Narra Naruto
A decir verdad, yo me encontraba muy feliz, ¡Había logrado dar con Sasuke y traerlo de vuelta! La verdad es que no me lo podía creer, tras haber dado batalla acepto volver, renunciando a su feroz venganza contra su hermano y a su propio orgullo, todavía no logro asimilar el como es que pudo renunciar a algo que había dedicado todo su esfuerzo por lograr, (aunque fuera algo malo), yo no hubiera podido renunciar de esa manera tan brusca ante algo que deseó con locura.
Al llegar a la aldea de Konoha mi radiante sonrisa parecía que no podría extinguirse nunca, o, al menos, eso creía...
Al llegar fui recibido de la peor manera posible, todos me dedicaban una mirada de odio y rencor, pero recibiendo a Sasuke con alegría, hasta Sakura, quién realmente si consideraba mi amiga, me miraba de esa forma, al parecer Sasuke era lo que necesitaba la aldea, no a mi.
Nunca pensé que me utilizarían, la gente es cruel, años engañándome para utilizar mi poder y mantenerme controlado, que amarga sorpresa. Para bien o para mal, ya tenían a Sasuke, el cuál se había vuelto considerablemente fuerte, ya no me necesitaban.
Evite cualquier tipo de contacto con alguna persona, si ya no me necesitaban, ¿Para que quedarme? Partiría de la aldea esta misma noche, quizás la decisión la tome muy rápido, pero las personas me miraban como si sobrara, como si no debería estar aquí, no creo poder aguantar esto como antes, ya no.
Solo llegue a mi casa para guardar algunas cosas, un poco de ropa y comida, ya buscaría la forma de sobrevivir afuera, mientras realizaba esta tarea me encontré con aquella foto donde estaba el equipo 7, decidí llevármela conmigo, sería un bonito recuerdo.
Al terminar, ya había alistado varias cosas necesarias y sumamente importantes, pero tendría que esperar hasta la noche, por lo que decidí ir a comer a Ichikaru, sería una buena despedida después de todo.
Suspiré y me puse en marcha, al llegar me encontré con Sai, y aunque había sido un gran amigo, opté por ignorarlo. Mientras esperaba mi ramen podía sentir como me miraba, como si quisiera hablar conmigo pero no estaba seguro de hacerlo.
-N..Naruto, emmm, que tal el día?- Intento empezar una conversación.
-Perfecto!- mentí- por fin Sasuke volvió, es genial!
-Si...
En ese preciso instante me entregaron mi delicioso plato de ramen, el cuál comí rápidamente, (bueno, realmente fueron cinco :v) y acto seguido salir de ahí, ya empezaba a anochecer y lo mejor sería dormir un poco para recargar energías y luego partir. Así que me encamine hacia mi casa, para luego caer rendido sobre mi cama.
El despertador sonó asustándome haciéndome caer de mi cama.
-Rayos! Ya es la hora...
Me dije a mi mismo para luego tomar la mochila que tenía preparada junto a mi cama. Eran aproximadamente las cuatro de la mañana y poco más, la hora perfecta.
Intentando hacer el menor ruido posible, salí de mi casa para encaminarme a la entrada-salida de la aldea.
¿Esta era la decisión correcta? Si, si lo era. Pero, ¿Porqué? Porque ya sobró en este lugar, nunca lograre ser Hokage por mucho que lo intente, nadie va a reconocerme, NUNCA. Sin darme cuenta ya estaba en mi destino, y con discreción y siendo tan ninja como me fue posible, salí de la aldea sin ser visto. Lo más difícil ya se había acabado...
Camine varias horas, por lo que ya eran aproximadamente las nueve de la mañana, mi panza rugió suplicándome comida, así que pare un momento para dársela, me senté bajo un manzano para luego recoger los frutos que había alrededor y empezar a comérmelos, estaban deliciosos! Tan jugosos...
A la mitad de estar devorando una de esas manzanas percibí que dos personas se paraban frente mía, más concretamente Tobi y Deidara, integrantes de Akatsuki. Inmediatamente me puse a la defensiva, saltando de mi lugar con un kunai en la mano.
-¿Qué quieren?- intente decir lo más seguro y serio que me fue posible.
-Vaya! Así que hay que llevar a este con el jefe- Respondió el de la mascara con interés.
-Calla! Tobi, es el de las nueve colas, no hay que tomárnoslo tan a juego!
