-Aparte de ser un completo cabeza hueca, pervertido, en que estarías soñando… - decía el pelinegro mientras estaba de rodillas frente a Natsu.
-¡No soy un pervertido! – respondió algo asustado el pelirosa.
-Si claro – decía sin creerle una palabra.
-¿Dónde estamos? – pregunto viendo a su alrededor.
-En una isla en medio del mar –
-Jooo genial, hay que explorar, vamos – dijo emocionado poniéndose de pie frente a Gray y comenzándose a estirar su cuerpo – vamos Gray levántate, aquí podemos encontrar cosas interesantes, ¿Gray? – dijo viendo hacia abajo viendo como Gray aun seguía de rodillas frente a él.
El pelinegro estaba totalmente congelado, lo tenía justo en frente y a unos escasos milímetros de su cara, ese pene que aun seguía erecto lo tenía tan cerca de él, que sus músculos no podían ejecutar ningún movimiento, lo único que se movía era su corazón, el cual latía ferozmente agitando su respiración y poniéndolo de un rojo intenso, no solo en su cara, en todo su cuerpo.
Natsu miraba hacia abajo, viendo a Gray completamente perplejo, pero no entendía por que estaba así, después de unos cuantos segundos de estar observándolo se dio cuenta, su pene aun seguía erecto y estaba peligrosamente cerca del pelinegro, Natsu quiso apartarse rápidamente de allí pero, también quedo congelado y tatamente rojo al igual que Gray.
Natsu mantenía la vista en el pelinegro mientras que este ultimo tenía su mirada fija en la entrepierna del pelirosa, causando que su propia entrepierna comenzara a despertar lentamente.
-Gray ¿ya despertaste a Nat…? – Erza llegaba a donde los chicos y lo que vio fue a Gray de espaldas, arrodillado frente a Natsu justo a la altura de su miembro, este ultimo la miraba pero aun así no reaccionaba – ¿P-P-P-Pe-Pe-Pero que están haciendo? – pregunto totalmente roja la chica.
Tanto Gray como Natsu escucharon las palabras de Erza, pero sus cerebro tardaban en procesar la información que acababan de escuchar. En eso una bestia de más de 5 metros de alto llego al lugar haciendo reaccionar instintivamente a los 3 chicos, poniéndolos en posición de batalla y utilizando sus magias.
-Ice Make: Lances.
-Karyuu no Hokou.
-Re-Equipar: Emperatriz del Rayo.
Los ataques de los magos impactaron al mismo tiempo en el cuerpo de la bestia dejándolo totalmente fuera de combate.
-Eso estuvo cerca – decía el pelinegro secándose el sudor de la frente.
-Sera mejor estar alerta, por estos rumbos suelen aparecer monstruos como esos o mucho mas grandes – explico la pelirroja despojándose de su armadura – Y volviendo al tema, ¿Qué estaban haciendo? – Pregunto de forma autoritaria dejando a los chicos helados ya que ni ellos mismo sabían lo que hacían -¿y bien? – insistió.
-Y-Yo estaba despertándolo – dijo Gray señalando a Natsu.
-Y-Y… yo estaba siendo desertado por él. – dijo Natsu como si fuera lo más inteligente del mundo dejando a Erza algo confundida.
-Olvídenlo, por lo menos ya tenemos comida por la próxima semana – menciono mientras señalaba la enorme bestia.
-¿Pi-Piensas comer eso? – pregunto Gray sin creerlo.
-Todos, Gray, todos comeremos eso – dijo haciendo énfasis en “eso” y haciendo una cara de falso terror dejando a Gray totalmente helado, ese monstruo era horrible lo cual le producía nauseas comerse esa cosa.
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-Que aburrida estoy sin los chicos por aquí – decía Lucy recostada en una mesa del gremio viendo a las personas caminar de un lado a otro.
-¿Y porque no fuiste con ellos? –
-Es que Erza dijo qu…- Lucy termino de analizar la voz y supo inmediatamente de quien era - ¡Loke! ¿Qué haces aquí? – dijo la chica viendo al chico sentado de lo más relajado tomando una bebida mientras que con la mano que tenia libre se echaba aire con un abanico.
