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El Destino por Gratsune

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Notas del capitulo:

Los personajes son de Hiro Mashima

EDITADO*

― ¿Qué haces? ― Pregunto adormilado. Inmediatamente la mente de Gray reacciono de forma instintiva.

 

― ¿Ex…plorando nuevos territorios?  ― Trato de bromear sin mucho éxito, reprochándose mentalmente por estúpido comentario.

 

Natsu arruga el entrecejo y sus ojos adormilados se abren levemente, pues había caído en consciencia de la cercanía de ambos.

 

― ¿Porque estas tan cerca?

 

― ¡P-Por tu culpa! ― Acusa sintiéndose descubierto.

 

― ¿Culpa mía? ― Murmuro ausente ― ¿Por qué? ― Pregunto ahora con inocencia. El rostro del menor se tiño en vergüenza.

 

― Natsu...― murmullo ― suéltame de una vez ― Dice tosco, cuando la verdad era que quería pasar el resto de su vida preso en los brazos del mayor.

 

― ¿He? ― Confundido, y terminando de entrar en razón para que el sueño se disipara de su mente: ― ¿Soltarte…? ― Un "click" en su cerebro, ― ¡¡HAAAAAAA!! ¿¡¡Que me hiciste!!? ― Grito alarmado, alejándose lo más rápido posible tras soltar manotazos hacia el pelinegro.

 

― ¿¡Yo!? ¡¡Pero si fuiste tú quien me abrazo!! ¡¡Yo no te hice nada!!― Grito poniéndose de pie en la cama, aunque técnicamente él si le hizo algunas cositas, mientras Natsu no lo sepa él sigue siendo inocente.

 

― ¿Yo? ¡Eres un mentiroso! ― También incorporándose en la cama.

 

― ¡Claro que fuiste tú! ¿Crees que gano algo con abrazarte, imbécil? ¡Apenas me acosté te me guindaste como un coala! ― Señalo acusador.

 

― Hare cenizas esa gran bocata tuya ― Amenazo, prendió sus palmas en fuego que se disipo al perder la concentración en otro lugar ― ¿Q-Que? t-tú lo… ― sus ojos grandes como nunca ― lo tienes… se te ah… ― su dedo señalando sin poder articular una oración completa ― Se... te hincho, Gray ― o////o  señalo la entrepierna del pelinegro con su dedo. El nombrado frunce el ceño sin entender.

 

― ¿Qué cosa…? ― No hizo falta verse a sí mismo, con tan solo ver el rostro rojo e incrédulo de Natsu más la dirección en la que miraba y apuntaba pudo comprender perfectamente a que se refería ¡Mierda!, rápidamente bajo las manos a su entrepierna para cubrir su notoria erección ― ¿Qué diablos vez maldita sabandija?

 

― C-Contéstame una cosa ― Natsu le mira curioso a los ojos ― ¿Por qué lo tienes así? 

 

¿Será descarado?

 

― ¿Qué te importa? ¡No tengo que darte explicaciones! ¡Lagartija! ― Estallo en vergüenza, acto seguido junto sus manos dejando escapar varias lanzas de hielo a gran velocidad, Natsu las esquivo mientras estas se clavaban casi en su totalidad en las paredes o simplemente las atravesaba por completo, sin embargo, no dejaban de aparecer una tras otra, dificultando los movimientos del pelirosa, dos bolas de fuego adornaron las palmas de sus manos para luego lanzar una lluvia de estas en dirección a Gray quien las esquivo con facilidad.

 

Ambos se detuvieron mirándose de forma retadora, y Natsu sonrió satisfecho, ¿Cuánto había tratado de ver esa mirada de nuevo en Gray? La echaba de menos.

 

La iluminación de las llamas quemando todo a su paso detrás de Gray le daba un toque atemorizante, y la leve luz que entraba por los hoyos de las pareces a espalda de Natsu le favorecía en intimidar.

 

Segundos después comenzaron a golpearse ágilmente entre sí, Natsu ametrallaba con bolas de fuego por toda la habitación tratando de golpear a un escurridizo pelinegro que las esquivaba con agilidad y a su vez lanzaba unas cuantas lanzas de hielo. 

