Furicienta!
Akashi x Furihata.
Capitulo 1:
Seriamente… tengo frío.
-No…-prefirió salir de ese lugar rápidamente, a paso tranquilo, armonioso y con suma elegancia se movió escaleras arriba mientra miraba con desden a las doncellas que llenaban el castillo.
-Sei-chan… ¡te tienes que casar!- Grito su primo lejano Reo viendo como el cabello rojo intenso se perdía entre las escaleras y sus pilares a momentos de tal manera perfecta que un suspiro salio de sus labios ¿Qué haría?
No era fácil escoger una doncella, una que le hiciera compañía de por vida. No, no era nada fácil.
En la primera entrevista dedujo que ese día no haría ningún descubrimiento. Y así como predijo se vio rodeado de chiquillas ostentosas que solo vestían vestidos lujosos, joyas caras que sus padres compraban, llenas de perfumen de París (que para su gusto parecía que se perfumaban con alguna clase de pescado u otra sustancia que olía a todo menos a flores, caramelos etc.) y que decir del “extravagante” maquillaje que llevaban en sus rostros; mejillas rojas llegando a un color exagerado; labios rojos y pieles por demás de blancas.
No, el quería alguien simple. Alguien que sin la necesidad de pintarse los labios. Alguien que no ostentara su clase social ni su dinero… en Teoría; todo lo contrario a el.
Sencillamente ninguna de las de ahí presente le atraía, menos con aquellas voces chillantes que le rompía los tímpanos, ninguna se asemejaba a la idea que tenia para una acompañante de por vida… Además que todas aquellas doncellas buscaban dinero y fama.
Seijuurou Akashi quería alguien como Furihata Kouki, alguien totalmente de otro mundo y sobretodo que fuera la persona que lo complemente.
Para Seijuurou Akashi aquella persona no existía, tanto como que para Kouki Furihata un ser perfecto como Akashi Seijuurou no pertenecía a su mundo.
Recostó su cabeza en la almohada, cubrió sus ojos con sus brazos mientras se inundaba de aquel silencio, de aquella soledad que disfrutaba aquella soledad desesperada que buscaba destruir su alma en dolor pero que nunca podía, aquella soledad que lo acompaño siempre y que en ella enteraba su sufrimiento. Esa soledad en la que vivía y se sumergía cada día, cada minuto. Disfrutaba aquel tiempo donde era simplemente el, Ningún rey en ascenso. Donde solo estaba el en un universo disfrutando el olor a flores que emanaba de sus colchas e almohadas.
Disfrutaba…
-Aka-chin debería prepararse para el baile de esta noche.-sonó la voz de su gigante amigo, No podía tener paz ni en un momento desde que volvió de el reino de Kagami Taiga, junto con este y su hermano Kuroko que ya estaban casados.
-… dile a Reo que traiga mi traje.- volvió a cerrar sus ojos mientras lanzaba un bufido y oía los pasos del gigante y el chillar de la puerta que emitía al cerrarse.
Mientras en otra parte mas alejada del castillo se encontraba Furihata Kouki limpiando el piso de la cocina mientras cantaba una canción mientras pensaba en su corta vida.
En aquellos tiempos donde solo quedaba el calor que me brindaba una cama caliente como así también una taza de te o simplemente aquellos momentos de inocencia pura que disfrutaba junto a mi familia… lastimosamente nada es para siempre, lo aprendí a la corta edad de 9 años cuando mis padres murieron por que unos ladrones los atacaron. Mis padres se dedicaban al comercio, mi padre solía trabajar como doctor y mi madre era una medica en las plantas, así que antes teníamos un hermoso jardín lleno de plantas medicinales o cosas así, aunque sufrí mucho en ese tiempo agradezco tener esos pequeños recuerdos de mi niñez que demostraban lo feliz que fui, y aunque ahora sonrío no es la misma felicidad que solo te pueden dar una familia y un hogar hermoso.
Mi niñez fue perfecta, la disfrute y antes de tiempo me vi en la falta de mis padres ahí fue donde llego mi tío Imayoshi quien me rescató para vivir conmigo…
-Es amor… Es amor lo que yo siento, por aquella mirada La, la.-Nuestro pequeño Kouki no entendía por que cantaba aquella canción ¡Ni siquiera llego a sentir algo por alguien! Hasta empezaba a pensar que era Asexual.
