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Mi neko por lovesasunaru34

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Notas del fanfic:

espoero y les agrade sin mas los dejo leer

Mi neko

Una vez un gato vivió millones de años y no moría, su nombre era Suoh Mikoto. Era de cabellos rojo como la sangre y ojos dorados como el sol, era muy bello. Aquel gato vivió y murió millones de veces. Un millón de personas amaron ese gato. Y cuando ese gato murió, un millón de personas lloraron y se pusieron tristes.

Sin embargo el ni una sola vez lloro. Una vez Mikoto le perteneció a un rey. El rey era muy hábil para la guerra, y siempre se encontraba en ella.

El gato odiaba la guerra, el rey siempre ponía a Mikoto en una esplendida jaula y se lo llevaba junto con él al campo de batalla. Un día Mikoto fue alcanzado por una flecha perdida y murió.

El rey detuvo la guerra, retiro a sus subordinados y regreso al castillo. Después enterró al gato en el patio. El rey suspiro y lloró solamente un hilo de lagrimas.

Después Mikoto nació por segunda vez, esta vez le perteneció a un marinero, Mikoto adiaba el agua. Navego en un barco por todos los mares y puertos del mundo.

Un día Mikoto callo del bote, como él no podía nadar, el marinero rápidamente lo recogió y lo subió al bote con una red, pero estaba empapado y murió.

El marinero sepulto a Mikoto debajo de un árbol, en un parque de la ciudad junto a una bahía lejana. El marinero lloro y sollozo mientras apretaba los dientes.

Una vez Mikoto le perteneció a un mago, Mikoto odiaba el circo. Cada día le mago pondría a Mikoto dentro de una caja que partía a la mitad, enseguida el sacaría a Mikoto de una maleta, como si hubiera estado dentro de la caja todo el tiempo, así la multitud aplaudiría y aclamaría.

Pero un día el mago cometió un error y en verdad partió a Mikoto en dos. El mago tomo las partes del gato con ambas manos y bajo la cabeza. El mago enterró a Mikoto debajo de una de las tiendas del circo. El mago lloro en silencio sin decir ni una palabra.

Una vez Mikoto le perteneció a un niño muy alto, Mikoto odiaba a los niños. El niño lo cargaba sobre su espalda y le compartía de sus propios dulces, cuando dormía se aferraba estrechamente a Mikoto. Un día Mikoto fue aplastado y sofocado debajo del cuerpo del niño y murió. El chico tomo el cuerpo de Mikoto y lloro todo el día. Posteriormente fue enterrado debajo de un árbol del jardín. El niño paso todo el día llorando.

A Mikoto realmente no le importaba morir, un millón de personas se pusieron tristes alrededor de la muerte del gato. Sin embargo ni una sola vez lloro. Una vez Mikoto no le perteneció a nadie, se volvió un gato salvaje.

Esa vez fue la primera vez que fue su propio dueño. De alguna forma, ya que era muy atractivo, se convirtió en un gato salvaje ridículamente bello. Muchas gatas hembra querían convertirse en esposa de Mikoto, por eso era envidiado por muchos gatos macho.

Le llenaban de regalos, dinero y acicaladas de pelo.

-he muerto millones de veces –Mikoto siempre alardeaba diciéndolo, pero él  no amaba a nadie más que así mismo.

Pero solo un gato de cabellera negra y ojos violeta no se percataba de él. Un gato de una débil sombra y una presencia de ensueño.

Mikoto se acerco al gato azabache y le dijo:

-¿Cuál es tu nombre?

-…

-hmp ¿no me lo vas a decir acaso?

-Munakata…Munakata Reisi –le contesto casi en un susurro

-Munakata por si no lo sabes yo he muerto un millón de veces. –Munakata simplemente lo ignoro y continuo tomando su te calmadamente. Munakata había fruncido levemente puesto que el si se amaba a sí mismo a diferencia de ese pelirrojo

Mikoto se retiro  bastante molesto por la indiferencia de este. Así que al día siguiente y al siguiente y los siguientes. Mikoto iba con Munakata para seguirle diciendo:

-como ya he dicho, yo he muerto un millón de veces. –esta vez Munakata le contesto con un simple:

-ya veo

-ya he vivido millones de veces, y tu ni siquiera has terminado de vivir ni una sola vez  ¿cierto?

-así es –le respondió secamente

-tch, yo soy diferente a ti puesto que he vivido un arsenal de veces. He sido el gato de un rey, viví en un palacio, he navegado alrededor de los siete mares en esa ocasión me ahogue. E incluso fui la compañía de un niño, comí un montón de dulces. –le decía con el ceño fruncido y aires de superioridad. -¡ya que también fui un gato de circo mis reflejos son excepcionales y puedo imitar a las personas! Además el mago tenía una extraña manera de hablar siempre decía “Nadayo o Nanodayo” como sea era raro.

-he –Munakata había sonreído levemente al ver el rostro de confusión de Mikoto al tratar de recordar la muletilla de ese mago. Mikoto observo detenidamente como el rostro de Munakata se relajo en esa pequeña mueca de felicidad. –“simplemente hermoso” –pensó y se ruborizo ligeramente.

