-Er…za, hug –
-Ha eso me refiero cuando digo que necesitas entrenamiento, Natsu –
-Pe-Pero… ¿Por qué… vamos en barco? –
-Es el único camino a la isla desierta ¿no?, Erza –
-Así es Gray –
-¿Por qué nos llevas allí? – pregunta el pelinegro.
-En ese lugar no hay pueblos ni gente, solo bestias feroces, así que si hacen un berrinche usando magia y destruyendo todo como siempre, no habrá que pagar daños de propiedad y el maestro no tendrá que dar la cara por nosotros de nuevo –
-Ya veo, bien pensado – le dice el pelinegro
-Hmbuaaahg –
-¡Natsu! vomita fuera del barco – regaño Erza viendo como Natsu vomitaba.
-Lo-Lo ciento… - fue lo último que dijo el pleirosa antes de quedar inconsciente.
-Se desmayó justo cuando quedan menos de cinco minutos para llegar a la isla – decía Erza mientras caminaba en dirección a Natsu con las manos en su cintura – tendrás que cargarlo Gray – ordeno.
-He, ¿yo porque? –
-Porque lo digo yo, ¿alguna queja? – amenazo.
-No, ninguna – respondió rápidamente Gray al sentirse amenazado.
-Señorita ya hemos llego –
-Muchas gracias Capitán –
Erza tomo su carrito en donde llevaba su montaña de maletas y así comenzó a caminar para bajar del barco mientras que Gray se montaba a Natsu en su espalda y tomaba tanto su equipaje como el de Natsu para así poder bajar del barco.
Ya todos en tierra firme se despidieron de Capitán quien les hizo el favor de llevarlos a esa isla abandonada.
-Bien, busquemos un buen lugar en donde montar las tiendas y comenzar el entrenamiento – decía la pelirroja mientras caminaba adentrándose al bosque.
-Espera Erza, Natsu pesa un poco – se quejaba
-Y es por eso que tú también necesitas entrenamiento, Gray –
-Me hubiera quedado callado – susurro para sí mismo.
-¿He? -
-Nada. –
Erza y Gray duraron 2 horas caminando buscando un buen lugar seguro para poner las tiendas de acampar, al no encontrar uno Erza perdió la paciencia cambiando a una de sus armaduras y con una de sus espadas limpio el lugar en donde estaban parados, tumbando los arboles perfectamente cortados y aplanando el suelo.
-¿Vez? Después de tanto caminar se halló el lugar perfecto, JE JE, ¿Qué te parece? Gray – preguntaba la mujer muy orgullosa de sí misma.
-S-Si, tienes razón – “Si hubiese hecho eso desde el principio no hubiéramos caminado tanto” pensaba con el ceño fruncido.
-Bien comencemos a poner las tiendas mientras Natsu despierta – ordeno la chica
-Vale – al decir esto Gray inconscientemente suelta a Natsu dejándolo caer al suelo como si fuera un costal de papas –Hu, lo ciento – dice mientras se agacha y lo acoda en una recta postura boca arriba.
-¿Desde cuando eres tan atento? Gray – pregunta la mujer con cierta gracia.
-Hay que tender las tiendas ¿no? – respondió cambiando el tema.
Tanto Erza como Gray colocaban sus tiendas, cada uno trajo la suya pero Natsu como esta inconsciente no podía tender la de él, así que le tocaba a Gray hacer trabajo doble. Gray al terminar con su tienda fue a buscar la de Natsu en su bolso pero cuando lo reviso solo encontró, dos cambios de ropa, un cepillo de dientes, comida y más comida.
-…l no tiene remedio – dijo algo molesto por la gran ignorancia de Natsu.
-¿Pasa algo? – Erza pregunta acercándose a Gray.