-Es que en el mundo espiritual hace calor y por lo visto aquí también – respondió de lo más natural.
-Se supone que los espíritus celestiales solo salen cuando su usuario los invoca – se quejaba.
-Pero que gruñona estas hoy, mejor, porque no vamos a la playa tu y yo, solos, sin nadie más, solo tú y yo – lo ultimo lo dijo en un susurro sexy haciendo que Lucy se irritara aun mas.
-Solo vuelve al mundo espiritual, regresa. – Dijo sacando la llave de leo y activándola haciendo que Loke desapareciera – pero que pesado es – decía cuando ya Loke no estaba.
-Últimamente veo mucho a Loke deambular por todos lados – decía Levi acercándose a Lucy.
-Ah, hola Levi – Levi saludo con su mano a Lucy sentándose en la mesa en la cual ella estaba recostada – no sé porque esta tan inquieto últimamente, es verdad que el avises salía cuando quería, pero ahora lo hace con más frecuencia.
-Ya veo, además Lucy-san, te mira con un brillo es los ojos, a veces me da pena por como lo tratas de mal – dijo haciendo un puchero.
-¿He? Ese brillo lo tiene con todas las mujeres que ve – dijo como respuesta obvia.
-Pues yo lo noto algo diferente, además últimamente no lo he visto con ninguna mujer a parte de ti claro. – dijo abriendo un libro y poniéndose a leer mientras Lucy seguía viendo a Loke como el típico mujeriego de siempre y eso es por la gran fama que tenía el chico.
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-Bien esta anocheciendo así que a partir de mañana comenzaremos el entrenamiento, por ahora comamos - decía Erza comenzando a comer la comida que ella misma hizo.
Para ella estaba estupenda y tenía que agradecerle a Mirajane por enseñarle las artes divinas de la cocina. Para los chicos era probar intestinos quemados con sabor a pescado podrido y olor a violín de viejo con 1 mes sin tocar el agua, pero aun así tenían que comer y fingir que estaba bonísimo, si no, despertarían al monstruo mas temible que habitaba la isla en esos momentos (Erza).
-Uff, ya quede satisfecha – decía la chica sobándose el estomago - ¿y ustedes? – Pregunto a los chicos, pero no obtuvo respuesta, ambos estaban con la cara totalmente morada y con los cachetes inflados, o mejor dicho, llenos de la comida que nunca se tragaron - ¿Qué pasa? –
-¿Hum? Uño ño hum hmmm homm – respondió Natsu.
-Ujum ujum, hugmm hummm mmhh – dijo Gray.
- Bien, entonces vallamos a dormir – dijo la chica comenzando a caminar.
-…- ¡¿ENTENDIO?! Se preguntaron mentalmente los dos, ambos chicos escupieron lo que tenían en la boca y comenzaron a seguir a Erza.
-Bien hasta mañana chicos, descansen – se despidió para entrar a su tienda y cerrarla.
-Bien entonces chao – dijo Gray entrando a su tienda rápidamente y serrándola dejando a Natsu afuera.
-Eto… ¿en donde se supone que duerma yo? – pregunto con el suficiente tono de voz como para que escucharan tanto Erza como Gray.
-¡Con Gray! – Respondió la chica, Gray al escuchar la respuesta comenzó a fingir un ronquido con suficiente fuerza para que pensaran que ya estaba dormido – ¡Se que estas despierto Gray! –
-¡No es cierto! – respondió.
-Jaaaa – dejo escapar una burla triunfante, mientras que Gray se sentía como el ser más tonto del planeta por haber respondido al “Se que estas despierto”, por otro lado Natsu estaba congelado, tendría que dormir con Gray y eso no era buena idea, mucho menos ahora, que tiene sueños pervertidos con él.
-No importa, puedo dormir aquí afuera, no hay problema – dijo y se acostó en el suelo.
-Bueno, entonces hasta mañana – se despidió Erza.
Gray no dijo nada, se dedico a dormir, Natsu estaba acostado al lado de la tienda de Gray, apoyando su cabeza en la mochila que trajo y sin duda estaba pasando frio.
