Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te amo. por Vipampira20

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No se como llego esto a mi mente, solo se que en dos horas o tal vez menos esto me salio, tal vez solo fue que tuve un dia gris.

Se que es corto y tal vez no se entienda tanto, espero les guste igual.

PD: Lo que esta entre "Comillas." son recuerdos como flashes.

 

La soledad me consume, ¿hace cuánto tiempo no se dé él? ¿Por qué me dejo? ¿Qué tan mal hice para que me dejara? Se fue sin explicación alguna, sin ni un previo aviso, se fue como si no importara nada, se fue llevándose todo de mí, dejándome completamente vacío.

Vuelve por favor…

“ -Te amo. —Dijo el mayor tomando delicadamente el rostro del menor, acercándose despacio, haciendo esos segundos atenernos para Jiyong quien le miraba embobado, entre las nubes, sintiendo un sinfín de sensaciones.

-Bae… —Dijo apenas audible el menor, su voz salía temblando, su cuerpo se estremecía y sus perlas color avellanas estaban clavadas en los orbes del mayor, estaba hipnotizado.

-Te amo… —Repitió el mayor ya demasiado cerca del rostro del delgado rubio, sus labios rozaron delicadamente, el menor entreabrió muy despacio sus labiales sin poder articular palabra alguna.

-…

-Te amo Jiyong.

Y sus labios al fin se sellaron en una suave danza entre ellos mismos, se podían percibir los latidos de ambos cuerpos en completa cercanía, aferrándose uno al otro en lo que es su primer beso.”

No entiendo que paso, me dejaste, me dejaste sin vida, sin motivos de por qué seguir, me dejaste sin tu amor, sin tus besos, sin tus miradas, sin tus sonrisas, sin tus caricias, me dejaste sin alma.

¿Dónde estás mi pequeño? ¿Por qué me dejaste solo? ¿Por qué no vuelves aun?

Te sigo esperando en la misma playa sin falta a cada puesta de sol, donde soñábamos con tener una villa, una enorme casa y salir de paseo a mirar las estrellas en nuestro yate de en sueño; pero termino viendo las estrellas solo, no llegas. Mis manos están heladas mi niño, ven a calentarlas con tus pequeños labios, ven a abrazarme como solo tú lo haces, ven a mí, devuélvame las ganas de seguir.

“-¿Por qué no me miras, Ji?

-Siento que sin te miro mis piernas van a fallar y voy a caer.”

¿Dónde quedo todo ese amor que me decías? ¿Dónde quedaron esas promesas que me repetías cada noche? ¿Por qué aun no llegas? Siento que no respiro, por favor, vuelve a mí, sin ti, no soy nada…

~

Los rayos del sol llegan a mi como cada mañana, solo ellos me avisan que aún estoy vivo, ellos me avisan que despierte del sueño donde aún estas a mi lado. Me levanto con pesadez, nuestra pequeña habitación sigue igual como la dejaste, solo que ahora está más sombría que antes, y no exactamente por las grietas que tienen el techo entablado, ni por los huecos de humedad que tienen los débiles muros sin pintar, esta sombría porque tu no estas.

“-¿Bae?

-¿Si?
-Tengo mucho frio.

El moreno paso su pierna entre las piernas del más delgado y apego la anatomía del impropio un poco más a la suya, cubriendo con sus fuertes brazos todo lo que podía del delgado cuerpo que ahora estaba acunado sobre él. Ambos acostados sobre una muy fina manta en el árido suelo de esa chocita sin terminar.

-¿Y ahora?

-Mucho mejor.

Respondió en un susurro soñoliento Jiyong a su vez que cerraba sus parpados, quedando tranquilamente y totalmente dormido entre los brazos de Young Bae.”

Unos muy pocos pasos y ya estoy fuera de ese pequeño lugar que solíamos llamar casa, porque ya no lo es, ahora solo es el lugar que desgarra mi pecho al recordad que cada tabla y cada clavo fueron montados por nuestras manos, juntos… Por nuestro amor.

¿Hace cuánto días no cómo? No sé, ni me interesa, algunos días si encuentro frutos o tal vez tengo dinero para un trozo de pan lo cómo, pero luego, no me esfuerzo ni me importa nada desde que te fuiste ya me da igual si como o no, debo estar enfermo, lo sé, mi pálido color me lo avisa, pero poco me importa, es más, a veces, y no pocas, deseo que lo que sea que tengo empeore y llegue a matarme, igual estoy muerto en vida sin tu presencia aquí.

“-¿Cómo lo haces?

-¿Hacer qué?

