La luz entro de golpe nublando su vista, su cabeza dolía y sentía lentos sus movimientos, fallando en todos sus intentos de levantarse de la cama, una silueta se acercó hasta él y sintió como la voz de este se distorsionaba en varias ondas de eco que no dejaban de atormentar sus oídos.
― Chicos, ya despertó ― anuncio Lucy, la pelirroja se colocó a su lado, sentándose en el colchón junto al azabache.
― Gray ¿estás bien? ― Los ojos de este se abrieron al reconocer más las voces, aliviándose de poder verlos mucho mejor ahora.
― ¿Gray? ― Llamo con preocupación la rubia.
― ¡Gray despierta! ― Natsu lo tomo por los hombros zarandeándolo con fuerza, espantando el sueño de su sistema y aumentando el dolor de su cabeza.
― ¡Natsu, déjalo!
― Ya desperté, suéltame ― su voz se escuchó ronca y adolorida. Natsu obedeció de inmediato.
― ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?
― Estoy bien, Erza ― restregó sus ojos ― solo me duele la cabeza ―s e enderezo en la cama tambaleándose un poco ― ¿Qué hora es?
― Ya es media noche.
― ¿Cómo llegue aquí? ― Trataba de recordar, pero dolía hacerlo, fragmentos de escenas llenaban su mente hasta que las piezas del rompe cabeza se armaron en su totalidad, puntadas atacaron su cien al revivir dichos recuerdos.
¡Natsu! Estaban a punto de besarse ¿Qué fue lo que paso entonces? Le miro interrogante, tratando de encontrar una respuesta en aquel rostro que lo miraba con la misma naturalidad de siempre, ni una pisca de vergüenza, temor o vacile alguno.
― Cuando te vimos, era Natsu quien te llevaba en su espalda ― aclaro la pelirroja y observo como el mayor asentía en confirmación.
― ¿Por qué? ― Pregunto más para sí mismo ― ¿Qué fue lo que ocurrió? ― Se dirigió al pelirosa.
― Me caíste encima y perdí el equilibrio ― hizo un ademan con sus manos de cómo ambos caían al suelo ― después te cayó una roca en la cabeza y no despertaste ― coloco sus manos en la cintura ― y tuve que traerte, no me agradezcas. ― Sonrió con autosuficiencia.
― ¿Nada… más? ― La ceja de Natsu se alzó intrigante mientras negaba ― Ya veo… ― quedo pensativo, ¿eso quiere decir que todo lo demás era solo una alucinación debido al golpe? ¿Solo eso y nada más? La decepción se hizo presente, paso su lengua por sus labios al sentirlos resecos por falta de hidratación y un flashback de Natsu tocando su labio entro de golpe en su mente, pues su lengua percato el sabor oxidado de la sangre seca. Paso uno de sus dedos por su labio inferior comprobando el roto en este, bufo levemente para sí mismo, no estaba loco, él sabía lo que había pasado, su mirada conecto con la de Natsu por un segundo para luego caer en la de Erza ― ¿Por qué siguen despiertos?
― Estábamos preocupados por ti ― fue Lucy quien respondió ― cuando Natsu te trajo estabas muy rojo, pensé que tenías fiebre, pero tu temperatura era normal ― Erza asintió.
¿Rojo?
― Además ― miro a Natsu ― tú no eras el único colorado ― el pelirosa solo la ignoro olímpicamente ― ¿Seguro de que no comieron algo infectado? Nueces velmicass, por ejemplo, esas producen alergias.
― Te dije que no ― mascullo Natsu.
― Pero…
― Gray despertó ― continuo el mayor ― está sano y salvo, y yo me largo a dormir ― camino hasta la puerta señalo la salida para las chicas.
― ¿Nos cambiaron de cuarto? ― Pregunto Gray y Lucy asintió con entusiasmo alzando sus pulgares. Algo le decía que fue gracias a ella el cambio de habitación.
―Sin embargo, este no es matrimonial ― mohíno con su labio ― la cama es un poco más pequeña y la habitación menos lujosa, así que tendrán que dormir algo apretados ― junto sus dedos índices, reparando en los rostros de los varones quienes no dejaban de verse causándole gracia a la rubia e intriga a la pelirroja.
