Capítulo 22: Koneko, Konna kimochi hajimete da yo. (Gatito, es la primera vez que siento esta clase de sentimiento.)
La revisión del médico le rectifico a Law sus sospechas, aun siendo él un graduado en medicina quería una segunda opinión.
-Los síntomas persistirán, al menos los primeros cinco meses, si llegan a ser muy fuertes debes ir con algún doctor, no importa que no sea yo pero, si gustas trataré de mantenerme pendiente de tu tiempo de gestación.
-Preferiría que fuese usted quien me atendiese, por favor… — Pidió Law.
-Está bien, sigue tomando el té, procura no tomar demasiado o tu cuerpo lo asimilará y perderá su efecto.
-Gracias.
Eso había sido hace una hora, cuando Law se había calmado inmediatamente el medico que se presentó como Hiruluk le dio las indicaciones necesarias a Law.
Kid había decidido preparar la cena, ahora que rectificaba que eran dos los bebés los que crecían en el vientre de Law, debía asegurarse de que el moreno se alimentará adecuadamente.
-Ya está la cena, siéntate.
-No me des ordenes Eustass-ya, además puedo andar hasta ¨el comedor¨ a dos metros de mí.
-No te quejes del espacio, no necesitamos mucho. Y deja de intentar levantarte, por ahora descansa… — Pidió el pelirrojo al tiempo que le daba el plato de sopa a Law que seguía sobre la cama.
-Eustass-ya…
-Dime.
-¿Te gusta este lugar?
-¿A qué te refieres?... — Kid se había jalado una silla donde se sentó frente al moreno y dejó la cuchara con sopa que se llevaba a la boca, prestando completa atención al moreno.
-Tú vivías en Sabaody, es un lugar cálido y Drum es una isla fría.
-Por mi está bien, si tú quieres estar aquí, con eso me basta.
-¿Y los demás?
-Si tú y yo nos las estamos arreglando, ellos también podrán. Come, es lo que importa por ahora.
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El tiempo en Drum pasó de prisa, Law ya tenía cinco meses de gestación y entre el aumento de peso, cambios de humor, náuseas que poco a poco desaparecían, eran síntomas llevaderos para el moreno, más que nada si se consideraba al pelirrojo entre las ¨molestias del embarazo¨ con su constante:
-¨No salgas, No te esfuerces mucho, Es peligroso para ti.¨ — Esas eran ahora las frases favoritas de Kid.
Al principio le fue difícil a Law, NO matar al pelirrojo, más que nada porque le estaba ¨ordenando¨ cuidarse, a eso sumándole todos los anteriores síntomas, sin duda era casi un milagro que Kid siguiese con vida.
Sin embargo, ahora mismo Law estaba enfundado en su abrigo negro dirigiéndose al pueblo, sus conocimientos en medicina y farmacología le habían servido para que Hiruluk lo contratara como ayudante, más que nada porque el hombre era un desastre como recetario. La verdad Law no entendía como el hombre no lo había diagnosticado con mal renal con la ¨inflamación¨ de su abdomen, pero sinceramente lo agradecía.
Hiruluk era el médico que cobraba más barato de toda la isla, incluso en más de una ocasión le bastaba con el ¨gracias¨ de un paciente, pero con sus errores en la medicación, era un arma de doble filo asistir con él a consulta.
En el consultorio, Law era el encargado de producir el medicamento y administrarlo, un trabajo relajado y apropiado para la salud del moreno.
Aunque a veces extrañaba la sala de emergencia y operaciones, cada que recordaba sus ansias por hacer algo más, Law sonreía mientras acariciaba su vientre, soportaría por un tiempo más, hasta asegurar la salud de sus bebés.
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Desde que llegaron a Drum, Kid se encargaba de la comida y las tareas pesadas de la casa, la salud y bienestar de Law iban primero. El pelirrojo también se dedicaba a la caza de venado, vendía la piel y la carne que sobraba a los aldeanos o la intercambiaba por verduras.
La cacería era lo que más le gustaba al pelirrojo, despertaba de alguna forma sus entumecidos instintos asesinos.
Cuando había ventisca y no podía salir a cazar ayudaba en los invernaderos del pueblo en la coseche de vegetales y el arado de la tierra.
Él mismo se había reído de su actual vida, hacía no mucho que se quejaba de la monotonía y ahora adoptaba una rutina demasiado tranquila, e incluso aunque podía ayudar al herrero de vez en cuando a reparar los trineos de nieve, concedía que su vida se había vuelto ¨casi¨ aburrida.
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-Eustass-ya… — Saludó Law al ver entrar al pelirrojo, el consultorio había mejorado su servicio pero no por eso aumentado su cuota, aunque sí los pacientes que asistían.