Pasaron dos horas en las cuales Erza ya se había dormido, Natsu aun seguía despierto, usando su magia elevando su calor corporal para aguantar el frio que hacía y, no solo por eso es que estaba despierto, los aullidos de lobos y ruidos extraños no lo dejaban dormir, sin mencionar que a cada cinco minutos un viento escalofriante movía los arbustos alrededor de el provocándole algo de temor.
Gray aunque intentara dormir no podía, su conciencia no lo dejaba, es verdad que no quería dormir con Natsu ya que necesitaría de mucho auto control para no correr a abrazarlo mientras dormía o quizás de hasta besarlo.
El pelinegro estaba muy cómodo en su tienda, tenía un colchón inflable muy suave, una sabana cálida y todo estaba muy bien ordenado, pero sabía que hacia frio afuera, se daba cuenta que su tienda se movía con frecuencia debido a la brisa del exterior de su carpa, pensó que Natsu estaría bien ya que puede usar fuego para calentarse pero aun así se sentía mal y mucho más cuando escuchaba como los lobos aullaban.
Ya arto de sentirse así se levando del colchón y se puso sus pantuflas, abrió solo un poco el cierre de su tienda y apenas lo hizo un frio mas frio que su hielo se adentro, haciendo que Gray cerrara rápidamente y se sobara los brazos para quitarse el frio, y gracias a eso se sintió mucho mas culpable ahora, sabiendo que Natsu estaba allá afuera por más de 1 hora con ese frio infernal.
Agarro su sabana calientita y se enrollo en ella de pies a cabeza, solo dejando su cara para poder ver y sus pies para poder caminar, ya preparado, abrió el cierre de su tienda y salió a buscar a Natsu, lo encontró al lado de su tienda, encogido, estaba abrazando sus piernas y tenía su cabeza casi escondida entre sus rodillas, ahora Gray sentía que merecía una pena de muerte por a verlo dejado allí afuera.
-¿Natsu? ¿Estás despierto? – llamo, haciendo que Natsu volteara a verlo.
-¿Qué haces aquí? Hace mucho frio –
-A mi no me afecta el frio, ya estoy acostumbrado –
-¿Y porque tienes una manta enrolladla en todo tu cuerpo? – pregunto algo divertido.
-E-Eso no es tu problema… - dijo avergonzado – de todas formas solo vine a decirte que entraras a mi tienda, aquí te morirás del frio –
-¿Hablas enserio? – pregunto incrédulo.
-Sí, ven pasa – dijo señalándole la tienda.
-¿Desde cuándo te preocupas por mi? – pregunto aun sin creérselo por completo, Gray casi nunca había sido tan amable.
-No me preocupo, solo que Erza me dijo esta tarde que tenías que dormir conmigo y es mejor hacerle caso si no quiero salir con los huesos rotos – mintió, aunque en pare era cierto, pero el solo quería que Natsu estuviera bien, aunque aun se niegue aceptarlo.
-Jaaa si claro – respondió sin creerle ni una sola palabra.
-Bueno si no quieres entonces quédate aquí afuera muriéndote del frio, chao – se dio la media vuelta y comenzó a caminar a su tienda.
-No, no, no, espera – se paró de su lugar y corrió detrás de Gray – está bien iré contigo –
Ambos entraron a la tienda, Natsu sintió un gran alivio cuando entro, allí adentro había un cálido calor que lo hizo sentir con vida, se asombro al ver lo bien ordenada que estaba la tienda, todo en su lugar y muy bien armada, vio como Gray se acostó de la parte derecha de la cama dejándole el espacio izquierdo a él, sin decir nada Natsu se acostó en su lugar y cerró los ojos disfrutando lo cómodo que era dormir en ese colchón, aun así sentía algo de frio.
-¿Y con que me tapo? – pregunto de repente dejando a Gray algo aturdido, el solo había traído una sola sabana para arroparse.
-Solo tengo una cobija y es mía – dijo para darle la espalda a Natsu.
-Ho vamos, no seas así, dame un poquito – dijo tirando de la sabana de Gray.
-Que no, es mía –
-Pero yo también quiero, hace frio –
-¿Y a mí qué? –
-Solo será un poco, andaaaa – Natsu estaba haciendo un puchero.
