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Nuevo comienzo. por Homicidal_Queen1

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Notas del capitulo:

Holi c:

Bueno :v se que este capi es algo ¿corto? bueno, no tanto pero si xD En realidad yo no queria dejarlo hasta ahi, queria hacer muchas cosas para este capitulo, pero se me ha acabo el tiempo, mañana entro a clases y hoy tengo bastantes cosas que hacer :c asi que les dejo este adelanto por ahora.

Iba a poner un titulo como "Enfrentamiento 1" y asi se iria por partes, pero esto no es una pelea de aca de las chidas, oh bueno, a mi no me satisface. Creo que aqui se ve bien lo casta que es mi capacidad :'v no lo se, esperaba mas de mi misma. Aunque no podia poner una pelea aca de artes marciales y toda la cosa xD Porque no va con los personajes, y la pelea aun no acaba 7u7 asi que recen por mi (?

Muchas gracias por sus comentarios <3 son tan lindas :'D y lindos <3 espero de verdad xD que les guste el capi de hoy y puede que no actualice hasta el fin de semana :c lo siento beibis </3 pero con eso de el regreso a clases y aparte la parte de la historia en la que voy siento que se me dificultara. Por favor no me abandonen :c

¿Quién sabe? Puede resultar interesante.

 

POV CIEL.

 

Ese bastardo me encerró en una especie de celda, es la misma de hace dos años y medio. Comencé a caminar de un lado a otro con desesperación. Lo sabía. Sabía que ese incendio no fue un accidente y ahora que se quiénes son los responsables, no me detendré. Estoy a un solo paso de obtener mi venganza y tengo el arma perfecta.

 

- Ciel.- La cual ha llegado.

 

- Sebastián, date prisa. Haz el contrato.- Rompió la jaula y me saco de ahí.

 

- Ciel, esto es muy peligroso ¿Okey? Un demonio juega con tu mente antes de hacer un contrato.- Advirtió.

 

- Pero tu...-

 

- No está en mí. Es instinto que yo no puedo controlar. De aquí en más está fuera de mis manos.- Esto es perder el tiempo. Eh llegado demasiado lejos, ya no hay vuelta atrás.

 

- ¡Apresúrate y has el maldito contrato!- El suspiro y sonrió, entonces, un humo negro comenzó a rodear a Sebastián, plumas del mismo color volaban a su alrededor. Sus uñas comenzaron a crecer, el color piel que antes tenían se está cayendo, ahora son negras y puntiagudas. Sus ojos y dientes volvieron a trastornarse. Por inercia di un par de pasos hacia atrás. Ya casi no podía verlo, esa niebla oscura lo cubría en casi totalidad. Una mano salió de ella, estaba irreconocible, parecía un guante de cuero en la cual sobresalían esas filosas garras, sus ojos se podían ver como un brillo rosa, y su sonrisa amplia y macabra.

 

No es momento de titubear. La tome, de repente sentí que todo daba vueltas. Cerré los ojos y cuando los volví a abrir, ya no estaba en aquella habitación. No, ni siquiera estoy en una habitación. Solo es espacio vacío y oscuro.

 

- ¡Sebastián!- Llame. - ¿Dónde estoy?-

 

- Estamos en... Digamos en tu interior.- Se escuchó la voz de Sebastián como un eco en este lugar tan desierto. ¡¿Cuánto tiempo tarda esto?!

 

- El tiempo es indefinido.- ¿Puede escuchar mis pensamientos?- Una vez firmes el contrato, estaré a tus ordenes hasta que el objetivo sea completado y yo reclame su alma. Yo le protegeré, yo le apoyare, seré su perro y su mano derecha. Ahora, Ciel Phantomhive. ¿Qué es lo que desea?-

 

- ¡Quiero salvar a Alois!-

 

- ¿Estás seguro?-

 

- ¿Eh?- ¿Qué le pasa?