-Claro! Claro! Lo siento Deidara-senpai!
Parecía que estaban más concentrados en su conversación que ya me habían olvidado, así que intente escapar, pero lamentablemente me vieron.
-He! A donde crees que vas!- Me dijo el rubio con voz amenazante- Vinimos a hacerte una propuesta.
-Una... ¿propuesta?
-Queremos que te unas a nuestro grupo, el poder del Kyubi no es tan fácil de controlar si no tiene un jinchuriky, así que estará a nuestro favor que estés con nosotros.
-¿Y por qué yo querría unirme a su grupo? Olvídenlo, yo seré quien los venza!- dije decidido, no tenía porque unirme a su organización criminal.
-Vimos todo Naruto, ya no tienes una meta ni nadie que te espere, ya no eres tan importante para la aldea, pero con nosotros, te respetaran, ¿Qué dices?
¿Qué? ¿Cómo lo vieron? De todas formas eso ya no importa ahora, pero, (aunque odio admitirlo), todo lo que había dicho era verdad, ya nadie me esperaba, ni tenía a alguien realmente importante en estos momentos, pero podía volver a crear una nueva vida...
-Dónde piensen en ti, es el lugar al cuál debes volver- comentó Jiraiya aquella vez.
Pero, ya nadie pensaba en mí, ya no tenía un lugar al cuál volver...
-Aceptó- dije casi sin pensar, lo que sorprendió a los Akatsuki por mi cambió tan repentino de desición. Si me traicionaban, solo escaparía y ya.
-¿De verdad?- preguntó Tobi, a lo que yo asentí.
-Fue más fácil de lo que creí- respondió el otro. Yo solo me encogí de hombros. Tenía que volver a empezar y ser una persona diferente, no como antes, alguien ingenuo y fácil de manipular, y quizás esté fuese un buen comienzo para empezar.
-¿Nos ponemos en camino?- pregunte insistente, a lo cuál el Akatsuki rubio asintió y comenzó a dirigirme hacia la guarida.
Pasaron unas cuantas horas en el que tanto Deidara como Tobi derrepente peleaban o se querían matar el uno al otro, en las cuáles yo a veces estaba involucrado, a veces del lado de Deidara o a veces del de Tobi, era muy divertido a decir verdad, ya me trataban como uno más.
Ahora mismo caminábamos hacia nuestro destino, cuando sentí que nos estaban siguiendo, y parece que no fui el único que lo notó, también mis compañeros lo hicieron, directamente nos pusimos de espaldas los tres, listos para cualquier tipo de ataque.
-Sueltén a Naruto!!!- Dijo una voz femenina conocida para mí, era Sakura. Justamente al decir eso, aparecieron Sai, Sakura, Kakashi e incluso Sasuke.
-Naruto!!! Estas bien?- Me preguntó la misma voz femenina a la que yo no respondí, claro! Primero me ignora y ahora hace como si yo le interesase!
-Que estorbo! Enserio tendremos que luchar ahora?- Exclamó con evidente molestia Deidara.
Kakashi solo entrecerró los ojos para luego decir:
-Tenemos como orden llevar a Naruto devuelta a Konoha, si no quieren resultar heridos entréguenlo.
-Como si lo fuéramos a hacer- respondió Deidara.
Inmediatamente Kakashi se abalanzó contra él, a lo que yo me interpuse aventándolo hacia atrás, ahora ellos eran mis compañeros.
-Naruto, ¿Qué...- Respondió Sakura.
-Como si fuera a volver a esa asquerosa aldea, ya no hay nada que hacer en ese lugar- Mencione con repugnancia, lo que sorprendió a todos, pero causando una sonrisa en Deidara, la cual me hizo gracia- será mejor apresurarnos o llegaremos tarde.
-Cierto! Y el jefe nos castigara- respondió Tobi, a lo que solo nos dimos la vuelta y comenzamos a caminar.
-Naruto!- Me llamo Sasuke- ¿Y tu sueño de ser Hokage? ¿Vas a renunciar a eso?- Ignore el llamado y seguí continuando- No lo permitiré!- Pronunció para luego crear el chidori y abalanzarse hacia mi, a lo que yo solo lo esquive.
-Naruto! Te llevare de vuelta! Como tu hiciste conmigo!
Yo solo sonreí, patética escena.
