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Besos por Sabaku_No_Akemi

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Notas del fanfic:

Hola holaaaaaa~

¿Cómo los trata la vida, gente bonita? Bueno, pues… es el mes KagaKuro y yo eh decidido participar en el.

Hoy, 7 de Octubre es un día importante para mi, y justamente por esa razón quise comenzar mi participación con esta historia, en este día.

Notas del capitulo:

Disclaimer: Los personajes de Kuroko no Basket no me pertenecen… que mas quisiera yo.

Besar: Es la acción de pegar los labios a algún objeto.

Kuroko levantó una ceja al leer la definición dada en el diccionario. En el describía la acción, pero… ¿Y el sentimiento?

-          “Lo importante en un beso, es el sentimiento que esconde detrás” – le había dicho con simpleza Kiyoshi cuando comenzó a preguntar por el tema.

No es como que Kuroko actuara como una colegiala enamorada, pero había cosas que él creía normal plantear…

 

~* SnA *~

 

Cuando Kuroko conoció a Kagami no se imaginó siquiera el desarrollar un sentimiento más allá del fraternal por el tigre. Pero a medida que pasaban los meses eso cambio; la sombra de Serin no era estúpido, él sabía perfectamente lo que le sucedía, pero eso nunca lo acomplejo. El problema comenzó a radicar cuando este se planteó el que sucedería si fuese correspondido. No es como que el soñar con pasear tomados de las manos bajo los árboles de Sakura fuese su sueño, pero él al no haber experimentado una relación antes se preguntaba que tanto cambiarían las cosas entre ambos. Así que cuando decidió poner fin a su tortura mental y recurrir a alguien Teppei había aparecido como caído del cielo.

-          Bueno… eso depende de cada pareja –le había respondido con un poco de vergüenza- Lo más lógico es que al formalizar una relación el acercamiento sea un poco más íntimo. Pero la esencia de esta no tiene por qué cambiar.

Pero cuando el 11 de Serin había escuchado la palabra “Intimo” su cerebro activo una alarma.

-          ¿Por “Intimo” se refiere a los besos? – preguntó

-          Etto… si, también los abrazos forman parte de eso – Kiyoshi comenzaba a incomodarse. Mientras tanto Kuroko adquiría una pose pensativa.

Por un instante el castaño se planteó cual sería el grado de seriedad con el que Kuroko preguntaba todo eso.

-          Ya veo – la mirada del más bajo seguía en el suelo.

Un par de preguntas después y la promesa de que el capitán no se enteraría de aquella charla (Mataría a Kiyoshi se enteraba que su novio había hablado con Kuroko sobre besos) el de orbes chocolate se había retirado a su hogar.

Con un nerviosismo latente el peli celeste le imito.

¿El porque de su nerviosismo? Bueno… el no había dado su primer beso

Dicen que el primer beso es especial,
un momento que se encontrara en tu memoria el resto
de tu vida.

Un par de semanas habían pasado desde que él de ojos celestes y Teppei habían platicado, el más alto no preguntó nada y Kuroko no volvió a tocar el tema.

Octubre había llegado y el Otoño también, las hojas de los arboles servían de alfombra a su camino y el clima aunque fresco no era totalmente frio. Las prácticas se habían suspendido y el dúo de Serin salía una vez más (Como todos los días) del Maji Burger rumbo a sus hogares.

-          Kuroko-teme ¡Yo no solo pienso en comida! – le gritó Kagami mientras alcanzaba al más bajo

-          También piensas en Básquet, Kagami-kun – el peli celeste sonrió en sus adentros

-          Por supuesto que no – refuto el de cabellos rojos – hay muchas cosas más que me gustan

-          Menciona una – Kuroko no se la dejaría fácil

-          “Tu” – quiso responder el más alto, pero se mordió la lengua ante ello – El Surf…. – dijo por lo bajo

Ante el notorio cambio de voz el más bajo volteo su rostro para encarar a Taiga. Al mirar su ceño fruncido y sus mejillas rojas todo su interior se removió y un impulso lo lleno por completo.

Quería Besarlo.

Sus manos comenzaron a sudar y sus piernas a temblar al mismo tiempo que un torbellino se desataba en su estómago. Y por un segundo todo su ser lleno de valentía y en un impulso hablo.

-          Kagami-kun ¿podrías agacharte por favor? – pidió

-          ¿Ehh? ¿Para qué? – Taiga quien había estado mirando el suelo lo volteo a ver extrañado

-          Tienes una basura en el cabello

El más alto se tocó la cabeza, pero al mirar a Tetsuya negar decidió hacerle caso y ponerse a su altura.

Aun, con el sentimiento de valor en su sistema Kuroko cubrió los ojos del de cabellos rojos y en un suave movimiento coloco sus labios sobre los contrarios. Solo fue un rose… solo duro unos segundos, pero ese ínfimo instante lo había llenado de felicidad.

