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SEND ME AN ANGEL por Miley_lio

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Notas del capitulo:

Si, ya está listo este cap, lamento la demora, pero ya lo termine.

Lo continuare así que no se preocupen, pues aún falta un montón por leer.

De ante mano les agradezco que sigan este fic.

Aioria lloraba desconsoladamente en el suelo, después de corres lo más que pudo fue a refugiarse a su escondite,  el dolor en su pecho era insoportable, jamás antes había sentido algo así, dolía, era un dolor muy fuerte, más que los físicos.

-Aioria…- Shaka se acercó a él con la mirada triste, no comprendía porque Aioria lloraba de tal manera, se sentía mal por su amigo y no sabía qué hacer para consolarlo.

-¿qué paso, Aioria? ¿Qué tienes?-

-duele Shaka duele mucho…- dijo entre sollozos, Shaka solo acaríciala sus rizos tratando de hacer que se tranquilizara pero parecía imposible.

-¿quién te hiso eso, quien te lastimo?-le pregunto preocupado de que alguien haya lastimado a Aioria físicamente, lo levanto e hizo que lo mirara a los ojos.

-soy un idiota…milo tenía razón…yo…jamás debí de haberme fijado en el…si…el jamás se hubiera fijado en alguien tan insignificante y poca cosa como yo…si no soy digno de nadie…menos de alguien como el…- lloro con todo el dolor del alma, se sentía deprimido y  desilusionado.

-no digas eso Aioria…eso no es cierto…-lo abrazo.

-lo es…lo es…el jamás me miraría como yo lo hago…jamás.- Aioria abrazó fuertemente a Shaka, llorando y lamentándose. Shaka solo se limitaba a acariciar su cabello y a tratar de calmarlo.

Hasta que la puerta del armario se abrió de repente, tanto Aioria como Shaka se soltaron rápidamente por el susto.

Entonces se encontraron con Aioros, quien se veía agitado, con gotas de sudor que caían por su frente, en ningún momento aparto su mirada de la de Aioria.

-Aioria…- susurro, entro al armario en intento tocar a Aioria, mas este rehuyó su contacto.

Aioros comprendió el malestar de Aioria, sería algo difícil intentar hacerle comprender lo que había pasado, pero lo haría, no perdería a Aioria. Dirigió un momento su mirada a Shaka quien lo miraba receloso, por más respeto que le tuviera a Aioros, Shaka no consentiría que el lastimara a su amigo.

-Shaka…nos dejarías solos…por favor.- le dijo aun con la respiración agitada, Shaka lo dudo un momento, más aun el rostro de pánico que puso Aioria al oírlo no le dio buena espina, quería apoyar a su amigo, sin embargo, al ver el estado en el que se encontraba  Aioros y notar su insistencia sabía que ambos debían hablar a solas. Entonces asintió, con suavidad se soltó de Aioria quien lo había tomado de la mano para impedir que se fuera.

-no te preocupes todo va  a estar bien…- Shaka le sonrió para luego abandonar el armario y cerrar la puerta tras de él.

Una vez solos, el silencio invadió ese lugar. Aioros se puso a su par, se arrodillo ya que Aioria permanecía sentado en el suelo.

 

-Aioria escucha…-

 

Aioria agacho la mirada, no quería escuchar a Aioros, supondría lo que le diría, que lo que él siente por él es incorrecto, que sus sentimientos no pueden ser correspondidos y cosas como esas. Respiro hondo debía ser fuerte, una vez más afrontar la perdida de algo valioso para él, su primer amor.

-entiendo, Aioros.- le dijo con pesar, tratando de controlar las lágrimas que caían de sus ojos.

-entiendo que esto que siento está mal…y tu…tú no tienes por qué decir nada, es más…soy yo el que se tiene que disculpar, por mi actitud, es solo que yo…mal interprete las cosas…hice todo lo que no debía de haber hecho…y este sentimiento hacia ti, es algo que jamás debió de haber sucedido.- las lágrimas caían sin cesar mientras Aioros lo observaba atentamente.

-perdóname…en lugar de agradecerte todo lo que has hecho por mi yo…yo quiero complicar tu vida, lo siento…pero te  prometo que no voy a…-

Aioria no pudo terminar de hablar pues sus labios fueron ocupados por los del mayor.