-¿Ya terminaste?... — Cuestionó Kid acercándose hasta la mesa donde trabajaba Law y tomó al moreno suavemente desde el mentón robándole un delicado beso de sus labios al tiempo que con su otra mano acariciaba tiernamente el vientre de Law cubierto por el abrogo.
-¡Eustass-ya!... — Se quejó Law al verse nuevamente observado por los pacientes que esperaban su turno en la sala de espera, continua a donde estaba él —… Te he dicho que no hagas eso.
No era que Law se avergonzase o que le disgustase que todos en el pueblo supiesen sobre su relación con Kid. El problema era que cuando algunos niños lo veían, estos le preguntaban a Law del porque Kid lo besaba siendo que ambos eran hombres.
En alguna otra circunstancia, Law los habría ignorado o dicho cualquier tontería, pero no podía, los niños con los que había convivido antes eran egoístas y molestos, por el contrario las personas de este pueblo eran demasiado amables, hasta empalagosas con él y Law no era grosero o descortés con las personas que eran amables con él, sobre todo conociendo su condición de ¨fenómeno¨ por muy común o que cada vez se viesen más casos de embarazo masculino.
Lo raro era que todos en Drum parecían curiosos y hasta felices de presenciar su caso.
Incluso algunas ¨mamás¨ le habían dicho:
-… Pero a los cinco meses, no te podrás ni mover… — Decía una mujer cargando un bebe en su espalda y una bolsa con despensa en cada mano.
-Si puedes ir al baño tú solo, considérate afortunado… — Terminó una chica de baja estatura que llevaba varios estambres de lana en sus manos.
-Pero también debes probar el sexo… — Terminó una mujer alta acercándose demasiado al moreno para disgusto de este.
-Sí, ¡¡Es exquisito!!... — Concedieron las demás mujeres.
-… — Ante toda la charla, Law había permanecido en silencio, simplemente estaba demasiado cohibido de escuchar a esa mujeres tratándolo como ¨una más¨ de ellas.
Y a todo eso había ayudado mucho (Demasiado.) el que Kid siendo un ¨hombre de porte salvaje¨ lo tratará de forma tan dulce y melosa delante de cualquier ¨afortunado¨ que pudiese presenciar uno de sus besos o cariñitos dados a Law.
-¿Ha venido ya por ti?
-Hiruluk-ya, dígale a Eustass-ya que los mimos están prohibidos dentro del consultorio.
-¿Eh?
-Eso ya lo sé… —Interrumpió Kid al medio.
-¿Entonces porque…?... — Law fue silenciado con otro beso.
-Estamos en la farmacia.
-¡¡Solo es un escritorio, una silla, un estante y yo!!
-Entonces vamos a la ¨sala de espera¨ (Una dormilona y una mesilla de centro a penas retiradas de ellos por el estante.)… — Solucionó Kid halando al moreno.
-¡¡BAKASTASS-YA!!
-Que lindos…* — Ambos escucharon el susurro de varios pacientes que trataban de no ser escuchados e interrumpir la escena, pero fueron lo suficientemente audibles para que ambos se dieran cuenta de que los observaban atentamente.
-Bueno, nosotros nos vamos… — Kid trato de salir de ese lugar lo antes posible.
-Hasta Luego Hiruluk-ya.
-Cuídense ambos, recuerda descansar Law.
-Sí, gracias.
Salieron completamente sonrojados, ellos estaban acostumbrados a ser rechazados y más cuando la gente se enteraba de sus preferencias sexuales, no a ser vistos como la novela de las más románticas de Ashika Sakura o Ayano Yamane.*
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Luego de llegar a la que por el momento era su casa, Kid preparo la cena ayudado de Law que pelaba algunas papas o al menos lo intentaba según las propias palabras del moreno.
La cena fue ligera y cayó la noche que pronosticaba una ventisca por las ráfagas de viento que se sentían tan repentinas.
Aseguradas las ventanas y la puerta, Kid bajo la flama del quinqué sobre la mesa, Law ya estaba recostado en la cama con un libro en sus manos, la falta de luz le hizo entender la indirecta: ¨Hora de dormir, deja ese libro¨
Sin protestar, Law dejó el libro que le había prestado Hiruluk junto al vaso de leche que se había propuesto beber todos los días ya fuese por la mañana o la noche, ambos sobre la silla que Law usaba de buró dejándola cerca de la cama.
Sintió al pelirrojo adentrarse bajo las mantas y rodearlo con ambos brazos casi instintivamente, como si fuese una rutina desde que se conocieron.
Abrazarlo y dejarle recostado sobre la cama, colocándose sobre él besándolo apasionadamente.