― ¿Y no hay otra habitación para Natsu? ― Inquirió Gray, entrecerró sus ojos viendo al chico frente a él, no le pasaba nada bueno cada vez que estaban a solas.
― No, no la hay ― se apresuró a decir el mayor.
― Bueno… ― Erza junto sus palmas llamando la atención ― me alegra que te sientas mejor Gray, descansa un poco, mañana comenzaremos desde más temprano ―el pelinegro sonrió en respuesta, brindando calma al corazón de la mujer.
― Descansen chicos ―tras una despedida con un enérgico abrazo para Gray, Lucy salió de la habitación acompañada de Happy.
― Yo igual me iré a dormir, ― siguió Erza ― descansen ― antes de salir de la habitación la chica se detuvo en la puerta ―Natsu… ― este la miro, viendo como el dedo de ella se movía en señal de que se acercara más ― asegúrate de no abrazar a Gray esta noche ― susurro en la oreja del varón para salir de la habitación con una carismática y pircara sonrisa en sus labios.
El pelirosa miro con reproche en la dirección en la que Erza se fue, cerró la puerta y camino hasta la cama mientras desabrochaba su camisa y la tiraba al sofá.
― ¿Qué haces? ― Gray se aferró a las sabanas.
― Me preparo para dormir ― comento con toda la simplicidad del mundo, acto seguido se acostó al lado de Gray dándole la espalda y arropándose con la sabana ― hasta mañana ― fue lo último que dijo antes de apagar la luz de su lado.
― Hasta mañana ― se recostó en su posición, apagando la luz y también colocándose a espaldas de Natsu.
***
Suspiro resignado, llevaba más de media hora tratando de conciliar el sueño sin ningún éxito, sus dedos no dejabas de cosquillear en la herida de su labio y es que las imágenes en su mente eran tan latentes que si cerraba sus ojos era capaz de verlas en una perfecta calidad 3D ¿Cómo se suponía que dormiría de esa manera?
El desosiego era el sentimiento presente en su corazón, no podía estar más confundido que ahora… esta no era la primera vez que dormía con Natsu, que exploraba con Natsu, o que salían en una misión, de hecho, ambos habían estado solos por días enteros en trabajos del gremio, pero nunca había sentido esa lluvia de sentimientos que ahora reinaban en su cuerpo.
Se sentía frustrado al no saber lo que pasaba, es cierto que nunca había visto más allá del exterior de Natsu, aun así, y aunque no lo admitiera en voz alta, él lo admiraba, y le quería, era parte de Fairy Tail, era parte de su familia. Pero la imagen fuerte, tosca y bruta de Natsu no era más que simplemente la fachada de su personalidad y lo sabía, un fugaz pensamiento irónico y fuera de lógica lleno su mente por unos segundos.
¿Tal vez… me guste?
Pensó por un instante, y al tiempo después se reprochó mentalmente por pensar estupideces ¿Gustarle Natsu? Para nada, el pelirosa está bastante por debajo de los gustos de Gray. Nunca llegaría a fijarse en alguien como él, tan salvaje, ordinario, sucio, raro, tonto, incrédulo, fuerte, amable, heroico, lindo, su sonrisa única, su suave piel, su cálido coraz… Mierda… esto es grave pensó asustado.
Mientras tanto en la otra habitación… Lucy se encontraba tensa, con vapor saliendo de sus escarlatas mejillas, Erza estaba abraza a ella como un coala, sujetando uno de los pecho de la rubia que estrujaba de vez cuando mientras reía entre sueños.
***
4:30 am y el despertador retumbo en el oído del peligro quien no tardo en tomar dicho aparato para congelarlo y seguir durmiendo de no ser por la escena frente a sus ojos, Natsu quien había salido del baño se había quedado mirando al menor mientras este hacia lo mismo desde su posición boca abajo.
― Tendrás que pagar eso ― señalo el despertador para luego colocarse su vestimenta superior, notando que el pelinegro había vuelto a su sueño profundo.