 

- No parece ser su real objetivo.- Soltó una aterradora risa.- Los sentimientos de Ciel dicen que está feliz de que no sea él el que esté sufriendo así.- No...- En realidad Ciel está agradecido de que aun este intacto.- Eso no es verdad...- Ciel no quiere salvar a Alois. Ciel quiere venganza.-

 

- ¿V-Venganza?-

 

- Si, venganza. Aun tienes coraje de que hayan matado a tus padres. A ti nunca te importaron los sentimientos de Alois, lo que te importaba era que te arrebataron tu felicidad.- Pero yo...- No conforme con eso, mataron a la única persona que creías que te podías apoyar en él. - ¿Cómo sabe todo esto? - De ahí nació tu hambre de venganza ¿No es así, Conde Phantomhive?-

 

- No, ¡Yo quería venganza desde antes que Tana...!-

 

- Entonces lo has aceptado.-

 

- ...-

 

- “Soy muy joven para todo esto”, “Yo no debería sufrir estas cosas”, “Es injusto, aun soy un niño” ¿No es eso lo que pensaste?- ...- Es normal. Los humanos son egoístas por naturaleza. No tiene nada de qué avergonzarse, my Lord.-...

 

- ¿Ya terminaste tu discurso?- Dije en un semblante totalmente serio. Me harte de tantas idioteces, esto es solo una pérdida de tiempo. Nada de lo que dice es real. Solo juega con mi mente, tal y como dijo. El solo quiere provocarme, sacar a flote lo peor de mí. Digno de un verdadero demonio. - Cállate y cumple mi deseo.- En el suelo negro comenzó a brillar una especie de circulo rodeando una estrella enorme color violeta, rodeado por otro cubierto de espinas, como una especie de tetragramaton.

 

- Yes, my lord.- Mis ojos volvieron a cerrarse por sí solos, otra vez me encontraba en aquella habitación donde Ash me había encerrado. De repente Sebastián tapo uno de mis ojos con su mano, un agudo dolor invadió ese lugar, sentí que mi ojo chorreaba. Es sangre. ¿Sebastián? ¿Esto viene en el contrato?

 

POV SEBASTIÁN.

 

Si, el contrato ha sido completado. El cello ya está en el ojo de Ciel y en mi mano también. Es hora.

 

- Entonces, joven amo. ¿Qué desea?- El cello brillo y mis ojos también.

 

- Es una orden: Mata a ese par de ángeles.-

 

*Mientras tanto*

POV GRELL

 

- No. Es un demonio y un Shinigami.- Encendí mi cierra y sonreí amplio, una batalla entre las dos caras de él “bien” y el “mal”. Demonios contra ángeles. Quiero participar.

 

- Grell Sutcliff ¿Verdad? Un placer conocer al ex dueño de las almas de los señores Phantomhive y los señores Trancy.- Idiota, no me hagas enfadar, sombrerero loco.

 

- Vamos, ¿Acaso creen que son rivales para nosotros?- El tipo de blanco comenzó a acercarse a Claude, quedo justo enfrente de él sonriéndole con arrogancia. - ¿Por lo menos saben quiénes so...?- No termino la frase, Claude lo golpeo tan fuerte, que fue a parar al otro lado de la habitación, chocando con la pared.

 

- Se los diré una vez: Nada de juegos.- Dijo inexpresivo.

 

- Maldito...- Se escuchó decir al tal Ash.

 

- ¡Claude! ¡Basta, ellos te mataran!- Le rogaba Alois con la poca fuerza que le quedaba. - Si tú mueres entonces yo...-

 

- ¡Cállate!- No me espere algo así.

 

- Claude...-

 

- En tanto más gastes energías, más rápido morirás Alois, así que cállate de una vez.- En el suelo comenzó a brillar un pentagrama de color amarillo brillante. Su cello demoniaco, del cual broto una espada verde, que tenía apariencia del tallo de una flor cubierto de espinas.

 

- ¿Usaras armas? Demonio. Entonces es cierto. No puedes usar tu poder.- El tipo del tatuaje en el ojo comenzó a reír.- Tu eres uno de los príncipes perdidos.-

 

- Eso no te incumbe.- Apunto la espada a su dirección.

 

- Bien, veamos qué tan fuerte es la realeza del infierno.- Es rápido, desapareció en un instante. Ash, ese también. ¿Qué diablos...?

 

- ¡Grell!- No tuve tiempo de reaccionar, uno de ellos me ataco por detrás, caí al suelo después del impacto de aquella patada. Iba a ser golpeado de nuevo, pero logre tomar mi guadaña y lastimar su pierna. Desapareció al segundo antes de que yo pudiera cortarle el cuello.

 

POV NORMAL

 

Las cosas no parecían buenas para el demonio y el Shinigami, no pensaron que esos ángeles tendrían tanta fuerza ni velocidad, iban de un lado a otro, ninguno podía percibirlos con claridad, pero nada haría que Claude perdiera esta batalla, no solo su orgullo estaba en juego, sino también el amor de su vida. Ahora no perdería más concentración que esa; deshacerse de los ángeles podridos.

