Aquel bosque siempre había intrigado a Chanyeol. Desde que a los catorce años se despertara completamente desnudo en uno de sus prados y sin memoria sabía que algo místico y mágico se ocultaba entre los altos árboles. Dejando de lado la cabaña del bosque y abrigándose, Chanyeol bebió rápidamente la última taza de chocolate caliente y despidiéndose de la nada de su cabaña cerró la puerta.
Era una cálida mañana primaveral y aunque el valle se sentía cálido y acogedor una sensación diferente se creaba en el pecho del humano. El castaño miró con nostalgia el sol y cogiendo una mochila se adentro por el camino que comunicaba hacia el espeso bosque. Admirando cada planta e incluso cada pájaro cantando Chanyeol suspiró feliz sintiéndose en su hogar.
Conforme más se adentraba en el profundo bosque las raíces de los árboles se hacían más grandes, las plantas más altas y las copas de los abundantes árboles hacían que la luz penetrara creando cortinas de luz entre la oscuridad.
Es mejor que te vayas de aquí, este no es tu hogar.
Chanyeol escuchó un susurro proceder de entre los árboles, como si la propia naturaleza le estuviera hablando.
— ¿Quién eres? ¿Por qué quieres que me vaya? —preguntó Chanyeol mirando los altísimos troncos de los árboles, la luz comenzaba a apaciguarse como si varias nubes hubieran ocultado el cálido sol.
¡Lárgate! Este sitio no te pertenece, no te queremos aquí.
La voz parecía molesta y eso inquietó a Chanyeol quien se mordió el labio y comenzó a correr bosque arriba intentando buscar de nuevo la luz del sol, porque la oscuridad que empezaba a crearse en el bosque le hacía ahogarse como si se estuviera hundiendo en un mar oscuro de agua negra.
—Y-yo… Yo solo quiero saber quién soy. —tembló al castaño sujetando con fuerza la mochila contra su pecho.
No eres nadie, a nadie le importas.
Las crueles palabras de la voz hicieron que Chanyeol jadeara de tristeza y cansado de correr en círculos estampo su cuerpo contra el tronco del árbol más grande y dejo que su cuerpo cayera exhausto contra la maleza y la humedad del bosque.
— Eres muy cruel...—gimió Chanyeol con lágrimas en los ojos.
Eso es porque tú eres….
—Sólo quiero saber quién soy y porque estoy solo. —sollozo el alto, después elevó la mirada y se encontró con una silueta sentada en las ramas de un árbol balanceando las piernas de manera infantil y divertida. La persona dio un salto y Chanyeol gritó creyendo que aquella persona acabaría muerta saltando desde tan alto pero cuando tras una pose felina la figura se colocó a escasos centímetros de su cuerpo Chanyeol se quedó paralizado.
¿Por qué te interesa saber quién eres? Es mejor que vivas sin conocer la realidad.
Chanyeol parpadeo confuso y extrañado observando el pelo rosado del chico y sus ojos color ámbar mezclados con pinceladas rojizas.
— ¡No! Estoy cansado de esta soledad, estoy cansado de solo saber mi nombre… Debe haber algo más con mi existencia. —gritó frustrado, el pelirosa frunció el ceño sonriendo y mostrando unos puntiagudos colmillos.
¿A pesar de que puede que una vez sepas quien eres te arrepientas de ello? ¿Estás dispuesto a arriesgarte a conocer una verdad que puede ser dolorosa?
Chanyeol cerró los ojos con fuerza y asimilando la voz del misterioso chico de pelo rosado sintió una sensación jamás antes vivida desde que despertó completamente solo en aquel bosque. La nostalgia.
—Me da igual, quiero conocer la verdad. —afirmó Chanyeol decidió apretando con fuerza los puños, luego no comprendió por qué el hermoso chico derramó una lágrima sujetando su rostro mientras acercaba sus labios hacia su boca.Con los ojos abiertos y la piel de gallina Chanyeol sintió como los labios de aquel muchacho se frotaban contra los suyos de manera cálida y tierna como si le estuviera protegiendo.
Lo siento Chanyeol.
El castaño no se esperaba que aquel beso acaba convirtiéndose en una mordida letal, el pelirosa le mordió el labio inferior y succionaba su sangre con fuerza haciendo que Chanyeol comenzará a ver todo borroso e rápidas imágenes se proyectaran en su cabeza.
[En el año 1913 el humano Park Chanyeol contrajo una terrible enfermedad debido a la peste, sin cura y moribundo él creía ver ya su muerte abrazando su cuerpo pero cuando un ser que él creía místico apareció frente a él jamás creería que tendría ganas de volver a vivir, porque el amor a primera vista se le había clavado en el pecho a ver a aquel chico de ojos ámbar y pelo rosado. Una mordida le convirtió en vampiro pero una vez convertido en un monstruo Chanyeol durante muchos años cazo humanos y se alimentó de su sangre; arrepentido de ser un carnívoro Baekhyun no podía soportar ver a la persona que amaba rompiéndose como un frágil cristal, así que decidió convertir a Park Chanyeol de nuevo en humano y así lograría ser feliz aunque eso significaba que tendría que olvidarse de él]
—Te he extrañado Baekhyun. —sonrió Chanyeol luciendo de nuevo unos ojos rojizos y abrazando a Baekhyun con fuerza.