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Nuevo comienzo. por Homicidal_Queen1

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Notas del capitulo:

¿Quien dijo lemon? :D este capitulo si esta largo 7u7 para mi si xDD espero que les guste, chicas y chicos me encantan sus comentarios

Pov Alois~

 

- Wow, que plaza comercial tan enorme.- Cuando entramos, enserio me quede sorprendido por el tamaño que tenía el establecimiento.

 

- Alois, muero de hambre, vayamos a comer algo.- Esto en verdad es una cita, ¡Una cita indirecta! Que romántico

 

Llegamos a un lugar más o menos elegante, no tanto, es como si conociera mis gustos, era hermoso y acogedor, nos sentamos en una mesa a lado de la ventana, de esas con sillones en vez de sillas. Ambos pedimos el mismo platillo, me encanta Claude.

 

- ¿De dónde vienes Alois?- Preguntó iniciando conversación.

 

- De Inglaterra. Bueno, al parecer yo no puedo hacer la misma pregunta.-

 

- ¿Cómo lo sabes?-

 

- Escuche un par de cosas sobre ti y tu hermano.-

 

- Adivinare: Son tan misteriosos, inexpresivos e inalcanzables. Son raros y nadie sabe nada de su origen, blablablá.- Lo dijo con una voz graciosa y dramática, Claude es lo contrario a lo que ellos dicen.

 

- JAJAJAJA, si exacto, pero no pareces ser así.- Le dije en voz cálida.

 

- Lo soy. Solo que, contigo es diferente.- No pude evitar sonreír.

 

- Bueno, me alegra ser diferente entonces.- Nuestras ordenes llegaron.

 

- Alois, ¿que pasara con nuestro "noviazgo"?- dijo comiendo de sus papas fritas.

 

- Bueno, lo que tú quieras está bien.- Le dije un poco nervioso, yo quiero que sigamos pero no me quiero ver desesperado.

 

- Okey, sabes Alois no me gusta mentir mucho.- Está terminando con nuestro falso noviazgo.- Así que ¿Por qué no hacerlo realidad?-

 

- ¿Qué?- Él se acercó a mí y me miro directo a los ojos.

 

- ¿Quieres ser mi novio?- WOOOOOOOO SIIIIIIIIIII.

 

- Si, si quiero ser tu novio.- le dije sonriendo. El me tomo de la mano y sonrió.

 

- Entonces es oficial.- Continuamos platicando y comiendo, es tan lindo, notamos que empezó a llover, pero lo que más notamos fue un par de rostros conocidos.

 

Pov Ciel ~

 

Sebastián y yo nos dirigimos a un restaurante, justo cuando entramos, comenzó a llover. Él es totalmente lo contrario a lo que dicen los demás, él es divertido, gracioso, interesante y alegre.

 

- Vaya golpe de suerte.- Agrego el mientras nos sentamos.

 

Reí por lo bajo y pedimos nuestra orden, él dijo que quería lo mismo que yo, parece que no ha probado mucho de aquí.

 

- Sebastián, tengo unas preguntas que hacerte.-

 

- Bien, comienza.-

 

- ¿Por qué todos dicen que eres frio y misterioso? ¿Por qué la gente te trata como una celebridad? Y ¿Por qué es diferente conmigo?- Sebastián dio un largo suspiro.

 

- Bien. Uno: dicen eso porque es verdad, no soy muy sociable con la gente. Dos: ¿Celebridad? Wow, me siento importante, quizá porque soy algo popular. Tres: Porque me gustas.- Me ahogue con mi bebida al escuchar lo último, ¿cómo puede decirlo con tanta simpleza?

 

- ¿De verdad?- Le pregunte un tanto (muy) sorprendido.

 

- ¡Kya!- Ese grito... Alois. Sebastián y yo volteamos unas mesas atrás y ahí estaban esos dos.

 

Claude sostenía a Alois tapándole la boca para que dejara de gritar.

 

- Cariño, tus gritos me encantan pero ¡no es el momento!- Dijo Claude intentando esconderse.

 

- Pss, Ciel, hagamos como si no los hemos visto y avergoncémoslos.- Me susurro Sebastián con disimulo, yo asentí y comencé.

