Su mayor error fue el haberle escuchado, el haber sentido esa corriente eléctrica por un par de notas musicales que endulzaron su oído, la suave melodía tocada en el piano de auditorio era sin duda una obra maestra, pero no era todo lo que llamaba su atención en ese preciso instante sino también la presencia de aquel guapo muchacho tras del instrumento, el causante de aquella relajante melodía.
Lo que lo desconcertó fue el repentino choqué de las manos de aquel muchacho contra las teclas del piano, produciendo un sordo sonido en todo el auditorio, casi dañino para su tímpano, que solo estuviesen los dos en tan amplió lugar no ayudaba demasiado.
El muchacho tras el piano se removió el cabello con frustración, notoria para el único espectador aún cuando estaba alejado de dichosa persona, el chico se levanto del piano y se encaminaba a la salida, no sin antes alzar su mirada al segundo piso, clavando su vista en su espectador. Esté sin saber que hacer al respecto miro a su alrededor, buscando una escapatoria, ¿Lo había visto?.
Antes de que su cerebro encontrara una salida, el chico ya no estaba, en su lugar la puerta del auditorio estaba abierta, dando como señal que había salido.
El espectador llevo su mano a su pecho, logrando exhalar finalmente, todo ese aíre que había estado aprisionado en su pecho finalmente había escapado, podía afirmar que también su rostro era un caso, posiblemente un tomate era lo más cercano al color de sus mejillas.
Luego de unos minutos de lamento e intriga se levanto, ¿Por qué?, recordando que no estaba de pasada, debía llegar a su salón de clases, aproximadamente 20 minutos tarde, ¿Cuanto tiempo habría tardado escuchando la adictiva melodía?.Sin más corrió escalera abajo, saliendo del auditorio, su paso era veloz, esquivando tanto alumnos que también iban tarde, como profesores recriminándole el exceso de velocidad, llego a su salón de clases, pero era tarde.
—Señor No MinWoo. Es la cuarta vez que llega tarde a mi clase, definitivamente se queda en el pasillo.— Así fue como la profesora cerro la puerta justo en su cara.
Irritado obedeció a lo dicho por su maestra de ingles, la estaba odiando en el fondo, ¿Para eso había corrido tanto?, dejando aquel tema de lado se sentó en el piso, quedaba una hora para que esa clase finalice y comience la otra, las tortuosas matemáticas, pensaba que sería una buena idea saltarse esa clase también, ¿Por qué no?, el profesor siempre se ponía en su contra intentando hacerlo salir al frente cuando realmente toda la clase la pasaba viendo por el ventanal.
Molestó con su propio profesor imaginario se levanto del piso, paso lo más escondido posible hasta el otro extremo del pasillo y ahí fue donde comenzó su carrera para salir del establecimiento, un par de horas no le hacían daño a nadie. Una vez en su lugar "secreto" para salir de las instalaciones algo lo desconcertó. Doblando la esquina de aquel lugar que prácticamente era la parte trasera de la enfermería, observo al chico del piano. ¿Era el cierto?.
Nunca en su vida lo había visto en el instituto, ¿Traslado?, era lo más lógico, además ese cabello azul grisaseo no era algo que pasara desapercibido, la curiosidad lo estaba consumiendo, ¿El también se saltaba las clases aun siendo nuevo?, debía averiguarlo.
Se escabullo lo mejor posible entre las paredes de la edificación, cuando antes de dar la vuelta escucho unas voces, muchas voces, palabrotas y frases amenazantes. Ahora analizaba: Últimamente habían muchas acusaciones sobre chicos de su institución que se metían con los nuevos para robar su dinero o golpearlos sin sentido, ¿Esté era un caso?, ¿y estaba presente?. otra cosa, ¿Iban a atacar al muchacho del piano?.
Se estaba asustando, debía ayudarlo, o por lo menor esas eran sus intenciones, estaba temblando, más temor sintió cuando un grito desgarrador se hizo presente, de esos gritos que solo se escuchan cuando alguien te hace mucho daño. Un puñetazo, o una patada en la entrepierna, o algo peor.