-Natsu no trajo tienda de acampar –
-Pero se supone que si veníamos a un bosque tenía que traer una –
-Al parecer como tú solo dijiste en donde encontrarnos pero, no distes nada de un bosque y mucho menos que lleváramos tienda de acampar –
-Tu trajiste una tienda sin yo decirlo –
-Sí, eso es porque yo si pienso pero, Natsu es diferente –
-Bueno, supongo que no hay más remedio – decía la chica poniéndose a pensar.
-¿Ha que te refieres? –
-Si Natsu no trajo en donde dormir… tendrá que dormir en tu tienda contigo – lo último lo dijo con una risa picara.
-¡¿Qué?! Ni habla, me niego rotundamente – decía Gray poniendo sus brazos en equis mientras negaba con su cabeza.
-¿Pretendes que duerma conmigo? –
-Ta-Tampoco, pero no lo dejare dormir conmigo –
-¿Por qué no? – pregunto divertida.
-…Tiene muy mal dormir – dijo como pretexto.
-Ya veo, pero aun así dormirá contigo y punto – ordeno, dejando a Gray con un tierno color rosa en las mejillas.
Natsu seguía inconsciente mientras que Erza tomaba uno de los árboles que ella misma había cortado para volver a cortarlo, esta vez en pequeños trozos de madera los cuales servirían para la leña, Gray estaba sacando todo lo necesario para comenzar a cocinar el almuerzo mientras se imaginaba como seria dormir con Natsu por un mes entero.
-¡Hoo! Romeo, Wendy, ¿Cómo les fue en el trabajo? – preguntaba Macao mientras veía como los chicos entraban al Gremio.
-No-Nos fue bien… - respondió Romeo, el cual estaba algo sonrojado. Wendy no dijo nada y se separó de Romeo caminando hacia donde se encontraba Lucy.
-Hola Wendy ¿Cómo est…? – la rubia paro en seco al ver el rostro tan rojo de la chica - ¿Wendy? ¿Paso algo? –
-Pa-Paso de todo Lucy-san – decía la chica peliazul poniéndose más roja aun mientras le tomaba las manos a Lucy.
-¿Qué fue lo que paso? ¿Salió mal el trabajo? –
-No, de hecho salió muy bien la obra, hasta nos felicitaron –
-¿Entonces qué fue lo que paso? –
-…- Wendy no respondió, solo volteo a ver a Romeo, Lucy al ver lo que hacía Wendy también decidió ver hacia donde lo hacia esta y sus ojos se encontraron con Romeo el cual estaba sentado solo en una mesa tomando un jugo, pero al igual que Wendy estaba rojo y muy pensativo.
-¿Paso algo con Romeo? se pelearon, ¿verdad? – Lucy no era capaz de imaginar algo más que eso y si no era eso no podría ser otra cosa.
-No… no nos peleamos – decía Wendy viendo al suelo.
-Entonces ¿qué paso? – Lucy ahora si estaba preocupada.
-Bu-Bueno… ¿si te lo cuento prometes no decirle a nadie? – Wendy alzo la miraba viendo a Lucy a los ojos.
-Sí, lo prometo Wendy –
-Bu-Bueno todo empezó cuando tenía ganas de orinar –
-¿Orinar? –
-Si…-
Flashback…
-Hug…Wendy… -gimoteo Rome.
Romeo aún tenía las manos en la cintura de Wendy pero era Wendy quien movía sus caderas a un intenso ritmo en la entrepierna de Romeo sacándole leves suspiros de excitación al chico.
Romeo recorría el cuerpo de Wendy por encima del vestido que llevaba la chica, al hacerlo sentía como el cuerpo de Wendy se tensaba haciendo que la peliazul soltara leves suspiros que chocaban directamente en la boca de Romeo. Sin poder aguantar la excitación, Romeo le quita rápidamente el vestido a Wendy dejándola solo en ropa interior y en un rápido movimiento Romeo se colocó encima de Wendy.