Al despegar sus labios retiro su mano, pero eso solo logro hacerlo reaccionar. Un “Qué diablos” asalto su mente y solo atino a hacer lo que cualquiera (En su situación) haría.

Correr.

-          Nos vemos el lunes Kagami-kun – le dijo mientras giraba para emprender huida. Pero una gran mano lo sujeto.

 

Dicen que un beso robado
 es una muestra de valor y romanticismo
 en una misma expresión.

-          Espera – grito Kagami a tiempo que lo sujetaba

Sin más opciones, el peli celeste se quedó en su sitio, cuando los ojos de ambos chocaron la mente del tigre quedo en blanco, pero al ver a su sombra temblar volvió a la realidad.

-          Espera – su agarre se intensifico. Tomo firmeza. – Aun falta el mío.

Nuevamente, el 10 de Serin bajo hasta la altura del número 11 y unió sus labios. Fue un beso un poco más profundo que el de antes, pero con un gran sentimiento… la misma magia.

Y así fue como algo nuevo comenzó.

Para pedir perdón,
 un beso puede ser la expresión
más efectiva… la más sincera.

 

Su relación había comenzado hacía ya varios meses y todo parecía ir sobre la marcha, su relación era estable y ambos sabían sobrellevar las cosas con madurez (La cual impresionaba a los sempais pues no se lo esperaban de Kagami)

Aquel era un buen día, Kuroko iría a visitar a su abuela el fin de semana y Kagami había decidido hacer algo especial. La cita, fue en la casa del más bajo y el menú corrió a cuenta del tigre. Esa tarde mientras Kagami cocinaba Kuroko intentaba ayudar.

-          Puedo pasarte la sal –ofreció el más bajo

-          Ya la alcanzo – le respondió Taiga

Por el momento la sombra lo dejo pasar. Un rato después tomó un cuchillo pero el más alto se lo arrebato.

-          Ya lo pico yo – le dijo

Para cuando Kuroko intento poner la mesa y su luz se lo impidió toda molestia nació en el.

-          No soy ningún inútil – refunfuño sentándose al sofá con un vaso de agua en mano.

Su seño se frunció y su aura cambio. Él quería ayudar.

En un intento de controlarse el vaso en su mano resbalo y se estrelló contra el suelo, convirtiéndose en un montón de fragmentos. Taiga salió apresurado de la cocina.

-          ¿Estás bien? – Tetsuya asintió para tratar de recoger los vidrios, pero su luz se lo impidió

-          Ya lo limpio yo

Y entonces las palabras salieron por si solas.

-          No soy ningún discapacitado Kagami-kun – la voz del mas bajo sonaba irritada

-          No estoy diciendo eso Kuroko – la respuesta no ayudó al más alto

-          No es necesario que lo digas – gruñó – con tus acciones bastan

El 11 de Serin giro sobre sus talones y subió las escaleras. El más alto no reacciono hasta que escucho el tronar de un pestillo.

-          “ Se encerró en su habitación” – pensó

Con un suspiro recorrió el mismo camino que su sombra y comenzó a golpear la puerta.

-          Vamos Kuroko, no es para que te pongas así – toco nuevamente

Un tronar sonó nuevamente y contra pronóstico la puerta se abrió de golpe dejando ver un muy enfadado rostro.

Mala señal.

-          ¿No? – su voz sonaba alterada- ¡¡Estoy harto Kagami-kun!! Siempre has de tratar hacer todo tu solo ¡¡No soy tu chaperón!! ¡¡Soy tu novio!! ¿Entiendes lo que significa? Se “supone” – marco unas comillas con las manos – que debemos apoyarnos, no que te conviertas en mi guardaespaldas – la puerta se cerró nuevamente

Kuroko nunca se alteraba de aquella forma, el siempre mantenía su póker face y raramente mostraba alguna emoción tan fuerte, realmente debía estar afectado. Kagami suspiro una vez más.

¿Qué se supone que debía hacer ahora?

Un beso habla por sí mismo,
pero un beso que grita Te Amo
no necesita explicación.

 

Por fin. Después de un par de horas había logrado que su sombra le abriera la puerta y le dejara pedir disculpas de una manera adecuada.

-          Vamos al cine – propuso días después

Al llegar al lugar ambos se quedaron mirando la cartelera donde exponían las funciones, ninguna llamaba su atención más que otra así que solo se quedaron de pie frente a la taquilla. De pronto una melodía sonó y el más bajo miro la pantalla de su teléfono con una ceja levantada.

-          Diga- contesto

-          ¿Kuro-chin? –una infantil voz resonó en el auricular – Necesito que me ayudes

-          ¿Qué sucede Murasakibara-kun? – el más bajo no entendía nada

-          Muro-chin se enfermó y yo no se que hacer

Instantes después se podía ver a los de Serin correr a toda velocidad.

