Capítulo 11: Sayonara-nai desu, koneko. (Gatito, no es adiós.)
Ya había pasado una semana desde que Law se había unido a la vida diaria de Kid y si algo había aprendido del pelirrojo era su rutina diaria.
Por las mañanas clases de la universidad y por las tardes el trabajo en el taller con intervalos de tiempo entre Grove y Grove para comprar comida y lo necesario para el aseo personal.
La vida del pelirrojo en si era una rutina diaria.
La rutina solo la aprecian los que nunca la han tenido…
***Grove 13***
-Hey Law.
-¿Qué?
-Hoy no tengo trabajo en el taller ¿Qué te parece si vamos a comer fuera?
-Eustass-ya, no lo estas sugiriendo solo porque el tal Kizaru está con las clases de regularización a las que estás obligado a asistir ¿Cierto?
-… No~ — Respondió desviando la mirada.
-Ve a esas clases o no tendrás sexo por un mes por cada clase a la que faltes.
-¡¡ ¿Por qué tanto?!!
-Bien creo que mi trasero descansará por dos años.
-¡¡Noo!!... por cierto, ¿No irás a la clínica?
-Kureha-ya dijo que podía descansar hoy.
-¿Lo ves? El destino dice que salgamos a pasear juntos.
-Estoy pensando en duplicar la cuota a dos meses por clase.
-¡¡Está bien!! Pero me debes una noche de sexo duro — Kid salió de la casa a paso presuroso, de alguna manera parecía ser un cachorro que obedecía fielmente al moreno.
Después de una hora de ocuparse en el aseo de la casa y más que nada durante esa semana la “bodega” que ahora era un estudio en toda la extensión de la palabra, donde Law pasaba las horas libres en el repaso de libros de medicina proporcionados por Kureha en su mayoría.
En verdad se había adaptado fácilmente a la vida tranquila que le proporcionaba la estadía con Kid.
No tenía los lujos que había en la mansión Donquixote, pero ahora más que nunca se daba cuenta que no quería vivir en ese mundo.
Luego de dos horas escucho que tocaban la puerta, salió con calma, no conocía a más de diez personas en Sabaody era seguro que fuese alguno de sus conocidos.
Cuando abrió la puerta un rubio de cabello largo le saludo.
-Hola, Trafalgar.
-Killer-ya, hola ¿Qué se te ofrece?
-Pasé a avisarte que Beppo se fue con Kid y gracias por prestarlo a Pen-chan para que le acompañe por las tardes.
-A Beppo le agrada Pengüin-ya por eso le acompaña, no tienes que agradecer, de hecho yo debería agradecerles el que lo alimenten.
-Eso no es problema, a Pen-chan le agradan los animales…
Se quedaron un rato charlando fuera de la casa a petición de Killer que quería tomar u poco de sol de la mañana, aunque en realidad no quería malentendidos por estar con Law a solas.
Ambos estaban por despedirse cuando fueron interrumpidos por un rubio de tres metros con el cabello corto y vestimentas estrafalarias.
-Law-chan.
-¡¡¡…!!!
-¿…Quién es?
El cuerpo de Law se congeló con esa voz.
Killer observo al recién llegado y alternó su mirada desde Law hasta el estrafalario rubio de tres metros.
-… Donquixote-ya… — susurró Law al tiempo que se giraba a mirar al hombre a sus espaldas.
-… — La reacción de Law no fue desapercibida por Killer, parecía que “ese” tipo le causaba miedo a Law.
-Te he estado buscando, ya me estabas preocupando Law-chan.
-¿Qué quieres Donquixote-ya?
-¿Recuerdas que teníamos un trato? “Tú puedes estudiar medicina, a cambio de trabajar para mí”
-La última vez cambiaste “ese” trato.
-Cierto y fue un error, por eso ahora te pido que consideres mi nueva oferta.
-¿Para que la cambies nuevamente a tu conveniencia?
-Está vez es mucho más importante… — Donquixote se mantenía serio, algo nunca presenciado en él. Esa siempre exasperante sonrisa no estaba en su rostro —… ¿Qué dices lo reconsideras?
-…
-Como incentivo te diré un secreto, cuando supe que estabas en Sabaody salí a tu encuentro tan pronto que no ordené dieran con la gente con la cual has tenido contacto durante todo este tiempo, no tengo ni la más remota idea de que has estado haciendo durante estas tres semanas, sí todo salé bien, serás libre ¿Qué dices?
-“… Libre…”
***Grove 7***
Pengüin había llegado a la clínica de Kureha acompañado de Killer hace dos horas, pero durante toda la mañana los ascos le habían estado molestando y lo último de las medicinas para las náuseas que tenían en el consultorio lo había bebido el día anterior y la poca reserva que le quedaba la tenía en casa, así que para evitar alguna complicación por el esfuerzo de las arcadas Kureha le dijo que fuese a casa a descansar.
Shachi termino acompañándole, no podía quedarse solo en el consultorio por sus casi cinco meses de gestación y tampoco era seguro que Pengüin se fuese solo, por esa razón terminaron yendo juntos hacia el Grove 15.