-¿Crees que no se que me manipulaban Sasuke? La aldea ya te tiene a ti, yo sobro en ese lugar.
-Naruto...- Dijo Kakashi, casi con un deje de tristeza, pero no, ellos causaron esto, así que deberán de sufrir las consecuencias. Sin darme cuenta, un sentimiento de venganza y odio hacía todos los que alguna vez me hicieron daño empezó a nacer en mi interior, les quería hacer pagar, les quería hacer sufrir...
-Solo estamos perdiendo tiempo, nos tenemos que ir- pronuncie esas palabras con desinterés.
-Creo que tienes razón- Dijo Deidara- solo perdemos tiempo aquí.
Yo asentí, y en un cerrar y abrir de ojos ya estábamos corriendo por el camino, habría que apresurarnos si no queríamos llegar tarde.
-Naruto!!!!!- oí un grito desde lo lejos, uno desesperado y furioso, era Sasuke.
Pronto frente a nosotros apareció alguien... un tanto conocido.
Itachi.
-¿Qué haces aquí? - pregunte verdaderamente extrañado, no me esperaba esto.
-Será mejor que nos apresuremos- dijo Itachi evadiendo mi pregunta, para luego arrogar una bomba de humo dándonos tiempo para desaparecer y acabar frente a una entrada algo escondida, pero que si prestabas atención, era fácil de encontrar, inmediatamente supe que ya habíamos llegado a nuestro destino.
-¿Así que aquí es, he?
-En efecto- me dijo casi hasta amablemente Itachi, si no fuera de que había un tono cansino y algo molesto en su voz.
-Llegaron justo a tiempo- escuché una vos seria y estricta, daba miedo. Apareció frente a nosotros un chico con varios piercings en la cara, cabello anaranjado y ojos morados.
-Si, fue bastante fácil convencer al pequeño zorro- mencionó mi acompañante rubio.
-Hey!- le recriminé a Deidara por haber pronunciado eso.
-De todas formas no importa, será mejor que entres y conozcas al grupo- se refirió a mi aquel chico extraño, (la verdad es que lo era).
-Bien!- exclamé con emoción.
Estoy nervioso pero emocionado a la vez, ¿Cómo serán todos los integrantes de Akatsuki?
A decir verdad, yo me encontraba muy feliz, ¡Había logrado dar con Sasuke y traerlo de vuelta! La verdad es que no me lo podía creer, tras haber dado batalla acepto volver, renunciando a su feroz venganza contra su hermano y a su propio orgullo, todavía no logro asimilar el como es que pudo renunciar a algo que había dedicado todo su esfuerzo por lograr, (aunque fuera algo malo), yo no hubiera podido renunciar de esa manera tan brusca ante algo que deseó con locura.
Al llegar a la aldea de Konoha mi radiante sonrisa parecía que no podría extinguirse nunca, o, al menos, eso creía...
Al llegar fui recibido de la peor manera posible, todos me dedicaban una mirada de odio y rencor, pero recibiendo a Sasuke con alegría, hasta Sakura, quién realmente si consideraba mi amiga, me miraba de esa forma, al parecer Sasuke era lo que necesitaba la aldea, no a mi.
Nunca pensé que me utilizarían, la gente es cruel, años engañándome para utilizar mi poder y mantenerme controlado, que amarga sorpresa. Para bien o para mal, ya tenían a Sasuke, el cuál se había vuelto considerablemente fuerte, ya no me necesitaban.
Evite cualquier tipo de contacto con alguna persona, si ya no me necesitaban, ¿Para que quedarme? Partiría de la aldea esta misma noche, quizás la decisión la tome muy rápido, pero las personas me miraban como si sobrara, como si no debería estar aquí, no creo poder aguantar esto como antes, ya no.
Solo llegue a mi casa para guardar algunas cosas, un poco de ropa y comida, ya buscaría la forma de sobrevivir afuera, mientras realizaba esta tarea me encontré con aquella foto donde estaba el equipo 7, decidí llevármela conmigo, sería un bonito recuerdo.
Al terminar, ya había alistado varias cosas necesarias y sumamente importantes, pero tendría que esperar hasta la noche, por lo que decidí ir a comer a Ichikaru, sería una buena despedida después de todo.
Suspiré y me puse en marcha, al llegar me encontré con Sai, y aunque había sido un gran amigo, opté por ignorarlo. Mientras esperaba mi ramen podía sentir como me miraba, como si quisiera hablar conmigo pero no estaba seguro de hacerlo.