 

Los estallidos de explosiones se escuchaban en la habitación y gotas de sudor recorrían los cuerpos de los chicos por el calor.  Aprovechando que Gray estaba en el aire luego de esquivar unos cuantos proyectiles, Natsu tomo el cajón a su derecha para lanzarlo sin cuidado alguno, impactando en los brazos que Gray utilizo para cubrir su rostro, sin embargo, el cajón no fue más que una distracción, pues nada más que en menos de un segundo, tenía a Natsu frente a él, sujetándole de las muñecas para poco tiempo después estrellar su frente con gran fuerza en la de él, provocándole un agudo dolor de cabeza, sintió sus muñecas ser liberas y una patada en un pecho que lo empujo fuertemente contra la pared.

 

No tuvo tiempo de reaccionar al dolor, pues tuvo que lanzarse a un costado por sentirse en peligro ante la bola de fuego que era dirigida hacia él y ahora estallaba contra la pared, Gray junto sus manos y congelo el suelo,  retando la estabilidad de Natsu como consecuencia, se impulsó y en poco tiempo comenzó a derrapar por el hielo, conectando su puño derecho en el estómago del pelirosa para dar una pirueta rápida logrando golpear la nuca del mayor con su talón y caer en cuatro patas para lanzar una ágil patada a sus piernas, terminándolo de desequilibrar y  así que cayera duramente contra el frio suelo.

 

Tratando de recuperarse, Natsu se levanta a duras penas en busca del contrario, sorprendiéndose de no hallarlo hasta que da con él a unos cuantos metros sobre su posición, dispuesto a caerle encima con una gruesa capa de hielo cubriendo sus pies, sin tiempo que perder, Natsu extendió flamas por todo el suelo de la habitación, derritiendo el hielo para poder correr y dando el momento justo para escapar de lo que pudo haber sido un “KO” pues el golpe fuerte contra el suelo hizo que este se agrietara.

 

Lamentablemente, Natsu no pudo escapar de la lluvia de granizos que impacto en su espalda, haciendo que su rostro quedara estando en la pared que tenía frente.

 

Ahora estaba molesto, sus sentidos se agudizaron y sus reflejos salvajes lo ayudo a esquivar con total agilidad sin la necesidad de ver los fragmentos de hielo que se incrustaban en la pared, rápidamente sujeto la nuca del pelinegro, atrayéndolo con fuerza hacia él e impactando su frente con la de Gray, causándole daño sorpresivo a este último.

 

¿Cómo llego tan rápido hasta él?

 

Su mirada reparo en los pies del mayor, los cuales permanecían humeantes, se había impulsado con el fuego, en un instante sintió su rostro ser volteado bruscamente, Natsu había girado en el aire impactando su rodilla en la mejilla del contrario enviándolo directo al suelo, tras otra pirueta en el aire impulsada por las llamas, se propuso terminar con la pelea al conectar su talón contra el chico bajo él, sin embargo, el hielo broto del suelo como columna en dirección al mayor, arrastrándolo y atravesando el techo de la habitación.

 

Aun así, Gray sabía que no era suficiente, conocía muy bien a Natsu, no era tan fácil de vencer, extendió sus manos hacia el techo preparándose.

 

Un estruendo se escuchó y los escombros del tejado cayeron al suelo mientras Natsu caía envuelto en polvo, no hubo tiempo de reaccionar al notar la cantidad de figuras distintas de hielo que eran lanzadas contra él. Entrecerró su entrecejo y se dedicó en cuerpo y alma a derretir y esquivar con movimientos algo torpes, aun no era capaz de tocar el suelo puesto que Gray no se lo permitía enviando pedazos de hielo bajo sus pies para mantenerlo elevado. No tuvo otra opción más que recurrir a una de sus térmicas más fuertes.

 

― ¡¡Karyuu no Hokou!! ― (Rugido del Dragón de Fuego) un remolino de fuego salió de su boca con gran potencia que lo empujo hasta la esquina superior de la habitación mientras se mantenía en equilibrio al colocar sus manos y pies en las paredes. Gray no podía escapar, el torbellino se acercaba a gran velocidad y ocupaba gran espacio de la habitación, se colocó de costo rápidamente y:

 

― Ice Make: War God Lance ― (Lanza Gigante de Hielo Alquímico) se construyó una lanza en su mano derecha que no dudo en lanzar lo antes posible.

