WHEN WE'RE OLDER
Es una vista muy diferente a como la recordaba, pero claro eso fue hace mucho tiempo.
Clank!
Se escucha el cerrojo que lleva a la azotea, está siendo desactivado, la puerta se abre. Ingresa despacio y se acerca a mí de la misma manera.
-Llegas tarde- le dije.
-No, en realidad tú llegaste muy temprano-
Me contesta con una sonrisa. Me molesta que actúe de esa manera. Yo sigo viendo el paisaje que me ofrece la ciudad, recargado en el barandal, simplemente dejándome llevar por la sensación que el frio viento le ofrece a mis mejillas, la verdad siempre he preferido el frio al calor.
-Dime Kay, ¿Hace cuánto nos conocemos?-
Me pregunta imitándome al recargase en el barandal. La mire solo un instante y respondí mecánicamente.
-Diez años-
-Sí, eso pensé yo también, ¿Recuerdas cómo fue?-
Sonreí inconscientemente.
–Claro, no podías parar de moquear por esa rama-
Dana frunció el ceño al escucharme decir esas palabras, me reprendí mentalmente, pues recién recordaba que ese árbol había sido importante para ella, pero contrario a lo que yo creí, ella no me regaño, en cambio solo suspiro.
-Ahora recuerdo por que terminamos-
Una punzada me llego de repente al escuchar sus palabras, tan poco delicada como siempre, pensé. Hacía apenas dos semanas que habíamos terminado y aun me seguía doliendo, aparentemente a ella ya no.
-Siempre has tenido la manía de decir lo primero que te viene a la cabeza, te falta tacto, si no tuvieras ese problema tal vez aun seguiríamos juntos-
No pude evitar molestarme al escuchar eso, estaba más que claro que yo no era el único de los dos que hablaba bruscamente, por lo que era obvio que no tenía toda la culpa de que nuestra relación hubiera sido desastrosa. Estaba a punto de replicar pero sabía que no tenía sentido, después de todo, nada ganaría con hacerlo, ella no volvería conmigo y sinceramente esto comenzaba a cansarme, estaba cansado de pelear por algo que no volvería a pasar.
-Aunque es probable que eso no pasara, porque de seguro aun si cambiaras de seguro se te antoja engañarme con alguien de nuevo-
O no aquí venia de nuevo, no es que no me arrepintiera de eso, de hecho he querido cambiar esa noche mil y un veces, porque me trajo consecuencias más grandes de las que pude calcular.
-Ya hemos hablado de eso muchas veces, ¿no podemos charlar sobre eso en otra ocasión?- Le dije realmente estaba harto de esto
-Sabes que día es hoy ¿cierto?- Me miro incrédula
Por supuesto que sabía que día era, había pasado exactamente un año desde que eso paso, el día de hoy era 5 de noviembre, era nuestro aniversario número 5, o por lo menos lo sería si siguiéramos juntos, pero no solo eso también era el día que había elegido específicamente para engañarla, y no contento con eso, gracias a mi traición, sucedió un accidente terrible…
… su mejor amigo murió
-Sí, sé que día es- Fue todo lo que dije
Presentí en ese justo momento que me gritaría que me odiaba, pensé que me golpearía, que gritaría, y si así fuera yo no haría nada simplemente dejaría que se desahogara, pero eso no fue lo que paso, se quedó callada, mirando hacia el suelo. Sentí que en mi garganta se formó un nudo, el verla así me partió el alma.
Unos segundos después ella levanto la mirada y la desvió hacia aquella esquina, la miro absorta unos segundos, yo sabía exactamente que era lo que miraba.
Hay reposaba ese viejo tronco, básicamente solo quedaba la base de lo que alguna vez había sido un enorme árbol de jacarandas, no quedaba prácticamente nada, parecía estar al ras del suelo y aun se podía apreciar parte de lo que alguna vez fueron sus raíces. Ese viejo tronco había sido la razón de que nos conociéramos nosotros dos, por eso significaba tanto.
Mire un segundo detenidamente la azotea, no era el sitio más común del mundo, el lugar había sido adaptado para que fuera un pequeño jardín desde hacía ya varios años, algo poco común de ver considerando que estamos en el último piso de un edificio de ocho pisos en medio de una ciudad en proceso. Según tengo entendido, lo había hecho el abuelo de Dana para el papá de ésta, ya que al vivir en un departamento quería que su hijo tuviera un sitio en donde jugar y divertirse como todos los niños de su edad, y ya que antiguamente los departamentos eran de el no dudo ni un momento en hacerlo, por lo que cuando Dana nació, su padre heredo los departamentos y el jardín que antiguamente era su sitio de juegos paso a ser el de su hija, por lo que hasta se podría decir que era hasta una reliquia familiar. Pero para mí ese tronco era la razón por la cual ella y yo nos conocimos, el día que eso ocurrió, ella estaba llorando por que habían mandado a cortar el árbol porque resultaba que su padre había vendido el edificio, y al nuevo dueño no le parecía buena idea que las raíces del árbol siguieran creciendo y rompieran el techo de sus futuros nuevos inquilinos, lo cual le dolió muchísimo a la pecosa.
Damy, como solía llamarla cuando era mi novia, se acercó al pedazo de árbol que todavía quedaba, se puso en cuclillas y acaricio la parte liza, se le notaba a kilómetros que quería romperse en llanto.
-Después de todo lo que nos ha pasado, ¿nunca has pensado en querer cambiar el pasado?-
De repente me hizo sentir mal de nuevo, me agache al nivel en el que ella estaba, y la abrace, no solo porque ella lo necesitara, sino porque yo también
-Si- respondí sinceramente, no pensaba mentirle, sería demasiado descarado en un momento como este.
Ella seguía mirando el antiguo y gastado tronco, paso sus dedos por las líneas que se veían.
-¿vez estas líneas?- Me dijo, yo solo asentí y la deje proceder, ya que era obvio que no quería seguir hablando sobre el otro tema y la verdad yo tampoco.
-Representan su vida, estamos viendo todas las etapas de su vida, me molesta que no haya podido tener más.
-Son como sus arrugas- comente a modo de chiste, además me pareció una buena comparación.
La castaña solo sonrió ante mi comentario
-Dime Kay, si volvieras al pasado, ¿qué día en específico cambiarias?-
-No lo sé, digo sé que cambiaría muchas cosas, es decir he cometido muchísimos errores, no creo que un di me bastará, así que con sé cuál elegiría-
-Yo si- Me afirmo mientras sus ojos se serraban y dejaban salir una lágrima la cual paso por su hermosísimo rostro e impacto finalmente en el viejo tronco
-Nos vemos en el futuro cuando seamos mayores
Y estamos llenos de historias que contar-
-¿Qué?- Fue todo lo que pude pronunciar. Un resplandor me cegó y de repente me encontraba en frente del mismo edificio, la escena era casi idéntica a como la recordaba, yo esperando a mi madre a fuera de una tienda de ropa, frente a mi había un complejo de apartamentos, un árbol tirado y trabajadores tratando de limpiar la escena, todo era como lo recordaba a excepción de una cosa, no había ninguna pequeña niña llorando.