-N..Naruto, emmm, que tal el día?- Intento empezar una conversación.
-Perfecto!- mentí- por fin Sasuke volvió, es genial!
-Si...
En ese preciso instante me entregaron mi delicioso plato de ramen, el cuál comí rápidamente, (bueno, realmente fueron cinco :v) y acto seguido salir de ahí, ya empezaba a anochecer y lo mejor sería dormir un poco para recargar energías y luego partir. Así que me encamine hacia mi casa, para luego caer rendido sobre mi cama.
El despertador sonó asustándome haciéndome caer de mi cama.
-Rayos! Ya es la hora...
Me dije a mi mismo para luego tomar la mochila que tenía preparada junto a mi cama. Eran aproximadamente las cuatro de la mañana y poco más, la hora perfecta.
Intentando hacer el menor ruido posible, salí de mi casa para encaminarme a la entrada-salida de la aldea.
¿Esta era la decisión correcta? Si, si lo era. Pero, ¿Porqué? Porque ya sobró en este lugar, nunca lograre ser Hokage por mucho que lo intente, nadie va a reconocerme, NUNCA. Sin darme cuenta ya estaba en mi destino, y con discreción y siendo tan ninja como me fue posible, salí de la aldea sin ser visto. Lo más difícil ya se había acabado...
Camine varias horas, por lo que ya eran aproximadamente las nueve de la mañana, mi panza rugió suplicándome comida, así que pare un momento para dársela, me senté bajo un manzano para luego recoger los frutos que había alrededor y empezar a comérmelos, estaban deliciosos! Tan jugosos...
A la mitad de estar devorando una de esas manzanas percibí que dos personas se paraban frente mía, más concretamente Tobi y Deidara, integrantes de Akatsuki. Inmediatamente me puse a la defensiva, saltando de mi lugar con un kunai en la mano.
-¿Qué quieren?- intente decir lo más seguro y serio que me fue posible.
-Vaya! Así que hay que llevar a este con el jefe- Respondió el de la mascara con interés.
-Calla! Tobi, es el de las nueve colas, no hay que tomárnoslo tan a juego!
-Claro! Claro! Lo siento Deidara-senpai!
Parecía que estaban más concentrados en su conversación que ya me habían olvidado, así que intente escapar, pero lamentablemente me vieron.
-He! A donde crees que vas!- Me dijo el rubio con voz amenazante- Vinimos a hacerte una propuesta.
-Una... ¿propuesta?
-Queremos que te unas a nuestro grupo, el poder del Kyubi no es tan fácil de controlar si no tiene un jinchuriky, así que estará a nuestro favor que estés con nosotros.
-¿Y por qué yo querría unirme a su grupo? Olvídenlo, yo seré quien los venza!- dije decidido, no tenía porque unirme a su organización criminal.
-Vimos todo Naruto, ya no tienes una meta ni nadie que te espere, ya no eres tan importante para la aldea, pero con nosotros, te respetaran, ¿Qué dices?
¿Qué? ¿Cómo lo vieron? De todas formas eso ya no importa ahora, pero, (aunque odio admitirlo), todo lo que había dicho era verdad, ya nadie me esperaba, ni tenía a alguien realmente importante en estos momentos, pero podía volver a crear una nueva vida...
-Dónde piensen en ti, es el lugar al cuál debes volver- comentó Jiraiya aquella vez.
Pero, ya nadie pensaba en mí, ya no tenía un lugar al cuál volver...
-Aceptó- dije casi sin pensar, lo que sorprendió a los Akatsuki por mi cambió tan repentino de desición. Si me traicionaban, solo escaparía y ya.
-¿De verdad?- preguntó Tobi, a lo que yo asentí.
-Fue más fácil de lo que creí- respondió el otro. Yo solo me encogí de hombros. Tenía que volver a empezar y ser una persona diferente, no como antes, alguien ingenuo y fácil de manipular, y quizás esté fuese un buen comienzo para empezar.
-¿Nos ponemos en camino?- pregunte insistente, a lo cuál el Akatsuki rubio asintió y comenzó a dirigirme hacia la guarida.
Pasaron unas cuantas horas en el que tanto Deidara como Tobi derrepente peleaban o se querían matar el uno al otro, en las cuáles yo a veces estaba involucrado, a veces del lado de Deidara o a veces del de Tobi, era muy divertido a decir verdad, ya me trataban como uno más.