 

Se escuchó una estruendosa explosión que abarco toda su habitación junto con las de arriba, la de abajo y las de a los lados, sin mencionar la del frente.

 

Tanto Lucy como Erza y Happy se levantaron asustados, corriendo en pijamas hacia el lugar del estruendo preparándose por si tendrían que pelear, mientras que medio pueblo veía el potente fuego salir por las ventanas a mitad del edificio mientras la otra mitad veía el gran trozo de hielo incrustado en el techo junto a la gran columna de humo, varias personas se acercaban alrededor del hotel a ver qué era lo que sucedía.

 

Las personas que se hospedaban en él, salían del edificio a gran velocidad, unas en ropa interior, otros con pijamas y otros envueltos con las sabanas de la cama mientras veían el fuego que salía de la habitación y se expandía por todas partes.

 

Al llegar las chicas a la habitación, se encontraron con ambos magos que aún seguían lanzándose fuego y hielo ignorando el desastre que habían ocasionado dejando boca abierta a Lucy y a Happy… por otro lado, Erza tenía un tic nervioso en su ceja derecha, su cuerpo brillo y cambio a su “Armadura del Anillo Celestial” formando un círculo de espadas y lanzándolas despiadadamente a los jóvenes que en vez de seguir esquivando los ataques que se lanzaban mutuamente, se unieron para esquivar las peligrosas espadas.

 

― ¡Paren de una vez! ― Ordeno la rubia, viendo con horror que las espadas de Erza habían hecho otro hueco enorme en la habitación que conectaba hacia el exterior, viendo así a toda la gente que los veían desde abajo ― están armando un escándalo ahí abajo ― señalo a los ciudadanos. La mayor frunció aún más su entrecejo.


― Tienes razón ― dijo, se despojó de la armadura volviendo a su pijama ― ustedes dos ― llamo mirando a los chicos ― ¿En qué diablos estaban pensando al armar este alboroto? ― Se paró frente a ellos de brazos cruzados. ― Hablen, o los hare hablar.

 

― El comenzó ― respondieron al unisonó, señalándose mutuamente. Erza respirando hondo para ser uso de su paciencia.

 

― No me interesa quien haya empezado, ¿Se dan cuenta en dónde estamos? ―El enojo salió de su voz ― Este no es el gremio, aquí hay personas ordinarias, incapaz de defenderse contra la magia… ― tenso su mandíbula ― ¿se dan cuenta…? ― Un aura roja rodeo su cuerpo ― ¿…que pudieron haber herido a alguien? ― El suelo bajo ella se agrieto ― ¿Cuándo piensan madurar? ― Un mazo apareció en su mano ― ¡No son más que unos mocosos inservibles! ― Azoto el arma al aire, una ráfaga que golpeo contra ellos le disparo los nervios a todos los presentes.

 

― Erza, cálmate ― llamo Lucy, tocando su hombro con cuidado ― lo más importante ahora averiguar si no hay ningún herido y explicar lo que paso, la gente debe estar asustada ― el aura roja desapareció, sin embargo, el mazo aún permanecía en su mano, pero Lucy tenía razón, primero lo primero. Comenzó a caminar hasta salir de la habitación seguida por Lucy y Happy.

 

― E-Esto es tu culpa ― balbuceo el pelinegro, observando la destrozada habitación, tanto el piso como el techo tenían agujeros  enormes seguidos por las cuatro paredes  que los rodeaban, esas que ahora estaban en mayor parte totalmente demolidas, ya no había techo, o mejor dicho, no había piso para la planta de arriba, la ventisca helado entro por el espacio que daba vista a la calle, el suelo de esa planta estaba en peligro de caer en cualquier momento, en fin, el sitio era un completo desastre con fuego en las sabanas, cortinas, alfombras y por los lados de los agujeros, quemando el resto que quedaba de la habitación mientras que el agua salpicaba de las tuberías rotas.

