaderas.

 

Reine gruño, dos raíces a gran velocidad llegaron con rapidez y Lucy no pudo hacer nada para defenderse, el hombre sonrió satisfecho cuando lo único que vio fue el polvo elevarse por el impacto con fuerza.

 

― Hubieras aceptado ser mi esposa ― sonrío triunfante.

 

Desatoro las raíces del suelo para buscar el cuerpo de la chica y llevárselo a su jefe, más su sorpresa fue en ascenso cuando no encontró nada y su propio cuerpo estaba cayendo en el aire tras sentir un golpe en la espalda.

 

Aterrizo con torpeza en el suelo, disminuyendo el daño y por desgracia perdiendo el control de su técnica, percibiendo la desaparición de esta. 

 

― ¿Cómo mierda? ―  Grito enojado observando cómo su cuerpo era prisionero por el látigo ― ¿Qué coño hiciste? ― Pregunto a la chica que aterrizaba a metros de él.

 

―  Cabe ― respondió como si fuera lógico, Reine frunció el ceño, el traje distinto y el nuevo símbolo que ahora se tatuaba en la piel de Lucy “Virgo”, reconociendo el símbolo del zodiaco ― ¿Te rindes? ― Amenazo ¡¡hiiiiaaa siempre quise decir eso!!

 

― No.

 

― ¡Sí! ― Se apresuró a contestar Lucy por él.

 

― ¿Qué? ¡Dije que no! ― Contraataco.

 

― Se supone que tienes que decir que “sí” y yo gano ― frunció su ceño, estaban estropeando su fantasía.

 

― Esto no es un cuento niño… yo todavía no he terminado ― Lucy alzo una ceja en intriga, la sonrisa del mayor la estaba desconcertando, ella tenía la ventaja, ella ya había ganado, sin embargo, comprendió a que se refería el chico cuando sus piernas y brazos fueron sujetadas por varias enredaderas ― ¿Vez? Te lo dije ― el agarre en el cuerpo del hombre seso y pudo moverse con libertad ― eres fuerte, lo admito… ― camino hasta estar frente a ella ― pero yo lo soy más ― impacto su brillante puño en el estómago de Lucy, nublando su vista y vaciando sus pulmones ― mucho más.

 

Clavo la suela de su zapato en el mismo lugar en donde había estado su puño, solo que esta vez las enredaderas no soportaron el impacto y se rompieron, dejando a Lucy ser disparada y estrellada en un puesto de frutas.

 

Lucy se retorcía en el suelo, abrazando su estómago y tratando de recuperar el aire perdido, lágrimas de dolor resbalaban de sus ojos, no debió haberse dejado llevar por la confianza. Reine estaba a unos cuantos pasos de ella y acercándose, un círculo mágico se dibujó en el suelo bajo ella y se hundió en la tierra, saliendo del rango visual del rubio.        

 

― ¿Vas a volver a huir? ― Reto ― no estoy dispuesto a correr tras de ti esta vez ― tampoco es que pueda.

 

El suelo bajo él se agrito y cayó, el rubio comenzó a saltar por las rocas en el aire hasta volver a salir a la superficie.

 

― Eso no volverá a funcionar ― el sonido perforador invadía sus oídos, sus sentidos estaban alertas y trataba de encontrar a la chica por medio de aquel sonido, pero le era imposible, pareciera que viniera de todas partes ― ¡bien! ― Grito, viendo el hoyo frente a él ― si quien sea como se llame no va a la montaña, la montaña ira a él.

 

Se adentró en el hoyo y comenzó a caminar por la excavación, encontrándose con más hoyos al frente y tomando varios caminos, ya ni siquiera sabía por dónde iba y estar a oscuras no le ayudaba, envolvió su cuerpo en su típica energía verde, brindando claridad a su alrededor, sorprendiéndose de las docenas de caminos que había delante y detrás, sintiéndose agobiado, tomo la decisión de volver, pero al no encontrar la salida y sentirse perdido comenzó a moverse desesperado en aquel laberinto.