-¡Que no!, además la sabana es individual, así que es muy corta y para que entremos los dos tenemos que estar muy cerca, así que no – dijo y le quito la sabana de las manos a Natsu para luego darle la espalda de nuevo.
-Claro, primero me degastes allá afuera tirado en ese frio suelo con todas esas bestias sueltas por ahí, dejando que pasara frio por más de 1 hora y media, todo mi cuerpo está congelado por tu culpa y ahora me niegas la única cosa que puede hacer que entre en calor para poder dormir en paz, no importa, ya me acostumbre a pasar frio como un perro callejero – dijo con un puchero y con voz lastimera la cual despertó culpabilidad en Gray.
-Está bien, está bien, ten – dijo quitándose la sabana y entregándosela a Natsu – puedes quedártela, de todas formas yo puedo dormir sin usarla –
-¿Desde cuándo te quitaste la ropa? – pregunto al verlo en ropa interior.
-E-Eso no te importa, y ya duérmete o te quito la sabana y te vuelvo a dejar afuera – amenazo haciendo que Natsu se arropara y guardara silencio.
Gray ahora si podía dormir tranquilo, sintió como el sueño se apoderaba de sus ojos y los cerro lentamente, ahora ya no se sentía culpable de nada, es cierto que sentía algo de vergüenza dormir con Natsu tan cerca de él, pero lo estaba manejando bien, mientras no lo viera y tocara todo estaba bien.
Sintió como un brazo lo rodeo, en ese momento Gray estaba a punto de dormirse pero fue interrumpido, sintió como Natsu lo atraía hacia él y lo arropaba con la sabana, tanto el cuerpo de Gray como el de Natsu estaban pegados y arropados, Natsu tenía una mano en el pecho izquierdo de Gray, aun no dejaba de abrazarlo, lo cual incomodo al pelinegro haciendo que se sonrojara.
-¿Qu-Que haces? – pregunto asustado.
-Si te preocupas por mí, yo también me puedo preocupar por ti de vez en cuando – le dijo con voz suave, Gray sintió el aliento caliente de la boca de Natsu en su nuca, provocándole un corrientoso por todo su cuerpo.
-N-No es necesario – balbuceo.
-¿Por qué tiemblas? – pregunto divertido aunque ya sabía la respuesta.
-Ha-Hace frio… - mintió.
-Ya veo, entonces tendré que acercarme mas – dijo pegando totalmente su cuero al de Gray, este ultimo sintió como su trasero hacia contacto con la entre pierna de Natsu y no solo eso, sintió ese cálido pecho en su espalda, Gray estaba a punto de un colapso de erección.
-Na-Na-Natsu, a-aléjate un poco – pidió casi suplicando.
-¿Por qué? –
-Me incomodas – en parte tenía razón, pero la razón verdadera era su erección.
-Ok – dijo y se aparto, vio como Gray se alejo de él y le dejo de dar la espalda – si te alejas mucho la cobija no te tapara –
-Dije que no la necesito –
-Pero hace rato me dijiste que temblabas por el frio ¿o era mentira? – pregunto con toda la inocencia del mundo.
-E-Eso es verdad – dijo sin tener otra salida.
-Entonces ven – agarro a Gray de la muñeca y lo volvió acercar a él, esta vez ambos de frente, viéndose mutuamente – hasta mañana – dijo de forma natural y normal dejando confundido a Gray.
-Ha-Hasta mañana – fue lo último que dijo, al cabo de unos minutos.
Sintió el aliento calmado y tenso de Natsu en su rostro, indicándole que ya se había quedado dormido, Gray se relajo y se quedo viendo su rostro, paso una mano por la mejilla del pelirosa y con el pulgar acaricio sus labios, tan concentrado estaba en el acto que no se dio cuenta de cuando se había quedado dormido.
Esa noche Gray sintió como si estuviera durmiendo en el paraíso, sintiendo como unos fuertes brazos protectores y cálidos lo rodeaban, respirando el mismo aliento cálido que Natsu botaba, sintiendo la textura suave de sus piernas entrelazadas con las suyas y acariciando la fuerte espalda suave del que lo abrazaba, simplemente una de las noches inmemorables de su vida.