-Que tus labios siempre están rosas, y me llaman a probarlos todo el tiempo. —Susurro seductor el menor al deslizar una de sus manos por la extensión del cuello del moreno y sin esperar que este replicara, fundió sus labios en un pasional beso.”

Cuatro años ya, cuatro años caminando por la vida sin rumbo, sin saber qué hacer, ahogado en esta soledad que me consume cada vez más, que cala mis huesos me ha vuelto neutro de una sonrisa. Tus recuerdos pasan en mi mente todos los días, a cada momento, de vez en cuando llueve y el piso de nuestro pequeño cuarto se inunda de agua pienso en cuando reías a mi lado diciendo que tenemos algo que nadie más tiene, que hay personas que tienen camas de agua, pero tú y yo teníamos un cuarto de agua. Cuando nieva y ni las mantas aniquilaban nuestro frio, recuerdo tus locas ideas de desnudarnos para hacer el amor, eso nos calentaba. Cuando hacía mucho viento y una que otra entablada de madera de nuestra puerta se caía haciendo que el viento llegara fuerte a entrar a nuestra chocita y decías que es “Aire acondisoplado gratis.”

Cuando estabas a mi lado no importaba como era el extremo de nuestra pobreza, o que no siempre teníamos para comer, para beber, no importaba si me enfermaba, tu amor me curaba, no importaba nada de lo que nos pasara, juntos podíamos contra todo.

“-Llegue…—Apenas audible dijo el moreno al entrar a la pequeña casucha, pero inmediato cerró la puerta chueca y un tanto vieja a su espalda, sintió un peso en su pecho. El menor se había lanzado a abrazarle como si su vida dependiera de eso, Young Bae rápidamente rodeo su cuerpo correspondiendo con dulzura.

-Te extrañe tanto… —Dijo en un susurro adorable el menor al esconder su rostro en el cuello del ajeno.

-Salí solo 3 minutos. —Dijo soltando una pequeña risa el moreno.

-¿Y eso qué? —Subió su mirar el menor frunciendo el ceño tal cual infante. — Fueron los 3 peores minutos de mi vida.

-Te amo…

-Yo te amo más. —Y el menor dio un beso fugas a los labios del mayor.

-Ah… Ji. —El mayor sonrió un poco pero como si recordara algo esa sonrisa fue borrada de inmediato.

-¿Paso algo? —Cuestiono el menor mirándole atento, tosió un poco sin poder evitarlo, estaba enfermos, su garganta picaba mucho.

-Encontré las pastillas para tu toz, pero… No tengo dinero suficiente para pagarlas. Y sé que hasta que no las tomes tu toz no va a mejorar, yo… lo siento. —Desvió su mirar luego de responderle, soltó un triste suspiro, todo quedo en silencio por unos segundos hasta que el menor tomo del mentón a Bae haciendo que le mirara, y entonces amplio una brillante y hermosa sonrisa.

-Todo un día estará bien, ya verás.”

El pecho se me oprime, un nudo en mi garganta siempre está presente, mi respiración es lenta, demasiado lenta diría yo, no sé si respiro bien, pero no me importa. Subo mi mirar al cielo ¿Cuándo oscureció? La noche brilla, pero ante mis ojos nada es hermoso ya, mi estrella no está a mi lado iluminando mi vida. Mis pasos como siempre solo se guían a ti, y heme otra vez aquí, en la playa, en nuestra playa, donde siempre espero por ti.

Me dejo caer de rodillas, de repente no puedo soportar mi peso y me siento muy mareado, mi vista se nubla, siento como que el corazón se me detiene, mis lágrimas empiezan a salir rodando mis mejillas con furia, apoyo ambas manos en la arena, la respiración se me corta. ¿Voy a morir ya? Veo todo negro, termino cayendo desplomado en la blanquecina arena.

Jiyong… Te amo.

~

-Va a estar bien, solo esta deshidratado.

Escucho una voz. Me pesan los ojos, los quiero abrir pero no puedo, muevo un poco la cabeza negando leve, siento que mi cuerpo muy adolorido, escucho pasos alejarse.

¿Dónde estoy?

Mi cuerpo esta reconfortado sobre algo muy cómodo ¿es un colchón? Me quejo un poco tratando con todas mis fuerzas abrir los ojos, tengo un poco de frio en el rostro, siento mi nariz fría. Tengo una lucha interna contra mi cuerpo que no me deja moverme o siquiera abrir los ojos, aprieto un poco mis ojos aun cerrados y sin previo aviso, caigo en un profundo sueño…

“-Cierra los ojos.

-¿Me vas a amarrar otra vez? ¿mhn? —Cuestiono pícaro el menor levantando una ceja, haciendo que el mayor riera un poco.