 

Pov Alois~

 

- ¿Sabes? Alois siempre baila y canta canciones pop mientras limpia.- Escuche decir a Ciel, MALDITO.

 

- ¿Ah sí? Pues cuando Claude y yo éramos niños, sus únicos amigos eran arañas.- Dijo Sebastián.

 

- Por lo menos yo tenía algunos amigos.- Susurro Claude quien aún tapaba mi boca.

 

- JAJA pues Alois cuando éramos pequeños le gustaba vestirse de niña.- MALDITO SEAS CIEL.

 

- Me encantaría ver eso.- Me susurro Claude, yo me sonroje de inmediato.

 

- JAJAJA pues Claude hasta estos días mira caricaturas para niños.-

 

- Mi secreto...- Yo reí un poquito.

 

- Pues eso no es nada, Alois disfruta del porno gay asiático en caricatu...-

 

- ¡SUFICIENTE!- Me zafe de Claude.- ¡¡Se llama anime yaoi!! Y es mucho más que solo porno.- Dije acercándome a ellos.

 

- ¿Cuál es su problema?- Pregunto Claude detrás mío.

 

- Bueno, eso les enseñara a no espiar a la gente.- Sebastián tomó de su soda.

 

- Que va, ya que están aquí díganme, ¿cómo que "mi novio"? O es más ¿Por qué Claude te llamo "Cariño" hace un momento?- Me senté junto a Ciel y le quite su bebida. Claude solo se sentó junto a Sebastián el cual le dio un abrazo fraternal.

 

- Veraz Ciel, cuando papa oso y mama osa se quieren mucho, mucho, mucho...-

 

- ¿Son novios?- Me interrumpió.

 

- Si.- Respondí.

 

- Excelente, les dejamos la cuenta. Vámonos Ciel.- Sebastián se llevó a mi amigo, Claude y yo nos miramos y reímos, como vimos que su comida estaba casi intacta pues el tomo lo de Sebastián y yo lo de Ciel.

 

Pov Ciel~

 

Le gusto a Sebastián ¿qué debería de hacer ahora? No parece alguien malo, pero no se casi nada de él. Nos metimos al centro comercial donde me compró un collar, un brazalete, y antes de que me comprara un anillo de compromiso le dije que se detuviera.

 

- Ciel, ¿quieres algo?-

 

- Creó que ya obtuve suficiente.-

 

- Lo que quieras es tuyo, solo pídelo.-

 

- Vas demasiado rápido.-

 

- ¿En serio? Bien, entonces vamos por un helado, eso se hace en las primeras citas.-

 

- ¿Esta es una cita de verdad?-

 

- Bueno, me gustas, te gusto, te invite a comer, un helado, detalles, creo que lo es.-

 

- ¿De dónde sacaste eso de que me gustas?- Compramos el helado y nos sentamos en una banca, él se acercó peligrosamente a mí.

 

- ¿Acaso me equivoco?- Sentí el calor en mis mejillas, desvíe la mirada y me metí el helado en la boca evadiendo esa pregunta. La verdad Sebastián tenía una personalidad tan buena y tan misteriosa, además de ser muy atractivo, el me gusta mucho pero no me quiero confiar.

 

- Miren allá es Ciel.- Mire y los chicos de la escuela venían para acá.

 

- Oh lo siento ¿interrumpimos algo?- Pregunto hipócritamente Grell sentándose en medio de mí y Sebastián, acercándose a el cual acosador.

 

- Si internas tocarme, te hare daño.- Dijo Sebastián con una expresión alegre, como si sus palabras fueran otras. Grell solo se detuvo y regreso con el grupo.

 

- Oye Ciel, nos vemos mañana... A~adios Sebastian-san.- Dijo Elizabeth.

 

- Solo Sebastián, adiós.-

 

- Oh por cierto Ciel, mañana conocerás a más de nuestro grupo que estuvieron ausentes ayer. Nos vemos.- Cuando Ronald término, todos se marcharon.

 

- Adorable.- Comentó Sebastián.- Así que te juntas con ellos, dicen que son raros, aunque se ven interesantes.-

 

- ¿Cómo raros?-

 

- No pienses mal. Raros de una manera buena, siempre los veo reír, y son solidarios los unos con los otros, dicen que están locos además.-

 

- Si, note algo de eso.- Ambos soltamos una leve risita.

