Comencemos con esto – dice y respira hondo – aquí voy Rogue –
-Ok, solo… solo espera un momento, ¿dices que a esto se le llama tijeras? –
-Ajan –
-Suena peligro Sting –
-Confía en mí, lo he visto muchas veces –
-no sé si sentirme aliviado o asustado de que nuestro maestro sepa este tipo de cosas -_- - Sting se lo quedo viendo pero luego sonrió un poco – hazlo… confió en ti –
-Prepárate que voy con todo Rogue –
-Pues vente con todo y ya, pero hazlo de una vez antes que me arrepienta –
Sting comenzó con un movimiento intenso, frotando su parte intima junto a la de Rogue mientras que se aferraba a la pierna de este último, un feroz sonrojo se apodero de las mejillas de estos chicos… ¿chicas? En fin… ambos movían sus caderas cada vez más rápido, rozando con desenfreno sus vaginas húmedas mientras trataban de tragarse sus jadeos sin excito, en un arranque de adrenalina Rogue se coloco encima de Sting, subiendo sus propias piernas y poniéndolas a la altura de la cabeza del rubio. Sting sorprendido del acto de Rogue no pudo evitar dejar escapar una sonrisa, como acto de un reflejo, el rubio alzo sus pierna, elevándolas y abriéndolas tanto como sean posibles y pegando su vagina ahora expuesta a la de Rogue, este ultimo empujaba sus caderas hacia abajo mientras que el rubio lo hacía asía arriba, para una mayor fricción.
Rogue estaba extasiado, puede que esto sonara increíble pero, era la primera vez que Rogue tenía sexo, siempre que salía a divertirse con el gremio lo único que hacía era bailar, tomar y evitar los encuentros sexuales, era sumamente sensible a ese tema, demasiado tímido como para hacerlo con cualquier desconocida, pero tratándose de Sting no había problemas, él más que nadie lo conocía perfectamente. No era porque gustara de Sting, es cierto que el rubio era todo un galán, un rubio demasiado atractivo, estuvo 2 años consecutivos en la revista del mago más sexy del año, miles de chicas morirían por estar con él y eso el rubio lo sabía y lo aprovechaba muy bien, Rogue por otro lado, también era muy popular entre las chicas, pero Sting veía que él no era bueno en eso y siempre salía huyendo de las mujeres, por lo cual el rubio lo sacaba de esos aprietos cada vez que podía, ¿Qué como lo sacaba? Fácil, teniendo sexo con las chicas que perseguían al pobre de Rogue, este último de vez en cuando se frustraba e incluso estaba celoso de que Sting pudiera siempre tener a todas las chicas para el solo, pero con el tiempo se acostumbro, aunque en ocasiones siente celos del rubio pero nada grave.
Ahora que por primera vez experimentaba el sexo se arrepentía de no haberlo probado antes, sentir como todo su cuerpo temblaba y se erizaba de excitación le gustaba, al tener contacto físico de cuerpo completo con otra persona le encantaba, sentir la piel suave y cada vez más caliente de Sting lo llenaba de placer, era inexplicable todas las emociones y nuevos sentimientos que estaba experimentando, pero le gustaba, sin darse cuenta, sintió como prácticamente se orino encima de Sting, soltando una gran cantidad de fluido de su vagina, dando a entender que había llegado a su orgasmo. El movimiento se detuvo, Sting estaba algo confundido, no sabía lo que había pasado, Rogue estaba avergonzado de haberse corrido tan rápido, se notaba su inexperiencia.
Antes de poder decir algo un brillo verdoso cegó la vista de Sting por unos segundos, el rubio al abrir los ojos pudo ver a su compañero encima de él, en la misma posición que él mismo se había puesto, solo que esta vez su cuerpo había vuelto, sus músculos, su aspecto varonil, sus rasgos destacables que solo Rogue tenía, Sting pudo sentir como su cuerpo votaba vapor al ver el rostro de un varonil Rogue tan serse de él… su mente cambio de pensamientos cuando vio o más bien se dio cuenta que Rogue se deshizo de la magia de esa bruja, eso quería decir que… ¿Rogue de verdad ya había acabado?