-yo un millón de veces, yo un millón de veces… ¿está bien si me quedo a tu lado?

-…-Munakata lo miraba seriamente como extrañado por tal petición. Y Mikoto esperaba ansioso, aunque no lo demostraba, su respuesta. –Está bien. –con esa simple respuesta salto sobre Munakata asustándolo en el proceso.

-¡Gracias!

-eres pesado, por favor quítate de encima.

 Desde aquel día el Mikoto siempre estuvo con Munakata. Mikoto ya no dijo nunca más “un millón de veces”. Munakata era un gato bastante serio y ordenado a comparación de Mikoto quien se la pasaba mirando y amenazando a todo el que se le quedaba viendo de más a Reisi era en extremo violento y posesivo. Pero aun si se complementaban como el día y la noche, como el sol y la luna.

-ah eso duele Munakata –le decía al sentir como lo empujaba para que le diera un poco de espacio personal pues estaba bastante concentrado leyendo. Mikoto comenzó a apreciar más a Munakata que a sí  mismo. –oh pero que malo

-ya te dije que eres muy ruidoso. –Mikoto deseaba vivir por siempre al lado de Munakata.

Se la pasaba día y noche con Munakata y cada que tenía la oportunidad lo abrazaba fuertemente y depositaba un pequeño beso en la mejilla y  solo cuando lo tomaba por sorpresa le daba un pequeño beso en los labios. Realmente le encantaba cuando lo veía reír o ruborizarse por esas muestras de afecto.

No importaba en qué momento ni en qué lugar estuviera Munakata, Mikoto se la pasaba a su lado a veces lo miraba en silencio cuando preparaba un poco de té o simplemente leyendo. Hubo una vez que lo molesto mientras leía y este se molesto bastante.

_________Flash Back___________

Mikoto ya se encontraba en extremo aburrido de ver a Munakata leer en silencio por lo que se acerco sigilosamente y le salto encima, y este al estar totalmente sumergido en su lectura ni siquiera noto cuando este se movió de su sitio.

-¡MUNAKATA!  -le había gritado al oído después caer ambos al suelo.

-AHHHHHHHHHHHHHH –pego un grito para nada masculino

-JAJAJAJAJAJAJA –Mikoto se encontraba riendo estrepitosamente cuando

*SPLASH*

Un fuerte cachetada por parte de Munakata que le dejo su mano marcada en la mejilla por lo menos por dos días, claro Munakata se desquito pintándole toda la cara mientras dormía.(como neko se la pinto a Kuro en el cap. 2 de k)

______________End Flash Back__________

Todo iba bastante bien hasta que un día Munakata se recostaba lenta y calladamente dejo de moverse, había muerto.

Mikoto lo miraba con una expresión confusa y pensando que simplemente estaba cansado se fue a buscar unas manzanas que había visto hace poco pero cuando regreso media hora después noto que estaba más pálido de lo normal.

-¡Que, estas durmiendo jezzz! –le dijo dándole un leve golpecito en la cabeza. Recogí unas manzanas levántate –vio que no despertaba  - ¡mira! ¿No mencionaste que quería comer manzanas? Ya que estaban maduras recogí un boche. –seguía sin responder –ah, eso me recuerda también había castañas, brotes de bambú y otras cosas más, se veían muy deliciosas, así que la próxima vez vallamos juntos a por unas.

-…

-Oi, despierta, Munakata…¡Por favor despierta! ¡Munakata! ¡Munakata! ¡Reisi! ¡MUNAKATA REISI NO ME HAGAS ESTO!  ¡YO TE AMO NO ME DEJES!

Aquella vez fue la primera vez desde que había nacido, el gato que había muerto millones de veces levanto su voz y lloro por primera vez. Hasta que se hizo noche, después de día, otra vez noche y día. Una y otra vez el gato lloro millones de veces.

Hasta que un día Mikoto se recostó junto a Munakata y lenta y calladamente dejo de moverse. -“junto al fin” –fue lo último que pensó sonriendo, ya pronto lo volvería a ver.

Aquel gato nunca volvió a nacer. ¿O sí?

_______Años después________

-¡Misaki baka espérame!

-¡Debes de hacer más ejercicio de vez en cuando Saruhiko! –una vez que llego hasta el pequeño lo tomo de la mano y pensó “juntos al fin”

-sabes yo he muerto millones de veces-

-jajá muy gracioso

-solo repito lo que una vez me dijo un idiota engreído

-cállate, no es justo que en esta vida me haya tocado ser más bajo que tu además de que esta vez nos toco ser humanos, bueno al menos yo a ti te toco ser un mono

-¡Mi-sa-ki- tu kisama!

-jajaja ahí te quedas mono

-¡no es justo yo no soy tan ágil!

-¡Apresúrate que llegaremos tarde! –y así es como termina la historia de el gato que había muerto un millón de veces.

Fin

Notas finales:

bueno se aceptan criticas XD


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