 

- Me alegra que te hayas hecho su amigo. Son buenas personas.-

 

- Te admiran, a Grell le gustas.-

 

- Lo sé, pero no podría estar con él por tres razones.-

 

- ¿Cuáles?-

 

- En primera no es mi tipo. En segunda a Will le gusta.- Me ahogue con mi helado ¿A WILL?

 

- ¿Will? ¿El serio de lentes? Debe ser un chiste.-

 

- No digas que te dije, en realidad también pensé que era una broma pero no. Will no bromearía así.- Imposible.

 

- Wow, increíble. Bueno, dime la tercera.-

 

- La tercera razón es porque te quiero a ti.- Volví a ahogarme con mi helado ¡¿cómo puede decir eso como si nada?!

 

- ¿C~como dices cosas tan vergonzosas?- Sentí un calor en mis mejillas.

 

- Mírate, tres simples palabras y ya estas sonrojado, debo gustarte demasiado.- Arrogante. Bien, lo admito, me gusta. Además, quiero seguir su juego; a mí nadie me gana en un juego.

 

- Es que eres tan sexy que no sé cómo evitarlo.- Suspire, su reacción... No se lo esperaba, eso pasa cuando te metes con Ciel Phantomhive. - Además tus hermosos ojos, que combinan con tus mejillas.- Hable en tono claro de burla, él se sorprendió y luego sonrió.

 

- Eres excelente Ciel. Sumamente excelente.- Nuestros celulares sonaron, mi mensaje era de Alois decía: "Ciel, cariño mío, no llegare a casa esta noche. Ah, y más vale que no usen mi cama tú y Sebastián ;)" ¿Qué demonios? Sebastián me miro, y me enseño su mensaje, era de Claude. Decía: "Hermano, usare la casa esta noche así que no llegues. Te puedes quedar con Ciel, ya deje una de tus pijamas, aunque creo que no la necesitaras. También deje algo para el día siguiente, adiós." Yo le enseñe el mío, soltamos una carcajada.

 

- Parece que nuestros hermanos tendrán suerte esta noche.- Añadió el guardando su teléfono.

 

- No sé por qué no me sorprende.- Comente, el se levantó.

 

- Bueno, tendremos una pijamada esta noche. Vamos, se hará tarde.- Y así, fuimos a mi casa. Cuando llegamos lo primero que vimos fue una mochila tirada al lado un sillón.

 

- Esa mochila ¿De quién es?- Pregunte, pues juraría que no la había visto antes.

 

- Es mía, creó que es la pijama.- Sebastián la tomo y abrió, saco una nota que decía "Diviértanse" después saco... ¿Condones? - Juro que yo no guarde esto aquí. Conociéndolo fue Claude.-

 

- Seguro Alois ayudo, muere por que pierda mi vir... ¡Olvídalo!- ¡Maldita sea, hable de más! No puede ser, estoy rojo de la vergüenza y no es para menos, voy a la universidad y sigo siendo virgen.

 

- Ciel, ¿eres virgen?- Su cara de asombro, está preparado para burlarse de mí.

 

- N~no, por supuesto que no.- Entre en negación; no es bueno.

 

- Mírame a los ojos.- Tomo mi barbilla, esta tan cerca, nuestras respiraciones se mezclan. Ese rojo carmesí hipnotizaste, me está consumiendo... ¡Ya no puedo mentir!

 

- ¡SI! ¡LO SOY! SOY VIRGEN, ya puedes burlarte de mí.- Aparte su mano y desvié la mirada, seguía tan apenado, no puedo creer que haya dicho eso pero siento tanta confianza cuando estoy con él.

 

- Ciel... Eso se puede arreglar.- Me tomo en brazos estilo princesa y subió hasta mi habitación.

 

- ¿Cómo supiste que este era mi cuarto?-

 

- Fácil, esta frente al mío.- Cierto. Me dejo en mi cama y cerro ventanas y cortinas.

 

- No creerás que vamos a... "Eso"-

 

- Ja! No puedes decir que vamos a follar pero si puedes decirme que soy sexy y guillarme el ojo.- Otro punto, ¡Me está dejando atrás! No, no lo permitiré.