-Eso fue rápido – dice Sting aguantando una pequeña sonrisa
-Cállate – dice avergonzado y desviando la mirada
-Tranquilo, no me estoy burlando, entiendo que no tengas mucho sexo seguido, por eso es que estas algo nuevo todavía en el tema ¿Verdad? – Rogue asintió, aun con su mirada desviada por lo vergonzoso - Bueno menos mal que ya acabamos entonces –
-Sí… espera – dijo algo extrañado al ver de nuevo a Sting – tú sigues igual –
-¿Cómo que sigo igual? – Dice asustado tocándose su cuerpo o más bien sus pechos - ¿Por qué sigo siendo mujer? – pregunta con un semi puchero a Rogue
-Yo que sé – dice como excusa –
-¿Esto quiere decir que nunca volveré a ser hombre? - dice entre sollozo
-No seas exagerado – dice para calmar al rubio – yo debí cambiar por haber tenido el orgasmo, eso debió revertir la magia que había en mi, y estoy seguro que tu aun no has tenido un orgasmo ¿cierto? –
-Cierto… aun no llego – dijo algo aliviado
-Entonces hay que hacerte llegar a tu orgasmo, hay que seguir con esto –
-¿Estás seguro? – pregunta haciendo que Rogue lo mire extraño – bueno, lo digo porque tú ya tienes tu cuerpo de vuelta, no tienes que hacerlo si no quieres… -
-Sí quiero – dijo interrumpiendo al rubio – e-es que, tú me ayudaste a tener mi cuerpo de vuelta, así que yo también haré lo mismo, además te prefiero con tu cuerpo de hombre, ¿Quién crees que me quitara de encima a esas chicas que me atacan y tratan de violarme? – culmino su torpe charla mientras que su sonrojo se hacía más notable.
-Ho… ya veo… si es lo que tú quieres – hizo una pausa para ver como Rogue asentía – está bien, yo también prefiero mi cuerpo de antes – ambos chicos soltaron una risa humorosa – O-oye Rogue… -
-¿Sí? –
-¿No te cansas de estar así? –
-¿Hu? ¿Así como? – pregunta sin comprender, Sting le hace un gesto con sus ojos para que Rogue entienda y lo hace, Sigue con sus piernas extendidas, cada una al lado de la cabeza de Sting mientras que sus rostros siguen estando peligrosamente juntos –A-aaah… lo-lo siento – dice quitándose rápidamente de encima del rubio.
-Ya… - dice avergonzado mientras que tenía una sonrisita divertida en su rostro, por alguna razón le gustaba ver a Rogue tan nervioso y torpe, él siempre era equilibrado y calmado en todo.
Pasaron unos minutos de silencio en el cual ninguno de los dos dijo nada por pena.
-¿Y qué estamos esperando? – rompe el silencio el pelinegro algo impaciente, la idea de seguir teniendo sexo le fascinaba, más aún porque su excitación no se había ido con ese orgasmo, todo lo contrario… aumento.
-tienes razón – Sting dice sorprendido pero emocionado del comentario de su ahora tímido amigo – hay que provechar que aun lo tienes así – dijo y dirigió su mirada a la entrepierna del pelinegro, este ultimo llevo su mirada hacia donde Sting había llevado la suya, se sonrojo de sobremanera, su miembro estaba duro, palpitando, y con un fluido transparente que le salía de la punta de su pene, rápidamente corrió a taparse con sus manos su enorme miembro.
-…-
-…-
-S-Sting… -
-¿Sí? –
-¿Puedes dejar de verme así? – El pelinegro estaba nervioso, la mirada de aquel rubio le devoraba el miembro – y límpiate la boca – dice con una sonrisa graciosa en su rostro, ver como el rubio estaba embobado por ver su miembro no le molesto, de hecho le divirtió.
- Cof, cof, si… perdón – dice el rubio disimulando mientras se limpiaba la baba de su boca, Rogue era extremadamente sexy, sus abdómenes, bíceps, pectorales, sus pezones de un rosa pálido, caderas, piernas, ese enorme pene que en estos momentos sujetaba sus manos y todo acompañado de una tersa piel pálida que provocaba desgastarse la lengua solo en su cuerpo, era imposible no babear al ver tanta perfección.
Sting se coloco de rodillas, acomodo su cabello poniéndolo de lado y apartándolo de su rostro, era un estorbo, se dio la vuelta y alzo sus caderas todo lo que su cuerpo se lo permitía, dejando su trasero a completa disposición del pelinegro que al notar lo que Sting Hizo, su miembro dio un brinco de alegría al igual que su espíritu interior, haciendo que su cuerpo aumentara la temperatura.
-Adelante, ya sabes lo que tienes que hacer- dijo Sting, con su rostro y manos pegadas al suelo.
Rogue se coloco de pie y camino hacia el rubio, completamente aterrado, no sabía qué hacer pero tenía una idea, Solo tengo que meterlo en el orificio ¿Verdad? Se preguntaba una y otra vez mientras que su cuerpo sudaba por cada poro, el pelinegro se dio cuenta de cómo Sting lo veía de reojo y se asusto más.