 

Era su turno de atacar, con velocidad sobrenatural alcanzo a Drocell y rasgo su espalda con aquella espada, este intento golpearlo pero no fue nada eficaz para tocarlo. Al contrario, Claude arremetió a Drocell con una patada en el estómago, logrando que su oponente cayera al suelo boca arriba y con falta de aliento.

 

Grell no se quedó atrás, con una sonrisa acreedora de un psicópata, ataco a Ash haciéndole profundos cortes con su poderosa cierra. Este soltaba chorros de sangre que manchaban el blanco piso. Sin embargo, ninguno de los ángeles podía quedarse así. Cuando vieron la oportunidad, ambos se escabulleron de los ataques de sus contrincantes.

 

- No pensamos que llegaríamos a estos extremos.- Hablo Drocell.

 

- Pero nos han provocado.- Completo Ash.

 

- ¿Listos para perder?- Continuo el peli naranja con una sonrisa maliciosa,

 

- Pestes.- Insulto el albino, este hizo una mueca de desagrado.

 

Claude y Grell mantenían un cariz imperturbable. Estrategia para que su rival no pueda deducir si están bien o mal durante combate. Ambos ángeles comenzaron a brillar y de sus lomos un par de alas brotaron, dando pie a otro par y otro par. Quedando un total de seis alones en su espalda. A un costado sus respectivas armas dan su aparecer. Un arco para Ash, una lanza para Drocell. Sus escleróticas se pintaron de negro y su iris de blanco brillante, al igual que sus ropas, bueno, al menos la de Drocell.

 

- Oh pobres diablos.-

 

- La hora de su fin ya ha sido programada.- Los arcángeles comenzaron a elevarse. Iban a volver a decir algo pero unos pasos los interrumpieron.

 

Un sonriente Sebastián hizo acto de presencia en la sala. Tenía una expresión confiada como muchas veces se le ve, pero esta tenía algo diferente. Miraba sin miedo a esos serafines. Se detuvo al quedar al costado de Claude y Grell.

 

- Llévate a Alois, ponlo junto a Ciel, haz el contrato. Yo estaré bien.- Le susurro a su hermano. Este solamente asintió, confiaba en Sebastián y lo que más necesitaba es hacer uso de su poder.

 

Claude corrió y cargo a el rubio, llevándoselo a la sala de abajo. Los serafines no lo detuvieron, también se sentían muy confiados de sí mismos.

 

- ¿Esto es acaso una pelea de relevos?- Se burló Ash.

 

- Ahora puedo mostrar mi verdadera forma.- La niebla y las plumas oscuras comenzaron a aparecer en Sebastián. - Mi horrible, grotesca, vulgar, verdadera forma.- Entonces, el sonido de unos tacones comenzaron a hacer eco por la mansión, unas enormes alas de plumas negras brotaron de aquella neblina sombría.

 

El ángel del arco no pudo esperar más, y ataco ansioso al demonio que apenas estaba revelándose, sin embargo fue inútil. Instantáneamente el ser anticristo esquivo las flechas. La bruma poco a poco se esfumaba, y las plumas caían. Dejando ver la verdadera imagen de aquel demonio. Una sonrisa amplia con afilados colmillos de apariencia escalofriante, unos ojos fucsia, gatunos abiertos a tope, dándole un aspecto de psicópata. Cabello negro y largo con un par de cuernos enrollados saliendo de su cabeza. Sus alas de plumas negras expendidas, sus garras negras y afiladas, en su mano izquierda el cello del contrato. Usando un conjunto de color negro; camisa, pantalón, botas, todo era del mismo color, dándole un contraste a su piel y a sus ojos.

 

Al igual que Claude, un pentagrama pero esta vez del diseño propio de Sebastián y color violeta, comenzó a brillar en el suelo, dejando salir una enorme hacha color rojo, negro y plateado. La sonrisa de Sebastián no desaparecía. Las miradas expectantes de Grell, Ash y Drocell no daban crédito a lo que veían. Se sentía el inmenso poder que tan solo su presencia desataba. Sebastián volteo a ver a Grell, sonriendo confiadamente. Se sentía tan libre, ahora si no se podía retener.

 

- ¿Qué haces aun aquí?- Le pregunto al pelirrojo.- Tienes a alguien más a quien enfrentarte ¿No?-

 

- ¿Qué?- Musito confundido el de ojos verdes.