 

― ¡Sácame de aquí! ― Grito en desespero.

 

La angustia se sembró en su corazón cuando escucho aquel zumbido inquietante que se volvía cada vez más fuerte, una gota de agua que se había filtrado del techo había caído en su hombro sobresaltándolo, se percató del flujo delgado de una corriente en el suelo y los vellos de su nuca se erizaron al momento de notar la gran corriente de agua frente a él.

 

Corrió desesperadamente tratando de huir de la corriente de agua, pero se encontró en un punto muerto cuando frente a él otra corriente igual de densa se acercaba, se detuvo de inmediato y tomo toda la cantidad de aire que pudo hasta que el agua revolcó su cuerpo de forma brusca y lo arrastraba por todas partes.    

 

Lucy cayó de rodillas al suelo, jadeando en busca de aire, su cuerpo brillo y sus comunes ropas volvieron a relucir, sus energías estaban siendo drenadas de forma rápida, y tener el StarDress activado por mucho tiempo era aún peor, mucho más luego de haberlo usado para cambiar a Acuarios e inundar aquel laberinto subterráneo.

 

Se sobresaltó de sentir y ver como la manzana entera era quebrada y ligeramente hundida, inclinando todo a su alrededor, el agua había ablandado la tierra y los incontables caminos recién hechos no ayudaban a la estabilidad del lugar.

 

¡Reine!

 

Asustada de pensar que aquel hombre había sido aplastado por el desliz de la tierra… sino es que ya había muerto ahogado. Dejo de darle vueltas al asunto y se dejó caer al suelo boca arriba. Una muerte no era lo que había planeado, de hecho, ella no había planeado nada.

 

Sus ojos se abrieron grandes, una raíz grotesca perforo el suelo a centímetros del lado izquierdo de su rostro, rasguño su mejilla, se levantó asustada, un poco más a la izquierda y su cabeza habría sido atravesada, de pronto toda la zona fue un campo minado de raíces que salían de todas partes, Lucy logro escapar totalmente asustada y estar al otro lado de la manzana se detuvo, girando hacia atrás y llevándose una enorme sorpresa.

 

Aquellas raíces se enrollaban entre sí mismas, formando lo que parecía ser un enorme árbol seco que no dejaba de crecer. Tanto Erza como Gray habían dejado de lado su situación para prestar atención al gran conjunto de ramas que se asomaba en lo alto. Por otro lado, los habitantes del pueblo observaban con horror el suceso desde las montañas. El medio del árbol se abrió dejando ver el cuerpo entero de Reine, levemente enrollado por sus propias raíces.  

 

― Nunca pensé usar esta técnica… ― hablo serio ― eres la primera que la ve… ― frunció su ceño ante el dolor ― ni siquiera he tenido oportunidad de probarla, es demasiado difícil de controlar, son muchas raíces solo para mis dedos ― Lucy se fijó en las manos del mayor… sus brazos estaban totalmente tensos y rojos, las venas se les notaban palpitantes. Con suma dificultad el hombre movió su mano izquierda provocando como consecuencia que las raíces de ese árbol atacaran a la rubia que huía de las ramas que se incrustaban toscamente contra el suelo ― No puedes huir de la naturaleza.

 

Una raíz la hizo tropezar, pero antes de caer al suelo ya se encontraba volando adolorida por los aires, sintiendo latigazos por todas partes del cuerpo que la mandaban de un lugar a otro, utilizándola como pelota.

 

Sujeto con fuerza su látigo y logro enrollarlo en la raíz que le había golpeado con anterioridad, columpiándose en ella y así poder llegar a tocar tierra firme, paso su antebrazo por sus ojos, quitando el rastro de lágrimas por el dolor. Y aprovechando que el mayor la había perdido de vista, para lograr colarse en una de las viviendas y ocultarse de volver ser atacada.  