-No, no te voy a amarrar… Al menos no hoy. —Una sonrisa media se dibujó en los labios de Young Bae. El menor rio un poco por lo bajo y tranquilamente cerro los ojos.

Unos minutos en completo silencio se hizo presente, el menor comenzaba a sentir cada vez más curiosidad.

-Listo, ábrelos… —Y el menor inmediatamente obedeció, sus ojos abrieron grandemente y un muy notable sonrojo se posó en sus mejillas. A su frente estaba Bae con un enorme ramo de rosas rojas, sus favoritas, quedo sin habla. — Sabes, es la primera vez que robo, aunque, digamos que no lo robe, lo tome prestado de ese jardín, la señora me grito algunas cosas al verme huir, tal vez me decía que me las regalaba, o… eso quiero pensar.

-…. Son hermosas.

-Como tú.

-Bae…

-Te amo Jiyong.”

~

Siento mi estómago crujir, un delicioso aroma hace que mi estómago se revolotee, tengo hambre. ¿Por qué ahora siento más hambre? Trato de abrir mis ojos, lo consigo, muy despacio los abro ¿Dónde estoy? Trato de incorporarme y justo me doy cuenta que estoy en una cama. Es suave, cómoda, con sábanas blancas, se siente tan cálida; al fin me siento aun en mi lugar, mi cabeza duele un poco, aun me siento cansado, tengo frio, miro mis piernas y están cubiertas con unas sábanas hasta mi cintura, me abrazo a mí mismo buscando calentarme un poco al menos ¿eso que siento es el aire de un aire acondicionado? Paseo mi mirada en donde estoy, no conozco el lugar, es una amplia, lujosa y ordenada habitación, todo parece ser de revista, pero mi vista se fija en un frasco de pastillas que está en lo que parece ser una mesita de noche junto a la gran cama donde estaba, estoy confundido. Extiendo una de mis manos al frasco por inercia pero algo jala mi brazo, estoy conectado a una solución, tengo un suero.

Miro mi mano ¿Cómo es que tengo esto puesto? Ese aroma se intensifica un poco más y por alto reflejo miro a mi lado donde hay una bandeja con… ¿Comida? Una amplia variedad de alimentos que si saben cómo se ven, serán deliciosos. Pan, frutas, una taza de chocolate, quesos, jamón, y un caldo de fideos. Miro sorprendido todo lo que está en esa bandeja, paso minutos tratando de decidir que tomar, mi estómago gruñe más aún.

-Esta todo como te gusta…

Mis sentidos agudizan al instante, quedo en shock, entre abro los labios, mi piel se eriza por completo, mi corazón comenzó una carrera en mi pecho como si quisiera salirse, un nudo se posa brutalmente en mi garganta, mi respiración se retiene, mis manos tiemblan y puedo sentir como mis manos de hielan más de lo que estaban. Conozco esa sensación…
Temo a girar mi rostro a ver la persona dueña de esa voz, mi imaginación en mi delirio me ha jugado muchas veces, pero esta vez fue tan clara, siento que es real, puedo hasta sentir una dulce mirada sobre mí. Paso saliva con dificultad y por fin me dispongo a dirigir mi mirar a…

-Ji-yong… —Mi voz sale en un susurro, tiemblo, corrientes pasan mi cuerpo como si espasmos y mis ojos se llenan de lágrimas al instante, lo estoy viendo. Lo veo…

Esta recostado en el borde de la puerta del baño de la habitación, con brazos cruzados, mirándome como lo recordaba, mirándome con esos ojos que anhelaba volver a ver. Veo el momento exacto en el cual en sus labios delgados y color carmesí se dibuja una sonrisa amargada, como si quisiera llorar, mi pecho duele, duele mucho. Sus ojos se llenan de lágrimas también y puedo ver como una resbala delicadamente su mejilla, siento envidia de ella.

Mi corazón da un brinco cuando veo que da varios pasos, se está acercando a mí, mi reparación se agita a cada paso que da, no puedo dejar de verlo. Inconscientemente retrocedo un poco. Esta vestido con unos jeans negros y una playera semitransparente en corte V blanca, su cabellera no está rubia como lo vi la última vez, esta vez está en un tono rosa pastel, parpadeo sin poder creer nada aun. ¿Es él?

¡Si, es el! Mi corazón me lo grita.

Llega ante mí, aun no puedo articular palabra alguna, mi respiración se vuelve densa ahora y puedo sentir el pulso acelerarse un poco más, no me muevo, mi cuerpo no me obedece, de echo si estuviera parado hubiera caído al suelo, siento todo en mi flaquear.