Ahora mismo caminábamos hacia nuestro destino, cuando sentí que nos estaban siguiendo, y parece que no fui el único que lo notó, también mis compañeros lo hicieron, directamente nos pusimos de espaldas los tres, listos para cualquier tipo de ataque.
-Sueltén a Naruto!!!- Dijo una voz femenina conocida para mí, era Sakura. Justamente al decir eso, aparecieron Sai, Sakura, Kakashi e incluso Sasuke.
-Naruto!!! Estas bien?- Me preguntó la misma voz femenina a la que yo no respondí, claro! Primero me ignora y ahora hace como si yo le interesase!
-Que estorbo! Enserio tendremos que luchar ahora?- Exclamó con evidente molestia Deidara.
Kakashi solo entrecerró los ojos para luego decir:
-Tenemos como orden llevar a Naruto devuelta a Konoha, si no quieren resultar heridos entréguenlo.
-Como si lo fuéramos a hacer- respondió Deidara.
Inmediatamente Kakashi se abalanzó contra él, a lo que yo me interpuse aventándolo hacia atrás, ahora ellos eran mis compañeros.
-Naruto, ¿Qué...- Respondió Sakura.
-Como si fuera a volver a esa asquerosa aldea, ya no hay nada que hacer en ese lugar- Mencione con repugnancia, lo que sorprendió a todos, pero causando una sonrisa en Deidara, la cual me hizo gracia- será mejor apresurarnos o llegaremos tarde.
-Cierto! Y el jefe nos castigara- respondió Tobi, a lo que solo nos dimos la vuelta y comenzamos a caminar.
-Naruto!- Me llamo Sasuke- ¿Y tu sueño de ser Hokage? ¿Vas a renunciar a eso?- Ignore el llamado y seguí continuando- No lo permitiré!- Pronunció para luego crear el chidori y abalanzarse hacia mi, a lo que yo solo lo esquive.
-Naruto! Te llevare de vuelta! Como tu hiciste conmigo!
Yo solo sonreí, patética escena.
-¿Crees que no se que me manipulaban Sasuke? La aldea ya te tiene a ti, yo sobro en ese lugar.
-Naruto...- Dijo Kakashi, casi con un deje de tristeza, pero no, ellos causaron esto, así que deberán de sufrir las consecuencias. Sin darme cuenta, un sentimiento de venganza y odio hacía todos los que alguna vez me hicieron daño empezó a nacer en mi interior, les quería hacer pagar, les quería hacer sufrir...
-Solo estamos perdiendo tiempo, nos tenemos que ir- pronuncie esas palabras con desinterés.
-Creo que tienes razón- Dijo Deidara- solo perdemos tiempo aquí.
Yo asentí, y en un cerrar y abrir de ojos ya estábamos corriendo por el camino, habría que apresurarnos si no queríamos llegar tarde.
-Naruto!!!!!- oí un grito desde lo lejos, uno desesperado y furioso, era Sasuke.
Pronto frente a nosotros apareció alguien... un tanto conocido.
Itachi.
-¿Qué haces aquí? - pregunte verdaderamente extrañado, no me esperaba esto.
-Será mejor que nos apresuremos- dijo Itachi evadiendo mi pregunta, para luego arrogar una bomba de humo dándonos tiempo para desaparecer y acabar frente a una entrada algo escondida, pero que si prestabas atención, era fácil de encontrar, inmediatamente supe que ya habíamos llegado a nuestro destino.
-¿Así que aquí es, he?
-En efecto- me dijo casi hasta amablemente Itachi, si no fuera de que había un tono cansino y algo molesto en su voz.
-Llegaron justo a tiempo- escuché una vos seria y estricta, daba miedo. Apareció frente a nosotros un chico con varios piercings en la cara, cabello anaranjado y ojos morados.
-Si, fue bastante fácil convencer al pequeño zorro- mencionó mi acompañante rubio.
-Hey!- le recriminé a Deidara por haber pronunciado eso.
-De todas formas no importa, será mejor que entres y conozcas al grupo- se refirió a mi aquel chico extraño, (la verdad es que lo era).
-Bien!- exclamé con emoción.
Estoy nervioso pero emocionado a la vez, ¿Cómo serán todos los integrantes de Akatsuki?