-¿Todo bien? –
-S-Sí… solo que… -
-Tranquilo, es igual que siempre, no tengas pena por ser yo –
-Ok… aquí voy –
El pelinegro guio su palpitante pene a la entrada de Sting, lo acerco con cuidado al orificio pero sin tocarlo todavía, una gota de pre esperma salió del pene de Rogue y recorrió toda la rajita del trasero de Sting, despertando un cosquilleo placentero que hizo temblar a la rubia, Sting estaba algo decepcionado, él quería tocar, lamer, succionar, comerse el cuerpo de Rogue, pero por la pena y vergüenza decidió mejor no hacerlo, no quería poner en riesgo su amistad de años.
Rogue respiro profundo y dio una estocada certera en la entrada de Sting haciendo que esta abriera los ojos de golpe y soltara un grito de tortura.
-A-A-A-Agujero… equivoca-do – dijo Sting entre el dolor.
-¿E-Enserio? ¡Perdón! –
-A-A…Auh… -
-¿Qué hago? – pregunta asustado, con su pene clavado en el ano en vez de en la vagina.
-Solo… espera un poco –
Rogue no dijo nada, solo asintió y espero, pero era una tortura esperar, el interior de Sting se le estaba tragando el pene, era como si lo estuviera succionando, sin mencionar que estaba muy estrecho, su respiración se aceleró, su temperatura aumento y su miembro iba a estallar si no se movía ya, cegado por busca de placer comenzó a moverse rápidamente.
-Ro-Rogue… ah… hmm es-espera-ah - pidió entre jadeos los cuales fueron ignorados
Tomando las caderas del rubio comenzó a embestir con furia, moviendo su cintura hacia adelante con fuerza, abrió un poco sus propias piernas y se inclino para estar más cómodo y meter su miembro con mayor profundidad, el pelinegro agarro el cabello rubio de la chica y jalo de este, haciendo que Sting jadeara y gimoteara mientras que sentía como Rogue le partía el ano.
-Hmmm… más… más duro Ro-gue – pidió sin pensarlo el rubio.
Esas palabras fueron como dinamita para el pelinegro, sus caderas tomaron impulso y penetro la entrada del rubio como una bala una y otra vez, ambos gemían sin importarles nada más que solo ellos, Rogue jalo del cabello de la rubia haciendo que esta se colocara de pie por el jalón, en un rápido movimiento el pelinegro toma los muslos Sting y lo carga sin dejar de penetrar, Rogue pega al rubio a la pared para que se apoye mientras que abre sus piernas todo lo que puede y penetra con furia, ambos llenos de pación y placer, entre gemidos, gritos y embestidas se corrieron, no antes de que Rogue clavara su mandíbula en el cuello del rubio, haciendo una succión que le saco un grito torturoso de placer al rubio.
Ambos exhaustos cayeron al suelo, Rogue sentado en el suelo, inclinado hacia atrás mientras que se apoyaba de sus manos, mientras que Sting estaba sentado encima del pelinegro y con sus piernas encima de las del chico, aun con el pene de Rogue dentro de él.
El brillo seso y Rogue pudo ver la espalda bien formada de su compañero y su cabello corto, sonrió mientras todavía tomaba grandes bocazos de aire.
-Por fin… te extrañe – dijo el Rubio agarrando su pene.
-No hagas eso – dice Rogue el cual se asomo por encima del hombro del rubio.
-Hu… ¿Por qué no? – pregunta inocente –
-Olvídalo… - dice resignado – pareces un niño –
-Pero si en verdad lo extrañe, mira toca – dijo y llevo la mano de Rogue hasta su pene – extrañe esta sensación –
-¿Pe-Pe-Pero que haces? – pregunta nervioso al estar tocando aquel semi erecto pene que se sentía muy bien al tacto.
-Hay… perdón me deje llevar jajaja… -
-… - respira profundo y exhala, recuesta su barbilla en el hombro del rubio - lo importante es que ya tenemos nuestros cuerpos –
-Cierto… ahora hay que salir de aquí –
- Hay que pensar en cómo hacerlo –
-Eso puede esperar… quiero dormir un rato – dijo el rubio, estaba cansado después de todo lo que hizo
-Sí yo igual… estoy exhausto –
-…-
-…-
-Rogue… -
-¿Eu? –
-Tu polla sigue dentro de mí –
-¿He? –
-Esta dura y palpitando –
-¡Iiiii! –
-Y ya puedes soltar mi miembro –
-¡AHHHHH! –
-Ya veo sigues excitado… - dice burlo – ¿Quieres una segunda ronda? – pregunta pícaro.
-N-No –SIIIIII –
-Jajaja tranquilo solo bromeo jajajaja – se reía con humor de la actitud de su compañero.
-…No vuelvas a hacerlo –
-OK… pero de verdad… ya suelta mi pene –
-A-Ah… si perdón –
-Y saca tu pene de mi culo –
-Hug… Va-Vale –