 

― Tú me atacaste primero ― Natsu camino con cuidado de no caer al piso de abajo, o mejor dicho a tres pisos más abajo, al asomarse por el precipicio que habían hecho, se dio cuenta de que no solo destrozaron el piso de abajo, sino que fueron tres, continuos, quizás cuatro, suspiro con cansancio, dirigiendo su vista a la gran escultura de hielo que atravesaba el suelo desde abajo hasta los techos de arriba. Su vista recorrió en el lugar, notando plumas de almohadas, la mitad de la cama hecha carbón y la otra congelada en partes ―esto es un desastre.

 

― Nos matara, esta vez nos matara, estoy seguro ― comento ausente.

 
El suelo se agrito y ambos jóvenes entraron en alerta, quedándose totalmente inmóviles, la grieta se extendía más y más hacia Gray y pequeños escombros comenzaron a caer hacia los pisos bajos, un circulo agrietado se formó alrededor del pelinegro, se inclinó dispuesto a saltar en cualquier momento, el estruendo se escuchó y el suelo cayó con fuerza arrastrando al joven que no paraba de gritar mientras caía no uno, ni dos… ni tres pisos, al parecer habían hecho mucho daño a las columnas del edificio, así que cayó hasta el primer piso bajo la atenta mirada divertida y aliviada del pelinegro, que miraba sorprendido el lugar, todo el suelo había sido derrumbado junto a Natsu menos el circulo que se formó a su alrededor. Que irónico pensó para luego comenzar a reír con humor.

 

Comenzó a bajar lentamente apoyándose en los escombros y cabillas que aún quedaban sin caer hasta llegar sano y salvo al primer piso, encontrándose con las piernas de Natsu hacia el cielo con todo su cuerpo enterrado en escombros.

 

―Pareces un árbol mal plantado ― comento con gracia sin parar de reír. Viendo cómo el contrario salía bruscamente de aquel sepulto.

 

― ¿¡De que te ríes!? ― Entrecerró sus ojos, fijos en los labios curvos del contrario, pues la risa de Gray era algo que no se veía mucho a no ser que fuera una llena de maquevolencia o ironía, esta era real, tan real como en esos tiempos lejanos que creyó haber olvidado. Y en cierto modo le alegraba saber que Gray, seguía siendo el mismo chiquillo travieso y cascarrabias de la infancia. ― Deja de burlarte maldito idiota...

 

Por otro lado, las chicas explicaban que había pasado en las habitaciones y que solo fue un pequeño accidente, la que hablaba era Erza, y a pesar de tratar de ocultar su enfado para con los chicos, no parecía estar yéndole muy bien, pues se notaba a leguas el mal carácter que cargaba encima, luego de terminar de explicar el accidente de “una fuga de gas” se aliviaron al escuchar de que nadie resulto herido por el incidente.

 

Luego de explicarles al gerente del hotel la verdadera causa de la explosión y convencerle de que pagarían todos los daños ocasionados después de terminar el trabajo, el gerente no tuvo otra opción más que aceptar y acceder a que se quedaran el resto de la noche en el hotel, no por ser amable ni justo, sino porque era Erza quien hablaba, era ella la que amenazaba con cualquier movimiento, era ella la que cargaba un mazo en su mano que agitaba de vez en cuando.

 

Lo que no podía creer Erza, es que eran 3:45am de la madrugada y ellos habían hecho unos de sus actos ridículos a tal hora, ni siquiera habían pasado 12 horas desde que llegaron al pueblo cuando ya empezaron a destruirlo, típico de los miembros de Fairy Tail, obvio, aun así no era de lo cual sentirse orgullosos, no por el momento.

 

Entraron al edificio y para su sorpresa ambos jóvenes permanecían en la sala de espera como dos niños buenos, ambas chicas dirigieron su vista a la parte superior del lugar, causándoles migraña al notar los destrozados diez pisos superiores. Erza solo se limitó a suspirar y apretar con fuerza el arma en sus manos.

 

― Hay que hablar ― mascullo la mujer colocando el mazo en su hombro mientras que Lucy y Happy guardaban una distancia prudencial por precaución ― ¿Qué hacen desnudos?

 


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