Cuando estaban por llegar a casa de Kid en el Grove 13 distinguieron la figura de Killer y Law, pero lo que no esperaban ver era a Donquixote hablando con ambos.
Presurosos se escondieron detrás de la casa antes de que los viesen, pero algunos hombres que trabajaban para Donquixote les retuvieron a medio camino, cumpliendo las órdenes de su amo: “Atrapen a todo hombre fértil que encuentren SIN lastimarlos”
Los hombres que habían rodeado a ambos chicos los reconocieron de inmediato, eran los dos chicos que Law había ayudado a escapar hace más de medio año.
Al verse rodeados, Pengüin se paró delante de Shachi para que no le lastimasen.
Un hombre iba a atacarle golpeándolo con el rifle que llevaba, justo en ese momento una nueva arcada hizo que Pengüin ignorando al tipo tratara de detener el regurgitar de su desayuno colocando ambas manos cubriendo su boca.
-Detente idiota, el chico está en gestación, si le haces daño el amo te matará — Exigió un hombre al que reconocía como “Señor” uno de los más confiables hombres de Donquixote.
-¿Es cierto?
-S-Sí, voy para tres meses — Respondió obediente Pengüin.
-Ya saben lo que pasará sino obedecen ¿Cierto?
-Sí — Respondieron ambos bajando la cabeza.
-Es difícil abandonar la vida que pudieron haber tenido aquí, pero es eso o ser llevados a la fuerza y… no les recomiendo eso, caminen — ¨Señor¨ les indicó abordar un auto negro que esperaba a Donquixote, subieron sentándose en la parte trasera, era una camioneta de ocho asientos por lo tanto cabían perfectamente sin estar incomodos.
-¿Señor?
-Dime.
-Pengüin tiene demasiadas náuseas, ¿Cree que podamos pasar a alguna farmacia?
-¿Hay medicamento que puedan tomar sin riesgos con el embarazo?
-Sí, son más leves en las dosis, así no hay peligro al ingerirlos.
-El Joven amo aún tardará un poco ¿Te sirven las galletas saladas?
-Sí.
-En aquella caja puedes tomar las que gustes — Les señaló una caja de dulces del parque de Sabaody llena de galletas saladas de edición especial, eran de figuras de osos y demás animales.
-Gracias.
Ambos chicos se quedaron dentro de la camioneta que era custodiada por tres hombres con ropas de turistas, pasar desapercibido como un turista era lo más fácil en Sabaody.
///Al frente de la casa///
El silencio se había hecho entre Donquixote y Law, tratando de entender Killer intervino en la conversación llamando la atención del rubio más alto.
-Trafalgar, ¿Quién es?
-… Es…
-¿Está es la persona que ha estado cuidando de ti Law-chan?
-Soy… — Killer trató de presentarse, pero fue interrumpido por Law.
-Es un pobre idiota que no tiene nada que ver conmigo — Renegó Law con voz gruesa y rencorosa, como si en verdad despreciase a Killer.
-… Lo proteges… — La apariencia de Doflamingo se volvió amenazadora —… ¿Acaso te hizo pagarle con sexo? Todos tus ahorros se quedaron en casa, ¿Será que te toco indebidamente?
-… Trafalgar… — Killer no entendía nada ¿Qué ese hombre no era de quién huía Law?
-El imbécil dijo que me esperaría hasta que estuviese seguro de amarlo, en verdad de haber sabido que en Sabaody había tantos hombres cursis habría ido hacía otro destino turístico.
-Me estás diciendo que este hombre es la persona a quien esperabas encontrar — Killer trató de seguirle a Law ese extraño juego, comprendió que no era él quien estaba en peligro, al parecer ese hombre era muy celoso con Law y si se enteraba de la existencia de Kid, no había razón para considerar que la seguridad del pelirrojo se mantendría intacta con ese hombre acechándolo.
-Pelo largo-ya… — Law se dirigió a Killer con una característica de su persona, algo que delataba la falta de confianza con las personas que tenía a su alrededor —… Ni siquiera puedo agradecerte la estadía en tu casa, no había pasado miseria antes y contigo es obvio que no la pasaré por más tiempo.
-¿Es todo lo que tienes que decir? — Esas palabras sin duda molestaron a Killer, a pesar de todo él sabía que Kid se esforzaba por que no le faltase nada a Law.
-Este mocoso me está haciendo enojar — Donquixote siempre defendía a su “familia” pero en especial a Law que era el más joven.
Aunque ahora se habían unido a su familia Dellinger y Sugar, Law seguía ocupando un lugar especial en la familia, él no se había unido por capricho ni por no tener a donde ir, sus razones eran más serias y tal vez por suerte nadie en la familia repetía sus razones; Pero ver que “ese” miserable mocoso que ni siquiera podía protegerlo, se atrevía a tratar de recriminarle algo como su estadía en ese cuchitril al que llamaba “casa” ¿Era una broma? Que Law viviese en un lugar como ese, Law solo era digno de los más hermosos castillos.
¿Cómo puede intentar recriminarle tal tontería?
-Ignóralo, no me interesa volver a verlo, nunca.
-Entonces ¿Puedo darle un trato “especial”?