 

― Sagitario, Aries, Géminis… los necesito ― susurro en agonía aferrándose a las tres llaves que brillaban en su mano. Y temiendo cuando la poca magia en su interior se iba drenando hasta nublar su vista y sentir fatiga.

 

 

***

 

 

― ¿Por qué tanto afán de huir? ― Se preguntó Reine.

 

Era consciente de que el árbol le estaba drenando energía vital, podía sentir como su cuerpo perdía juventud a cada minuto, no podía darse el lujo de mantener la técnica mucho tiempo.  Empezó a destruir las construcciones de su alrededor en un intento desesperado con acabar con la rubia.

 

Alcanzo a ver como una flama roja se acervaba hasta él y la dejo atravesar por la mala puntería que llevaba, sin llegar a darle a él, sonrío divertido de ver otra con mala puntería, pero al estar cerca de él esta flecha envuelta en fuego se había dividido en varias docenas que ni aun así lograron tocarlo, pero habían logrado levantar una cortina de humo a su alrededor, bloqueándole totalmente la visión.

 

Agitaba las ramas del árbol es un intento de disipar el polvo, el polvo seso, pero una neblina rosa lo rodeo, sintió temor cuando lo acorralo y debido a la presión de las pequeñas raíces sujetas a su cuerpo le fue imposible escapar, sus preocupaciones dejaron su mente cuando hizo contacto con aquella esponjosa lana que acurrucaba su cuerpo, librándolo del dolor y la angustia.

 

El tiempo transcurrió rápido y no supo cuánto tiempo había estado tan hipnotizado que no se percató de la rubia frente a él… su cerebro hizo corto circuito por creer que lo que veía era una alucinación, pues no daba crédito ver a una … sino dos chicas rubias idénticas paradas en aquella lana rosa.

 

Su cuerpo se estremeció, alejando la lana de su alrededor, movilizo las raíces, pero fue demasiado tarde, no iban a llegar… no a tiempo, apretó su mandíbula cuando ambas jóvenes dejaron de recitar aquel extraño hechizo, pues sus ojos cegaron ante el brillo de esperas doradas frente a él y lo último que alcanzo a ver, fue aquella imagen de una galaxia alrededor de ambas Lucy’s.

 

― ¡¡Urano Metria!! ― Exclamaron juntas.

 

Esferas con formas de planetas brillantes en un dorado intenso no solo golpeaban de forma ametralladora el cuerpo del rubio, sino que también rodeaban el gran árbol, destrozando sus ramas de soporte. Y por fin las enredaderas que había movilizado anteriormente Reine aparecían, golpeando por la espalda a ambas chicas, causando como consecuencia la desaparición de una y dolo agudo en la otra.

 

Mitad del pueblo se ilumino, preocupando por sobremanera a los chicos y habitantes del lugar, Happy se encontraba sentado en lo alto de un árbol al colapso del llanto sintiendo un mal presentimiento o simplemente una gran preocupación en su corazón.

 

Se escuchó el gran estruendo del árbol cayendo al suelo, destruyendo a su paso varias cuadras, el polvo disipo y era Aries la que sujetaba a una muy maltratada Lucy, que se empeñaba en seguir camino hasta estar frente al moreno y enrollar su látigo alrededor de él. 

 

― Gracias… Aries ― le sonrío tratando de ser amable. El espíritu celestial estaba a punto de responder algo, pero desapareció en el aire al no sentir suficiente magia para mantenerla en el mundo humano ― finalmente me quede sin energía ― susurro para sí misma, cayendo de rodillas, escupiendo sangre, sintiendo su cuerpo frio y pálido para finalmente desmayarse. 

Notas finales:

Pues espero que les alla gustado y en mi opinion hice a Lucy mas fuerte aqui que en el anime, en mi opinion, no se ustedes, la verdad esque es dificil relatar una batalla, bueno me despido y una cosa les pido DEJEN REWIS, gracias ñ.ñ


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