-Furihata- protesto su padrino Imayoshi
-¡Si señor!- lanzo un grito agudo a la vez que dejaba de limpiar para ir a lavarse las manos y correr a preparar comida. Todo es un tiempo record que hubiese celebrado de no ser por que
Pasaron unos minutos, solo unos minutos hasta que sintió la presencia de otra persona en la cocina.
-Furihata- Dijo Hanamiya su primo que rara vez lo iba a visitar por que ya estaba casado con Kiyoshi Teppei-. ¿Quieres ir a un baile?
Asintió mientras no se percataba de la sonrisa de Makoto… solo si se hubiese dado cuenta en ese momento… Hanamiya Makoto nunca preguntaba algo y nunca hablaba con gentileza.
***************
-¿Usted también va?- pregunto con cierta curiosidad Furihata mientras miraba a su padrino.
-¡Claro! ¡Quiero ver a mi querido Sakurai! Pero antes tendremos que decirte algo… estamos en ruina, necesitamos dinero y… seducirás al Príncipe que en esto momento esta buscando prometida.
-P-pero… D-digo prometida… una mujer y yo no soy mujer.
-Por eso te vestiremos- expreso con cierto brillo en sus lentes que le dio miedo a Furihata-. Además cumplirás tu sueño de ser mujer.
Furihata se quiso quejar; gritar que no y salir a esconderse a la casa de Shumpei o la casa de Riko. Pero solo se dejo arrastrar mientras aun seguía en un trance y en su falso mundo donde solo le decían que estaban en ruina y que tendría que trabajar… ¡Pobre Furihata!
En cuestión de minutos Nuestro amado Furihata se encontraba entubado en un vestido horrible; con las piernas esbeltas y depiladas; con aquella peluca del mismo tono marrón de su cabello que le llegaba hasta los omoplatos y con unos guantes de encaje que le daban picazón en las manos.
Agradeció internamente que no lo hayan maquillado, se vería ridículo y la moda que llego a Rakuzan era horrible… Aunque eso no impidió casi caerse cuando vio su reflejo en aquel espejo de cuerpo completo.
Su vestido que cubría todo su cuerpo; pomposo y de un color azul rey con toques dorados. Que le daba poco movilidad (de por si ya era torpe, no quería imaginar como caminaría como una “Señorita” con aquel vestido), aquel peinado horrible que le hicieron y… sobre todo ¡Aquel moño que le habían puesto en el cabello y que estaba en los costados de las mangas del vestido!
Ni el príncipe lograría creer que era Mujer…
…
¡¿Dónde quedaba su honor como Macho Pecho peludo?! ¡¡Aunque no tenia el pecho con pelos!! ¡¡Pero lo importante era otra cosa!! ¡¡Que ya no recordaba!!
Y otra vez, sin su consentimiento fue arrastrado al carruaje e sin su ideal llego a las puertas del castillo Akashi…
-Como te sientes…- ordeno que diera una respuesta Imayoshi cuando ya estaban en la puerta del lujoso castillo.
-Seriamente… tengo frío- respondió la persona que se vestía de mujer.
-Muy bien. Nos esperan adentro.
Pasaron a aquel inmenso salón, todas las doncellas vestían y maquillaban como ya era costumbre, suspiro y prosiguió a
.
.
.
¡¡ ¿Dónde estoy?!!
Ese fue el primer pensamiento de nuestro dulce Kouki al cruzar aquella puerta que lo condujo a un mundo distinto… ¡Muy distinto!
Un mundo donde casi rompe unos Jarrones que se veían de alto costo y donde estaba presente en una fuerte discusión.
-…-
¡¡Yo solo me quería ir!!
Y ahora estaba viendo como a su amigo Kagami temblaba con la presencia de aquel chico de ojos diferentes… ¡¡Seguro se desmayo!!
-No esta soñando…- dijo una voz atrás de el que lo hizo caer al piso y hacer que se cayera la peluca…
…
¡Todo las miradas estaban sobre el ahora!
Sudo frío… sin pensarlo mucho se acerco al pelirrojo que tenia la mano lastimada, no sabia por que pero sus pensamientos se esfumaron ¡Era una misión suicida! El mismo vio como aquel chico quiso apuñalar a Kagami con el vidrio ¡¡Pero ahora el estaba haciendo que el chico soltara el vidrio y vendando su mano!! ¡¡Era suicida!!