Toma mis ambas manos entre las suyas y las lágrimas que aun retenía se liberan, caen por mi rostro desgarrando mis ojos, siento que mi vista se nubla pero puedo verlo claro, sus manos son igual de suaves, cálidas, delgadas y pequeñas, tan delicadas, que encajan perfectas con las mías. Mas lagrimas bajan sus mejillas pero aun no dice nada, yo no digo nada, no me sale el habla.

-Bae... —Mi nombre es acariciado por sus labios y retengo el aire, tiemblo aún más. — Perdón amor, perdóname… —Me estremezco, su voz tiembla, el tiembla completo.— Tengo una explicación para todo, lo juro. —Un sollozo se escapa de sus labios, uno que partió mi alma en dos… mi niño no llores, de repente sentí miedo. — No merecías vivir como vivíamos, tu merecías más, sé que sufrías por nuestra situación y aunque no dijeras nada sé que no eras feliz — ¿Cómo dices eso? — sé que te dolía, sé que nada era fácil, sé que te sentías mal... Amor, yo me prometí crecer, crecer para ti, poder tener todo lo que querías, pode llegar a tener todo eso que querías, la casa, un auto, nuestro yate, poder comer cada día, poder bañarnos, poder tomar suficiente agua, poder estar bajo un techo protector cuando llovía, que el frio no te resfriara, tener ese perro que siempre has querido, poder dormir en una cama. —Su llanto aumento, sentía que taladraba mi pecho cada palabra. — ¡Sé que fui un idiota y me fui sin avisar! Te deje pensando cualquier estupidez de por qué me fui, perdóname Bae, tampoco fue fácil para mí, pero me tuve que ir, tuve que ir a buscar nuestro futuro lejos de la miseria, tenía que sacarnos adelante… Si me iba y me despedía no iba a poder irme… —Sus sollozos estaban haciendo que las palabras que mencionaba no se entendieran muy claras, no sé en qué momento rompí en llanto igual. — Dime que me amas… — ¿Cómo preguntas eso? — Dime que no me olvidaste y que no me odias, sé que lo que hice fue estúpido, pero entiende mis razones… Hice todo solo por nosotros, sé que falle, te deje solo y mira como estas, estas deshidratado y débil, amor, por favor perdóname, yo… yo no hice las cosas para mal, pero sé que aunque nuestro amor nos mantenía fuertes, un día todo iba a empeorar y no te merecías una vida completa de fallos y miseria, Bae por favor, dime que me perdonas, porque sin ti ya no podré vivir, y todo lo que tengo ya, todo lo que ya al fin conseguí para ambos seria en vano si no estás a mi lado.

-Ji…Yong

-¡Te amo!

Y pronto sentí como se aferró a mi cuerpo, sus brazos me rodearon con fuerza, me tense al instante, no sé cómo reaccionar, el nudo en mi garganta no me deja hablar aun y solo atino a llorar, mis lágrimas caen en la cabellera rosa que está bajo mi barbilla escondiendo su rostro en mi pecho, sus sollozos son desgarrantes para mí, mi cuerpo esta inmóvil.

-Yo no estuve con nadie más, solo me esforcé por nosotros, desde aquí miraba todas las noches la luna sabiendo que esa misma luna mirabas tú. –Sentía mi corazón pulverizarse a tal punto que pensé que dejo de latir.

¡Maldicion!

Quiero decir algo pero la voz no me funciona, el aire me es cada vez más lento. – Dime algo, por favor… –Me suplica llorando esta vez subiendo sus orbes inundados en lágrimas a mí, le miro y apenas puedo parpadear, me mira insistente esperando alguna reacción. Lo tengo tan cerca, siento su respiración chocar con la mía, su mirada me duele, veo tanto dolor en su mirar, tanta sinceridad a la vez, no dudo en nada de lo que me dice, no fue la mejor decisión pero al menos esta aquí conmigo, otra vez. – Bae mi amor, dime algo… –Su voz es cada vez más débil y devastadora para mi alma que está en shock aun.

-Te amo… –Logro al fin articular entre un bajo casi inaudible sollozo, mi garganta dolía mucho, mi cuerpo se estremeció al decirlo, sentí una paz en mi alma al poder decirlo una vez más.

En su rostro pude ver una sonrisa, que aunque su rostro estuviera empapado, sus ojos rojizos del llanto, y sus mejillas totalmente rojas, fue esa misma sonrisa que recordaba, esa sonrisa que me perdía en la inmensidad de nuestra unión de por vida…


“-Es una hermosa tarde, ¿cierto?

-Es una tarde que nunca voy a olvidar, sabes…

-¿ah?

-Jiyong… ¿Te casarías conmigo?”
Notas finales:

Gracias por leer, si gustan me dejan comentarios.♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).