No me provoques. por ChicaSuicida3

-Marshall, basta.- Gruñía la princesa de los vampiros.
-Se que te gusta Marci, no lo niegues.- Decía el chico pálido.
-Si, pero… No estoy de humor hoy, ya sabes, por lo de papá y mamá.-
-Siempre discuten, ya sabes, además, lo hacemos todas las noches.- Reprochaba el muchacho.
-Si, lo que pasa es qu… ¡Marshall! ¡¡No!!.- Gritaba la joven, puesto que Marshall Lee estaba acariciando excitantemente su muslo.
-Te encanta linda, lo sé.- Decía con voz seductora, además de ya de por si, su voz era así, sensualmente seductora.
-Ma… Marshal, te amo, pero, no me provoques.- Le contestaba con una sonrisa esforzada.
-Déjame quitarte el malestar, ese que no me deja hacerte mía… Más de lo que ya eres.- Dicho eso, comenzó a subirle la remera.
-Marshall, no quiero.- Bajándose la remera. -No ahora, y no trates de quitarme la ropa.-
Marshall aún seguía en su forma invisible y flotando sobre ella, -Vamos, se que te encanto.- Decía burlón.
-Si, pero no estoy de ánimos… Ya que… Haz lo que quieras, no me importa, no caeré en tus trucos de nuevo.- Desafiaba al vampiresco chico.
-Si tú quieres…- Comenzaba a sacarle sus bragas y a morder su frío y pálido cuello, justo donde se hallaban sus marcas.
-Marsh… Marshall Lee, no, me arrepiento, detent…- Justo cuando quiso decir palabra, la boca de su atractiva y seductora pareja yacía junto a la suya, unida en un sensual y excitante beso con lengua.
-Admite que eso te encantó.- Decía el joven.
-Sí, pero… No lo sé, no quiero.-
-Vamos preciosura…- Suplicaba Marsh.
-Haz lo que quieras.-  Dándose la vuelta.
-Okey.- Comienza otra vez a sacarle sus bragas, pero esta vez lo consigue, y a morder nuevamente su cuello, haciendo que se estremezca de placer.
-Marshall, si vamos a hacerlo, otra vez, quisiera verte jaja, ¿sábes que aún estás en tú forma invisible, no es así?.-
-Oh, lo siento jaja, a veces me olvido de volver cuando te espió.- Ruborizado.
-Okey…
El vampiro comienza a desvestir completamente a la chica, dejándola así, totalmente desnuda. Luego de ese acto, comienza a besarla completamente, haciendo que estalle de fruición y éxtasis.
-Marceline… ¿Puedo pedirte algo?.
-Si claro, ¿qué pasa?.-
-¿Puedes hacerme un oral? Solo para entrar en calor, tú sabes, como siempre.- Se ruboriza.
-Claro bebé. Lo que tú pidas.- Haciéndole un sonrisa picara.
Ella comenzó a bajarle sus ajustados pantalones y sus sexys bóxers, dejando así a su miembro al descubierto, mientras el chico flotaba sobre la cara de la pálida vampira, ella engullía con mucho regocijo el pene de su acompañante, lamiéndolo, chupándolo y mordiéndolo, haciendo que Marshi se excite aún más de lo que ya estaba con ver a la adolescente en ropa interior. A medida que ella hacía que él quisiera correrse dentro de su experta boca, su miembro crecía de manera extraordinaria, tanto que ya casi no cavia dentro de la boca de su experta compañera de sexo.
-Marceline, ya suéltalo, harás que me corra dentro de ti.- Decía con dificultad, ya que no quería soltar un gemido.
-Pues hazlo, tú esencia sabe deliciosa. Le contestaba de una manera tan pervertida que a Marshall Lee lo volvía loco.
-Está bien…- Y, al igual que una manguera, Marshall soltó su esencia dentro y fuera de la boca de su  acompañante.
-Mmmmm… Marshall, eres exquisito.- Se relamía la boca, y trataba de relamer lo que había saltado afuera.
-Ahora me toca a mí, ¿no es así?.- Sonreía pícaramente.
-Si tú quieres…-
Marshall dejó de flotar para bajar hasta la feminidad de Marci, lamiendo a todo lo que daba su clítoris, haciendo llegar a la chica al clímax. Metiendo y sacando su larga y  puntiaguda lengua. Metiendo uno de sus dedos dentro de ella, solo uno, pues no quería que lo disfrutase más que meter su propio pene, eso la volvía más loca de lo que la volvía los orales.
-Marshall, no lo soporto más, metete, me estás excitando mucho…- Suplicaba ella.
-Está bien, ansiosa.- Se burlaba el muchacho.
Él puso su enorme pene en la entrada y…