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El Mercenario. por LeonSmith

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Notas del fanfic:

Hola, me recordarán por mis fics . . . olvídenlo, no me recuerdan. Éste fanfic es el tercero de la serie El Equipo Rojo, en el cual se unirán Spiderman, Daredevil y, obvio, Deadpool. La historia es un tanto extraña pero divertida. No se arrepentirán de leer. En esta ocasión, conoceremos más a fondo al mercenario favorito de todos.

Notas del capitulo:

 — Adolescentes calientes, leyendo historias calientes . . . ¿de mí?

[Es un sueño hecho realidad, ¿no?]

[Y que lo digas . . .]

 — Bueno, mi vida es bastante aburrida . . . algo de muerte por aquí, dinero por allá, sexo . . . bueno, eso León se los contará mejor ;)

 — ¿Ya ven lo que ocasionan?

[¿Desde cuándo te importa agradarle al escritor?]

[Si, ¿acaso te está pagando?]

 — Claro que no, por lo menos no con dinero (sí saben a lo que me refiero).

[¿Te lo estás dando?]

 — Qué puedo decir, soy un hombre de negocios.

[Si claro, ¿por lo menos sabes en dónde estamos?]

 — Dah, obviamente en Nueva York. ¿Qué acaso no ven la maldita ciudad?

[Se refiere a en qué estamos, una película, un cómic, no sé . . .]

 — Ah, pudiste ser más específico. Creo que es un libro.

[Jajajajaa]

[No nos hagas reír]

 — ¿Cuál es la gracia? (mientras regresa el narrador, les diré que mi máscara refleja mi enojo) ¡Oh por dios, ya soy narrador! (pronto seré mejor que Rowling).

[En primera, no eres material para un libro.]

[En segunda, ¿ahora planeas escribir sobre magos deprimidos?]

 — ¡Lo que pasa es que están celosos!

[¿A sí?]

[¿De qué?]

 — De que soy parte de un libro, eso cuenta como cultura general, ¿no?

[Ni lo sueñes, gordito]

[Jajaja, gordito]

 — ¿Gordito? ¡Acabo de comer!

¿Ya terminaron?

 — ¡León!, ¿sigues enojado con nosotros? (pongo ojitos de cachorro moribundo, nunca fallan).

En primera, ¿podrías dejar de narrar? En segunda, esto no es un libro, en un fanfic.

[¿Fanfic?]

[¿Qué es eso?]

 — Son esas cosas de papel en las que todos tienen ojos grandes y hablan japonés. Todo el mundo lo sabe.

¡Eso es un manga! Saben qué, olvídenlo.

[Oye gatito, no seas grosero.]

[Si, somos figuras públicas. Por lo menos ten la decencia de decirnos qué es esto.]

¿Cómo qué gatito?

 — Tú sabes, León. Gato. Gatito . . .

¡León es mi nombre!

 — Ya lo sabía, sólo me gusta verte enojado. Te pones muy tierno (oh, el gatito se sonrojó).

¡No me sonrojé!, sólo es el sol. Bueno ya, un fanfic (o fic) es un relato generalmente romántico en el cual se utilizan personajes ya existentes. Como tú, chico asesino.

 — Eso significa que . . . ¿me has estado utilizando? (creo que voy a llorar).

[Eso fue muy bajo, gatito.]

[Si, ¿qué no tienes sentimientos?]

Yo no me refería a eso . . .

 — No trates de arreglarlo, sé que fui uno más . . . (y yo que me creí especial u.u).

Sabes que te quiero, pequeño dramático.

 — ¿De veras? (me ilusiono mucho).

Si, sólo prométeme una cosa.

 — ¡Lo qué tú quieras! (lo tomo de su ropa).

Deja de narrar, eres pésimo.

 — Está bien – se cruza de brazos y voltea los ojos (no me pregunten cómo lo sé).

Bueno, ahora que nos entendemos . . .

 — Y muy bien . . . – no voy a narrar eso.

Continuaré con la explicación. Deadpool, el mercenario preferido de todos . . .

 — ¿Lo soy?

[Claro que lo somos, ¡somos badass!]

[Y sexy, no lo olviden.]

¿Terminaron?