 

- Tsk, pero eres demasiado... Ñeh.-

 

- ¿Ñeh?-

 

- Si, estas siendo demasiado rápido, nunca lograras seducirme así.- Se sentó en la cama.

 

- ¿Y cómo quieres que lo haga? "Experto"- Me senté encima de él, con mis piernas enredadas en su espalda, quedando de frente.

 

- No lo sé, yo soy el virgen aquí.- Moví mis caderas rosando su miembro con el mío bajo las ropas.

 

- ¿Seguro que eres virgen o solo estas seduciéndome?- Rodee su cuello con mis manos y me acerque a su oído.

 

- ¿Quieres averiguarlo?- Le susurre. Sentí su mano subir por mi camisa, su frío tacto hizo que se me erizara la piel. Su mano acaricio mi pezón, con solo tocarlo un sonido extraño salió de boca. La tape con tanta pena, y agache mi rostro.- Lo siento, no sé qué fue eso.- Tomo mi barbilla y me obligo a verlo.

 

- Eso es un gemido y te prometo que esta noche no dejaras de emitirlos. Con esto me diste la respuesta; si eres virgen.- Mientras me decía esto, se deshizo de mi camisa, y comenzó a besar mi cuello, se sentía extrañamente bien.

 

- Mmm Sebastián...- el bajo de mi cuello a mis botones rosados, sentía algo que palpitaba ahí abajo, oh dios, soy tan sucio.

 

- Ciel, relájate y déjate llevar.- Me acostó en la cama, y se quitó su suéter y camisa. Su abdomen está más marcado que el mío, a mi apenas se llega a notar algo y eso es porque soy delgado, a él se le nota que hace harto ejercicio. - ¿Te gusta lo que ves?-

 

- Deja d~de decir c~cosas raras.- El sólo sonrió. Se acercó a mi boca, este será nuestro primer beso. Soy tan cursi.

 

- Ciel, este será nuestro primer beso.- Dios, lo amo.

 

La distancia de nuestros labios se hizo nula, Sebastián era todo un experto, introdujo su lengua haciendo que el beso se encendiera más, nuestras lenguas luchaban, esta vez acepte mi derrota, si era así de dulce entonces llámenme perdedor. El oxígeno se hizo cada vez más pequeño y como era necesario nos separamos.

 

- Ciel, eres tan dulce.- Hablo el, comenzó a besarme más, estos besos eran más lujuria que pasión pero igual me encantaban, sentí su mano frotar mi miembro por encima de mi pantalón, yo solté gemidos entre besos, desabrocho mi pantalón con una sola mano y después los bajo lentamente dejándome con mis... Maldita sea.

 

- Okey esto si es una sorpresa.-

 

- ¡Fue culpa de Alois! Yo tengo estas tendencias.-

 

- Es una lástima, ya me pusiste duro con solo verte en bragas.- Me sonroje a mas no poder.- Ciel, me encantas.-

 

- Sebastián, tu también.- Se mordió los labios mientras me miraba de arriba a abajo.

 

- Verte así, tan indefenso y solo para mí... Ciel pasemos a otro nivel.- Dios no, ¡¡POR FAVOR NO, VA A DOLER!!

 

- ¿Va a dolerme?- Pregunte temeroso

 

- Solo al principio, pero después estarás pidiendo más.- Me quito esas estúpidas bragas de mujer que juro fue culpa de Alois;-;

 

- Hazlo.- Le dije pues al parecer estaba esperando mi respuesta. Tomó mi miembro y comenzó a masturbarlo, yo solo gemía, no lograba articular palabra alguna, estaba tan sumido en el placer. - Sebastián... Basta... M~me vengó.- Él se detuvo pero sólo para sustituir su mano por su boca. Lamia, subía y bajaba, metió todo mi miembro a su boca y no pude más me vine. Él se tomó toda mi semilla como si de agua se tratase.

 

- Delicioso.- Me susurró al oído. Volvió a besar mi cuello, y comenzó a abrir mis piernas.

 

- S~sebastián. Usa protección.-

 

- ¿Acaso puedes embarazarte?-

 

- No, pero me puedo enfermar.- Mi mirada era firme, él se resignó y fue por ellos, también trajo un tubo extraño, debe ser lubricante.