Todo bien, todo normal, hasta que Law se percató de que Kid invadía su boca con una traviesa e insistente lengua que jugueteaba con la suya, incitándole a participar. Mientras con ambas manos retiraba el pantalón del pijama del moreno.
Kid disfrutaba saborear nuevamente la dulce y embriagante saliva de su moreno.
-Eustass-ya… no pode… ¡¡Umhg!! — Law voz de Law fallo con un excitante gemido al tiempo que Kid llego hasta su miembro y comenzó a acariciarlo suavemente con una de sus manos.
-Los del invernadero… me dijeron que con cinco meses… se puede… — La voz del pelirrojo se escuchó grave y desesperada por poseer a Law.
-¿T-también… a ti…?
-Iré despacio… lo prometo… — Suplicó el pelirrojo besando suavemente la frente del moreno que se ruborizaba cada vez que presenciaba esa etapa tan tierna por parte de Kid.
-Está bien… — Cedió Law rodeando el cuello del pelirrojo con ambos brazos y levantándose un poco en busca de un nuevo y sofocante beso que le dejase sin aliento —… Pe… pero… no puedes meterlo todo… Aah~— Terminó jadeando luego de separase de los labios de Kid, este había ido a por su cuello succionando y mordiendo su piel que se erizaba con solo el aliento de Eustass… — ¡¡Aaahg!!... ¡¡No… e-está fría!!... — Kid había usado la leche que no le había permitido beber al moreno con tan repentino asalto.
-No tengo otra cosa para lubricarte… — Susurró Kid sobre el oído de Law con el que se entretenía mordiéndolo levemente para estimular al moreno —… Espera… ahora te caliento… — Dijo colocándose entre las piernas de Law acariciando la tan abandonada y estrecha entrada de su amante. Con sus dedos aun húmedos del lácteo buscó palpando lentamente y poco a poco adentrando un dedo hasta hacerlo desaparecer en el interior del moreno que lagrimeaba por todo el placer que ese único dedo ya le estaba provocando.
-¡¡AAAHG!!... ah... aahg… — E inevitablemente gritó deleitado cuando Kid introdujo el segundo dedo haciéndolo girar con el primero para dilatar su exquisita entrada —… ¡¡MMHG!!... — Y para evitar desgarrar sus cuerdas bucales con tantos gritos de placer, mordió el hombro del pelirrojo.
-¡Law!... Sabes que eso me fascina… deja de morder… sino quieres que pierda… ah… lo poco que me queda de control.
-Ah… y como… ¿Cómo crees… que me siento yo… luego de un celibato tan largo?... — Cuestionó el moreno besando repetidamente el hombro herido de Kid, con los ojos entrecerrados y las mejillas ardiendo por su repentina sinceridad.
-De haberlo dicho, te la habría mamado al menos.
-Bakastass-ya, bien sabes que ninguno nos habríamos conformado con solo eso.
Las mejillas de Law se inflaron por tratar de no reír al solo imaginar a Kid intentando ¨devorarlo¨ luego de solo una felación.
-¿Listo? No aguanto más.
-Sí… pero…
-Lo hare despacio… romántico… como la primera vez que despertaste en mi cama ya siendo mío.
-¡¡Eustass-yaaah…!! — Law se arqueo al sentir a Kid invadiendo su cuerpo, había pasado tanto tiempo o al menos así lo sentía su piel y el hecho de que el embarazo lo hiciera más sensible no le ayudaba, estaba por venirse con solo volver a sentir al pelirrojo separando los delicados nervios de su culito con aquella verga tan gruesa y dura que poseía su pelirrojo.
-Law… — Kid creía derretirse por solo ver al moreno debajo de él, llamándolo con aquel rostro lleno de placer, los ojos fuertemente cerrados, las mejillas rojas a más no poder y su saliva escapando de sus labios recorriendo su piel hasta perderse en su cuello. Y trago su propia saliva al presenciar el momento justo en que Law se había corrido con un gemido retenido al morder su labio inferior, mojando su abdomen y salpicando su pecho, en verdad Law estaba demasiado sensible pues los espasmos repetitivos del moreno que estrujaban su virilidad tan deliciosamente eran una prueba irrefutable de lo sensitivo que estaba Law.
-E-Eustass-ya… muévete… por favor… lento… aah~ — Law no podía dejar de jadear con cada intento por hacer escuchar su voz, eso solo hizo que el miembro de Kid se hinchará más hasta el punto de comenzar a dolerle.
-Lawhhg… — Kid tuvo que morder su labio inferior para no gritar una frase demasiado vulgar para el momento de intimidad que tenía con Law.