Se sentó al lado del menor dispuesto a despertarlo, sino quería ser despertado por Erza, pero sus intenciones quedaron en el olvido luego de notar lo relajado y pacifico que podía llegar a verse.
¿Cómo algo tan amargado podía ser tan bonito dormido? Junto su entrecejo ¿Ah que había venido ese pensamiento? Parpadeo varias veces, unas más fuertes que otras y no dudo en zarandear el brazo del menor para despertarlo, provocando quejidos entre sueño.
― ¿Qué hora es? ― Se levantó a regañadientes.
― Temprano, levántate ― Gray obedeció, colocándose de pie y estirando su cuerpo de varias formas hasta que se encerró en el baño tras un portazo, el cual había despertado a un embobado Natsu que de no haber sido por la puerta del baño aun seguiría con la vista pegada al trasero del menor, rasco su mandíbula meditabundo ― Debo deja de hacer eso ― asintió para sí mismo totalmente serio.
― ¿Qué cosa? ― Pregunto curiosa la pelirroja en la oreja del varón, sobresaltándolo.
― Hiiiiiiii E-Erza ¿cuánto llevas ahí? ― Chillo alarmado, notando también que Lucy y Happy esperaban en el marco de la puerta.
― El suficiente ― sonrió guiñando un ojo, palideciendo a Natsu ― siempre he querido decir eso ― sonrió divertida ― acabo de llegar, ¿Y Gray? ― Natsu señalo el baño.
Al cabo de unos minutos Gray salió del baño, secando su cabello y parte superior de su cuerpo, puesto que este se habían colocado sus vaqueros oscuros y sus zapatos en el baño. Al echar la toalla a un lado se percató de la presencia femenina en la habitación, estaba a punto de saludar de no ser porque decidió darle mayor atención a lo cual Erza veía divertida de una manera disimulada, Natsu.
Puede que no se notara, pero el pelirosa estaba totalmente concentrado por no decir hipnotizado por algo en particular, al caer en cuenta de que se trababa, el pelinegro dejo escapar una leve sonrisa de satisfacción, pasando sus manos sugerentemente por su torso desnudo eliminando las gotas que resbalaban de este, acto seguido de colocarse su camiseta negra rompiendo la burbuja de Natsu al no tener ya nada llamando su atención.
Por otro lado, Erza no sabía cómo reaccionar ¿Qué estaba pasando ahí? ¿Acaso vio lo que creyó ver que vía? Decidió no darle muchas vueltas al asunto, dejándolo pasar como uno de los enigmas de la vida.
Al llegar a la montaña no pudieron dar crédito a lo que veían, era cierto que esa montaña era famosa por sus bruscos cambios de climas, pero de estar tropical paso de estar en invierno de un día a otro, estaba totalmente llena de nieve. Sin más que hacer Natsu y Gray tomaron el camino derecho comenzando su recorrido.
― ¿A dónde van?
― ¿A investigar? ― Comento Gray para la pelirroja.
― Esta vez iré contigo ― se acercó al menor ― Natsu, Happy y Lucy irán al lado izquierdo.
― Pensé que formaba equipo con Gray ― interviene Natsu, Erza alzo una ceja incrédula.
― Pues pensaste mal ― señalo a Lucy, mando al pelirosa con la chica.
― Yo solo decía ― refunfuño caminando hasta su equipo.
***
― Oye Gray ― el aludido dejo de observar el acantilado frente a él para ver a la mujer ― tu y yo tenemos una conversación pendiente ― sonrió inocente. El pelinegro bufo con fastidio y entrecerró sus ojos, sabía por dónde iba el tema.
― ¿Cuál? ― Si no podía detener la dichosa conversación por lo menos la alargaría lo más que pudiera.
― Sabes muy bien cuál es, esta vez no me cambiaras el tema ― su sonrisa no era más que una mueca algo siniestra.
― bueno pregunta ― suspiro resignado ― tarde o temprano te enterarías ― menciono sin oponer resistencia.
― Antes de eso quiero que me digas una cosa ― giro hasta ver el rostro de Gray quien le brindaba completa atención ― ¿Qué pasa entre Natsu y tú?