La peliazul se agito aún más al ver a Romeo encima de ella, el chico mientras respiraba con dificultad vía lo tierna y linda que era Wendy y de un momento a otro se comenzó a quitar sus prendas de vestir hasta quedar en ropa interior al igual que Wendy. Romeo se acercó a la chica y con algo de nerviosismo roso sus labios con los de Wendy, lo hacia una y otra vez. Romeo no sabía muy bien que hacer ya que esta era su primera vez en algo como esto.
Mientras que Romeo trataba de saber cómo besar a Wendy, recorría el cuerpo de esta con sus manos, llevándolas de arriba hacia abajo y metiéndolas debajo de la ropa interior provocando pequeños gemidos en Wendy.
Wendy con nerviosismo coloco sus manos en la espalda de Romeo comenzando acariciarla de arriba hacia abajo y por puro instinto bajo una de sus manos colocándola en el pecho del chico para también comenzar a acariciar de arriba hacia abajo sintiendo el bien formado pecho y abdominales de Romeo, al momento en que Wendy llego a lo más bajo del cuerpo de Romeo sintió curiosidad por tocar su intimidad, guiada por su deseo, Wendy comenzó a bajar más su mano, metiéndola por debajo de la ropa interior de Romeo y así tocando y a la vez masturbando el miembro erecto de este, sacando un gemido ahogado del chico.
Romeo sentía mucho placer y excitación al sentir que lo estaban masturbando, ya consumido por tanta excitación Romeo comienza a besar y a succionar el cuello de Wendy, mientras lo hace pasa sus manos por la espalda de esta desabrochando su bracear y quitándoselo para así bajar y lamer los duros pezones de Wendy.
Wendy gemía descontroladamente, estaba asustado de sentir tanto placer, Romeo estaba lamiendo y succionando unos de los pequeños pezones de Wendy mientras que con la mano derecha pellizcaba el otro. Wendy no era la única que recibía placer ya que la chica aún estaba masturbando a Romeo el cual se despegó de los pezones de Wendy y bajo hacia la entrepierna de la chica, quitando suavemente la prenda interior de esta, al hacerlo acerco su cara hacia la intimidad de la chica, pasando su lengua varias veces hasta que comenzó a succionar y a lamer sin control aquella área mientras que Wendy se revolcaba de placer.
-Ro-Romeo… detente po-por favor – pedía Wendy entre suspiros y jadeos, pero Romeo no le hacía caso –Ro-Romeo-san por favor detente – Wendy ya no aguantaba iba a estallar, Romeo estaba moviendo su lengua muy rápidamente en su vagina.
Wendy sin poder aguantar más se corrió en la cara de Romeo soltando un sonoro gemido, pero a la misma vez que se corrió se orino justo es la cara de del menor. Wendy estaba tan apenada, veía como seguía orinándole la cara a Romeo pero aunque intentaba parar de orinar no podía, estaba muy débil como para poder hacerlo y lo único que podía hacer era observar cono seguía derramando su liquido en la cara del chico.
Romeo pudo abrir los ojos cuando sintió que ya no le estaban mojando la cara, al hacerlo no dijo ni hizo nada, estaba algo sorprendido y… digamos que aturdido. Wendy seguía desnuda y expuesta completamente a la vista de Romeo, pero era tanta la vergüenza que tenía que sus manos estaban tapando su cara, no sabía cómo mirar a la cara a Romeo por lo que acababa de pasar y es que pasaron muchísimas cosas.
-Ro-Romeo-san yo… yo lo siento mucho no fue mi intención… no pude evitarlo perdóname por favor- decía aun con las manos tapando su cara completamente roja.
-No pasa nada, no te preocupes – decía reaccionando mientras se sentaba sobre sus piernas y se limpiaba el líquido que tenía alrededor de sus ojos.
-Pe-Pero te moje toda la cara –
-Wendy, enserio no importa, no tienes que preocuparte, quítate las manos de la cara – pidió amablemente.
Wendy obedeció y se quitó las mano de la cara y pudo ver a Romeo que la veía con una pequeña sonrisa, la peliazul se sentó en la cama pero aún se sentía culpable.