-… ¿Qué?
-¡¡¡…!!!... Déjalo vivir…
-… “¿En verdad piensa asesinar a alguien como si nada?”
-… Lo defiendes.
-… Quiero que viva con la humillación de nunca haberme tocado.
-Y nunca lo hará — Doflamingo se acercaba amenazadoramente a Killer.
-¡¡Donquixote!! ¡¡Vámonos ya!! ¡No quiero seguir en este lugar, ¿Qué no hay razón urgente para que vinieses personalmente por mí?
-¡¡¡…!!! Tienes razón Law-chan, ¡¡Nos vamos!!
Donquixote subió al auto después de Law que se había quedado sin habla al ver a Pengüin y a Shachi ya dentro del auto.
Law se sentó en silencio cuando ambos chicos sonrieron tratando de calmarlo.
-Law-sempai, nos habrían encontrado de cualquier forma.
-Shachi tiene razón, Law-sempai estamos bien.
-Umh… — Law solo asintió con la cabeza desviando la mirada de los dos chicos — “Pero tal vez, no habría sido tan pronto de no haber venido”
-Me alegra que nos lleven junto a Law-sempai, de no haber sido así… — Trato de animar el ambiente Shachi.
-Tal vez nos habrían lastimado y a… — Pengüin trato de secundarlo pero al darse cuenta de que ya no estarían con Killer y Heat ni con la doctora Kureha, Chopper o con alguna de las personas que habían conocido a lo largo de los meses en Sabaody.
El auto se impregno del silencio, era obvio que no volverían.
-“Ni siquiera hubo despedida.” — El peor miedo de Pengüin se hizo realidad.
-… — Shachi no dijo nada, solo abrazo su vientre acariciando su bebe.
-… — Law miró por la ventana el recorrido hasta el aeropuerto de Sabaody en el Grove 37, solo dos Groves antes de la universidad, tenía la esperanza de ver por última vez al pelirrojo — “Si vuelve antes… si se aburre en clases… si tan solo pudiera verlo una vez más…” — La vista de Law fue empañada por gruesas lágrimas que derramó en silencio.
-Díganme… — Hablo Donquixote desde el asiento de enfrente —… ¿En verdad no comprenden lo que se han arriesgado durante todo este tiempo en Sabaody tan cerca de la casa de subastas? ¿O acaso era la casa de subastas su idea de “libertad”?
-…
-…
-…
Ninguno contestó a sus dudas sin, no podían hacerlo sin mencionar a los jóvenes que les protegían de ir a dar a la casa de subastas.
-La única razón de que no hayan sido vendidos es que alguien los protegió ¿Cierto? Ahora que recuerdo, la doctora Kureha vive en Sabaody, ella fue su mentora sino mal recuerdo, su fama es única en el mundo de la medicina, aun así, no creo que haya sido suficiente para cuidar de ustedes.
-Donquixote…
-Umh.
-Ya vamos en rumbo a Dressroosa, no hay razón para interesarse en lo vivido en este lugar.
-Cierto, no hay razón ni la habrá para recodar este lugar.
El auto siguió avanzando hasta su destino.
Después de llegar al aeropuerto abordaron el avión privado que despegó con rumbo al reino de Dressroosa.
***Grove 13***
-¿Qué quieres decir con que se fue?
-Decir que se fue no es lo más adecuado, un tipo vino por él.
-… Eso no…
-Dijo que nunca ha vivido en la miseria y no lo haría aquí.
-… — Kid apretó los dientes conteniendo la furia —… Killer, sabes tan bien como yo que…
-Aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión.
-Pero tal parece ser que la jaula es para tres aves — Intervino Heat en la conversación entrando a la sala del pelirrojo donde habían estado hablando Killer y Kid, sobre lo sucedido con Law.
-¿A qué te ref…? ¡¡…!! ¿¿Se los han llevado a los tres?? ¿Cómo…? — Killer lo sospechaba, pero estaba seguro que Pengüin estaría con Kureha.
-Kureha dijo que Shachi había acompañado a Pengüin a casa, ¿Lo has visto?
-…
-¡¿Kid?! ¿Dónde vas? — El pelirrojo se apresuró a la salida.
-A Dressroosa.
-¿Qué?
-¿Por qué a Dressroosa capitán?
-La maleta de Law tenía una tarjeta del aeropuerto con esa dirección.
-Capitán, voy con usted.
-Kid, esto nos devolverá a la ilegal, lo sabes ¿Verdad?
-No sé ustedes — Respondió el pelirrojo tomando el abrigo del perchero y colocándolo sobre sus hombros — Pero yo no estoy hecho para la vida civil.
-Ahhh~ — Suspiró Killer estirando su cuerpo des-estresándose — A decir verdad, ya me estaba hartando de la vida civil, nunca creí que fuese tan aburrida.
-Estoy completamente de acuerdo capitán.
-¡¡Bien, en marcha!!
-Sí capitán.
-Entendido capitán.
Y La rutina solo la aprecian los que nunca la han tenido… y los que se conforman en la vida.
Continuará…
Próximo capítulo: …¿Por esta razón me trajiste?