…
-¡¡Pervertido!!- Grito al sentir como el de pelo rojo levantaba su vestido. Tanta fuerza hizo que termino en el piso sonrojado.
Sin pensarlo mucho le tiro su zapato y salio corriendo… ¡NO! Fue lo primero que se le vino en la mente cuando vio el cuadro colgado del príncipe Akashi Seijuurou… y que era el mismo a el que le había tirado el zapato…
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.
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A 15 minutos que el baile empezó mi hermano junto a Kagami Taiga me llamaron al jardín para decirme algo, justamente el que mi querido Hermano menor Kuroko se encontraba embarazado del mal nacido de Kagami Taiga… de igual manera pude notar que alguien mas lo acompañaba, un chico gracias a su contextura delgada podría pasar desapercibida a los ojos de casi cualquiera. Claro que los mío pudieron ver através de su rostro y de su cuerpo dándome cuenta que era un Hombre.
Graciosamente no medí mi impulso por lo cual termine casi dejando sin Padre a mi futuro sobrino o sobrina. Y a la vez también presione demasiado el vidrio (Que no entiendo como obtuve…) causando una herida…
El chico vestido de mujer vendo mi mano con cuidado, al momento en el que mi piel rozo con la suya una descarga abrumo mi ser y decidí comprobar si era verdaderamente un chico (Claro que posteriormente analice sus facciones dulces y me embriague con el aroma que su cuerpo destilaba para mi) levantando su vestido, era una hazaña vil para ver si utilizaba la ropa interior de una mujer, como mis cálculos predestinaron la utilizaba.
El chico era lindo; sus ojos de color marrón claro mostraban inocencia que en ese momento desee destruir; su cuerpo esbelto temblaba bajo mi protección como las copas de los árboles frente a una gran llovizna o unos fuertes vientos; su cabello del mismo color de sus ojos parecía suave; la gentileza que en sus manos empleo para curar aquella herida me cautivo… pero si no me hubiese enfrascado en mis pensamientos no lo hubiese dejado ir, desde el momento en el que fije mis ojos en el. Me perteneció, ahora era mío gracia a la autoridad que me daba yo mismo a que el me perteneciera.
Ahora era mío… aun así el enojo contra Kagami Taiga no había cesado, los sentimientos descubiertos sobre ese chico que estaba seguro de querer (NO amor, capaz que este se presentara con el tiempo, solo era un querer) se movían en mi cuerpo, pero la ira creciente que mi ser destilaba contra Kagami.
-Furi…- menciono ahora la razón de mi enojo, en un leve murmullo que llego en mis oídos dándome esperanzas de encontrar a esa persona.
-dame su nombre…- mi voz sonó enojada y las palabras fueron dichas en una orden. No estaba rogando por tener su nombre, estaba ordenando como buen emperador que llamaba ser.
-…- no escuche ruido más que la gran bocanada de aire que tomo Kagami para después decir el nombre de mi futuro prometido.
Furihata Kouki… desde este momento te reclamo.
Posteriormente alce el zapato que me había lanzado antes de huir, mañana seria un nuevo día.
Camino hacia donde se encontraba Murakasibara con Reo, calmadamente me aproxime diciendo que por hoy me retiraría.
-¿ya te vas a dormir Sei-chan? ¡Todavia no elegiste esposa!- Reo siseo con ira mal reprimida, me abtuve de decirle alguna cosa, mi paciencia era buena me repetia mentalmente.
-Ya elegí…- lance un suspiro y sus miradas se llenaron de confusión y alegría, proseguí a decir las palabras “claves”-. Investiguen a Furihata Kouki, mi futuro prometido…
-¿¡Prometido?!- Murakasibara me miro con una cara un poco sorprendida mientras Reo lanzaba un grito.
-Nunca especificaron el sexo…-Mencione, esta platica breve me estaba cansado, esperaba tener la información lo mas rápido posible o yo mismo la recolectaría. Le di el zapato a Reo y el me miro con una cara de confusión.
-¿Qué es---
Reo para sus palabras al darse cuenta que ya me encontraba subiendo la escaleras… “Mi Prometido” sonaba tan bien.
Con ese pensamiento proseguí a mis aposentos, necesitaba concentrarme en como obtener el corazón de aquella persona.
Continuara…