-Fue divertido – dijo Romeo desviando la mirada.
-¿He?... S-Si – Wendy completamente roja también desvió la mirada – pero esto… esto no se puede volver a hacer – dijo viendo hacia abajo para evitar la mirada de Romeo.
-¿He? ¿Pero porque no? – se quejó – yo quiero volver a hacerlo –
-Romeo-san esto solo lo hacen las parejas… que se quieren, solo los novios – decía avergonzada.
-Lose… pero aun así yo… - hubo un gran silencio –supongo que tienes razón, i-iré a bañarme – dijo para levantarse de la cama e ir al baño.
Romeo estaba algo decepcionado, él quería seguir con Wendy pero ella tenía razón, pero aun así su erección seguía intacta, Wendy fue la única que se corrió pero Romeo no, el chico se metió a la regadera y dejo caer el agua encima de él, era la primera vez que veía su miembro tan duro y sin más alternativa comenzó a masturbarse, cerrando los ojos e imaginándose que era Wendy quien lo masturbaba, no tardo mucho para llegar al clímax y ver como su semen salía a chorros de su miembro, Romeo se quedó un buen rato bajo el agua, aún estaba muy caliente y avergonzado por todo lo que paso con Wendy.
Wendy se colocó ropa y estaba cambiando las sabanas de la cama mientras Romeo se estaba bañando. Ella también estaba muy apenada por todo lo que paso y mucho más aun por orinarle la cara a Romeo de tan solo acordarse de eso le daba mucha más pena ver a Romeo a la cara ahora.
Wendy se acostó en su lado de la cama y sintió cuando Romeo salió del baño, no sabía qué hacer ni que decir y no lo quería ver, se moriría de la vergüenza, así que decidió hacerse la dormida.
-Se ha quedado dormida –se decía a si mismo Romeo mientras se acercaba a Wendy y la veía “dormir”, “es tan linda” pensó, pasando una de sus manos por la mejilla de la chica.
Wendy al notar la mano de Romeo acariciando su mejilla se estremeció y se asustó de que Romeo se diera cuenta de que estaba despierta pero gracias a dios no paso, Romeo se secó y se visto, se acostó en su parte de la cama dispuesto a dormir unas cuantas horas más, todavía era muy temprano y la obra de teatro era a la 1:00 pm.
Fin Del Flashback.
-¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?! –
-¡Lucy-san! Por favor baje la voz – pidió Wendy viendo como todo el mundo veía a las chicas incluyendo Romeo.
-No-No lo puedo creer, e-eso quiere decir que… que tú y Romeo… Hoooo por dios -“Dios mío solo son niños, ni yo he llegado a eso, ¡moriré virgen!” pensaba la rubia mientras se tapaba la boca para no gritar.
-¿Qué hago Lucy-san? Estoy muy apenada - decía la chica echando humo por su cabeza.
-…- “No me preguntes a mí, ¿Qué quieres que te diga?” pensaba – eto… hee que tal si… hummm – por más que pensaba no sabía que decir – ¡lo tengo! –Dijo animada captando toda la atención de Wendy –Erza te metió en esto y Erza te sacara de esto –
-No creo que sea buena idea contarle a Erza-san, además ella vuelve en 1 mes –
-Pues esperaremos un mes – Lucy veía a Wendy y a Romeo y por más que trataba no se podía imaginar a esos dos en algo así como lo que le acaba de contar Wendy, era totalmente increíble. “Definitivamente… moriré virgen” pensó.
-¿Dónde estoy? – se preguntaba, no sabía en donde estaba.
-Natsu –
-¿He? ¿Quién es? – pregunto, sus ojos todavía no se acostumbraban a la luz.
-Natsu –
-¿Gray? ¿Gray eres tú? – preguntaba al reconocer la voz.
-Natsu, por aquí – llamo al pelirosa.