Bien, conoceremos la vida personal de Deadpool, quien pronto será víctima de sus más bajos deseos . . . ¡¿Podrías dejar de tocarme?!

 — ¿No dijiste que “sería victima de mis más bajos deseos”?

Si, ¡pero no conmigo! . . . por lo menos no ahorita. Verás, tengo planeado hacer una historia del Team Red. ¿Lo conoces?

 — Obviamente.

Bueno, ¿pero qué te parecería echarte a tus compañeros al plato?

 — ¿Hablas de . . .? – mueve sus caderas se manera provocativa.

[Pero claro que habla de sexo.]

[¡No lo vayas a arruinar!]

Entonces, ¿qué dices? ¿Te agrada la idea?

 — Pero claro, un trasero es un trasero – da la mano para pactar el trato - ¿cuándo empiezo?

Tranquilo, primero debemos mostrar que te agrada comer culos de hombre.

 — ¿Por qué no muestras lo de ayer? – saca una foto de su bolsillo con [CENSURADO].

Eres un asco, hermano. Para empezar, la historia parte del supuesto que no eres bisexual.

 — ¿Bisexual?

[Que pateas con las dos piernas.]

[Si, que te gusta el plátano y la papaya.]

 — Oh ya. Saben, las etiquetas se me hacen groseras – hace un pequeño puchero.

Eso no importa, el punto es que todo el mundo debe pensar que eres el clásico macho que nunca estaría con un tipo. ¿Me entiendes?

 — Creo que sí. ¿Cómo harás eso?

Pues . . . no lo sé. Lo arruinaste todo con tu pequeña irrupción. Ahora me spoileaste todo el maldito fic.

 — No es para tanto, será como la última película de los Vengadores.

¿Cómo?

 — Todo el mundo ya sabía la trama, pero aún así los tipos se pudrieron en plata.

[¿Se gana dinero con los fics?]

[Sí es así, queremos el 80% de las ganancias.]

No gano nada, lamento decepcionarlos. Volviendo al tema del fic, no es mala idea, lo que dijiste de los Vengadores.

 — Pero claro que no es mala idea, es mi idea – se señala con el pulgar.

Bien, ¿cómo sugieres que inicie?

 — Oye, yo sólo soy el sex symbol. Haz tu maldito trabajo, para eso te pago – saca una de sus katanas.

Está bien, está bien. No te sulfures. Bueno, comencemos desde cero.

La ciudad de Nueva York, una clásica tarde de otoño. Nos encontramos a cierto antihéroe comiendo plácida y delicadamente en un puesto de comida mexicana.

 — Amo la comida mexicana.

Ya lo sé, por eso te pongo en un maldito puesto de comida mexicana, ¡comiendo tus malditas tortillas de harina rellenas de carne enchilada con queso, doradas en aceite hirviendo! (también llamadas chimichangas).

 — Ok – hace señas con sus manos – ya cásate.

 — ¿Con quién hablas? – el dueño del puesto lo observa con curiosidad.

 — Con el narrador – responde de lo más natural.

Si. Parecía un día de lo más normal, hasta que recordó su importante misión, atacar una de las bases de Ideas Mecánicas Avanzadas, y conseguir un objeto bastante inusual.

 — ¿A sí? – rascó su cabeza.

[¿Atacaremos I.M.A?]

[Suena interesante.]

Terminó de un bocado su deliciosa chimichanga, tomo la motocicleta de uno de los clientes, y salió en camino a su destino.

 — Sabes, me agrada lo de la motocicleta.

Al llegar al lugar, fue inmediatamente atacado por un equipo de científicos. Deadpool logró asesinar sin problemas a todos, siguió por un pasaje subterráneo que lo conducía a una trampa.

 — Sí me lo dices, deja de ser una trampa – replicó al aire.

El camino terminó, se topó con una enorme puerta electrónica, a la cual accedió destruyendo los controles primarios. Al entrar, todo el lugar se encontraba a oscuras, decidió ponerse sus gafas de visión nocturna. Descubrió que le habían tendido una emboscada.

 — ¿Cómo cuántos tipos de amarillo son? Yo cuento como unos doscientos.

[Yo digo que mil.]

[Será pan comido.]