 

- ¿No lo sientes? Aún está aquí. Yo no te necesitare, así que corre.- El Shinigami se concentró un poco, luego se mostró sorprendido seguido de una expresión de enojo. Sin decir nada se fue a toda velocidad a una dirección indefinida.

 

En cuanto a Sebastián y los arcángeles, se miraban fijamente entre sí, esperando el movimiento del otro. El menos estratega, Ash, fue el primero en atacar con desesperación. Lanzando flecha tras flecha bendita en dirección al demonio, sin éxito. Drocell aprovecho aquella distracción para intentar apuñalar el corazón de Sebastián, únicamente logrando rasgarle la camisa.

 

- Grave error.- Le susurro Sebastián con una sonrisa burlona.

 

- ¿Huh?- Antes de que pudiera articular algún movimiento, Sebastián cortó un brazo del ángel con su hacha, aquel que llevaba el arma en la mano. Por un momento el tiempo fue más lento para Drocell y vio su brazo caer junto con su lanza. La fuerte patada del demonio le devolvió a la realidad mandándole del otro lado de la habitación, rodo por el suelo manchando el piso con su sangre.

 

Sin embargo, una flecha cruzo el hombro de Sebastián. Las flechas benditas suelen ser letales para muchos demonios, pero no para él, se necesitara de más que eso para detenerlo. No por nada era el poderoso heredero.

 

- Fui descuidado.- Se volteo a mirar de frente a Ash y saco la flecha de su hombro. El ángel del arco comenzó con unos disparos continuos y veloces, algunas flechas lograron atravesar al demonio. Pero poco a poco comenzó a moverse con agilidad y esquivo el resto de esas infinitas saetas, otra vez se descuidó y Drocell le ataco por la espalda, encajando esa lanza en una de sus alas, en un intento por inmovilizarlo. Ahora el demonio era atravesado por bastantes flechas y lo debía de admitir; le dolía. Pero no se permitiría perder por algo como esto.

 

En un rápido movimiento de alas, se elevó, estaba desencajo aquella arma y la aventó al suelo. Obviamente sangraba, le quemaba aquella agua bendita que previamente había sido derramada en aquellas armas. Comenzó a moverse a toda velocidad para confundir a los ángeles, que apenas lograban percibirlo por un segundo, para que luego volviera a desaparecer. Lo único que quería Sebastián era encontrar la manera de arrebatarle el arco a Ash.

 

Por un momento Ash bajo en arco y su cuerpo al suelo. De su ropa saco una especie de botella, similar a la que el usa para recolectar almas. Era su oportunidad, tenía que ir por ese arco. Pero no, se detuvo al saber que sucedería. Ash abrió el frasco y sonrió como si le fuera placentero.

 

- Vayan queridas almas, tráguense al demonio.-

 

*MIENTRAS  TANTO*

 

Claude obedeció a Sebastián, se llevó el débil y frio cuerpo de Alois casi inconsciente hasta el cuarto de abajo. Donde se encontró a Ciel limpiándose un ojo con una camisa, posiblemente de Sebastián. En cuanto los vio se levantó y fue hasta ellos.

 

- Alois, sé que no confías en mí. Pero necesito ese contrato.- Hablo apresurado Claude. Alois lo miro indeciso.

 

- ¿C-Ciel?- El peli azul le tomo la mano. - ¿Hiciste ese contrato?- Le pregunto, Ciel asintió con la cabeza y le mostro su ojo.- No debiste, idiota...- Comenzaron a brotar lágrimas de los ojos del rubio.

 

- Alois, Sebastián no comerá mi alma.- Le sonrió. - Míralo: Está arriesgando su vida solo por nosotros. ¿Acaso lo valemos? Lo que ellos quieren es ayudarnos. Ahora se está arriesgando solo, Claude necesita ese contrato para desatar su poder, por favor, ayúdame. ¿O acaso es mejor venderte a Ash y Drocell? No permitas que Sebastián muera así. Alois, te prometo que todo saldrá excelente.- Ante la mirada suplicante de ambos, Alois ya no tenía otra alternativa. Por el momento Claude cerró sus heridas, con el doloroso procedimiento de quemarlas. El fuego fue cortesía de las velas de la habitación.

 

- Claude... Haz lo que tengas que hacer.- Le dijo con voz temblorosa. El de ojos amarillos acaricio la mejilla del rubio para luego abrazarlo.

 

- Yes, your Highness.-

Notas finales:

Ojala les haya gustado ñwñ ¡Dejen reviews! :'D 


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