 

- No me quedan.- Mentiroso.

 

- Sebastián.- 

 

- Shhh, no seas mata pasiones.- Volvió a besarme y me deje llevar, ¿Qué más da? Sebastián es todo lo que quiero.

 

Bajo besando mi pecho. Vi como desabrochaba su pantalón y se lo bajaba con todo y bóxer, fue una escena tan erótica, claro hasta que vi su miembro y me aterre, ¡Eso no cabe!

 

Puso lubricante en sus dedos y se acercó demasiado a mi rostro.

 

- ¿Listo?-

 

- Sebastián, eso no cabe.- Apunte a su miembro el soltó una risita de ternura.

 

- Me alagas, cariño.- Sentí como su primer dedo entraba por... Ahí. Y simulaba estocadas suaves, dolió al principio pero cuando comenzó el placer el metió un segundo dedo y dolió mas. Estiraba mi entrada, luego introdujo un tercer dedo ¿Piensa meter toda su mano? Todo era dolor hasta que...

 

Sentí como una ola de placer inundaba todo mi cuerpo. Era extraño, ya no dolía, todo fue reemplazado por ese exquisito sentir.

 

- Es aquí-

 

- ¿Aquí?-

 

- Tu punto G, es aquí.- Volvió a tocar esa parte, una y otra vez. Gemidos y jadeos se escuchaban por toda la habitación. De pronto saco sus dedos, ya me iba a quejar pero metió su miembro de una sola estocada. Dolió hasta el alma;-;

 

- S~Sebastian... Duele.- Le susurre al oído, él se quedó así hasta que me acostumbrara, moví mis caderas como un reflejo una vez que ya estaba acostumbrado.

 

El comenzó a dar suaves estocadas que al principio quemaban pero... Otra vez sentí eso que me hacía delirar, decir que quería mas, rogar por que tocara de nuevo ahí. Él se dio cuenta y comenzó a darme en ese lugar, su velocidad y fuerza incremento.

 

Todo era placer y cariño, gemidos y jadeos se escuchaban hasta las calles estoy seguro. Sebastián besaba mi cuello, mis labios, mi torso, todo lo que estaba a su alcance. Era gentil pero posesivo, eso me encantaba de él.

 

1, 2 quizá 3 o 4 horas duramos en el acto, pero llego un momento en el que ambos caímos exhaustos. El salió de mí, no sé cuántas veces llegamos al clímax pero fue increíble. Se recostó al lado, me abrazo y simplemente nos quedamos dormidos.

 

 

 

EXTRA: LA APUESTA.

 

Esta historia se acomoda cuando Ciel y Alois conocieron a Sebastián y a Claude, pero en la madrugada.

 

- Cieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel.- Grito un Alois entrando a la habitación del mencionado.

 

- ¡¿Qué quieres Alois?! Son las 2:00 de la mañana.- Ciel, quien salto de la cama al escuchar el grito de su compañero, estaba molesto pues él tenía que dormir.

 

- ¡MIRA! ¿Te imaginas si yo pudiera hacerlo?- Mostro una foto de un postre de frutillas.- Si lo hago, quizá pueda ofrecérselo a los vecinos.-

 

- Tsk, Alois, sabes cocinar. Pero no eres un chef ¿Sabes?- El ojiazul claro se ofendió.

 

- Apestas a apuesta.-

 

- ¡Tú apestas a apuesta!- Se miraron retadores.- Bien, mira si logras hacerlo en el primer intento hare lo que quieras.-

 

- Usaras ropa interior de mujer, mañana que es nuestro primer día de clases.- Alois sonrió malicioso.

 

- Bien, pero si al primer intento no te sale igual, tú lo harás.- Ciel devolvió el gesto.

 

*Una hora después*

 

3:00 am.

 

- Maldita sea.- Exclamo cierto peliazul... - ¿Dónde conseguirás ropa interior de muje...?- Ciel miro a Alois quien sostenía unas bragas color rosa.- ¿Dónde conseguiste eso?-

 

- Eso no importa, lo importante es que te quedan. Espero que te sientas cómodo mañana. Buenas noches.- Se retiró.

 

- Maldito rubio.-

Notas finales:

Espero les haya gustado, ¡Denme su opinion!:D


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