Eliminó a la primera línea de científicos, robó un par de lanza misiles y atacó sin cesar. Era una carnicería, cuerpos botados por todo el lugar (que resultó ser un almacén de vehículos). Se abrió paso entre los enemigos restantes, tomó uno de los camiones de carga y arroyó a todos los que se interpusieron en su objetivo.

 — Violencia innecesaria . . . ¡Me encanta estar en un fic! – mostró una gran sonrisa por debajo de su máscara, mientras seguía arroyando los cadáveres.

Al terminar la matanza, se dirigió hasta, lo que parecía ser, el control primario de la base subterránea. Sin embargo, el mismísimo líder de I.M.A., lo estaba esperando en el lugar.

 — Patética criatura inferior, ¡¿cómo te atreves a desafiar a M.O.D.O.C.K?! – la cabeza gigante lo atacó con rayo eléctrico.

 — ¿Ya vieron el tamaño de su cabeza? – decía para sí mismo mientras se recuperaba de la descarga.

[Imagina el trabajo que le cuesta a su abuela tejerle un gorro.]

[¡Esa cosa está brutal!]

 — Escucha, cabezón. ¿Dónde está el núcleo de iridio? – le apuntó con su pistola.

 — ¡Nadie amenaza a M.O.D.O.C.K! ¡M.O.D.O.C.K es quien amenaza! – con sus poderes telequinéticos, lanzó una grúa sobre el mercenario.

[Eso sí dolió.]

 — ¡Ya me hartaste, cabezón! – se barrió por debajo de la plataforma que mantenía levitando la cabeza parlante, implantó una pequeña pero poderosa mina con conteo.

 — ¡Nadie toca a M.O.D . . . – la mina explotó y averió su plataforma, salió volando por la puerta metálica, sin poder controlar su curso.

 — Que cabeza tan parlanchina – se escuchó una explosión, el tecnópata se había estrellado con una pared – Bien, a lo que venimos.

Se acercó al núcleo de poder de la base, tomó un contenedor y encapsuló la fuente de energía. Robó uno de los vehículos de transporte y salió de la base. Recorría una de las avenidas principales de la ciudad, se dirigía a Hell’s Kitchen para entregar su carga. Pero de pronto sintió como alguien caía sobre su auto, del techo entraron unas cuchillas que abrieron el metal con bastante facilidad.

 — ¿Wolvie? – preguntó con bastante tranquilidad.

El tipo de las garras lanzó a nuestro sexy mercenario fuera del auto, cayó en la acera mientras su vehículo se estrellaba contra uno de los edificios cercanos. De entre las llamas observó salir una figura bastante familiar.

 — ¿Qué mierda pasa aquí, Logan? – replicó mientras sobaba su trasero.

 — Yo no soy Logan – respondió de manera burlona – aunque el parecido es comprensible.

 — ¿Daken?

 — Wolverine oscuro, suena más acorde. ¿No crees? – sacó sus afiladas garras.

 — Oh, el nene sigue los pasos de su papi – le habló como si fuera un bebé.

 — Ya veremos que te hace éste nene – se abalanzó sobre él y le cortó el brazo derecho (con el cual sostenía su paquete).

 — ¡Oye!, compórtate, junior – disparó repetidas veces al mutante, quien quedó bastante debilitado.

 — ¿Es todo lo que tienes? – limpió su sangre de su rostro.

 — Aquí tengo mucho para darte, garritas – tocó su bulto para burlarse.

 — Parece que tienes lo tuyo . . . – se acercó al mercenario y lo sorprendió por detrás – quizá tu y yo . . . – acercó su herramienta al trasero del mercenario.

 — Lo siento, pero yo prefiero dar que recibir – trató de soltarse del agarre.

 — Yo no tengo problema con eso – acarició su miembro por encima del traje, no tardó en despertar.

[El chico sabe lo que hace.]

[¿Acaso ya no tenemos dignidad?]

[¿Acaso no te gustó?]

[Si, pero no somos una chica fácil. ¿O sí?]

[. . .]

 — ¡Esto cuenta como violación! – alcanzó su katana y la introdujo en el abdomen del mutante.

 — ¡Hijo de puta! – soltó Deadpool, quien tomó su brazo y huyó del lugar.

Varias calles después . . .

 — Demonios, está es la primera vez que rechazo un buen culo – dijo bastante agitado por su huída.