-¿Dónde? – Dijo para voltear y ver a Gray totalmente desnudo sentado en una silla con las piernas alzadas dejando ver su entrada mientras que con una mano masturbaba su erecto pene – ¿Pe-Pero que… que estás haciendo? – dijo poniéndose totalmente rojo.
-¿Quieres tocarme? Natsu – dijo con voz provocativa mientras pasaba la mano que tenía libre por su redondo trasero, utilizando dos dedos para acariciar su entrada, despertando excitación en Natsu.
-Cla-Claro que no, idiota, ponte ropa – dijo mientras le daba la espalda para no tener que seguir viendo ya que si lo hacia terminaría con una erección más grande, Natsu estaba peleando consigo mismo para no tener que voltear a ver pero cuando ya creía tener el control de sí mismo sintió como unas manos lo enrollaban y les daba la vuelta – ¡O-Oye!... – no termino de hablar, Gray le estaba dando un beso el cual Natsu no tardó en responder.
-Hazme tuyo Natsu – susurro Gray en la oreja de Natsu, provocando que este perdiera la razón y se dejara dominar por sus instintos.
Natsu comenzó a besar lo labios fríos de Gray, los mordisqueaba, succionaba y lamia mientras que con sus manos agarro los muslo del pelinegro para alzarlo y enrollar sus piernas en su cadera, Gray paso sus manos alrededor del cuello de Natsu y se sujetó fuerte tanto con las manos como con las piernas, así Natsu paso sus manos de las piernas de Gray hasta el trasero expuesto de este último.
Natsu apretaba con fuerza las nalgas de Gray mientras que con sus dedos jugueteaba con la entrada del pelinegro, ambos se besaban intensamente y cuando falto el aire se despegaron para poder respirar, pero Natsu solo tomo un bocado de aire y volvió besar los labio de Gray haciendo que este sonriera un poco por el acto de Natsu, este último dejo de besar los labios del pelinegro y comenzó a bajar por el cuello de este succionando con fuera y dejando marca por donde pasaba su boca.
Natsu acostó a Gray en el suelo y comenzó a succionar cada parte su cuerpo mientras que rápidamente se quitaba su ropa quedando totalmente desnudo, Natsu volvió a besar los labios de Gray mientras que con una mano sujeto tanto su miembro como el de Gray para comenzar a masturbar ambos al mismo tiempo, generando más placer.
El pelirosa dejó de masturbar ambos penes y comenzó a bajar besando el cuerpo de Gray dejando chupones y rastro de saliva por donde pasaba hasta que llego a la entrepierna del pelinegro y comenzó a pasar su lengua alrededor del pene para luego meterlo completo en su boca y succionar, haciendo un vaivén de arriba hacia abajo que sacaba gemidos audibles de Gray.
Al terminar de hacerle sexo oral a Gray y dejarle el pene completamente duro hinchado y palpitante se dispuso a lamer y preparar la entra del pelinegro.
-Esta vez no me contendrá Gray – dijo y coloco su pene en la entrada de Gray dispuesto a entrar, pero no lo hacía, solo rosaba su pene por las nalgas haciendo que Gray se desesperara.
-Mételo ya Natsu – suplico
-¿Cómo se dice? –dijo juguetón el pelirosa.
-Por favor Natsu… métela ya – pidió pero Natsu aún seguía jugando con su pene en las nalgas de Gray –Natsu… –
-Está bien, solo porque me lo pides tú – coloco su pene y dio un empujón hacia adelante dispuesto a entrar en Gray…
-Natsu… he Natsu despierta ya – decía malhumorado un pelinegro.
-¿He? ¿Qué pasa? ¿Dónde estoy? – preguntaba el pelirosa despertando de su sueño
-Hay que ver que tienes el sueño pesado Natsu –
-¿Gra-Gray? Tu… fue un sueño uff – decía con apariencia de aliviado pero en realidad estaba decepcionado.
-Por cierto ¿en qué estabas soñando? – dijo con un sonrojo en las mejillas y señalando con su mirada a la entrepierna erecta de Natsu poniéndolo totalmente rojo…