El dúo de Yosen había ido a Tokio por tramites de beca para Himuro, por desgracia en pleno viaje el de cabellos negros colapso por la temperatura tan alta que tenía. Al llegar a la estación Murasakibara llamo a Kuroko, quien le indico su dirección para que allí los esperaran.

Para cuando Kagami y Kuroko estuvieron en la puerta de la casa del más bajo, un auto se estaciono frente a ellos y de él bajo el peli morado con Tatsuya en brazos. En un rápido movimiento Kuroko abrió y mostrándole la habitación al más alto se dirigió a la cocina.

No fue sencillo baja su elevada temperatura, pero después de muchos esfuerzos por parte de la sombra la enfermedad cedió y Himuro reacciono. A Kagami le volvió el alma y Murasakibara pudo respirar con calma nuevamente.

-          Gracias Kuroko – había dicho Taiga – si no hubieses estado ahí habría entrado en pánico.

Una sonrisa, acompañada de un “No es nada” revoluciono el sentimiento y le dio seguridad a aquel pelirrojo.

En un suave gesto, Kagami se inclino posando sus labios sobre los de su sombra. Ese era un claro Te Amo, y Kuroko lo entendió; no necesito más para interpretar las palabras tras ese beso.

 

No todos los besos son placenteros o fáciles de dar.
El beso de una despedida (por ejemplo) oculta un gran pesar.

 

Estaban de pie frente a la puerta por la que Kagami desaparecería en unos minutos más. En los altavoces del aeropuerto se podían escuchar distintas instrucciones para los que estaban a punto de partir.

El vuelo de Taiga, estaba programado para dentro de unos minutos más partir. En la mirada de ambos una infinita tristeza se había reflejado y un sentir de impotencia que no podían ocultar.

-          No olvides tu bufanda – le había recordado Kuroko a su luz- es invierno y pronto comenzara a nevar.

-          Kuroko – la gruesa voz de Kagami había inundado sus sentidos, deseaba tanto que no se fuera – solo será un año… prometo que regresare. –afirmó

El más bajo no respondió, solo miro el suelo. Los segundos se sintieron eternos y las ganas de llorar los asaltó a ambos.

Meses atrás, el padre de Kagami había llamado a su hijo con una sola petición en mente. Que volviera a los estados unidos, en un principio el de cabello rojo se negó, pero al enterarse que por salud de su padre debía partir, termino accediendo… Solo un año. Fue lo que prometió.

Los pasajeros que formaban parte del vuelo de Kagami fueron llamados. Este solo suspiro y se preparó para partir.

-          Si desapareces, nunca te lo perdonare. – y a esa advertencia le acompaño un beso.

-          No lo hare- correspondió el rose y así Kagami Taiga desapareció. Desapareció detrás de esas puertas que Kuroko odio.

¿A qué se siente un beso de esperanza?

No es que las cosas hubieran sido fáciles para él. El hecho de que Kuroko acostumbrara ocultar sus emociones no significaba que no las tuviera.

En un principio le había sido difícil, con el paso de los días un poco, más llevadero. Lo único que lo había mantenido en pie había sido la esperanza de que volvería y la foto que solía besar cuando la soledad le había inundado.

Volvería, Kuroko lo sabía.

Cada beso alberga una emoción distinta,
el de una bienvenida,
 oculta una ilusión acompañada de un mundo nuevo de sensaciones.

Kuroko Tetsuya, después de años de noviazgo con Kagami, había comprendido que en el mundo no solo existían varios tipos de besos, si no, que cada uno venía con una sensación distinta, que los convertía en una experiencia única; unos más significativos que otros, pero besos al final.

Ahora, el número 11 de Serin se encontraba frente a las puertas que le devolverían su más grande ilusión, a su único amor.

Por el pasillo una imponente figura apareció y su mirada brillo. No importaba el lugar, ni el momento, ni siquiera el público… para ambos lo único que importaba es que estuviesen juntos.

-          Kuroko – susurro la luz al tiempo que su maleta impactaba contra el suelo y este corría a su encuentro

Un beso basto, para demostrarse uno al otro ese mundo de emociones, un beso lleno de felicidad, añoranza, amor, ternura y lealtad… un beso, al que le presidirían muchos más.

Porque Kuroko Tetsuya sabía que había montones de besos que le hacían falta experimentar. Como el que viene después de un “acepto” o de la emoción de ser padres. Pero también sabía que estando con Kagami Taiga podría vivir cada uno de ellos.

Notas finales:

Y bueno, por hoy, aquí concluye mi participación para este mes. Aun me faltan más días, así que espero poder leerlas por los reviews y que me comenten que les pareció.

Muchas gracias por dedicarse un tiempo y pasar a leer. Y muchas gracias por dejarme saber su opinión. 


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