Abrió los ojos desmesuradamente, se esperaba todo, menor aquello, su corazón volvió a latir desenfrenado, más aun al sentir las mayor del mayor rodear su cintura para atraerlo más a su cuerpo. Aioria solo se dejó llevar, cerró los ojos y se abrazó a Aioros, aun sin entender lo que pasaba, aunque todo aquello le parecía un hermoso sueño.

Solo se separaron cuando el respirar les fue necesario, Aioria estaba muy sonrojado mientras, ocultaba su rostro en el cuello de Aioros abrazándolo con fuerza.

Aioros se acomodó mejor y puso a Aioria entre sus brazos sin dejar de abrazarlo.

-soy yo el que se tiene que disculpar…Aioria…- dijo en un susurro a su oído, sin dejar de acariciar sus risos dorados.

-por favor perdóname…perdóname por no haberme dado cuenta de este sentimiento que alberga mi corazón desde el principio, por haberte dejado solo...por haber tratado de involucrarme con otra persona sabiendo que solo puedo amarte a ti…-

Aioria se estremeció por completo al oír esas últimas palabras, acaso había escuchado bien…Aioros, Aioros en verdad le decía todo eso. Se separó un poco  para poder verlo, para cerciorarse de que ese era Aioros.

-tu…-

-te amo…- acaricio su rostro suma ternura y delicadeza.- te amo como no tienes idea…y no quiero perderte…te necesito más que a nada en este mundo….sé que esto es algo que no debió de haber sucedido…pues tu no solo eres mi paciente sino que también eres menor de edad, pero no lo pude evitar…me enamore de ti…me enamore de tus ojos, de tu mirada…de la gran persona que eres…lo valiente y valioso que eres…de tu ser…y no, no quiero reprimir este sentimiento,  no puedo…- lo acerco más, tomando entre sus manos su rostro.

- jamás antes había sentido esto por nadie, desde que te vi la necesidad de protegerte nació dentro de mí, la necesidad de saber cómo estabas, de tenerte cerca…de estar siempre contigo…yo… te necesito…Aioria…- cogió sus manos y lo miro a los ojos.

-solo depende de ti Aioria…solo quiero saber si tu…quieres estar conmigo….si tú me permites estar a tu lado de esa manera…- trago grueso.- no voy a obligarte a nada que tu no quieras…respetare tu decisión…sea cual sea…yo solo quiero que tu estés bien y seas feliz…sea a mi lado o no.-

Aioria parpadeo un par de veces anonadado, no podía creer lo que pasaba, su corazón no dejaba de latir desenfrenado, la respiración se le dificultaba.

-yo… yo  estoy agradecido contigo; lo estaré siempre, pues no solo me salvaste la vida sino que la has trasformado por completo,  me sacaste del infierno en el que vivía, tu…cambiaste mi manera de ver la vida, te debo tanto…que…siento que nunca podre retribuir todo lo que has hecho por mi…- apenas podía hablar pues el llanto lo inundaba.

-ahora…ahora siento que no podría concebir mi vida sin ti…Aioros…yo…te amo …y no lo digo porque deba,  porque me sienta agradecido contigo o este confundiendo mis sentimiento, no, yo lo digo porque en verdad lo siento…porque tú me hiciste sentir esto, porque tu despertaste esa parte de mí que yo creía muerta…y lo que más deseo es estar contigo siempre; siento que no soportaría el perderte, no lo soportaría. – comenzó a llorar desconsoladamente. Aioros lo abrazo.

-¿pero porque lloras Aioria?- Aioros se veía algo confundido, Aioria lloraba amargamente y eso lo ponía triste.

-lloro porque tengo miedo…no puedo evitar sentir miedo…miedo de que esto no sea real, miedo de que algo te haga cambiar de opinión, miedo a perder lo que amo nuevamente, de que algo nos vaya a separar….de no poder hacerte feliz…- lo miro a los ojos.

-aunque ambos sentimos lo mismo…temo que terminemos separados…Aioros…tu sabes por lo que yo he pasado….sabes que…que nunca seré una persona normal…por más que lo intente, el pasado me seguirá…y yo…yo no quiero que tu cargues conmigo….ahora lo veo…—Aioria se soltó de Aioros.