[El culo de un hombre . . .]

[Da lo mismo, era un buen culo]

Después de recuperar el aliento, se dio cuenta que, sin querer, había llegado por fin a Hells’ Kitchen. Caminó un par de calles hasta llegar a la dirección que le habían dado. Era una cortina metálica, parecía un local abandonado.

 — ¿Quién vive? – golpeó la cortina.

El piso en el que se encontraba parado desapareció, cayó por un pasaje subterráneo (bastante divertido), y llegó a una especie de habitación ceremonial.

 — Bonito lugar – se adentró en la habitación. Cuando estuvo a punto de bajar unas escaleras, aparecieron frente a él un par de ninjas vestidos con túnicas rojas.

 — ¿Tienes el paquete? – preguntó uno de ellos.

 — Claro, recién salido del horno – abrió el contenedor y dejo ver el núcleo, el ninja trató de tomarlo, pero . . . – Ah ah ah – negó con su dedo – primero la plata.

 — Claro – chasqueó los dedos y aparecieron otros dos ninjas, ésta vez vestidos de verde. Traían un maletín, el cual entregaron al mercenario.

 — Veamos . . . – al abrirlo, encontró decenas de fajos con billetes – Perfecto, con esto tengo aseguradas mis vacaciones en Cancún – se emocionó como chica colegiala.

 — Ahora lárgate – ordenó el líder de los ninjas.

 — Claro, Maestro Splinter – reverenció al estilo asiático, después fue escoltado fuera del lugar.

Ya en la calle, tomó un taxi que lo llevó hasta un pequeño departamento en el Bronx. Por supuesto, no le pagó al chofer. Saludo al casero (un chico de veintitantos aficionado al metal), subió las escaleras del viejo edificio y entro a su hogar, dulce hogar.

El departamento era bastante pequeño, contaba con una mini cocina, su habitación, el baño y un patético intento de sala . . .

 — ¡Oye! – recriminó con molestia.

Perdón. Dejó el maletín bajo su cama, sacó una cerveza de su frigobar, y se sentó en su único sillón. El departamento podía ser feo, pero tenía una bella vista de la ciudad.

Mientras disfrutaba de su fría cerveza, el sol comenzaba a meterse. Se quitó el traje y quedó en ropa interior. Se sentía de lo más relajado, hasta que recordó el hábil roce que le había regalado el hijo de su eneamigo (Wolverine).

 — Ese chico sí que sabía sujetar una [CENSURADO].

[¡Oh, vamos!]

[No puedes censurar [CENSURADO]]

Si puedo.

[Pero le quitas lo divertido, todos vinieron a escuchar [CENSURADO]]

[¿Quieres tener lectores o no?]

¡Hay, está bien! El tipo sí sabía sujetar una verga, ¿contentos?

 — Yo si – se marcaba su gran erección por debajo de sus bóxers.

[¿Dijo gran erección?]

[Éste chico quiere algo, y no es dinero.]

Bueno, se le marcó una erección. No se puede hablar con ustedes. Mejor le dejamos por hoy, hasta el próximo capítulo.

 — ¿Qué? – se levantó de su sillón - ¿y ahora que hago con esto? – señaló su marcado bulto. 

Notas finales:

Hola qué tal, espero y les haya gustado el primer capítulo del fic. Como recordarán, tiene fics “hermanos”, que son: El Héroe y El Justiciero.

 — Tendré que leerlos.

[Claro, rata de biblioteca]

Ejem, como saben, para mí es sumamente importante conocer su opinión, por eso, no duden en dejar su review. En el cual pueden comentar lo que les gustó, lo que no, sus críticas, sugerencias . . .

 — Su contraseña en Netflix . . .

[Su cuenta de Tinder, o Grindr . . .]

[Su dirección]

Saben qué, olvídenlo. Yo soy León Smith . . .

 — ¡Y yo Deadpool!

. . . les deseo muchas cervezas frías . . .

 — Maletines con plata . . . mucha plata.

. . . tardes de otoño . . .

 — Más plata . . .

. . . y, sobre todo . . .

 — Muy buenas corridas . . .

¡Oye! (hay damas presentes) . . . les decía, muy buenas lecturas. 


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