Un momento, no era solo un grito..Eran muchos gritos, desconcertado se asomó entre la esquina de la pared, llevando la sorpresa de su vida, imagino que aquel muchacho del cabello raro estaría en el piso, ensangrentado y moribundo, pero era todo lo contrarió, tres sujetos estaban en el piso, con la boca ensangrentada y sujetando sus estómagos, una derrota humillante, su mirada fue a dar al cuerpo del muchacho, viendo como esté no lucía un solo rasguño, es más, tenía sus manos en sus bolsillos como si nada.
—Increíble..— Se le escapo. Llevo rápidamente su mano a la boca, pero era tarde. El chico del piano se giro, viéndolo con cara de pocos amigos.
MinWoo juró haber cavado su tumba,¿Lo iba a golpear igual que esos matones para que no lo delatara?, comenzó a retroceder poco a poco cuando el cuerpo del muchacho de aproximo a su anatomía temeroso y tembloroso, la figura del chico ya estaba frente a él, era alto y bien parecido, totalmente atractivo, el miedo se mezclo con nervios, que anormal era la sensación.
—¿Cuanto viste?.— Preguntó el muchacho con voz ronca. Amenazante.
—N-No mucho..Solo el final.— "Que alguien me salve.."
—¿Sabes mantener la boca cerrada?.— Preguntó el pianista, alzando su mano, MinWoo cerro sus ojos con fuerza, esperando el golpe en su rostro, pero contrarió de eso, el dedo indice del pianista se posó sobre sus labios.— Será nuestro secreto.
Sin decir una palabra más el muchacho de cabello extraño se alejó en dirección contraría, MinWoo estaba estupefacto, todo fue tan repentino y sin justificación, pero no se iba a quedar allí, tampoco le apetecía salir en ese momento, antes de que alguien lo encontrara corrió de vuelta a su salón de clases, en ese momento lo único que lograría calmar su mente era la aburrida clase de matemáticas.
Transcurrieron dos horas desde su ingreso a clases, pero sus pensamientos no se dispersaban, en todas partes lograba presenciar la silueta del chico, imposible concentrarse, por lo menos ya estaba en receso, donde podía alejar sus pensamientos disfrutando las bromas de sus amigos. Dos que parecían uno.
KwangMin y YoungMin. Los gemelos, uno iba en su clase y el otro estaba en el aula del pasillo contrario, para evitar confusiones,aun que estos aprovechaban muy bien su parecido, cuando uno no gustaba de una clase, simplemente se cambiaban, ¿Interesante no?.
—¿Te sucede algo?, has estado todo el almuerzo ido, ¿Sucedió algo en tu casa?.—Preguntaba el gemelo mayor, YoungMin, es quien siempre nota sus cambios repentinos de humor, a diferencia de KwangMin, quien es más introvertido que su gemelo.
—No es nada, solo no tengo hambre.—Mintió, estaba claro que no le creían una sola palabra, es más, lo miraban con reproche.
—Ajá. —Rodó los ojos el gemelo menor, esté era introvertido, pero sus sospechas siempre estaban en lo cierto.
—Ya que MinWoo no nos dirá nada, ¿Qué tal si hablamos de otra cosa?.—Propuso el mayor.
—De acuerdo, ¿Han oído los rumores que circulan?.—Comentó el gemelo menor, tomando las caras de incertidumbre de sus compañeros como un "No".— Los matones del ultimo grado fueron masacrados detrás del instituto.— MinWoo trago con nervios.
—¿En verdad?, ¿No que eran los más "Fuertes" del instituto?, ¡Haha!, rodaran cabezas, ¿Quién fue?, para felicitarlo.—Exclamaba el mayor.
—Dicen los rumores del baño que fue un ex alumno de esté instituto. —YoungMin masajeo sus cienes.—Está claro que no lo conocemos, nosotros ingresamos esté año al instituto. — Una respuesta que MinWoo había obtenido.
—¿Sabes su nombre?.—Se dispuso a preguntar el más pequeño del grupo. Tragando su ansiedad.
—Si no mal recuerdo, se llama DongHyun, está también en ultimo año. —Murmuro el gemelo menor, notando la clara necesidad de información de su menor, prosiguió.— Creo que es 5 o 6 años mayor que tú, dado que estamos en primer año y el en ultimo, además que a repetido un año.
—Estás bien informado.—Infirió el gemelo mayor, despeinando los cabellos de su gemelo menor.
"Con que DongHyun..Con aquel chico guardo aquel pequeño secreto.."
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