-sé que no puedo obligarte a cargar con alguien como yo….tu…tu eres una gran persona…te mereces algo mejor…y yo…yo no quiero que tengas problemas por causa mía…no…-

Aioros volvió a acercarse a él, le sonrió con dulzura.- no tienes por qué preocuparte Aioria…te juro…que no habrá nada que me aparte de ti y nada hará que deje de amarte como lo hago…nada.-

Lo miro a los ojos mientras limpiaba las lágrimas que caían de sus ojos. -¿confías en mí?- Aioria asintió levemente, entonces Aioros volvió a besarlo, con ternura y  suavemente, Aioria se abrazó a él con fuerza.

 

Esa fue la confirmación, ambos estaban tomando la decisión de estar juntos sin importar nada, lo superarían todo, nada los alejaría y jamás dejarían de amarse como lo hacían de eso estaban seguros, desde ese momento se pertenecían y ambos estarían juntos sin importar nada.

 

…..

 

 

Desde ese entonces ambos llevaron una relación muy especial y romántica, claro que tenían que llevarlo todo con calma, sobre todo por Aioria, Aioros sabía que la relación debía seguir un paso lento pero seguro  para crear una relación  fuertes, duradera y  que los unieras más.

Los únicos que sabían de esa relación eran Shaka y Shura, ambos por ser mejores amigos de la pareja, además porque confiaban en ellos y al mismo tiempo los ayudaban a estar juntos sin que otras personas se enteraran.

Aioria lo entendió, sabía que no solo el trabajo de Aioros peligraba, si su relación salía a la luz, sino también su libertad, pues Aioria, al ser todavía menor de edad, Aioros  podría ser acusado por corrupción de menores y acoso impúdico, así que necesitaban ser discretos y llevar la relación lo más despacio posible para no despertar sospechas. Aunque Aioros le prometió a Aioria que tan pronto cumpliera la mayoría de edad se irían a vivir juntos en su departamento sin importarle los cuestionamientos ni las habladurías de las personas.

Aun así Aioros no perdía la oportunidad para demostrarle a Aioria el gran amor que sentía por él, no solo le daba bellísimos y costosos presentes, sino que también hacia que los momentos que pasaban juntos sean únicos y especiales, tenía detalles tan cariñosos con Aioria, solía recitarle poemas de amor, bailaba con el…le demostraba a cada instante cuanto lo amaba.

 Aioria estaba más que encantado, jamás se imaginó que podría llegar a ser tan feliz, luego de lo que vivió,  se sentía pleno y agradecido por tener a Aioros a su lado, por tener a ese ángel en su camino que llego para cambiar su vida por completo. Y se permitió soñar de nuevo, se permitió ser feliz, tener nuevas ilusiones,  algo que creía imposible.

Si su relación llevaba un ritmo muy bueno  Aunque aún habían muchos retos por superar,  muchos obstáculos y peligros por vencer…eso lo sabían ambos.

 

……..

 

-Ya paso tres meses y el estúpido de Aioros no me contesta el maldito celular, no deja de evitarme, es un maldito. – tiro su celular con fuerza.

-  cree que con decirme que se terminó y que solo me quiere como amigo yo me voy a quedar tan calmado y tranquilo pues no…no Aioros no te vas a librar tan fácilmente de mi…de mi nadie se burla…juro que me las vas a pagar…voy a hacer de tu vida un infierno – sonrió vilmente. – ya lo veras Aioros, destruiré tu vida de la peor manera.-

 

Saga salió de su despacho echando un portazo.

…….

 

-te amo tanto Aioria…- le dijo en un susurro tras separarse por la falta de aire. Aspiro su aroma y le dio pequeños besos en su cuello, Aioros comenzaba a necesitar más que unos  besos y carisias, no lo podía evitar necesitaba de Aioria, su cuerpo se lo pedía a gritos.

-necesito estar contigo…- beso su cuello absuelto en su aroma y su piel.

 

Aioria se estremeció por completo era la primera vez que Aioros lo tocaba de esa manera tan sensual, no lo podía negar también lo deseaba…deseaba tener a Aioros y sentir esa cercanía entre ambos…abrió un poco las piernas y Aioros no perdió la oportunidad de acomodarse entre ellas aferrándose más a él. La excitación lo invadió comenzó a tocar a Aioria por debajo de su ropa sin dejar de besar su cuello.