-¡¡Umhg!!... —Por su parte, el moreno volvió a morder el hombro de Kid para no gritar mientras apretaba con sus piernas las caderas de Kid, no podía rodearlo para evitar que el pelirrojo entrase por completo y causase un desgarre en su interior, debía mantener un lado cuerdo, aunque cada vez le era más imposible.
Un lento vaivén se hizo entre ambos, tan lento que les permitía sentir cada centímetro con el que Law era invadido y viceversa.
Kid podía jurar que el interior de Law se había vuelto mucho más suave o tal vez la leche era mucho mejor lubricante que la saliva y los productos especializados.
Las envestidas siempre fueron suaves, tan lentas y delicadas, tal exceso de sutileza hizo que Law sintiera el deseo de tener los labios de Kid.
-E-Eustass-ya… ¡ah…!
-¿Sí?... ¡umg!
-¿Me… me das un beso?
-Tantos como mi Law quiera.
Con aquellas palabras, el corazón de ambos dio un salto, ¿Desde cuándo eran tan románticos?
Lo usual era que el moreno jalase los cabellos de Kid hasta que estuviese a su alcance para besarlo.
Y Kid solía estrujarlo fuertemente imprimiendo él el ritmo del beso.
Pero ahora, Law casi suplicaba por un beso y Kid dejaba que el moreno invadiera también su boca y juntos bebieran la saliva del otro.
Law rodeando del cuello al pelirrojo y Kid sosteniéndose con sus brazos para no recargar su peso en el moreno y así evitar lastimarlo, a él y a esos dos bebés productos de sus noches de pasión y lujuria que ahora solamente eran únicas y obvias muestras de amor.
-Ummhg… — sin deshacer el beso Law ahogó sus gemidos en la boca del pelirrojo. Por segunda vez se había venido mojando con su semilla ambos cuerpos y aprisionando con cada espasmo el miembro del pelirrojo para que también se viniera pero dentro de él.
-Ummhg… aah… Laawh~… MI Law… — Cuándo Kid se derramó inundando las entrañas de Law, no pudo más que respirar agitadamente entre cada palabra, los espasmos del moreno parecían querer exprimirlo hasta que terminara de vaciarse en su interior.
Agotado no pudo más que esperar recuperar el aliento mientras recargaba su frente en el pecho de Law, en verdad, algún día ese moreno lo mataría y en su lapida se leería:
¨Este hombre murió de dicha y felicidad al conocer y tener a su lado al amor de su vida.¨
-… — El pelirrojo sonrió con ese pensamiento, esperaba recordarlo y escribirlo para pedir que lo grabaran en su tumba —… “Eso me gustaría mucho.”… — Y reafirmó sus pensamientos cuando levantó la mirada y encontró a Law jadeando, tratando de recuperar el aire —… “Hermoso, simplemente no hay otro modo de definirlo.”
-Eustass-ya… — Law sonreía suavemente sin dejar de enredar delicadamente sus dedos en los cabellos rojizos de Kid. Con su piel cubierta de una suave capa de sudor y la leve luz del quinqué, el moreno relucía como un ángel, tan maravilloso como solamente él podría lucir.
-… — Kid sonrió levemente y situó sus labios sobre la frente de Law para luego salir lentamente del interior de su moreno y recostarse a su lado.
-Ummh… Eustass-ya… — Law casi deliró al sentir como el semen de Kid se derramaba fuera de su cuerpo, humedeciendo sus piernas.
-Mañana es tu día libre, así que te quedas en la cama todo el día.
-Haaii~
Era la primera vez que Law no se quejaba de una orden y en vez de eso lo abrazaba acomodándose para dormir sobre su pecho.
Las mejillas del moreno seguían rojas y sus ojos plateados se entrecerraban denotando el sueño y cansancio que lo invadían para terminar de rodear la cintura de Kid con sus brazos y luego de un suspiro, caer rendido al sueño.
Sin duda, adoraba a ese Kid tan tierno.
Kid lo observó dormir y lo estrechó con un brazo que al momento era usado como almohada por el moreno y con su otra mano delineaba los labios de Law, su cuello, su pecho y se detenía sobre su abdomen sintiendo como se movían sus bebés en el interior de Law.
Cerró los ojos sonriendo ampliamente, en verdad, ahora mismo podría morir de felicidad y todo gracias a Law. Su Law.
Continuará…
*Me acorde de Zoro y Sanji con Brook a su lado diciendo: ¨Que lindos.¨
*Ashika Sakura y Ayano Yamane: son dos de mis autoras favoritas de Yaoi… X9 son geniales sus obras, sobretodo adoro ¨Love Leccion¨ de Yamane-sama.