Aioria solo tenía su short y una playera que poco a poco era levantada por Aioros. - te deseo…te necesito… …- le dijo al oído sin despegar sus labios de la piel de Aioria. Ni dejar de acariciarlo, ahora sus muslos.

- eres tan bello…tan suave y cálido…-le dijo al oído acariciando su espalda trato de tocar más allá de la línea del short que traía Aioria.,

Aioria  poco a poco sintió una incomodidad, sin proponérselo recuerdos fugases vinieron a su mente, desafortunadamente recuerdos que no deseaba, que lo atormentaban  y que hacían que su cuerpo  comenzara a resistir y repeler las caricias de Aioros.

-no…- dijo en un susurro, Aioros estaba tan ensimismado en sus acciones que no noto el estado en el que se encontraba Aioria, quien comenzaba negar con la cabeza, mientras cerraba los ojos con fuerza.

-no…no quiero…- una lagrima todo por su rostro, el pánico y el miedo se apoderaron de él,  mientras aquellos recuerdos comenzaron a rondarlo “te va a gustar… no te resistas…mientras más lo hagas ¡más daño te hare!”-los recuerdos llegaron a su cabeza y  por un momento vio el rostro  de sus asquerosos agresores en lugar del rostro de su amado Aioros, negó con la cabeza aterrado mientras comenzaba a patalear como si tratara de defenderse de una agresión.

-NOOOO! NO ME TOQUES! – Aioria lo parto de el violentamente, Aioros se quedo es shock tras la reacción de Aioria, aún mantenía la respiración acelerada.

Aioria  permanecía con una mano delante de el para impedir que se le acercara mientras se cubría con una manta.  No dejaba de derramar lágrimas y el temblor su cuerpo era muy evidente.

-Aioria…yo…- Aioros intento acercarse a él.

-no…no te me acerques…- desvió su mirada de el sin dejar de ponerse a la defensiva.- Déjame solo…por favor…-las lágrimas no dejaban de drenar de sus ojos.

-Aioria perdóname, yo no quería que tu…-

-¡VETE! –Grito desesperado –¡ DEJAME SOLO, QUIERO ESTAR SOLO! – se cubrió el rostro  evitando cualquier contacto con Aioros.

Este comprendió que en su estado  no podía hacer mucho así que  con pesar y tristeza salió de aquel vestidor, aquel donde solían encerrarse para estar a solas.

 

Tras la salida de Aioros, Aioria comenzó a llorar desgarradoramente, sentía el dolor en su corazón no solo por haber rechazado de esa manera a la persona que más amaba en el mundo, sino porque que el mismo se daba asco, se sentía indigno de compartir algo así con Aioros, no podía…sentía que no podía…

-los odio…! MALDITOS! – se arrodillo. -Por qué no me dejan en paz…- se sostuvo  la cabeza.- ¡POR QUE NO DEJAN DE JODERME LA VIDA!-se jalo de los cabellos con fuerza y se mordió el labio inferior con fuerza, hasta hacerlo sangrar.

-nunca vas a ser feliz… -abrió los ojos en grande, tras recordar esas palabras, aquellas que Minos lanzo. - nunca vas a dejar de ser  una puta…ya lo veras…tu naciste condenado y jamás serás feliz…-

-No…- negó con la cabeza mientras se abrazaba y se dejaba caer al suelo. Lloro tratando de desahogar el dolor que lo embargaba.

 

…..

-¡mierda! – Aioros golpeo la pared frustrado y muy molesto consigo mismo.

-soy un imbécil….-paso su mano por su cabello. - Aioria…perdóname…perdóname por favor…-se sentó en el suelo al lado de la puerta del vestidor, escuchando el llanto desconsolador de Aioria.

-perdóname mi amor…perdóname…no quería que te sintieras así…-susurro a la puerta deseando que lo escuchara. Sabía que Aioria  necesitaría de su apoyo para superar aquel trauma.

-te ayudare Aioria…lo hare te ayudare a olvidar todo, no dejare que vuelvas a sentirte así…te lo juro…-

Ambos lloraron, sabían que ese era un obstáculo muy grande a superar y que se necesitaban para hacerlo. El amor que sentían el uno por el otro veía ser tan fuerte como para superar aquello y debían de hacerlo si no su relación no funcionaría eso lo sabían ambos.

 

Continuara…

 

Notas finales:

Gracias por leer y hasta el siguiente cap.


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